Actividades para desarrollar la inteligencia emocional

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¿Sabes qué es la inteligencia emocional? ¿Cómo se mide? ¿Cómo desarrollarla? Te lo explicamos en esta entrada y te proponemos actividades para desarrollar la inteligencia emocional.

Introducción

La inteligencia emocional es un concepto fundamental en psicología que adquiere cada vez más protagonismo. Se considera una fuente de felicidad y salud, ya que está muy ligada al afrontamiento inteligente de diversas situaciones de la vida diaria. Además, resulta imprescindible entrenarla en casos de estrés, ansiedad y otros trastornos mentales.

Las emociones influyen increíblemente en las decisiones que tomamos en nuestra vida, incluso en temas aparentemente racionales. De hecho, se considera que el 95% de todas nuestras decisiones están influenciadas por nuestras emociones (Arrabal Martín, 2018).

A simple vista puede parecer que estas decisiones no son las más acertadas, sin embargo, se ha demostrado que hay personas con alta inteligencia emocional que pueden decidir mejor que otras con un alto coeficiente intelectual. Se pueden observar muchos casos de individuos exitosos en los que la inteligencia emocional es muy superior a la intelectual.

En definitiva, aprender inteligencia emocional es esencial para llevar una vida satisfactoria y sana y establecer relaciones adecuadas con los que están alrededor.

¿Cómo surgió el concepto de inteligencia emocional?

Este concepto es relativamente nuevo, iniciándose con la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner. Este autor fue el primero en reformular el concepto de inteligencia, rompiendo con los esquemas anteriormente establecidos. Así, Gardner defendía que los seres humanos presentaban siete tipos de inteligencia, cada una prácticamente independiente de las otras. Entre esos tipos, él describió las inteligencias intrapersonal e interpersonal, aspectos que antes no se habían tenido en cuenta a la hora de definir la inteligencia.

Sin embargo, la definición de inteligencia emocional como tal la desarrollaron Salovey y Mayer en 1990, basándose en lo propuesto por Gardner.

Inteligencia emocional de Daniel Goleman

A pesar de todo, quien popularizó el concepto fue Daniel Goleman, a través de su trabajo Inteligencia emocional, uno de los libros más vendidos en la actualidad.

Goleman es considerado el psicólogo más destacado en el revolucionario concepto de la inteligencia emocional. Sus ideas despiertan un interés creciente en diferentes ámbitos, ya que afirma que puede lograrse una vida exitosa a través de la inteligencia emocional sin darle prioridad al coeficiente intelectual (IQ) “tradicional”. Es más, considera que este tipo de inteligencia es la herramienta más poderosa que poseemos a la hora de tomar cualquier decisión en nuestra vida, superando incluso al IQ.

Más adelante, Daniel Goleman fue ampliando el concepto, centrándose en la aplicación de la inteligencia emocional al trabajo y liderazgo.

Por otro lado, es necesario destacar que, a pesar de ser un tema investigado y desarrollado principalmente por la psicología cognitiva, hay trabajos que reflejan la base biológica de la inteligencia emocional. Por ejemplo, los estudios de LeDoux, que demuestran que la amígdala conecta el llamado “cerebro racional” y el “emocional”. Esto permite que podamos moldear nuestras emociones según el contexto y las demandas del ambiente.

Definición

La definición de inteligencia emocional surgió de la necesidad de responder a la cuestión de por qué existen personas que se adaptan mejor que otras a las distintas situaciones del día a día. El secreto del éxito parece residir en una desarrollada inteligencia emocional, que se puede definir como la habilidad de captar, comprender y gestionar información emocional de uno mismo y de los demás.

En concreto, la definición que nos ofrece Daniel Goleman de inteligencia emocional es: “la capacidad de reconocer, aceptar y canalizar nuestras emociones para dirigir nuestras conductas a objetivos deseados, lograrlos y compartirlos con los demás”.

¿A qué llamamos inteligencia emocional?

Una inteligencia emocional desarrollada permite distinguir nuestras propias emociones, aceptarlas y conducirlas de la manera más idónea para tener éxito en nuestra vida. Esto facilita el logro de nuestras metas y el establecimiento de una mejor relación con nosotros mismos y con los demás.

Como habrás podido observar, esta clase de inteligencia se compone de varios tipos de competencias fundamentales:

  • El conocimiento de las propias emociones, lo que se conoce como autoconocimiento emocional,
  • el control adecuado de estas (autorregulación emocional),
  • la capacidad de motivarse a uno mismo,
  • el reconocimiento de las emociones de los demás(empatía),
  • el establecimiento de relaciones personales positivas (habilidades sociales).

Así, una persona con elevada inteligencia emocional presentaría estas competencias y las utilizaría como herramienta para alcanzar el éxito en diversos ámbitos de su vida.

Ejemplos

  • Ser capaz de escuchar activamente a otras personas sin interrumpir y atendiendo a su lenguaje no verbal.
  • percatarse de las propias emociones y cómo se enfrentan (o si se evitan).
  • actuar adecuadamente ante las reacciones emocionales de otros, como llanto o estallido de ira.
  • controlar las emociones en una situación en el que expresarlas sería socialmente inapropiado o contraproducente.
  • buscar soluciones a los conflictos en las que “todos ganen”.

¿Cómo medir la inteligencia emocional?

