8 diferencias entre un mal y un buen liderazgo

por Carla García

Más de alguna vez escuchaste que las personas no dejan sus trabajos sino que a malos líderes. ¿Pero cuál es la diferencia exactamente? Quizás comprenderlas puede ayudar a cerrar y estrechar la distancia entre ambos.

Hay diferencias palpables entre las actitudes de un líder malo y uno bueno. Un mal líder es aquel por el que desprecias trabajar todos los días; el que nunca reconoce tus logros y solo enfatiza tus faltas.

Un buen líder, en cambio, cree en el trabajo que haces. Tiene un fuerte sentido de propósito que se materializa incluso en las tareas más insignificantes. Estos son los líderes que ayudarán a que su empresa prospere.

Características de un buen líder vs un mal líder

A continuación, te contamos las 8 diferencias que hemos notado entre las actitudes de un mal líder y las de un buen líder.

    1. Los buenos líderes apuntan a lo imposible

Los líderes excepcionales elevan el listón mucho más alto de lo que pueden alcanzar. Sus metas son aparentemente imposibles, y sus estándares para el éxito de ellos mismos y de su equipo parecen inalcanzables.

Sin embargo, los buenos líderes saben que si aspiras a algo más alto de lo que crees que puedes lograr, terminarás logrando más de lo que antes pensabas que era posible.

    2. Aprovechan las oportunidades cuando otras personas ven problemas

Cuando un competidor formidable ingresa al mercado, cuando ha perdido a uno de sus clientes más importantes, cuando el futuro de la organización parece incierto; los malos líderes se desmoronan y los buenos líderes prosperan.

Las personas con un buen liderazgo ven a un nuevo competidor como una oportunidad para rediseñar su campaña de marketing. Toman la pérdida de uno de sus mayores clientes como una oportunidad para cerrar uno aún más grande. Cuando el futuro de la organización parece incierto, es cuando un líder superior da un paso al frente y guía a la empresa de nuevo por el buen camino.

    3. No tienen miedo de mostrar emociones

Los malos líderes se separan de sus trabajadores. Intentan crear un aura de aprehensión y misterio. Por lo tanto, las personas no sienten que puedan acercarse a ellos y expresar sus ideas, lo que limita el flujo de innovación e información.

Los buenos líderes ejercen un inmenso autocontrol, pero no temen estar eufóricos cuando su equipo ha logrado algo asombroso. Son abiertos sobre lo que deben hacer para mejorar y cuando no han cumplido con sus propios estándares, se disculpan por ello y hacen las paces.

    4. Los buenos líderes velan por el bienestar de los trabajadores

A medida que las personas se dedican a su trabajo, un buen líder sostiene el otro extremo del trato al velar por ellos. Asumen la culpa, incluso si fue uno de los errores de su empleado, y hablan con esa persona después de que se ha culpado. Los buenos líderes siempre buscan los mejores intereses de sus empleados.

    5. No muestran un sentido de derecho

Un líder indeseable hará alarde de su éxito y se distanciará de los que están debajo de él. Los líderes que son verdaderamente exitosos aprecian cómo llegaron a donde están, pero nunca usan un falso sentido de superioridad en la forma en que realizan su trabajo. Asumen las tareas diarias con entusiasmo. Muestran con el ejemplo cómo deben actuar los trabajadores, y nunca son demasiado buenos para hacer el trabajo pesado.

    6. Dirigen con permiso

Ven su papel de liderazgo como un honor. Los trabajadores quieren trabajar para ellos porque son grandes líderes, no porque estén en una posición de autoridad. Se les ha dado permiso para liderar y se toman esa responsabilidad muy en serio.

    7. Su sentido de propósito impulsa el trabajo que hacen

Ninguna tarea se considera sin importancia, porque el mayor propósito de su trabajo siempre brilla. Los buenos líderes mantienen esta ambición al frente de sus pensamientos y la repiten constantemente. Esto es lo que los hace exitosos y conduce a la prosperidad de la empresa.

    8. Toman los riesgos que otros temen

Cuando un buen líder ve un riesgo potencial, lo que realmente está viendo es una recompensa potencial. Otros pueden ver su decisión como lo deseen, pero sabe que este es el riesgo que vale la pena correr por encima de todos los demás. Aquí es donde los malos líderes se quedan en el camino y donde los buenos líderes luchan por lo que creen, inspirando a otros a hacer lo mismo.

Publicado en dl. Post original aquí.

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El hombre en busca de sentido

por Sofia Alcausa Hidalgo

En esta sociedad en la que vivimos, en la que muchas veces no le encontramos sentido a nada o casi nada, porque lo material, el aspecto físico o el que dirán ocupan nuestra mente y nuestra vida, el libro “El hombre en busca de sentido” por el afamado  Viktor E. Frankl, uno de los psicoterapeutas más con más  reputación del todo el siglo XX, se ha convertido en todo un clásico, que todos deberíamos leer.

