El bueno, el feo y el malo: ¿cuál es tu estilo de dirección?

por Raquel Vélez

Desde Canal CEO despedimos al maestro que cambió para siempre el modo de hacer música para las películas. Con casi 500 bandas sonoras bajo el mando de su batuta, Morricone comenzó en el cine con El bueno, el feo y el malo, de su amigo Sergio Leone. Disruptivo, sincero y auténtico, con su música selló tres maneras de ejercer el liderazgo dentro del a veces salvaje oeste empresarial.

Nada era así antes de su llegada. Morricone es la virtud de lo diferente, lo único, lo arriesgado, lo siempre nuevo. Un líder innovador que incorporó nuevas herramientas, como los gritos humanos, ladridos, golpes o inolvidables silbidos. Con los años todos trataron de imitarlo, y el resto de compositores fueron incorporando la música como un actor imprescindible dentro del reparto.

Con la melodía inconfundible de El bueno, el feo y el malo  como telón de fondo, analizamos hoy los tres estilos de liderazgo reconocibles entre los altos ejecutivos y que acuñó en este artículo el abogado de ABANCA y profesor universitario Guillermo Barral. Aunque estas actitudes no son solo patrimonio del “jefe”. También en las organizaciones podemos identificar a empleados que asumen este rol de cazarecompensas, asesino a sueldo o ladrón. En el salvaje oeste empresarial, ¿cuál serías tú?

“En la música, como en todas las artes creativas, el uno por ciento es la inspiración y el 99 restante es la transpiración; es decir, la fatiga, el sudor y la voluntad de realizar el hecho artesano”

Estilos de liderazgo: El bueno

Interpretado por Clint Eastwood, “El Rubio” encarna al bueno en el film. Se considera así hoy un liderazgo cuyo propósito es transformar positivamente a las personas y a la sociedad. Su objetivo no es otro que desarrollar el potencial de cada individuo de la organización, mejorar su rendimiento y contribuir al impulso de una compañía orientada al futuro sostenible.

  • Contribuye a alinear el propósito vital y de la organización.
  • Desafía y motiva a los empleados para ser mejores profesionales y ser motor de innovación.
  • Desarrolla su potencial para incrementar su contribución en los resultados de la compañía. Su éxito, es el éxito del equipo.
  • Es ejemplar e inspirador.

En el film, podemos ver un reflejo de esta actitud en la escena en la que el Bueno, aún persiguiendo el oro, nos muestra atesorar ciertos valores: cuando quiere que el comandante vea con sus propios ojos, antes de morir, cómo han volado el puente de Langstone; en la escena en la que sabiendo que el abrigo con el que ha cubierto al joven soldado herido, que poco después muere, ya no le resultará a éste de utilidad, decide no quitárselo.

“A veces perdemos de vista lo esencial. El valor de la música en una película sólo es válido siempre que ayude a la propia película”

Estilos de liderazgo: El feo

Eli Wallach interpreta al repulsivo Feo de la película. Se trata de un ejemplo nocivo para una organización. El liderazgo abusivo o feo es un factor esencial para generar desconfianza, falta de motivación y supone una barrera para la innovación empresarial.

En el film, en la disyuntiva entre cuidar de sus ancianos padres o actuar de manera egoísta, elige una vida dedicada al mal. Cuando ante los reproches de su hermano, superior de un monasterio, le recriminan el abandono al que les somete, se justifica diciendo: “los pobres como nosotros solo tienen dos opciones para sobrevivir: la iglesia o el robo”.

Se trata de un liderazgo tosco, de conducta hostil que infravalora al subordinado. Un buscavidas desleal que no promoverá el bienestar de la organización y utilizará la presión extrema como factor de motivación. Este ejecutivo elude las responsabilidades, lo que nos puede llevar a errores fatales en tiempos de incertidumbre empresarial.

Estilos de liderazgo: El malo

En el film está representado por el personaje Sentencia (Lee Van Cleef). Encarna a la perfección el estilo de dirección “clásico” y desfasado. Ese estilo se traduce en una absoluta falta de ética.

Aquel directivo El directivo que solo tiene en cuenta sus propios objetivos (no los de su equipo ni los de la organización a la que pertenece) y que actúa solo para conseguir éstos, acaba justificando todo lo que hace, aunque resulte injustificable, se atribuye o emplea los medios que la organización pone a su disposición para sus propias necesidades particulares, de modo desleal.

  • El objetivo es su propio lucro.
  • No tiene mentalidad de equipo.
  • El fin justifica los medios.