Los profesionales deben medir la inteligencia emocional con pruebas que cumplan los estándares de la psicometría. Existen tres tipos de tests que la evalúan:

  • Tests de autoinforme: los completan los propios sujetos, debiendo contestar en qué grado están de acuerdo o no con los enunciados descritos. Un ejemplo sería el SREIT (Self-ReportEmotionalIntelligence Test) de Nicola Schutte.
  • Informes de otros: se realiza con grupos de personas que interactúen frecuentemente entre sí (por ejemplo, compañeros de trabajo). Cada uno debe valorar el nivel de inteligencia emocional de cada componente del grupo (evaluación 360 grados). Puede suponer una visión algo subjetiva y sesgada ya que las personas suelen incluir características de personalidad, considerándolas erróneamente como rasgos de inteligencia emocional.
  • Tests de capacidades: como el MEIS (Escala Multifactorial de Inteligencia Emocional), o su versión mejorada MSCEIT (Test Mayer-Salovey-Carusos obre Inteligencia Emocional). Constituye una medida más fiable y basada en capacidades de la inteligencia emocional.

¿Cómo desarrollar la inteligencia emocional?

La inteligencia emocional se puede conseguir a través de la educación emocional. Este proceso de aprendizaje tiene como fin la adquisición de “el conjunto de conocimientos, capacidades, habilidades y actitudes necesarias para comprender, expresar y regular de manera apropiada los fenómenos emocionales” (Bisquerra y Pérez, 2007).

Para desarrollarla, en primer lugar, es fundamental trabajar nuestra capacidad para percibir, describir y expresar nuestros estados afectivos y los de los demás. Identificar cómo nos sentimos sirve para encauzar nuestros pensamientos y conductas con el fin de motivarnos, establecer metas y alcanzar logros en la vida.

Muchas veces no somos capaces de definir cómo nos sentimos, o le ponemos una etiqueta muy básica a nuestras emociones (estoy “bien” o “mal”) cuando se puede ser más preciso poniéndole algo de esfuerzo (me siento sorprendido, decepcionado, liberad, etc.) Los objetivos en este punto deben ser: reconocer cuándo se está sintiendo una emoción y saber qué significa dicho sentimiento. Además, comprender sus emociones, distinguirlas y entender cómo evolucionan.

El siguiente nivel sería la regulación emocional, estableciendo la meta de controlar adecuadamente las emociones tanto positivas como negativas.

Posteriormente, se puede comenzar a trabajar la identificación de emociones en los demás. Esto es muy importante para crear relaciones sociales positivas.

A continuación, se debe potenciar la habilidad para comprender a los demás, es decir, la empatía. Para ello es fundamental no sólo atender a lo que la otra persona dice, sino a observar sus expresiones no verbales para integrar toda la información.

Por otro lado, también se entrenaría la capacidad de regular las emociones en los otros. Esto se consigue principalmente a través de la comunicación emocional y la escucha activa. Trabajando todos estos aspectos irás poco a poco aumentando la inteligencia emocional.

Actividades para desarrollar la inteligencia emocional

A continuación, se sugieren actividades para desarrollar la inteligencia emocional para que comiences a aprender hoy mismo.

Atiende a tus emociones

En esta actividad debes escribir con detalle las emociones que sentiste en los últimos días justo antes de acostarte. Así, puedes empezar con el día de ayer e intentar ir hacia atrás todo lo posible. Además, procura asociar dichas emociones a lo que te ocurrió durante el día. Trata de no confundir tus estados emocionales (triste) con estados físicos (cansado).

Otra variante para ser consciente de emociones pasadas es describir cómo te sentiste en tres acontecimientos importantes de tu infancia. Intenta describir sucesos tanto positivos como negativos. También puedes hacerlo con emociones del pasado reciente (últimos tres años, por ejemplo).

Pon nombre a tus emociones

Escribir sobre tus emociones y reflexionar de dónde vienen y qué consecuencias tienen produce un mayor conocimiento de nuestra inteligencia emocional.

Define una hora cada día para detenerte a escribir lo que estás sintiendo en ese momento. Puedes colocar una alarma para que no se te olvide y convertirlo en un hábito. Procura reflexionar e incluir toda la información que puedas. Para ello puede ser muy útil utilizar la rueda de emociones de Robert Plutchik.

Una variante del ejercicio es seleccionar un poema y analizar qué emociones te ha producido leerlo. No se trata de describir lo que el autor pretendía expresar, sino lo que te ha hecho sentir a ti. Elige unas seis palabras para describir cómo te has sentido, incluyendo sensaciones físicas. Puedes hacer lo mismo con imágenes, películas o vídeos.

Regula tus emociones

Para ser más consciente de cómo regulas tus emociones puedes escribir qué haces y qué piensas cuando te encuentras en un estado afectivo concreto. Por ejemplo, puedes comenzar analizando cómo reaccionas ante el miedo, luego ante la tristeza y, posteriormente, ante el enfado. Para facilitar la tarea, imagínate y visualízate en esa situación y pon atención a lo que piensas, lo que haces y si intentas evitar tus sentimientos o no.

Puedes hacer el mismo ejercicio, pero describiendo tu reacción ante una situación agradable, por ejemplo, algún comentario positivo que te hayan dicho.

Identifica emociones en los demás

La actividad más común para trabajar este aspecto de la inteligencia emocional es observar fotografías o videos de diferentes expresiones faciales y describir con detalle las emociones que expresan. ¿Son positivas, negativas o inexpresivas? ¿cómo es la posición de la boca o de las cejas? ¿reflejan aproximación o evitación? ¡Ten en cuenta el contexto!

Escucha activamente

Esta actividad se realiza en grupo, con un moderador. Se trata de elegir un tema para debatir, recomendándose empezar por aquellos más simples y sencillos y continuar más adelante con otros más complejos. Cada persona debe dar su opinión sobre el tema, siendo imprescindible que antes de hablar resuma lo que ha dicho la última persona que opinó.