Viktor Frankl 
siendo ya un psiquiatra reconocido en 1942, fue deportado a Auschwitz y Dachau junto a su mujer y sus padres, todos fueron destinados a distintos campos de concentraciónFue allí donde gestó este maravilloso libro en pequeños trozos de papel, que recogía aquí y allá en los que relataba sus experiencias y sentimientos que vivía y sentía en aquel terrible lugar.

Frankl observaba cada día como había compañeros que resistían las más duras condiciones frente a otros que se dejaban morir, literalmente. Al no tener fuerzas interiomente, sus sistemas inmunológicos bajaban y finalmente morían. Se dio cuenta que tanto él como todos aquellos que resistían a esas duras condiciones tanto físicas como psicológicas eran por una razón, habían buscado un sentido a su vida. Viktor le buscó el suyo; sus padres y su mujer le daban fuerza para seguir, el pensar en ellos y en que todo ese horror acabaría y podría reunirse de nuevo con sus seres queridos le daba una fortaleza mental para seguir luchando, como él decía “quién tiene un por qué para vivir puede resistir cualquier cómo”.

Lamentablemente cuando salió del campo de concentración en 1945,  nada más y nada menos que tres años después de ingresar en él, descubrió que ningún miembro de su familia había sobrevivido al holocausto, pero Frankl encontró un nuevo sentido a su vida, siguió luchando porque tenía que contarle al mundo entero su aprendizaje personal en esas circunstancias. Fue entonces cuando se afanó en crear su propia teoría, la logoterapia terapia basada en la búsqueda de sentido. Su primer libro basado en ello fue “A pesar de todo, sí a la vida: un psicólogo en el campo de concentración” y en 1959 se publicó “El hombre en busca de sentido” del que ya se han publicado nueve millones de ejemplares en el mundo. Frankl murió en 1977 con una lección de vida para todos.

“Llegado a este punto desearía hacer una observación. En un principio traté de escribir este libro de manera anónima, utilizando tan sólo mi número de prisionero. A ello me impulsó mi aversión al exhibicionismo. Una vez terminado el manuscrito  comprendí que el anonimato le haría perder la mitad de su valor, ya que la valentía de la confesión  eleva el valor de los hechos. Decidí expresar mis convicciones con franqueza, y por esta razón me abstuve de suprimir algunos de los pasajes, venciendo incluso mi desagrado hacia el exhibicionismo”…”Al hombre se le puede desposeer de todo menos de la última de las libertades, la libertad para decidir su actitud ante el sufrimiento”.  Viktor E. Frankl.

 

6d7c8a4bfe78eeae147cba154bf23b27Sofia Alcausa Hidalgo

Licenciada en Filosofía y Letras. La psicología, la música y la escritura son algunas una de mis pasiones. En definitiva, las más bonitas expresiones de nuestra alma. “Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad”, Confucio Ver perfil »

Publicado en La Mente es Maravillosa. Post original aquí.

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Propósito Empresarial, una de las prioridades para las empresas a nivel mundial

La mayoría  de empresas líderes (73%) cree que es fundamental tener un propósito corporativo como brújula para navegar en estos tiempos de disrupción. Esta es la conclusión principal del más reciente estudio de EY (antes Ernst & Young) titulado «¿Cómo puede el propósito revelar un camino a través de la disrupción?»

A pesar de que el 95% de los encuestados menciona que su empresa tiene un propósito, en ocasiones este se resume en servir a un público de interés específico como sus accionistas, empleados, clientes, etc. Sin embargo, cada vez más crece un grupo de líderes que define el propósito como algo más grande: una concepción centrada en las personas y comprometida con la sociedad que busca crear valor a un amplio grupo de públicos de interés.

Al respecto, Nelson Beltrán, Director Ejecutivo de EY, resalta la importancia no solo de contar con un propósito sino que este sea explicito, se conozca y además se haya activado dentro de la organización. «Son pocas las empresas colombianas que han definido explícitamente un propósito que enmarque la estrategia de la empresa, y menos aún las compañías que han activado ese propósito dentro de la organización de tal forma que todos sus procesos, gente y tecnología se encuentren alineados hacia ese mismo norte. La definición de un propósito y su activación no solamente es un elemento indispensable dentro de la estrategia de una empresa, sino que se convierte en la médula espinal en el fortalecimiento de la cultura organizacional».

El análisis se basó ​​en una encuesta realizada a más de 1.470 ejecutivos de compañías de diversas industrias en mercados desarrollados y emergentes alrededor del mundo. Así mismo, el estudio se llevó a cabo dentro del marco de la colaboración entre EY y Simon Sinek —uno de los autores y conferencistas sobre liderazgo y propósito más importantes del mundo— que busca inspirar y apoyar a las compañías a saber primero por qué hacen lo que hacen y así buscar su norte.

