Empatía: diferencias entre hombres y mujeres

¿En qué consiste la empatía?

La empatía es el arte saber ponerse en el lugar del otro, es comprender situaciones o sentimientos de otros, pero no simplemente desde nuestro punto de vista, sino desde la del otro, una perspectiva que puede no ser la nuestra.

Así, pues, la empatía es el esfuerzo que realizamos para reconocer y comprender los sentimientos y actitudes de las personas, además de las circunstancias que los afectan en un momento determinado.

Siempre se había creído que la empatía es un valor que se cada persona tiene de manera más o menos habitual, como si fuera algo que se incluye en su carácter, totalmente independiente de su estado de ánimo y disposición interior. Pero parece ser que no es así del todo.

En un hallazgo sorprendente de un nuevo estudio publicado en la revista Psychoneuroendocrinology (Tomova et al., 2014) , se ha podido observar que los hombres cuando están estresados, se vuelven más egoístas y menos capaces de entender las emociones y las intenciones de los demás, mientras que las mujeres en la misma situación, reaccionan de forma totalmente opuesta, se vuelven más empáticas y menos egoístas.

Estrés y empatía, estudio comparativo

Los investigadores realizaron el estudio sugiriendo que cuando sufrimos estrés podría nos centramos mucho más en nuestras necesidades y en nosotros mismos, ya que, de alguna forma, cuando estamos estresados, no disponemos de los recursos cognitivos para pensar en los demás.

Uno de los autores del estudio, Claus Lamm explica: “Nuestra hipótesis de partida era que las personas estresadas tienden a ser más egocéntricas. Desde una perspectiva centrada en uno mismo, de hecho, de esta forma se reduce la carga emocional y cognitiva del individuo. Por lo tanto, creímos que en unas condiciones experimentales adecuadas, estas personas serían menos empáticas”.

Lo que les sorprendió realmente fue que los resultados sólo pueden aplicarse a los hombres, pero no las mujeres, quienes se convirtieron en realidad menos egoístas bajo condiciones de estrés.

En el experimento que realizaron, los participantes fueron sometidos a estrés en una variedad de formas, incluyendo tener que hablar en público o hacer exámenes de matemáticas, entre otros.

Posteriormente, se les dio pruebas para valorar su nivel de egocentrismo en ese momento.

Tenían que:

– juzgar las emociones de otras personas,
– pensar desde la perspectiva de otra persona,
– tratar de imitar ciertos movimientos.

Otro de los autores del estudio, Giorgia Silani, explicó los resultados: “Lo que observamos fue que el estrés empeora el rendimiento de los hombres en los tres tipos de tareas. Lo contrario es cierto para las mujeres”.

La explicación para el efecto es desconocido, pero Silani continuó: “A nivel psicológico, las mujeres pueden haber internalizado la experiencia de que reciben más apoyo externo cuando son capaces de interactuar mejor con otros. Esto significa que cuanto más necesitan ayuda, y por lo tanto, cuando están estresadas, más aplican las estrategias sociales. A nivel fisiológico, la diferencia de género podría ser explicada por la oxitocina. La oxitocina es una hormona relacionada con los comportamientos sociales y un estudio anterior encontró que en condiciones de estrés las mujeres tenían mayores niveles fisiológicos de oxitocina que los hombres “.

Así que ya sabéis, mejor que le pidáis ayuda a una mujer estresada que a un hombre estresado.

Publicado en Psicoactiva. Post original aquí.

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Inteligencia conversacional, una técnica para controlar nuestras emociones

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Por Stefany Bonilla

Alguna vez te has preguntado porqué comentarios negativos hacia ti permanecen por más tiempo retumbando en tu cabeza.

La críticas de tus empleados, el malentendido que tuviste con tu compañero de trabajo o incluso la pelea que tuviste con tu pareja, hacen que fácilmente nos olvidemos también de los elogios que estas mismas personas nos han hecho alguna vez.

Estos resultados han sido analizados por los doctores Judith E. y Richard D. Glaser en en el estudio “The Neurochemistry of Positive Conversations”, “La neuroquímica de conversaciones positivas”.

Muchas de estas reacciones son explicadas por medio de la química, cuyos autores aluden un papel muy importante. Una vez que nuestro cuerpo enfrenta críticas, miedo o rechazo, entre otros, este libera una hormona llamada cortisol, cuyo efecto se evidencia en nuestra concentración, aversión al riesgo, así como también activa las conductas de protección. Esto hace que seamos mucho más sensibles a ciertas situaciones y reaccionemos de manera diferente a la usual.

El efecto de esta hormona puede durar hasta 26 horas o más, es por ello que es más fácil recordar aquellas situaciones incómodas e incluso engrandecer aquellas emociones irritantes, así como también afectar nuestras reacciones futuras. Esta hormona se libera prolongadamente, por lo cual entre más cavilemos sobre estos sentimientos, mas largo será el efecto de la misma.

No todo son malas noticias, aquellos comentarios agradables y conversaciones positivas, también tienen una reacción química que liberan una hormona denominada “Oxitocina”. Esta, por el contrario del cortisol, te hace sentir bien, plácido, te ayuda a comunicarte de una mejor manera, a colaborar y confiar en los demás, entre otros beneficios. No obstante, la oxitocina se metaboliza más rápido que el cortisol, lo que quiere decir que sus efectos son menos duraderos e intensos.

Es aquí donde la “química de la conversación” juega un papel importante, sobre todo si se trata de las habilidades de nuestros jefes al transmitir mensajes hacia nosotros.

Comportamientos que incrementan los niveles de cortisol (malos comentarios, críticas, peleas etc.) reduce lo que los doctores Glaser denominan “inteligencia conversacional” (C-IQ por sus siglas en inglés), la cual es la habilidad de pensar de una manera innovadora, empática, estratégica y creativa hacia otros. Por el contrario, cuando la cantidad de oxitocina aumenta en nuestro cuerpo, los índices de dicha “inteligencia conversacional” aumentan, permitiéndonos desenvolver de una mejor manera en nuestro entorno cotidiano.

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Publicado en ModoEmprendedor. Post original aquí.

Para seguir leyendo:

Inteligencia conversacional. El poder de la comunicación (I)

Inteligencia Conversacional II. El papel clave de la Confianza

De la Desconfianza a la Confianza. Inteligencia Conversacional III

Civilización empática: El altruismo develado por las neuronas espejo

Guy Kawasaki: Las neuronas de Gandhi y 5 formas de practicar la empatía

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