El espejo

El espejo es la última de las actividades para desarrollar la inteligencia emocional que proponemos hoy. El ejercicio se debe realizar en parejas. Uno de los dos debe hablar con sinceridad y de forma natural sobre una situación importante en su vida. La otra persona debe escuchar activamente y atender al lenguaje no verbal del compañero, ya que posteriormente tendrá que “imitarle” lo más fielmente posible. Debe intentar reproducir el tono de voz, los gestos, las pausas, etc.

Inteligencia emocional en niños

La inteligencia emocional no es sólo cosa de adultos, de hecho, se recomienda comenzar la educación emocional desde las primeras etapas escolares. Sería ideal que todas las escuelas contaran con un programa de educación emocional en el que participen profesores, familiares y alumnos.

De todas formas, el ambiente donde no debe faltar es en el hogar. Los padres deberían fomentar modelos de comportamiento emocionalmente inteligentes, para ello es esencial que estos desarrollen previamente su inteligencia emocional.

Está demostrado que ayudar a los niños a desarrollar sus competencias emocionales en etapas tempranas produce importantes diferencias en su salud y satisfacción a largo plazo. Además, la inteligencia emocional ayuda a prevenir las adicciones, falta de autoestima, violencia, impulsividad, delincuencia, etc. mientras que promueve el desarrollo académico y profesional y reduce la aparición de estrés y depresión.

Referencias del artículo sobre actividades para desarrollar la inteligencia emocional

  • Arrabal Martín, E. M. (2018). Inteligencia Emocional. Editorial Elearning, SL.
  • Bisquerra Alzina, R., & Pérez Escoda, N. (2007). Las competencias emocionales.  Educación XXI: revista de la Facultad de Educación (10), 61-82.
  • Fernández Berrocal, P. y Ramos Díaz N. (2016). Desarrolla tu inteligencia emocional. Barcelona: Editorial Kairós.
  • Gallego Matellán, M. (2015). Educación emocional con y sin TDAH. Madrid: EOS.
  • García Navarro, E., López-Cassà, E., Pérez-González, J. C., Lantieri, I., Nambiar, M., Aguilera, P., … & Planells, O. (2012). ¿Cómo educar las emociones? La inteligencia emocional en la infancia y la adolescencia. Esplugues de Llobregat (Barcelona) Hospital Sant Joan de Déu.
  • Grewal, D., & Salovey, P. (2006). Inteligencia emocional. Mente y cerebro16(1), 10-20.
  • Trujillo Flores, M. M., & Rivas Tovar, L. A. (2005). Orígenes, evolución y modelos de inteligencia emocional. Innovar, 15(25), 9-24.

Publicado en Blog Neuron. Post original aquí.

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Inteligencias múltiples y la creatividad

Según el psicólogo Howard Gardner, la inteligencia es una capacidad desarrollable y no sólo la habilidad de resolver problemas o la elaboración de productos que sean valiosos para diversas culturas. Hablar de inteligencia involucra varios aspectos no sólo lo académico, ser un deportista habilidoso o destacar en las relaciones humanas también forma parte de esta. En este artículo hablaremos acerca de las inteligencias múltiples y cómo están relacionadas a la creatividad. Según Gardner la inteligencia se agrupa en 8 tipos.

Inteligencia Lingüística:

Esta es considerada una de las más importantes. Los escritores y oradores la poseen. Son personas que conocen el significado y el orden apropiado de las palabras al momento de transmitir algún mensaje, ya sea escrito u oral. Entre las capacidades que permite desarrollar están: hablar y escribir de una forma eficaz. Aunque al principio mencionamos a los escritores y oradores, en otras profesiones o situaciones es posible que se de. Por ejemplo, un profesor o alguien que desarrolla labor de ventas, debe persuadir al comprador para conseguir su objetivo. También aquellas personas que laboran en medios como la televisión, la radio o escriben para algún periódico deben poseer este tipo de inteligencia.

Inteligencia Musical:

Varía de una persona a otra, pero se caracteriza por el buen oído que estas personas suelen tener aunado al buen manejo rítmico. Este tipo de inteligencia brinda a estas personas una gran capacidad para ejecutar un instrumento, bailar, diseñar coreografías o cantar, que para muchos representa una dificultad, sin embargo para ellos se da con mucha naturaleza. Estas personas también poseen la habilidad de analizar y crear música. Los perfiles profesionales son: músicos, compositores, críticos, profesores de danza, entre otros.

Inteligencia Numérica o Matemática:

Los pertenecientes a este grupo utilizan el hemisferio lógico del cerebro. Les es muy fácil dedicarse a actividades que estén relacionadas a las ciencias exactas. Normalmente las personas piensan que una persona inteligente es aquella quien obtiene 100 puntos en álgebra, aritmética o contabilidad. Regularmente este es el concepto que las personas conocen, pero no quiere decir que las personas que posean un tipo de inteligencia distinto a este no lo sean. Estas personas tienen la capacidad de resolver, formular y verificar procesos que estén vinculados a razonamientos.

Inteligencia Espacial:

Este tipo de inteligencia permite a las personas que la poseen la habilidad de desarrollar diferentes bocetos y alternativas a una misma situación de diferente forma. La poseen quienes laboran en ámbitos como la publicidad, arquitectura, fotografía, entre otros. Tienen un amplio panorama y su forma de ver las cosas hacen que las cosas parezcan fáciles, aunque no sea de esta forma.