Un «por qué» claro mejora la adaptabilidad al entorno cambiante

De los ejecutivos encuestados, el 66% de está repensando el propósito de sus organizaciones como resultado del ambiente disruptivo, y el 52% avanza en la ampliación de este concepto para aplicarlo a sus negocios.

A pesar de la importancia que estos le dan a tener un «por qué» para su compañía, la investigación muestra que el propósito significa cosas diferentes para las empresas. Cuando se les pidió que caracterizaran el propósito de su organización un 40% dijo que el de su compañía está dirigido a crear valor para múltiples partes interesadas u ofrecer una aspiración para ser, 33% mencionó que aporta valor a los clientes, 15% que aumentan el precio de las acciones y 11% citó el valor agregado a sus empleados.

Tener propósito genera beneficios tangibles

El 68% de las empresas que definen ampliamente su propósito y lo integran en sus organizaciones menciona que le da la agilidad para innovar en tiempos de disrupción. Además, para el 52% ayuda a fidelizar a los clientes, 51% que preserva el valor de la marca y su reputación, 42% cita que le ayuda a atraer y retener personal y el 40% atribuye la capacidad de desarrollar productos nuevos e innovadores a la presencia de propósito dentro de su negocio.

Al respecto, Valerie Keller, Directora Global de EY Beacon Institute –una comunidad en la que inversionistas, ejecutivos, académicos y emprendedores comparten ideas y prácticas por un mejor mundo de negocios- comentó: «Los datos destruyen el mito de propósito vs. beneficio. El 75% de las empresas con propósito, involucradas en nuestra encuesta, dicen que la integración del propósito crea valor a corto y a largo plazo. Se debe trabajar en la estrategia, los productos, los servicios y las experiencias del cliente y del empleado. Las palabras sin acción corren el riesgo de que las expectativas no sean satisfechas».

Menos palabras, más hechos

Los líderes necesitan convertir su retórica de propósito en realidad empresarial. El estudio identificó cuatro pasos que pueden ayudar a cada organización a alcanzar sus objetivos:

  1. Definir claramente un propósito, un «por qué» que responda a las necesidades de sus partes interesadas y se base en lo que la organización hace.
  2. Activar el propósito dentro de la organización. Incorporar ese propósito en la estrategia y operaciones, y alinear su toma de decisiones con ese propósito.
  3. Evaluar constantemente en dónde están en desarrollo y qué necesitan ajustar.
  4. Acelerar la ruta asegurando que sus colaboradores aplican y asumen con propiedad el propósito.

Para finalizar, Keller agrega: «Toda la disrupción geopolítica, económica y tecnológica, es un catalizador para una nueva evolución en los negocios. Los más capaces de prosperar en este nuevo mundo han centrado su impacto en los seres humanos con los que se relacionan».

Publicado en Revista Empresarial & Laboral. Post original aquí.

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La importancia del propósito empresarial

por Carlos Téllez

Socializar la estrategia no es suficiente para lograr que las personas se comprometan plenamente con esta.

Las organizaciones necesitan definir con claridad su propósito, es decir, su razón de existir, el tipo de valor que crean y el impacto que buscan lograr en su entorno. Algunas enuncian su objetivo, erradamente, como discurso genérico, de frases calcadas de otras compañías, y sin conciencia respecto a la utilidad y efecto potencial que tiene esta pieza básica de la filosofía de una empresa.

El profesor Costas Markides, del London Business School, reconocido investigador y ‘gurú’ contemporáneo de la estrategia empresarial, publicó recientemente un modelo sobre las que considera son las cuatro fases del éxito para la ejecución de la estrategia. En la primera, a las personas de la organización se les comunica la estrategia. En la segunda, las personas entienden porqué tal estrategia es importante para su organización y para ellas mismas, y comienzan a identificar terrenos comunes entre el propósito de la empresa y el suyo individual. En la tercera, las personas desarrollan confianza a partir de las victorias tempranas, creen que la estrategia es posible, y empiezan a imaginar proactivamente caminos para ejecutarla. En la cuarta, las personas alcanzan lo que Markides denomina “compromiso emocional”, actúan de manera alineada con la estrategia por convicción y desde un alto sentido de pertenencia. Todo este proceso sucede en una plataforma compuesta por los indicadores e incentivos correctos, los valores y la cultura adecuados a la estrategia, las estructuras y procesos que facilitan su ejecución, y la mentalidad y competencias apropiadas en las personas de la organización.

Socializar la estrategia, por lo tanto, no es suficiente para lograr que las personas se comprometan plenamente con esta. Markides cita un estudio en el cual, mientras el 95 por ciento de los presidentes de una muestra de empresas pensaba que toda su gente estaba comprometida con la estrategia, más del 80 por ciento de los empleados encuestados manifestaron que ni siquiera la conocían. Para cerrar esa brecha, y avanzar hacia el compromiso genuino de las personas, el propósito empresarial es pieza clave.