“Sólo los tontos esperan que les premien”
Ennio Morricone

Publicado en Canal CEO. Post original aquí.

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Liderazgo, ¡No pienses que eres especial!

L0018878 Chinese artist, Hong Kong Credit: Wellcome Library, London. Wellcome Images images@wellcome.ac.uk http://wellcomeimages.org Chinese artist, Hong Kong. Photograph c. 1868 By: John ThomsonPublished:  -  Copyrighted work available under Creative Commons Attribution only licence CC BY 4.0 http://creativecommons.org/licenses/by/4.0/

Por Ricard Lloria Llauradó

“Los errores son inevitables.
Lo que cuenta es cómo respondemos a ellos”.
Nikki Giovanni

El otro día leía un artículo de Antonia Arévalo en su blog, el cual titulaba “Discúlpame si no te llamo líder.”
Lo que resalto de él es el párrafo dónde hace una serie de preguntas entrelazadas dónde realmente cada persona que se considere líder, responsable, manager, jefe, líder de equipo, debería de hacerse:

Mi pregunta va al cómo, al Ser, una vez realizado todo ese proceso formal, incluso ya durante ese proceso, ¿Cómo hacéis para acompañar? , ¿Cómo hacéis para desarrollar a vuestros equipos, para que se activen sus talentos?, ¿Cómo hacéis para ayudarles a crecer? , ¿Cómo hacéis para ayudarles a triunfar? , ¿Cómo estáis contribuyendo a su realización y evolución como seres humanos que son? , ¿Cómo hacéis para conseguir las metas a través de vuestros equipos?, ¿Cómo les dais el sentido, el para qué?, ¿Sabéis que es lo que podéis hacer por ellos para que sea así? , ¿Escucháis sus necesidades, sus inquietudes, sus miedos, preocupaciones? , ¿Sus dudas respecto a sus capacidades? , ¿Dejáis espacio a lo diferente, lo desconocido, lo nuevo, lo arriesgado?, ¿Dejáis espacio para su autonomía, para sus hojas en blanco?, ¿Dejáis espacio para la innovación y la experimentación?, ¿Cómo estáis liderando para entusiasmarles, para que quieran movilizarse, quieran ir? , ¿Cómo hacéis para que surja su propio liderazgo?

La función del líder es producir más líderes, no seguidores”
(Ralph Nader)

Si no tienes respuesta para alguna de esas preguntas, si ni siquiera te interesa tenerlas, discúlpame si no te llamo líder,discúlpame si te pongo delante un espejo y te digo que quizás estés apegado a la autoridad formal, al poder, al control, al estatus, al prestigio asociado, a tus necesidades individuales.

Todo ello me dio a pensar, reflexionar, mil visiones de experiencias en el día transcurridos a lo largo de mis 24 años de experiencia, si empecé joven, cómo los de antes, o ¿estudias o trabajas? (Casi cómo la típica pregunta de adolescente que te pueden hacer en ciertos ámbitos nocturnos) Respuesta: Trabajo, al cabo de unos meses, quiero seguir estudiando y trabajando, necesito comprarme la moto. Por lo que os puedo asegurar que he visto de todo, desde buenos o malos, de los buenos se aprende y de los malos aún más, para no ser cómo ellos.

Últimamente mientras buscaba una imagen para incluir en este post y pensando en la introducción de este mismo, he encontrado imágenes totalmente diferentes y la percepción que tenemos de ellas.

Acabo de poner la consulta en Google, búsqueda de imágenes asociadas con el liderazgo y muchas son totalmente diferentes, las mías de mi blog son de personas comunes, como todos nosotros.

Lo que me parece interesante es cómo en cada una de las imágenes encontradas para hablar o explicar sobre el líder, en muchas de ellas aparece como una persona más grande, más poderosa que los demás, más importante que el resto del equipo.

Mirando hacia atrás en los artículos del año pasado referente a experiencias, pensamientos e ideas sobre liderazgo. Haciendo una lectura rápida de todos ellos:

¿Así que quieres ser un líder? Los siete rituales cada día como un líder.

Liderazgo, la persuasión y la manipulación – ¿Son lo mismo en entornos de empresa?

10 Cosas que Julio César podría habernos enseñado acerca de las empresas, marketing y liderazgo. ( Parte I y Parte II)

Coraje: como rasgo esencial de liderazgo.

La frustración del líder. 7 Fuentes comunes de la frustración.

14 Consejos simples y directos sobre liderazgo.

El liderazgo es un viaje no un destino.

Nuevos líderes del desafío. Resolución de conflictos.

Liderazgo y síndrome de la alta exposición.