Inteligencia corporal  o kinestésica

En este grupo se encuentran aquellas personas que utilizan los miembros de su cuerpo para la resolución de problemas o desarrollar alguna actividad. Controlan con mucha precisión cada movimiento que realizan. Entre las personas que cuentan con este tipo de inteligencia podemos mencionar a los grandes deportistas, cirujanos, masajistas, quiroprácticos, bailarines y escultores. Los aspectos que se ven involucrados en este tipo de inteligencia son: la fuerza, la velocidad, la motricidad fina y la coordinación.

Inteligencia Intrapersonal

A través de este tipo de inteligencia es donde los individuos logran una autocomprensión, permite que cada persona que cuenta con estas habilidades determine su estado de ánimo y aún así pueda actuar de la forma que necesita. Quienes tienen este tipo de inteligencia son capaces de plantearse metas muy específicas, conoce cuáles son sus ventajas y desventajas en diferentes situaciones, y sobre todo actúan con gran serenidad sobre algún pensamiento que les surja, no se dejan llevar fácilmente por impulsos. Saben cuáles son sus carencias y oportunidades, trabaja en sus defectos para mejorar cada día.

Inteligencia Interpersonal

En este tipo se vinculan cuestiones como la empatía, reconocer aquello que motiva a los demás, sus emociones y razones para realizar determinadas acciones. Se basa en la capacidad de manejar muy bien las relaciones humanas. Esta es un complemento de todas las anteriores. Para un líder es fundamental, pues le permite trabajar con las personas, ayudarlas e identificar cualquier problema que se presente y con base a esto establecer una solución viable.

Inteligencia Naturalística

Esta es utilizada cuando se observa la naturaleza, entre las personas que más la desarrollan debido a sus actividades están los biólogos, avistadores de especies como avistadores de aves por mencionar un ejemplo. Aquellos que disponen de la capacidad de estudiar el medio en el que vivimos los seres humanos y cualquier ser vivo son quienes más estimulan este tipo de inteligencia. Antes se hablaba de 7 tipos de inteligencia, esta es la última en incorporarse a las inteligencias múltiples que considera el psicólogo Howard Gardner.

Es un hecho que en la sociedad en la que vivimos se desarrollan teorías diferentes sobre la inteligencia, a tal punto que se cree que para ser inteligente se requiere de resolver problemas matemáticos muy complejos u obtener la calificación más alta en lenguaje, lo cual es una teoría equivocada. Existen personas que desarrollan más diferentes tipos de inteligencia lo cual los hace muy buenos en varias actividades que efectúan. Existen atletas de alto rendimiento que sorprenden por sus grandes capacidades y logros en su disciplina, como también existen excelentes músicos o artistas muy destacados, todos los anteriores muy exitosos y no precisamente por sus habilidades numéricas. O qué decir de aquellos que son capaces de resolver diversos problemas matemáticos, quienes no llegan a desarrollar habilidades artísticas.

Es imposible decir que la creatividad no está presente en los diferentes tipos de inteligencia, existe una combinación de algunas en un solo individuo, pero hay una que predomina y genera que esta persona destaque en áreas específicas.

Publicado en Ideas con Café. Post original aquí.

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Mapa mental: Recursos tic para desarrollar las inteligencias múltiples de Howard Gardner

por  Meritxell Viñas

¿Quién es más inteligente Einstein o Messi? o ¿Quién es más inteligente Dalai Lama o Mozart? Los cuatro poseen inteligencias excepcionales que pertenecen a campos diferentes y que se han desarrollado en diferentes partes del cerebro.

El profesor Howard Gardner, autor de la teoría de las inteligencias múltiples, ha sido galardonado a lo largo de los años con múltiples premios, lo que me ha motivado a plantear estas preguntas y especialmente, a pensar si la tecnología puede colaborar en el desarrollo de estas inteligencias.

La teoría de las inteligencias múltiples se basa en que todos los humanos poseemos al menos ocho formas de inteligencia, que por lotería genética, se presentan en distintos estados de desarrollo cuando nacemos. Gardner remarca que la brillantez en matemáticas o lengua, las inteligencias más favorecidas en el sistema educativo tradicional, no son suficientes para desenvolverse en la vida.

Dicho de otro modo, puedes ser excelente en cálculo mental pero si no sabes cómo relacionarte con los demás, estarás limitado en tu carrera profesional y personal. De ahí, la importancia que los centros educativos trabajen el desarrollo de todas las inteligencias para que el alumno pueda afrontar su futuro con muchos recursos.

Gardner define la inteligencia como una capacidad, que no es innata e inamovible, como muchas veces se piensa, sino que la educación puede desarrollarla.

Teniendo en cuenta, que la tecnología no debe marcar las metas educativas, pero sí puede ayudar a conseguirlas, he elaborado un mapa mental que pretender agrupar y relacionar recursos TIC con cada una de las ocho inteligencias de Howard Gardner:

  • Lingüística: Esta inteligencia consiste en la capacidad de usar el lenguaje para expresarse, ya sea a través de la escritura o oralmente, así como aprender idiomas con facilidad. Pérfil profesional: Escritores, poetas y políticos. Un ejemplo excepcional: Shakespeare
  • Lógica-Matemática: Esta inteligencia consiste en la capacidad de analizar problemas de forma lógica, realizar operaciones matemáticas e investigar temas de forma científica.  Pérfil profesional: Ingenieros y científicos. Un ejemplo excepcional: Einstein.
  • Musical: Consiste en la capacidad de tocar, componer y apreciar piezas musicales y reconocer los ritmos y tonos. Según Gardner, esta inteligencia funciona de forma paralela con la inteligencia lingüística. Pérfil profesional: Músicos y compositores. Un ejemplo excepcional: Mozart.
  • Espacial: Consiste en la capacidad de presentar ideas visualmente, crear imágenes mentales, visualizar con precisión, dibujar y confeccionar bocetos. Pérfil profesional: Arquitectos, escultores, fotógrafos y diseñadores. Un ejemplo excepcional: Gaudí.
  • Corporal-Cinética: Consiste en la capacidad para realizar actividades que requieren fuerza, rapidez, flexibilidad, coordinación óculo-manual y equilibrio. También se incluyen trabajos manuales o expresión corporal. Pérfil profesional: Deportistas, bailarines y cirujanos. Un ejemplo excepcional: Messi o Nadia Comaneci.
  • Interpersonal: Consiste en la capacidad de entender las intenciones, motivaciones y deseos de otras personas. Permite trabajar y relacionarse de forma efectiva con los demás. Pérfil profesional: Docentes, psicólogos y políticos. Un ejemplo excepcional: Barack Obama.
  • Intrapersonal: Consiste en la capacidad de entenderse a uno mismo, y apreciar las motivaciones, los sentimientos y los miedos que se sienten. Implica crear un modelo de nosotros mismos que funcione para trabajar de forma efectiva y poder regular nuestras vidas. Un ejemplo excepcional: Dalai Lama
  • Naturalista: Consiste  en la capacidad de observar, identificar y clasificar a los miembros de un grupo o especie, e incluso para descubrir nuevas especies. Su campo de observación más afín es el mundo natural, donde pueden reconocer e investigar sobre la flora y la fauna. Pérfil profesional: Biólogos, veterinarios y excursionistas. Un ejemplo excepcional: Felix Rodríguez de la Fuente.

Mapa Mental: Recursos TIC para desarrollar las inteligencias múltiples de Howard Gardner. 

Mapa Mental: Recursos TIC para desarrollar las inteligencias múltiples de Howard Gardner por Meritxell Viñas (Academy TotemGuard)

Un profesor hace poco comentaba en su blog que un alumno en clase con una inteligencia lógica-matemática predominante se veía incapaz de leer un libro. El profesor, entendiendo como este alumno aprendía mejor, le recomendó un libro de misterio.

El alumno quedó cautivado con esta lectura al incluir un elemento de deducción y lógica. No todos aprendemos igual y éste es un buen ejemplo de cómo aplicar la teoría de las inteligencias múltiples atendiendo a las capacidades individuales de nuestros alumnos.

¿Reconoces estas inteligencias en tus alumnos? ¿Piensas que la tecnología puede ayudar a desarrollarlas? ¿Qué inteligencia te parece más importante para el futuro de un estudiante? Puedes dejarme un comentario debajo.

Publicado en Totemguard. Post original aquí.

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Inteligencia emocional en tiempos de crisis: de lo útil a lo imprescindible

por Laura Cabrera

“La Inteligencia emocional es útil en tiempos de bonanza, imprescindible en tiempos de crisis”

Dr. Hendrie Weisinger

Este término fue acuñado en 1990 por dos Psicólogos norteamericanos, Peter Salovey y el Dr. John Mayer, aunque quien lo popularizó fue el Psicólogo y Escritor Daniel Goleman en su libro Emotional Intelligenge (1995). Su tesis se podría resumir en que para predecir el éxito de una persona, antes que conocer cuál es su Cociente Intelectual (CI), deberíamos conocer las cualidades de la mente que denominamos como “carácter”.

Seguramente en más de una ocasión todos nos hemos preguntado que nos lleva a las personas, independientemente de nuestra cultura o historia personal, a reaccionar de una u otra forma frente a los problemas o desafíos de manera eficiente, pues bien, fue Daniel Goleman quien consideró por primera vez incorporar este concepto dotándole de tanta o incluso más importancia que al Cociente Intelectual. Con este término intentó dar respuesta a preguntas como por qué una persona parece tener más habilidades para relacionarse con otras sin por ello destacar por su inteligencia, o por qué hay personas más capaces que otras de afrontar contratiempos y superar obstáculos.

Pero, ¿qué es la Inteligencia Emocional?“se refiere a la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los ajenos, de motivarnos y de manejar bien las emociones, en nosotros mismos y en nuestras relaciones, incluso en situaciones adversas”.

Si queremos dotar de credibilidad a este concepto, tenemos que citar igualmente al Dr. Howard Gardner, que fue quien planteó la Teoría de las Inteligencias Múltiples, que afirma que las personas disponemos, en mayor o menor medida de 7 tipos de inteligencias diferentes:

–  Matemática: habilidades para el manejo de números y de relaciones causales.

–  Corporal: habilidades psicomotrices y conciencia corporal

–  Musical: habilidades para el manejo armónico del sonido y el silencio

–  Espacial: habilidades visual- espaciales.

–  Verbal: habilidades para el manejo del lenguaje.

–  Intrapersonal: habilidades de relación con uno mismo.

–  Interpersonal: habilidades para relacionarse con otras personas.