El propósito sirve a la empresa como guía para definir sus valores, desarrollar su cultura, y orientar sus decisiones estratégicas cotidianas. Es un pilar que le da firmeza a la estrategia, y mantiene su norte, frente a las adaptaciones que suelen ser necesarias en su proceso de ejecución, y es un mensaje para las partes interesadas que rodean a la organización respecto al aporte a la sociedad que la mueve y lo que quiere significar para todas ellas. El propósito define aquello de lo que se perdería la sociedad si la empresa dejase de existir.

Para los miembros que hacen parte de la organización, y para el talento que quiera atraer, el propósito empresarial es un eslabón de enlace con su objetivo personal, y una guía para sus comportamientos, que alimenta el sentido de pertenencia. Cada persona necesita, en algún momento, identificar el sentido que hace para su vida ser parte de una organización. Un propósito bien formulado debe estar en capacidad de darle respuesta a cada uno de sus miembros acerca de lo valioso de su trabajo y de la relevancia de su aporte cotidiano. La conexión con el propósito empresarial es un ingrediente fundamental para lograr el ‘compromiso emocional’ de las personas, clave para que las empresas sean exitosas ejecutando su estrategia.

Publicado en Portafolio. Post original aquí.

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Cómo definir el propósito, la misión y la visión de una empresa

por María José Evia H

Ejemplos de marcas que lo hacen bien y cómo emularlas.

Todas las empresas definen su misiónvisión y valores antes de abrir sus puertas, es una parte integral de cualquier plan de negocios. Algunas también delimitan su propósito e incluso se preocupan de que estas declaraciones de principios figuren en su lobby o en materiales de comunicación interna. Sin embargo, son muy pocas las que logran hacerlo de una forma que vaya más allá de las buenas intenciones y se convierta en una forma de trabajar todos los días.

Las marcas con propósito tienen una clara ventaja sobre las demás, por lo que conviene que todos los emprendedores, ya sea que comiencen en pequeño o quieran ser una multinacional, dediquen tiempo a definir estos elementos. En un artículo para Sustainable Brands, el estratega especializado Amon Rappaport explica cómo pueden lograrlo, dando ejemplos de compañías que todos conocemos.

Propósito

Rappaport lo describe como “el por qué”. Es decir, tanto la razón por la que la empresa importa, por la que existe… y no es válido que la respuesta sea tan solo “para hacer dinero”. Una marca debe hacer la diferencia en el mundo y en la vida de las personas.

El experto afirma que una buena forma de encontrar el propósito es pensar en la forma en la que el mundo es mejor a través de la empresa, alineando lo que cada compañía hace mejor con su beneficio más amplio a todo el planeta.

Chipotle. “Comida con integridad”, una filosofía que guía cada acción de la empresa, no solo a su departamento de RSE.

Zappos. Este sitio web de venta de calzado, que ha revolucionado también la forma en la que pensamos en la estructura corporativa, dice que su propósito es “inspirar al mundo al demostrar que es posible entregar felicidad simultáneamente y a largo plazo a clientes, empleados, comunidad, proveedores y grupos de interés.”

Visión

La visión es el qué, o lo que se pretende lograr como resultado del propósito. Para encontrarla, Rappaport sugiere preguntar “¿qué lograremos si permanecemos comprometidos con el propósito?”

Por ejemplo, si el propósito de Unilever es “hacer habitual la vida sostenible”, lo que logrará al comprometerse es “doblar el tamaño del negocio al tiempo que se reduce la huella ambiental y aumenta el impacto social positivo.”

Misión

El artículo señala que las marcas suelen iniciar el proceso definiendo su misión, pero que en realidad es más fácil hacerlo una vez que los otros dos conceptos están claros, ya que la misión es el “cómo”.

Para Patagonia, la misión es “construir el mejor producto, no causar daños innecesarios y usar el negocio para inspirar y proponer soluciones ante la crisis ambiental.” Esta afirmación no solo define cómo trabaja la compañía sino que alude al propósito.

Artículo escrito por María José Evia H anteriormente publicado en Expok News.

Publicado en Entrepreneur. Post original aquí.

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17 ejemplos de Propósitos de una empresa

por Carlos R. Cobián

Si bien muchos pueden pensar que se trata de una nueva moda, la definición del propósito es una cuestión central para todo emprendimiento. Es muy importante para cualquier emprendedor, como contaba en un antiguo post sobre cómo encontrar tu propósito o cómo desarrollar tu propósito empresarial, definir su propósito no solo para motivar a sus empleados sino también para obtener la lealtad de sus clientes.

Pero vayamos por partes. En el post de hoy me adentraré un poco en la importancia del propósito empresarial, luego te contaré algunas ideas que sirven para construir un propósito y para terminar intentaré ilustrar estos conceptos con algunos ejemplos de propósitos de una empresa reconocida.

¿CUÁL ES LA IMPORTANCIA DEL PROPÓSITO EMPRESARIAL?