A lo largo de mi trayectoria profesional he coincidido con personas que han estado por encima de mí, se me ocurrió pensar en algunos de los jefes, responsables ya fueran directos míos o de otros departamentos y su toxicidad que desprendían hacía el resto del equipo, de la empresa o de otros departamentos, todos ellos tenían esta visión de liderazgo, que de alguna manera eran más grandes, mejor o más importante que el resto del equipo. Se consideraban ellos mismos que eran los reyes y lo demás eran meros peones.

Es decir eran ellos quienes se consideraban los más importantes, que llevaban el resto del equipo y que pensaban que teníamos la suerte de tenerlos como nuestros líderes.

Ahora si bien es cierto que si nos consideramos que somos los líderes de un equipo, nosotros nos veremos diferentes ante los demás, pero no nos hace ser personas más grandes, mejores o incluso que seamos más inteligentes, ni siquiera necesariamente hace que seamos los más importantes.
Es más, piensan que les pusieron a cargo casi por divinidad, algunos por enchufes, pero realmente es igual cómo llegaron en su día, pero si se actúa de una manera en que se piensa que somos mejores, especiales, más inteligentes que los demás, lo que provocaremos es realmente que el equipo termine por quemarse, por enfadarse, y ya no digo que su productividad sea y vaya a menos, de más a menos. Por lo que todos esos ratios de KPi´s de productividad no sean ni reales ni por asomo.

a-los-que-dicen-que-no-eres-capaz

Por el contrario, me gusta mucho recordar todos los buenos jefes con los que he tenido el privilegio de trabajar, y me gustaría pensar que tomé ese mismo enfoque que ellos me producían para también realizarlo hacía los demás, siempre he considerado, que cuando he entrado en una empresa, siendo responsable, jefe, director, cómo le queráis llamar, me ha gustado ir desde el primer día a ver el almacén, conocer a todo el equipo, conocer a las personas de fábrica, las personas de mantenimiento, hablar con ellos de tu a tu, esto no se hace sólo el primer día sino cada día, es una forma también de crear vínculos con ellos, que si tienen un problema tu les ayudarás a solucionarlo, a reírte con ellos, aunque sea con unos chistes, si los ves cantar, canta con ellos de esta forma te verán que eres una persona simple, como la gente común, ni mejor ni peor que nadie, la única diferencia era que están trabajando bajo tu responsabilidad a cargo .

Somos como el peón de plomo, que no parecen a sí mismos como reyes en el juego de ajedrez.

Puede ser fácil, cuando en una posición de liderazgo, que podamos sentirnos que somos especiales, que nosotros somos mejores que los otros, que somos como un rey, pero estos no son los pensamientos o sentimientos de un buen líder, ni deberíamos reflejar en nuestras acciones o en la forma en que tratamos a la gente. Pero hay como mínimo 10 diferencias entre en ser manager o líder.

Echemos un vistazo a nuestra forma de ser, a nuestro propio estilo de liderazgo y cómo nos vemos, intentemos obtener el punto de vista de los demás, y averiguar si te ven como peón de ventaja, o como un rey.

Si es esto último, entonces es el momento de actuar, y cambiar, porque estamos tomando el camino equivocado.

Todos somos especiales en esta vida, para todos los demás, para unos menos y para unos más pero lo somos, nadie es más especial que el otro. Todos llegamos al final al mismo sitio.

Para terminar, un vídeo que hace tiempo terminó en mis manos, os parecerá que pueda estar fuera de lugar, hasta divertido y os quite una sonrisa, pero es un claro ejemplo de un Líder, un líder que hace lo que tiene que hacer, que empieza el, y poco a poco va arrastrando a los demás hasta causar furor.

Si dudas que alguien no puede marcar la diferencia este vídeo te lo demuestra, todos al principio tienen vergüenza, no se atreven hacerlo, el sigue con su idea, seguir bailando, el efecto que produce hacía los demás es de perder la vergüenza.

Acuérdate, si realizamos un cambio que sea para bien y bien enfocado.

No podía dejar de poner un poco de música para finalizar , y más a raíz que el pasado Lunes se hizo repercusión por las redes sociales que el Lunes más triste del año, llamado “Blue Monday”,  pensé por dentro y compartí por otra red (Larga vida al “Blue Monday😉”

Liderazgo, ¡No pienses que eres especial!

Gracias por leerme, por disfrutar, y sobre todo que te haya ayudado.

Gracias especiales a Antonia Arévalo  por prestarme un trozo de su artículo.

Seguiré escribiendo, y aportando.