Las dos últimas son las que se relacionan directamente con la Inteligencia Emocional, y a su vez se subdividen en habilidades distintas y que son de vital importancia en nuestro desempeño profesional, como liderazgo, capacidad de cultivar las relaciones y mantener las amistades, capacidad de resolver conflictos y destreza en el análisis social, por lo que podemos concluir que la Inteligencia Emocional se sustenta en 5 pilares:

APTITUD PERSONAL(INTELIGENCIA INTRAPERSONAL) APTITUD SOCIAL(INTELIGENCIA INTERPERSONAL)
AUTOCONCIENCIA EMPATIA
AUTOCONTROL HABILIDADES SOCIALES
MOTIVACION

Teniendo en cuenta estos 5 pilares, podemos normalizar el concepto y dilucidar una serie de habilidades implícitas en la Inteligencia Emocional, como son la habilidad para motivarnos a nosotros mismos, perseverando en el logro de nuestros objetivos afrontando las adversidades que surjan en el camino, la habilidad de controlar los impulsos y de regular nuestros propios estados de ánimo, evitando que interfieran en nuestra perspectiva y limite nuestra objetividad, la capacidad de empatizar, confiar en los demás y relacionarnos adecuadamente, entre otras.

Aunque no en la misma medida, estas habilidades son importantes para lograr un desempeño profesional satisfactorio, independientemente de cuál sea nuestra posición en la empresa, por lo que si trasladamos esto a nuestro día a día, al entorno profesional que nos “exige” relacionarnos con nuestros compañeros, clientes, proveedores, jefes, colaboradores y un largo etcétera, observamos la importancia que adquiere la habilidad de relacionarnos adecuadamente en los diferentes contextos y situacionessea cual sea nuestro interlocutor.

Quizás es ahora, más de 20 años después de identificarlo y “ponerle un nombre” cuando este término adquiere una especial relevancia atendiendo a la actual coyuntura económica y laboral, que nos conduce a tener que afrontar diferentes situaciones en nuestro entorno profesional, que pueden considerarse complejas y en numerosas ocasiones que nos llevan a tener que afrontar diversas dificultades, a parte de la natural “tensión” que existe hoy en día en nuestro entorno, donde lamentablemente, llevamos mucho tiempo sin escuchar buenas noticias.

Es por ello por lo que nos vemos abocados a lidiar con diferentes emociones, complejas en muchas ocasiones, las cuales necesitamos identificar primero, y manejar adecuadamente después, para evitar que ejerzan una influencia negativa que afecte a nuestro desempeño, ya que la presión y dificultades actuales pueden hacer que percibamos nuestro entorno como hostil, y corremos el riesgo de “atrincherarnos” en una posición autoinvalidante, es decir, pensamientos como “…no está en mis manos cambiar esta situación…”, o “…no hay nada que yo pueda hacer…” pueden llevarnos precisamente a eso, a no hacer nada, razón por la que es importante que seamos conscientes de que una circunstancia o situación específica puede “condicionarnos” pero no tiene porque “determinarnos”, y si manejamos adecuadamente nuestras emociones, evitaremos actuar como sujetos pasivos y nos será más fácil identificar y tomar iniciativas que nos ayuden a posicionarnos en la actual coyuntura de una forma más eficiente.

Hoy en día son muchas la veces que pensamos, escuchamos y mencionamos el término crisis, pero muy pocas de esas veces somos conscientes de las oportunidades que ésta nos plantea. Obviamente es complicado, y además entran en juego variables de carácter personal como nuestra capacidad de adaptación, nuestra flexibilidad, la autosuperacion, etc.,  y en esencia, la gestión inteligente de nuestras emociones, algo fundamental para salir reforzados de una situación como la que estamos viviendo.

Publicado en Thinking People. Post original aquí.

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La inteligencia social en la empresa como clave del éxito

La gran mayoría de los problemas que surgen en las organizaciones tiene su raíz en una ausencia de inteligencia social en la empresa, desde un trabajador desmotivado porque su superior ejerce un estilo de liderazgo demasiado autocrático hasta un fallo en la cadena de montaje causado por una falta de comunicación entre los profesionales.

Hasta hace relativamente poco, imperaba la idea que las emociones debían quedarse fuera de las compañías. Sin embargo, los estudios e investigaciones han demostrado que la clave del éxito de una organización radica en una correcta gestión emocional hacia el capital humano, lo que requiere el desarrollo de la inteligencia social en la empresa.

¿Qué es la inteligencia social?

John Dewey fue el primero en utilizar el término inteligencia social a principios del siglo pasado en su libro Moral Principles of Education, donde define el concepto como “el poder de observar y comprender situaciones sociales”.

Desde entonces, han sido numerosos los investigadores y estudiosos que han profundizado en el campo de la inteligencia social en la empresa. Así, Karl Albrecht, en Inteligencia social: la nueva ciencia del éxito, se refiere a esta habilidad como “la capacidad de llevarse bien con los demás y conseguir que cooperen entre sí”, mientras que Leonardo Schvarstein indica en La Inteligencia Social de las Organizaciones: Desarrollando las Competencias Necesarias para el Ejercicio Efectivo de la Responsabilidad Social que se trata de “un conjunto de competencias necesarias para el cumplimiento de la responsabilidad social de las organizaciones”.

Por su parte, en el trabajo Emotions and Social Intelligence: Jane Braaten and Antonio DamasioKaaren Williamsen y Gustavus Adolphus College sostienen que “la inteligencia social implica las destrezas y habilidades que intervienen en la creación y el mantenimiento de la comunidad”.

Composición de la inteligencia social

Respecto a estas destrezas y habilidades, Karl Albretch, inspirado por la Teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner, formuló el acrónimo A.S.P.E.A.K., que engloba las seis dimensiones principales de la inteligencia: abstracta (razonamiento simbólico), social (trato con la gente), práctica (busca conseguir resultados), emocional (autoconciencia y autogestión), estética (sentido de la forma, el diseño, la música, el arte y la literatura), y kinestésica (habilidades concernientes al deporte, la danza o la música).