Sobre todas las cosas, el propósito tienen una función inspiracional. Es la expresión del enfoque filosófico de la empresa, busca conectar con un aspecto emocional con el que los clientes se puedan identificar.

En los propósitos se hace énfasis en que la empresa hace lo que hace por alguien más, por el mundo. Como bien dice Brian Sooy en su artículo de Aespire, el propósito es el por qué de una empresa, es su razón de ser. Así como la visión y misión ayudan a guiar a la organización internamente, el propósito sirve para crear un vínculo profundo entre la empresa y sus seguidores.

Expresar correctamente el propósito de tu empresa es fundamental, ya que si los clientes conectan con el por qué de su existencia conseguirás un mayor nivel de compromiso y lealtad de su parte.

¿CÓMO CONSTRUIR EL PROPÓSITO DE UNA EMPRESA?

Para construir un propósito efectivo, que sea motivacional, la empresa tiene que hacerle sentir a los demás el impacto que sus productos o servicios tienen en sus clientes. Piensa que el propósito de una empresa expresa por qué hace lo que hace, por qué existe dicha compañía; conecta la empresa con un propósito superior.

El propósito de una empresa es aquello que transforma lo sencillo en trascendental, las iniciativas en movimientos. El propósito debe darle significado a lo que hace la empresa y apelar directamente al corazón.

Como dice Joey Reiman en Fast Company, para definir el propósito hay que entrar en el terreno de los sueños, los deseos y expresarlo en grande. Se trata de enseñar el impacto que la empresa quiere tener sobre el mundo para cambiarlo y mejorarlo.

Kristin O’Donovan explica que para que el propósito sea efectivo, además de motivacional, debe estar expresado de forma clara y concisa con verbos en presente o infinitivo.

ALGUNOS EJEMPLOS DE PROPÓSITOS DE UNA EMPRESA

Para que estos conceptos queden claros no hay nada como verlos en ejemplos concretos. Te invito a que mires los inspiradores propósitos de estas conocidas empresas:

3M: Resolver problemas sin solución de forma innovadora

Cargill: Mejorar el estándar de vida alrededor del mundo

Fannie Mae: Fortalecer el tejido social democratizando continuamente la propiedad de viviendas

Hewlett-Packard: Hacer contribuciones técnicas para el progreso y el bienestar de la humanidad

Lost Arrow: Ser un modelo y herramienta del cambio social

Pacific Theatres: Proveer un espacio para que prosperen las personas y mejore la comunidad

Mary Kay: Darle oportunidades ilimitadas a las mujeres

McKinsey & Company: Ayudar a que los gobiernos y corporaciones líderes del mundo tengan más éxito

Merck: Proteger y mejorar la vida humana

Nike: Experimentar la emoción de competir, ganar y aplastar a los competidores

Sony: Experimentar la alegría de promover y aplicar la tecnología para el beneficio del público

Telecare Corporation: Ayudar a que las personas con discapacidad mental desarrollen plenamente su potencial

Wal-Mart: Darle la oportunidad a la gente normal de comprar las mismas cosas que la gente rica

Walt Disney: Hacer feliz a la gente

ING: Darle a la gente el poder de mantenerse un paso por delante en la vida y los negocios

Kellogg’s Alimentar las familias para que puedan prosperar y florecer

IAG Ayudar a la gente a gestionar riesgos y a recuperarse de las penurias de pérdidas inesperadas.

 

Por Carlos R. Cobián

Twitter: @cobianmedia

Facebook: Cobianmedia

Imagen tomada de SxC.

Publicado en Cobian Media. Post original aquí.

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Management para la prosperidad humana: resumen del Drucker Fórum 2017

Por Xavier Marcet

El Global Peter Drucker Fórum de 2017 finalizó con el público en pie, emocionado, aplaudiendo a un Charles Handy que nos recuerda que no se puede digitalizar el alma, ni la imaginación, ni la esperanza, ni la visión. Todo el evento ha estado teñido una reivindicación del componente humano en la economía, en la tecnología y en el management.

Handy, filósofo social, conocido también como el «Drucker europeo», es la persona que mejor podía encarnar el espíritu de este Fórum. La novena edición ha sido un aperitivo de la gran edición que se prepara para el año próximo, pero ha tenido interés. Decir que el Fórum Drucker es el Davos del management no es una exageración. Para mí, un año más, ha sido un honor y un baño de conocimiento y management. El Fórum es un lugar donde se anticipan y nacen tendencias, entre intuiciones e inspiraciones, porque los vectores del management que se hacen globales en poco tiempo. Un dato a resaltar, la paridad de género entre ponentes, que si en algún caso se desequilibraba era claramente a favor de las mujeres.