Ricard Lloria by @Rlloria

Photo Credit: Wellcome Library, London

Chinese artist, Hong Kong.

Photograph c. 1868 By: John Thomson
Collection: Wellcome Images
Library reference no.: External Reference TH.NEG.336

Photo credit 2: Google.

Licencia Creative Commons
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Publicado en Liquadora de Ideas y Pensamientos. Post original aquí.

Del mismo autor en este blog:

La Muerte de las Jerarquías en el lugar de trabajo

Los 10 Problemas en la Gestión del Cambio y cómo solucionarlos

13 Estilos de Liderazgo en Dirección de Equipos

Para seguir leyendo:

Discúlpame si no te llamo Líder

El liderazgo situacional

Dirigir personas es administrar emociones

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El liderazgo tóxico, la estructura social y las formas de conciencia

EL LIDERAZGO TOXICO DE MANFRED KETS DE VRIES Y SU CONTRASTE CON LA ESTRUCTURA SOCIAL Y FORMAS DE CONCIENCIA, LA DETERMINACIÓN SOCIAL DEL METODO DE ITSVAN METZAROS
Por: Rosa Maritza Ceballos O., Ney Di´Lorenzo G., Tania Fernández y Adelina Miranda Lozano

John William Godward obra de 1909 8

Ilustración: Obra de John William Godward, de 1909.

Para realizar un correcto análisis del Liderazgo toxico y su contraste con los postulados establecidos en el libro de Itsvan Mezsaros Estructura Social y Formas de Conciencia, La determinación Social del Método debe tenerse presente que es exactamente lo que se quiere decir cuando se habla de Liderazgo Toxico.
Esta frase “Liderazgo Toxico”, En Allure of Toxic Leaders: Why We Follow Destructive Bosses and Corrupt Politicians and How We Can Survive Them (El encanto de los líderes tóxicos: por qué seguimos a jefes destructivos y políticos corruptos y cómo podríamos sobrevivirlos), Jean Lipman-Blumen dice que es porque los líderes tóxicos “tienen efectos ponzoñosos que provocan graves daños a sus organizaciones y subordinados”. A estos líderes tóxicos se los puede caracterizar como personajes que participan en conductas destructivas y presentan características personales disfuncionales. “Para ser tóxicas, estas conductas y cualidades de la personalidad deben infligir algún daño razonablemente grave y perdurable en sus subordinados y sus organizaciones. La intención de hacer daño a otros o de ensalzar el ego a costa de otros es lo que distingue a los conductores seriamente tóxicos de los conductores tóxicos por descuido o no intencionados”. Es así como existen diversos grados de toxicidad. De un lado, los conductores disfuncionales podrían ser no calificados, improductivos y totalmente inconscientes de que carecen del talento de conducción que necesitan. Del otro lado, los conductores tóxicos encontrarán el éxito y la gloria destruyendo a otros. Haciendo daño a los demás, sea psicológico o incluso físico, es cuando mejor se sienten. En cualquier caso, este liderazgo tóxico “hace desplomar la productividad y frena el crecimiento de la organización, deteniendo abruptamente el progreso”.
Existen diferentes tipos de líderes, unos más “tóxicos” que otros, dependiendo del daño que hacen a las demás personas y a la organización en la cual están sumergidos.
Tipos de líderes tóxicos

A simple vista, el liderazgo tóxico tiene una connotación de persona demoníaca, pero la realidad es que el liderazgo tóxico podría presentarse en versiones mucho más moderadas o en una multitud de versiones entre estos dos extremos. Hay que recordar que el liderazgo tóxico hace daño a la organización y a los subordinados. La esencia y la dimensión del daño resultante sirven para tipificar al líder tóxico.