En el caso de la inteligencia social, Albrecht desglosa esta capacidad en tres componentes:

  • Las habilidades sociales referidas a un conjunto de competencias básicas para la vida y el liderazgo, entre las que incluyen:
    • Relaciones: los vínculos con las personas, interacciones y contextos.
    • Presencia: cómo se presenta a sí mismo en diversas situaciones.
    • Autenticidad: consiste en comportarse honestamente, con integridad y claro sentido de sí mismo.
    • Claridad: la habilidad de persuadir y conseguir transferir las propias ideas a los demás.
    • Empatía: la capacidad de conectar con la gente y conseguir que se muevan con y hacia uno mismo.
  • La apreciación personal: relacionada con cómo los demás pueden ver a la otra persona y cómo esta influye en los demás.
  • El estilo de interacción: hace referencia al estilo de interacción o la interacción consigo mismo y con los demás.

La importancia de la inteligencia social en la empresa

Como consecuencia, la inteligencia social en la empresa se ha convertido en un objetivo prioritario para los líderes. Muy bien lo expresó Thorndike en 1920, cuando en su artículo La inteligencia y sus usos expresó que “la falta de inteligencia social puede convertir al mejor de los mecánicos de una fábrica en el peor de los ssupervisores”.

Como señala Virginia Tardito en Inteligencia Social en las organizaciones, “en tanto que las emociones son el motor de la acción y ésta puede ser positiva o negativa, y de diferente intensidad, esas emociones, y sus comportamientos correspondientes, imprimen a la organización una gran diversidad de características, que pueden ser favorables (acompañando o promoviendo el crecimiento) o adversas (frenando o impidiendo el crecimiento)”.

Por tanto, una organización con una alta inteligencia social, es decir, con capacidad para mantener relaciones interpersonales positivas, se vuelve –en palabras de Schvarstein- más capaz de plantear principios y estrategias básicas, de implementar las agendas de gestión, que faciliten la satisfacción de las necesidades sociales básicas de sus integrantes..

En concreto, según Luis Felipe Triana y Luis G. Forero, en el ensayo Inteligencia social: una aproximación desde la gestión de la organización, “estamos ante una herramienta útil para que los empresarios y futuros administradores puedan tomar conciencia de las causas, responsabilidades e implicaciones que se logran dirigiendo empresas socialmente inteligentes. Destacan los siguientes aspectos:

  • Talento humano: disminución en la rotación de personal, mejora del clima organizacional, mayor cooperación, sentido de pertenencia y orgullo por su empresa, sensibilidad, liderazgo por valores y compromiso.
  • Cliente externo: refuerzo de la imagen corporativa, fomento del pensamiento complejo, inclusión social, filantropía, concienciación propia y mejora de las relaciones con los stakeholder.
  • Finanzas: aumento de los beneficios económicos, potenciación del desarrollo sostenible y consolidación de los resultados a largo plazo.

¿Cómo trabajar la inteligencia social en la empresa?

Por su parte, Daniel Goleman, en su libro Inteligencia Social, describe los 8 elementos que las organizaciones deben fomentar dentro de sus estructuras para impulsar la inteligencia social en la empresa:

  • Empatía primordialla capacidad de detectar las expresiones emocionales de los demás.
  • Sintonía: la habilidad para prestar atención a otra persona a partir de una escucha activa y completa.
  • Exactitud empática: se trata de la capacidad de comprender los motivos que están detrás de los sentimientos detectados a través de la empatía primordial y la sintonía.
  • Cognición social: consiste en el conocimiento de las reglas que rigen el funcionamiento de un grupo.
  • Sincronía: supone la habilidad de interpretar rápidamente los signos no verbales, aquella información que agiliza la interacción promoviendo preguntas y respuestas.
  • Presentación personal: consiste en transmitir la impresión adecuada de uno mismo según las circunstancias.
  • Influenciapasa por causar una impresión favorable en el otro de tal modo que despierte calidez y confianza.
  • Interés por los demás: refleja la motivación en la comunicación, en los mensajes, en el receptor, en el resultado de la interacción.

Publicado en Escuela Europea de Management. Post original aquí.

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Teoría de las Inteligencias Múltiples: Fundamentos y Críticas

por Beatriz Montesinos

“Es de suma importancia que reconozcamos y alimentemos todas las inteligencias humanas y todas las combinaciones de inteligencias. Todos somos tan diferentes en parte porque todos poseemos  combinaciones distintas de inteligencias. Si reconocemos este hecho, creo que al menos tendremos más posibilidades de enfrentarnos adecuadamente a los numerosos problemas que se nos plantean en esta vida.”

(Howard Gardner, 1987)

El enfoque educativo basado en la teoría de las Inteligencias Múltiples, de Howard Gardner es un enfoque de actualidad, podríamos incluso hablar de que está de “moda”, por la cantidad de referencias que a él se hacen, por el interés que provoca y por su inclusión en los programas de formación del profesorado y en los proyectos curriculares de muchos centros de los llamados “innovadores”.

Cuando los psicólogos hablamos a los docentes sobre esta teoría, a veces reconocen en ella algunas prácticas que no son novedosas, y que muchos de ellos han venido haciendo durante mucho tiempo en la práctica. Otros, sin embargo, desconfían, recordando otros modelos que se alentaron en su momento desde algunas instancias educativas, y que al igual que se promovieron, desaparecieron sin ninguna implementación concreta.