Mi síntesis del Fórum (una síntesis no es un resumen) se centra en esto cinco puntos:

1.- Crecimiento inclusivo y prosperidad humana. El management como instrumento para evitar el trade off entre economía y humanidad. Un management que sea capaz de un crecimiento que combine la creación de valor corporativo con el valor social. Ya sea valor social para reducir la desigualdad o para establecer modelos de sostenibilidad ambiental. En este sentido, resultaron particularmente interesantes las ponencias de Yuan Sun y de Haiyan Wang.  La necesidad de que economías como la de China o India tengan crecimientos sostenibles no es un tema local, es global. A lo largo del Fórum se ha insistido mucho en el papel de la industrialización como elemento que permite cerrar este gap entre crecimiento económico y prosperidad humana. La economía industrial supone un ascensor social y una meritocracia latente de la que carece la nueva economía digital. Las ciudades industriales tendían más hacia la igualdad, las ciudades digitales crean más desigualdad.

2.- Hubo gran unanimidad en la importancia de gestionar organizaciones con propósito (purpose).  Decía la gran Tammy Erickson: “meaning is the new money”, es decir, que las cosas tengan significado es el nuevo valor. Hablamos de propósito cuando una compañía es capaz de mejorar la vida de las personas, cuando se distingue por hacer contribuciones sociales para hacer mejorar, en algo, a la humanidad. Es el propósito es que define el perímetro dónde se despliega la visión, la estrategia y la cultura de una compañía. En este contexto, la autenticidad es la premisa del liderazgo. Tener propósito quiere decir construir significados compartidos. Como decía aquí en Sintetia, la principal función de un líder es la llenar las agendas de sus colaboradores de sentido. El papel de los líderes es poner a las personas a pensar desde el propósito para construir organizaciones más robustas, puesto que se basan en un pensamiento colectivo más sólido y sofisticado, detrás de todo siempre está un por qué.

3.- La gestión humana de la tecnología. No es la primera vez, pero nunca como en esta edición, que brota una respuesta coral a la aceptación acrítica del modelo económico y al modelo de management que representa Silicon Valley. Nadie pone en duda el papel determinante de la tecnología en la construcción del futuro (eso sería muy poco druckeriano) pero empiezan a existir reflexiones sobre cómo gestionar su impacto en términos de prosperidad humana. En vez de hablar de máquinas que sustituyen y se contraponen a las personas hay que avanzar hacia un concepto de integración entre máquina y persona (Julia Kirby), construir la ecuación de la inteligencia tecnológica y la emocional. A la capacidad de sumar de la tecnología hay que añadir, siempre, la perspectiva de las (y para las) personas. La necesidad de educarnos para tener dietas equilibradas de información: una dieta que no sólo contenga lo rápido, lo inmediato, lo que se digiere casi sin pensar (info-fast food) como las redes sociales; de las que algunos autores nos recomiendan desconectar para pensar (Julia Hobsbawm). Esa dieta de información tiene que contener libros, prensa, informes especializados, datos, rigor. Más que una realidad aumentada necesitamos una humanidad aumentada, que sepa crear sinergias con las tecnologías emergentes y, en especial, con la inteligencia artificial. Es decir, gestionar la tecnología es gestionar las personas que le dan sentido. Necesitamos una gestión humana de la tecnología. 

4.- Superar el Feudalismo Digital.  Punto y a parte merece la intervención de Don Tapscott. Los cinco grandes (Google, Apple, Amazon, Facebook y Microsoft) representan una especie Feudalismo Digital, hablan de realidad colaborativa pero en esencia ellas no comparten su valor. Tapscott considera que el Blockchain será la tecnología que permitirá romper este feudalismo. Gracias a la garantía de trazabilidad que aportará el Blockchain sobre todos los contenidos creados, se podrá repartir el valor entre todos los que lo crean. Blockchain es, su opinión, como una infraestructura que puede redefinir la economía digital. A partir de ahí, Tapscott considera que hay que repensar la sociedad digital escribiendo un nuevo contrato social.

5.- La innovación como el puente entre el corto y el largo plazo.  De los tres tipos de innovación que propone Christensen —la de creación de mercado, la de sustitución y la de la eficiencia—, su alumno Efosa Ojomo defendió muy bien cómo la innovación a corto plazo (la de la eficiencia) no crea prosperidad humana. La innovación que crea mercados, puestos de trabajo y prosperidad tiene una dificultad, sus resultados se ven entre 4 y 7 años. La innovación de la eficiencia se buscan resultados entre uno y tres años. Necesitamos líderes que sepan resolver el dilema entre el corto y el largo plazo a través de innovaciones responsables.  Roger Martin lo explicó muy bien a través del ejemplo del CEO de Unilever.

Steve Blank fue la otra gran estrella y hablé de innovación y emprendimiento. Resaltó que se necesitan cuatro fuerzas para innovar: 1) las expectativas de los consejos de administración, 2) la presión de la competencia, 3) el papel de los inversores y el capital riesgo y 4) la presión de los disruptores (start ups, nuevas tecnologías o cambios en la regulación).