· El ausente

· El incompetente

· El codependiente

· El pasivo-agresivo

· El entrometido

· El paranoico

· El rígido

· El controlador

· El compulsivo

· El intemperante

· El ejecutor

· El narcisista

· El insensible

· El pendenciero

· El corrupto

· El aislado

· El intimidador

· El malvado

Prácticamente en todos los tipos de liderazgo tóxico ya definidos la autoestima es la raíz del problema. Algunas de estas personas logran entrar en una organización y llegan a ocupar altos cargos. El estudio acerca de los tipos de liderazgo tóxico deja ver algunas cualidades que son deseadas por los líderes. Muchos de los rasgos y tipos más graves, tales como entrometido, rígido, dominador, ejecutor, seguro y pendenciero, podrían ser características que una organización valora en un líder. El problema radica en la dosis en que se aplican estas características. Si se las aplica con moderación, podrían ser vistas como buenas y aceptables. Si se abusa de ellas, son tóxicas. Es inevitable que el liderazgo tóxico continúe replicándose. Seguirá propagándose porque algunos lo ven como un camino al éxito.
Quizá la razón más obvia –aunque inquietante – de esta tolerancia es que los líderes tóxicos parecieran, al menos en el corto plazo, cumplir con su labor. Los líderes tóxicos más extremos con las características que se valora, como ser rigidez, control, ejecución y seguridad, pero exacerbadas, serán los que más prosperen. Sus superiores o bien hacen caso omiso del comportamiento tóxico o, lo más probable, están tan satisfechos con los resultados de la misión que optan por pasar por alto el costo humano a cambio de la labor cumplida.
La mejor forma de combatir este fenómeno de liderazgo tóxico dentro una empresa podría ser guiar, aconsejar, capacitar y educar de manera responsable, honesta y sana, en definitiva, cambiar de raíz el sistema.
El liderazgo tóxico existe en toda organización y en cualquier sistema social pareciera tolerarlo. Si bien es poco probable lograr eliminar el liderazgo tóxico, una mejor identificación y más estudios por parte de la organización bien podrían reducir su persistencia y atemperar sus efectos negativos.
Este tipo de líderes tóxicos se crean y florecen en las estructuras capitalistas y es, precisamente de este tipo de estructuras y el daño que hacen a la sociedad y al conocimiento que habla el libro de Itzvan Metzaros Estructura Social y Formas de Conciencia, La Determinación Social del Método, donde este autor realiza un estudio filosófico desde la polis griega, hasta el postmodernismo; aunque enfatiza más ese análisis de las estructuras sociales y formas de conciencia a partir de René Descartes y culmina con Friedrich Hegel, donde habla del discurso del método como forma de principio, de crear y organizar las estructuras sociales.
Y es que, cuando se habla del dominio del hombre en la naturaleza como lo expresa Istvan Metzaros en su libro estructura social y formas de conciencia, se relaciona mucho con las ideas de Descartes aun cuando no las comparta y sobre todo de la evolución del hombre a través si se quiere de la evolución de los animales.

El expresa y denota con las ideas de Descartes, quien manifiesta que el dominio del hombre sobre la naturaleza, no es simplemente una cuestión de evolución, en donde los animales eran meras maquinas para el desarrollo del trabajo del hombre por allá en la época de la edad media y ese sometimiento practico de la naturaleza por el hombre como resultado de la alteración de los métodos de pensamiento. Lo anticipa una alteración en los métodos o formas de producción gracias a los métodos que él introdujo en la filosofía para alcanzar un conocimiento muy útil en la vida y, en lugar de la filosofía especulativa que se enseña en las escuelas, encontrar una filosofía práctica mediante la cual, conociendo la fuerza y la acción del fuego, el agua, el aire, las estrellas, el firmamento y todos los demás cuerpos que nos rodean con la misma precisión con la que conocemos las diversas destrezas de nuestros trabajadores, podamos emplearlas de la misma manera en todos aquellos usos a los cuales se adaptan, y entonces convertirnos en dueños y señores de la naturaleza.
De allí se considera que surgen los diferentes tipos de líderes en contraposición a lo antiguo y lo actual, relacionándose con la naturaleza y la evolución de las personas o trabajadores en el tiempo.

Todos estos filósofos pensadores (Descartes, Bacon) de una u otra manera consideran y desarrollan las oportunidades que debe tener el hombre en el desarrollo de su trabajo y en el liderazgo que deben asumir.