La intervención de Bill Fisher fue muy inspiradora al imaginar que la actividad de las grandes empresas cuando intentan actuar cómo start up es literalmente como cruzar el abismo (el famoso Crossing the Chasm del emprendimiento) pero en dirección contraria. Es saber ir del “mainstream” a la exploración, pasar de la explotación a la innovación.

El Global Peter Drucker Forum celebrado en Viena esta semana pasada (16 y 17 de noviembre) dio para mucho más y terminó con la advertencia del siempre lúcido Roger Martin que todas estos modelos y estas ideas no sirven para nada si no se bajan al mundo de la gente real. Esperamos ya con impaciencia el próximo Fórum GPDF18 cuyo tema central será: la dimensión humana del management. No podía haber un tema más Drucker que éste para la décima edición.

Publicado en Sintetia. Post original aquí.

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Dan Ariely: ¿Qué nos hace sentir bien acerca de nuestro trabajo?

 

 

 

 

¿Qué nos motiva a trabajar? Contrariamente a la sabiduría convencional, no es sólo el dinero. Pero tampoco es exactamente la alegría. Parece que la mayoría de nosotros prosperamos al hacer un progreso constante y sentir un sentido de propósito. El economista del comportamiento Dan Ariely presenta dos experimentos reveladores que revelan nuestras actitudes inesperadas y matizadas hacia el significado en nuestro trabajo.

Esta charla fue presentada a una audiencia local en TEDxRiodelaPlata, un evento independiente. Los editores de TED eligieron presentarlo para ti.

Publicado en Ted.com. Post original aquí.

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Los 10 Vectores del Nuevo Management

Por Xavier Marcet

La irrupción de las herramientas 4.0 ( Big Data, Inteligencia Artificial, Blockchain) afectará directamente al management, a la forma cómo diagnosticamos y tomamos decisiones en nuestras organizaciones. La Internet de las Cosas, la impresión 3D y la robótica afectarán directamente a la forma de producir. La Ciberseguridad será una nueva infraestructura. La gestión de la complejidad será el contexto normal de las organizaciones. Uno de los factores de la complejidad estriba no tanto en si estas tecnologías marcarán el futuro, ni tan sólo cómo lo harán, sino en ser capaces de decidir cuando es el momento de apostar por ellas sin tapujos.

Hablamos de nuevo management por una necesidad creciente desde los años noventa de repensar las principales herramientas de gestión en el contexto de cambio acelerado en el que nos movemos ( véase planificación estratégica, gestión de recursos humanos convencional o la propia gestión de la calidad). Propongo a los lectores algunas características que pienso integrarán el nuevo management. No creo que sean todas las que estarán pero creo que estas pertenecen sin duda al nuevo management:

  1. Más estrategia y menos planificación. Para gestionar necesitaremos definir visiones que nos ordenen el criterio, pero la planificación como ejercicio de programación pormenorizado será cada vez más efímero en el tiempo y deberá complementarse con poderosos esfuerzos de innovación. Necesitaremos organizaciones ambidiestras que no sepan solamente explotar, si no también explorar futuros.
  1. Capacidad de adaptación.La innovación, la transformación digital y la gestión del cambio se mezclan. Hay que hacerlo todo: crear valor diferencial para los clientes desde la innovación, digitalizarse ( toda empresa será más o menos una empresa de software) y remover las estructuras para poder seguir a nuestros clientes en sus propios procesos de transformación.
  1. Agilidad.La agilidad lo es todo y es capaz de ganar pulsos a la dimensión. La desburocratización requiere sentido de urgencia. Sin agilidad las oportunidades se desvanecen.
  1. La centralidad del cliente.La pregunta más importante siempre es ¿ qué van a necesitar nuestros clientes que no nos sepan expresar? Poner al cliente en el centro es tener una organización flexible, lo cual es fácil de decir y muy complicado de realizar. Los clientes son esas personas que se van sin pedir permiso.
  1. La gestión del talento y del no talento.Más difícil que gestionar el talento es gestionar el no- talento y al talento oscilante. La gente de talento son las personas que sistemáticamente dan resultados por encima de la media. Ante el cambio digital también el talento deberá adaptarse. Muchas veces el problema del no talento no proviene de que no sepa o no quiera aprender, el problema radica en que no saben desaprender.
  1. Líderes que llenen las agendas de sentido.Los líderes no solamente deben aportar visión, deben también expresar propósito. El relato de los nuevos líderes se esconde en su agenda. Lo que dicen tienen mucho de relativo, lo que hacen es determinante para su credibilidad.
  1. La transformación cultural como sustrato del cambio.La cultura es eso que hace la gente cuando nadie los ve. Es eso que aprendieron sin que nadie se lo enseñara. La mayoría de cambios fracasan por la incapacidad de transformar la culturas, porqué la gente entiende el cambio como algo ajeno, algo que debe hacer la empresa pero no él. Solamente permanecerán las organizaciones en que la gente cuando escuche el verbo cambiar entienda que se conjuga en primera persona.
  1. Comunicación y síntesis.Ante un contexto definido por una información inabarcable la síntesis pasa a ser una habilidad fundamental. Sin síntesis no hay estrategia operatibizable.Además la síntesis hay que saber comunicarla. En un entorno de completa saturación de mensajes la comunicación efectiva la realizarán aquellos que no tengan necesidad de decirlo todo. La lúcida brevedad es algo impagable.
  1. La autenticidad.En organizaciones completamente transparentes, la autenticidad es una competencia diferencial. Que el gap entre lo que se proclama y lo que se hace sea el menor posible. Sin autenticidad, la mediocridad está servida.
  1. Empresas con alma.Las organizaciones son comunidades de personas que actúan de un modo muy distinto cuando sienten que hay algo que se filtra en sus agendas, en sus reuniones que hace que se reconozcan como alguien más que ejecutores de un negocio. Algo que se transmite en el respeto, en la empatía, en la lógica humana que hay detrás del negocio, algo que no sabemos que es pero notamos mucho cuando se ha ido. Podemos tener empresas muy digitalizadas, muy llenas de datos, pero no podemos dejar que la tecnología sepulte el alma.

El nuevo management convivirá muchos años con el viejo management de final del siglo XX, aquel de los jefes menguantes ante la complejidad, pero se impondrá con naturalidad. El nuevo management será el de las empresas que valen la pena y nos toca definirlo a nosotros. Mejor hacerlo desde las trincheras.

Este Artículo apareció en el Boletín de Aedipe el pasado diciembre.

( La imagen pertenece a una obra de Andrea del Castagno)

Publicado en XavierMarcet.com . Post original aquí.

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La acción con visión marca la diferencia

Por Paz Garde

“La visión sin acción es un sueño. Acción sin visión es simplemente pasar el tiempo. Acción con visión es hacer una diferencia positiva.” ― Jack Welch

En el modelo de 6 niveles de perspectiva de GTD® «la visión» es el quinto y penúltimo de los «horizontes de enfoque».

Como decía en un post anterior, la pregunta que nos propone David Allen en este nivel para dar respuesta a cómo queremos que sea nuestra vida es «¿qué aspecto tendrá, cómo sonará, cómo sentiré el éxito a largo plazo?».

Además de la pregunta que nos dice David Allen, te propongo de forma personal, una manera de construir la visión y una serie de preguntas que pueden ayudarte a concretarla.

Empieza por imaginar que ya tienes lo que deseas y presta atención a cómo te sientes. A continuación, como si estuvieras escribiendo una novela, toma nota de la información que te puede aportar responder a estas preguntas mientras sigues imaginando que tienes eso que deseas:

  • ¿Hay más personas contigo en tu visión, quiénes son, cómo son?
  • ¿Cuándo y dónde tienes lo que deseas?
  • ¿Qué tipo de cosas haces?
  • ¿Qué observas, que puedes ver a tu alrededor?
  • ¿Qué te dicen las personas de tu entorno y qué les dices tú? ¿Qué te dices a ti mismo?
  • ¿Cómo te comportas, qué tipo de cosas haces y qué cosas has dejado de hacer?
  • ¿Qué competencias han sido claves para conseguir tu visión?
  • ¿Qué tipo de habilidades estas desarrollando?
  • ¿Qué tipo de persona eres?
  • ¿De qué manera concreta estás viviendo tu propósito?
  • ¿Qué cambia en tu mundo cuando estás viviendo tu visión?

Si respondemos a estas preguntas con el suficiente detalle tendremos una imagen bastante clara de cómo queremos que sea nuestro futuro y eso nos ayudará a detectar oportunidades, a tomar decisiones y a identificar las acciones que, desde hoyStephen , nos pueden acercar a nuestra visión.

Te recomiendo que revises tu visión de forma regular si quieres mantenerla activa y presente. Y aunque es muy probable que tengas que actualizarla cuando las circunstancias cambien, o sea necesario reconsiderar alguna situación, “la creación de una visión de lo que queremos lograr permite que nuestras acciones estén dirigidas a lo que verdaderamente es significativo en nuestras vidas”, como dice Stephen Covey.

En mi experiencia, tener presente mi visión me ayuda a ser una persona más proactiva, aumenta mi motivación, facilita que encuentre alternativas, sirve para cambiar comportamientos que no me favorecen y me hace sentir mayor control sobre hacia dónde me dirijo.

Y tú, ¿tienes ya tu visión?

Publicado en  Redes Productivas. Post original aquí.

Del mismo autor en este blog:

Por qué la perspectiva favorece tu creatividad

¿Cuántas inteligencias tienes?

Seguir leyendo:

Un vistazo general sobre la productividad

Todo tiende al desorden

Qué Ganas cuando Actualizas tu Cartografía Mental

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