Por ello surgen esos líderes tóxicos que han decidido practicar el liderazgo de una manera diferente, colocando delante de sus propios valores, formas retorcidas de liderar, teniendo mucho que ver el dominio de los hombres sobre sí mismos o sobre las condiciones sociales de la existencia y el intercambio humano entre ellos, teniéndose que Vries tal como lo expresa Laura Carvajal en su artículo, considera que la toxicidad del líder es relativa a la importancia de su cargo en la organización, la cultura organizacional y la dirección esperada. Es inconcebible que todavía, muchas empresas no entiendan los diferentes desordenes que pueden hacer daño en su organización, como: personas neuróticas, maníaco-depresivas y esquizofrénicas, que en muchos casos, se detectan a última hora.
Debemos entender que la visión de Metzaros es profundamente marxista, y en su trabajo Estructura Social y Formas de Conciencia centra su estudio en el problema de método. De allí que, según él, pensar en un socialismo que tenga una visión de la planificación desde la perspectiva del capitalismo está determinado al fracaso y hablar de líderes tóxicos es hablar de Capitalismo puro. Los líderes tóxicos solo son posibles en un entorno eminentemente capitalista.
Para Metzaros, las organizaciones deben tener como objetivo un cambio estructural, en el que se incluye todas las esferas de la organización. Pero advierte que este cambio debe ser radical, porque si se cambia un liderazgo toxico existente en una organización, por ejemplo, pero queda la instituciones sin hacer otros cambios, entonces el mismo, la misma organización seguirá reproduciendo estos líderes que tanto daño hacen a las organizaciones. Es decir, para este autor, debe existir un cambio total para poder eliminar la formación de líderes tóxicos.
De acuerdo a lo señalado por Métzáros, todos los sistemas de pensamiento que surgen dentro del marco histórico del capitalismo constituyen un conjunto estrechamente entrelazado de determinaciones conceptuales. Son el sustento y sirven como apoyo a la formación social dominante. Por eso su insistencia de cambiar desde la raíz.
Métzáros concibe la educación real como interacción, más que imposición de valores e ideas. El cambio de conciencia no puede confinarse a unos años de formación, se trata de un proceso de por vida. Es un atarea continua. Debemos ser los formadores y los transformadores en el sentido que le asignó Marx de una nueva época histórica, aunque no sepamos todavía cuándo comenzarán esos cambios”, concluyó.

La imperiosa necesidad de generar cambios en el mundo ha ocasionado que todo el entorno organizacional se una a esos cambios, haciéndose cada vez más complejo, aunado a esto los sujetos en las organizaciones ha pasado de ser sujetos disciplinarios bajo la ética de la obediencias a sujetos cognoscentes, con mayores niveles de exigencias, evidenciándose mayor necesidad de aprendizaje y de creatividad, además de una gran utilización de la tecnología. ¿Qué es lo que el gerente pretende alcanzar? En primer lugar que su organización sea altamente competitiva, con productos de calidad, innovados, abarcar el mercado.
Es importante analizar la frase “liderazgo tóxico” y ver por qué es correcto utilizarla. El encanto de los líderes tóxicos: por qué seguimos a jefes destructivos y políticos corruptos y cómo podríamos sobrevivirlos, Jean Lipman-Blumen dice que es porque los líderes tóxicos “tienen efectos ponzoñosos que provocan graves daños a sus organizaciones y subordinados”. A los líderes tóxicos se los puede caracterizar como conductores que participan en conductas destructivas y presentan características personales disfuncionales. “Para ser tóxicas, estas conductas y cualidades de la personalidad deben infligir algún daño razonablemente grave y perdurable en sus subordinados y sus organizaciones. La intención de hacer daño a otros o de ensalzar el ego a costa de otros es lo que distingue a los conductores seriamente tóxicos de los conductores tóxicos por descuido o no intencionados”. Es así como en este desorden perjudicial existen diversos grados de toxicidad. De una punta del espectro, los conductores disfuncionales podrían ser no calificados, improductivos y totalmente inconscientes de que carecen del talento de conducción que necesitan. Del otro extremo, los conductores tóxicos encontrarán el éxito y la gloria destruyendo a otros. Haciendo daño a los demás, sea psicológico o incluso físico, es cuando mejor se sienten. En cualquier caso, este liderazgo tóxico “hace desplomar la productividad y frena el crecimiento de la organización, deteniendo abruptamente el progreso”. Es por esto que Istvan Mezsaros en su obra Estructura social y formas de conciencia, destaca que se busca de manera inequívoca intentar que las figuras representativas del horizonte social del capitalismo se adaptaran a un modelo de liderazgo que claramente puede verse definido dentro de una de las categorías expuesta por Manfred Kets De Vries, en su dinámica de los cambios que hoy estamos viviendo en las organización y no deja de estar distante el país.

Las características por ellos enunciadas podrían fácilmente correlacionarse con las descripciones de los tipos de líderes que existen actualmente y que pueden generar alta toxicidad a las organizaciones y al país, puesto que se podría vincular esta determinación social del método con el liderazgo surgido actualmente en el mundo.
Por otro lado la postura asumida por Marx y Hegel pretendían, cada uno con su teoría del capitalismo, ligado a lo social convencernos de sus premisas asumiendo cada uno el papel de un tipo de liderazgo de los cambios históricos que se darían.

En este respecto Marx destacaba que «Fue un inmenso paso adelante para Adam Smith rechazar toda especificación limitante de la actividad de crear riqueza: no solamente el trabajo fabril, o comercial, o agrícola, sino todos ellos, el trabajo en general.
Por lo común, las abstracciones más generales surgen tan sólo en medio del desarrollo concreto más rico posible, en el que una cosa aparece como común a muchas, a todas. Entonces ya no puede concebírsela en forma nada más particular. (…) La indiferencia para con los trabajos específicos se corresponde con una forma de sociedad en la que los individuos pueden cambiarse de un trabajo a otro con facilidad, y en la que el tipo específico resulta para ellos cosa de la oportunidad, algo que les es indiferente. No solamente el trabajo como categoría, sino el trabajo como realidad, se ha convertido aquí en el medio de crear riqueza en general, y ha dejado de estar vinculado orgánicamente con los individuos particulares en cualquier forma específica».
Aquí se puede ver claramente como el sistema capitalista también entra en una categoría de líder toxico para la generación de trabajo y riqueza en las naciones a través de subordinar a los trabajadores.
En relación a estos señala la existencia de diferentes fuerzas que pueden influenciar la toma de decisiones por parte del líder de manera autocrática o participativa y que existe una fuerza mediadora interna conocida como autoanálisis, que va a permitir que el líder se encuentre en una constante revisión de su actuación para evitar alteraciones negativas.

Publicado en Gerencia Avanzada. Post original aquí.

Para seguir leyendo:

El líder tóxico

Del Líder Alfa al Liderazgo en Red

Daniel Goleman, sus seis estilos de liderazgo

Ironizando sobre algunos estilos directivos al uso…

13 Estilos de Liderazgo en Dirección de Equipos

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Ironizando sobre algunos estilos directivos al uso…

Por Manel Muntada Colell
bonsai_tree_plant_handsComo ocurre con algunos microorganismos, hay ciertos estilos directivos muy resistentes a aquellas necesidades, principios, formaciones o demandas que el entorno dispone para reorientarlos o, como mínimo, neutralizarlos.
De entre estos estilos, quiero llamar la atención sobre dos que aunque parezcan totalmente distintos, se fundamentan en el impacto que ejercen sobre el desarrollo de aquellas personas que, en un momento dado y a menudo desgraciadamente, se encuentran bajo su radio de influencia.
El primero de estos estilos al que me voy a referir es el del directivo bonsái y consiste en un estilo de dirección especialmente atento a podar concienzudamente aquellas yemas terminales que permiten a las personas crecer y desarrollarse hasta alcanzar la altura que todas poseen, larvada, en su ADN profesional.
Se trata de un estilo rico en actitudes paternalistas que, a golpe de pequeños y hábiles tijeretazos, mantiene en un estado permanente de enanismo a equipos y personas a la vez que se les confiere la impresión de ser “como los de verdad” y, lo que es más importante, la laboriosa y mimada obra de su “creador”.
Se trata de una forma directiva más frecuente de lo que es soportable y que, como comentaba al principio, se halla anidada en los discursos más modernos que algunos exhiben sobre su forma de ejercer un management actual.
El segundo de los estilos es el del directivo leñador un personaje que, a diferencia del anterior, acostumbra a ser desagradable por su propensión compulsiva a difamar, degradar, ignorar, amonestar públicamente e intimidar de manera directa o veladamente para, de este modo, talar el crédito y reputación profesional de sus colaboradores y así reducir su estatura y eliminar cualquier duda sobre quién es en realidad el más alto.
Es éste un estilo que puede venir determinado por patrones de personalidad que suelen incluir, en diferentes proporciones, paranoianarcisismo y que no necesariamente buscan la total destrucción y ruina de la persona interpelada, aunque sus actuaciones conduzcan claramente a convertir al colaborador en leña para esa pira organizativa que suelen mantener permanentemente encendida.
Lejos de ser extraño, este perfil puede observarse en no pocos sitios disfrazado de “genialidad con carácter”, un disfraz que uno no acierta a entender cómo puede subsistir con tanto éxito en algunas organizaciones.
Publicado en CumClavis. Post original aquí.
¿Seguir leyendo sobre este tema?
 El líder tóxico

Del mismo autor en este blog:

Creatividad y creativ@s

Empatía y dirección.

La ignorancia de la razón

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El líder tóxico

Por Pedro M. Carranza

lider toxicoLa expresión líder tóxico se empezó a usar en los estudios de comportamiento organizacional y liderazgo a partir de 1996, año en que se publicó el libro Toxic Leadership: When Organizations Go Bad (Liderazgo tóxico: Cuando las organizaciones van mal), de la Dra. Marcia Lynn Whicker.

A partir de ese momento se han realizado una serie de estudios sobre el liderazgo tóxico y sus efectos en las organizaciones y en el personal. Inclusive hay varios estudios de investigación realizados en las Fuerzas Armadas de Estados Unidos de América sobre este tema.

En el 2005, la Dra. Jean Limpan-Blumen, Ph.D. de la Universidad de Harvard, profesora de comportamiento organizacional, que en el 2010 recibió el Premio de la Asociación de Liderazgo Internacional por sus logros durante su carrera profesional en el desarrollo del campo del liderazgo escribió el artículo “Toxic Leadership: When Grand Illusions Masquerade as Noble Visions”, (su traducción al castellano sería: “Liderazgo tóxico: Cuando grandes ilusiones se disfrazan de grandes ilusiones”) y en el 2006 el libro Allure of Toxic Leaders (El encanto de los líderes tóxicos).

¿Cuál es la definición de líder tóxico? Según la Dra. Whicker es aquel líder mal adaptado, descontento, a menudo malévolo y aún malicioso, que tiene éxito trayendo abajo a otros, son controladores y no alientan a sus seguidores a surgir. Los líderes tóxicos son dañinos para la organización al no promover el desarrollo dentro de la organización.

Según la Dra. Limpan-Blumen los líderes tóxicos trabajan para sus fines personales, tienen comportamientos destructivos y características personales disfuncionales de consecuencias devastadoras en las personas, familias, organizaciones, comunidades y aún a la sociedad en general.

Generalmente los líderes tóxicos humillan públicamente a los empleados. En concreto se puede afirmar que los líderes tóxicos dañan a las organizaciones. Son aquellos que alimentan las necesidades e ilusiones de las personas para engrandecer su propio poder. Juegan con las necesidades y temores de las personas bajo su control. Debilitan la autonomía y capacidad de sus seguidores al ejercer total control sobre ellos haciéndoles dependientes de él. El líder tóxico no admite la crítica constructiva, se aferra al poder y evita el desarrollo de nuevos dirigentes. Son los que tratan de obtener éxito destruyendo a otros.

Daniel Goleman, autor del libro Inteligencia emocional expresa: “Los líderes emocionalmente inteligentes inspiran, motivan y comprometen productivamente a su personal: crean resonancia. Los líderes ‘tóxicos’, en cambio, generan disonancia, envenenan y empobrecen el ambiente laboral”.

Iñaqui Piñuel, psicólogo y profesor de la Universidad de Alcalá de Henares, en su libro Jefes tóxicos y sus víctimas, expresa: “Los jefes tóxicos son aquellos que utilizan el poder para fines personales, que no producen eficacia ni ventajas y, por el contrario, causan a su alrededor una inmensa destrucción… Las víctimas son los trabajadores porque el miedo a engrosar las listas de despedidos justifica la sumisión”.

Tanto en la política como en las corporaciones (civiles o militares) existen los líderes tóxicos y sus comportamientos son explicados en numerosos libros. La gran interrogante existente es por qué las personas que trabajan bajo el mando de esos líderes tóxicos que son destructivos para sus organizaciones, sus empleados y al país permanecen fieles a ellos. Según la Dra. Lipman-Blumen “los líderes tóxicos encantan, manipulan, maltratan, debilitan y finalmente devastan a sus seguidores”.

Barbara Kellerman Ph.D., profesora de liderazgo en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard, autora de varios libros acerca del liderazgo, en su libro Bad Leadership: What It is, How it Happens, Why It Matters (2004) (Mal liderazgo: ¿Qué es?, ¿Cómo sucede?, ¿Por qué es importante?) indica algunas de las características comunes de los líderes tóxicos como: arrogancia, autoritarismo, son autócratas, rígidos, temperamentales, irritables, agresivos, corruptos, insensibles, con actitudes discriminatorias, inflexibilidad, falta de confianza en sí mismos, causantes de la división en lugar de la armonía en los lugares de trabajo, usan la táctica de dividir a los empleados y limitan su iniciativa.

En resumen, el liderazgo tóxico es cuando los líderes crean un ambiente hostil y un ambiente de trabajo no saludable para el personal bajo su dirección. El líder tóxico no permite el flujo libre de ideas, se promueve a sí mismo en perjuicio de sus empleados, es sumamente crítico de su personal, disminuye la confianza de sus empleados y principalmente abusa de su poder.

Los líderes tóxicos son negativos, son un verdadero veneno para las organizaciones y, al final, las destruyen; al ser como un veneno deben ser identificados y erradicados lo antes posible para mantener saludable a la organización.

Publicado en el blog de Pedro M. Carranza. Post original aquí.

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