Han pasado 31 años desde que Gardner publicara Frames of Mind, y podemos afirmar que su teoría se ha convertido en la más influyente en el campo de la educación, gracias a sus fundamentos sociólogicos, psicológicos y pedagógicos, y a pesar de las críticas recibidas. Veámoslos.

FUNDAMENTOS QUE SUSTENTAN SU APLICACIÓN EN EDUCACIÓN

1. Fundamentos sociólogicos

“La sociedad de la información y del conocimiento dirige la educación a demandas distintas a las tradicionales, claramente relacionadas con el desarrollo en todos los ciudadanos de la capacidad para aprender a lo largo de la vida. Dicho de otra manera, el problema no es ya la cantidad de información que los niños y los jóvenes reciben, sino la calidad de la misma: la capacidad para entenderla, procesarla, seleccionarla, organizarla y transformarla en conocimiento; así como la capacidad de aplicarla a las diferentes situaciones y contextos en virtud de los valores e intenciones de los propios proyectos personales, profesionales o sociales.” (Pérez Gómez, A. 2008, en Escamilla, A. 2014)

2. Fundamentos psicológicos

La psicología evolutiva, la psicobiología, la neurología,la psicología experimental…, aportan un amplio espectro de datos que validan su valor. Gardner establece una serie de criterios científicos para determinar con fundamento qué es y qué no es una inteligencia, y ocho de ellas han pasado este filtro para ser consideradas como tales.

Si bien, el mismo Gardner apunta que su teoría se basa en pruebas empíricas, y que como tal, no puede establecerse de una forma permanente:

“Todas las afirmaciones son vulnerables a la aparición de nuevos datos.” (Gardner, H. 2012)

Las investigaciones neurológicas confirman que los diferentes tipos de aprendizaje tienen lugar en diferentes zonas del cerebro, de modo que si se daña por ejemplo el área de Broca ( que hace posible el habla, la comprensión y el procesamiento del lenguaje articulado) se pierde la capacidad de comunicarse verbalmente, pero no afecta a la comprensión de la sintaxis.

Por su parte las investigaciones en el campo de la psicología experimental revelan que es posible el estudio de cada inteligencia mostrando cierta autonomía de las restantes. Es el caso, por ejemplo, de personas con una gran memoria verbal pero más limitadas a la hora de recordar datos numéricos o reconocer rostros.

3. Fundamentos pedagógicos

Encontramos gran cantidad de referentes en este enfoque que provienen desde los filosófos griegos que hablaban de “facultades” o facetas de la mente, pasando por pedagogos y psicólogos que hicieron grandes aportes a la teoría de la educación, como Pestalozzi, DeweyMontessoriVigotsky, etc…, y donde    podemos encontrar las raíces de los principios didácticos de la teoría de las inteligencias múltiples.

“Todo está organizado para escuchar, porque estudiar simplemente las lecciones de un libro no es más que otra manera de escuchar, y marca la dependencia de un espíritu respecto a otro.” (Dewey, J.1905)

La teoría de las Inteligencias Múltiples adquiere una especial relevancia en la educación, desde mi punto de vista, cuando se aleja de la posición psicométrica dominante hasta el momento, y que consideraba la inteligencia como un constructo medible, cuantificable y aislado de cualquier influencia del entorno.

Para Gardner, la experiencia vital y  el contexto cultural e histórico son, además de los condicionantes biológicos, determinantes para entender cómo las personas desarrollamos nuestra capacidad para resolver problemas o enfrentarnos a dificultades reales.

Esta visión de la inteligencia recupera principios pedagógicos que ya habían sido descritos a lo largo de la historia de la educación:

  • la existencia de una diversidad en el alumnado
  • el papel activo del aprendiz
  • la importancia del grupo, del profesor y de la familia como mediadores en el proceso de aprendizaje
  • la evaluación en contextos reales
  • la identificación y mejora de las estrategias personales

CRÍTICAS A LA TEORÍA DE LAS INTELIGENCIAS MÚLTIPLES

1. Está basada más en la intuición que en los datos empíricos.

Como ya hemos visto en su fundamentación psicológica, el mismo Gardner rechaza esta crítica, y establece una serie de datos y criterios de validación empírica, aunque reconoce que éstos son susceptibles siempre de ser revisados.

2. No representa nada novedoso.

La idea no es nueva. También hemos visto que ya se había hablado de “facultades”, “talentos”, “habilidades”…, pero lo que sí es novedoso es el nuevo concepto de “inteligencia” como un potencial biopsicológico, como la “capacidad de resolver problemas o crear productos que son valorados en uno o más contextos”.

Concretamente, llamar “inteligencias” a lo que en psicología se ha llamado “talentos”, especialmente al referirse a la inteligencia musical y la cinestésica, ha sido un motivo de ataques contra Gardner. El mismo Gardner ha llegado a decir que no tendría incoveniente en llamar a éstas últimas “talentos”, con tal de que se llamara “talento” también al razonamiento lógico o lingüístico.

3. No es válida porque no se pueden medir las inteligencias.

Lo que no se puede es medir desde una perspectiva psicométrica, donde se   obtienen datos de pruebas estandarizadas obtenidos en contextos artificiales.

No tiene sentido facilitar a los alumnos unas experiencias de aprendizaje basadas en las ocho inteligencias y luego pedirles que demuestren lo que han aprendido a través de pruebas estandarizadas limitadas a destrezas lógicas y verbales.

El mismo Gardner se planteó la posibilidad de realizar una batería de tests para hallar la correlación entre puntuaciones de varias pruebas, pero la descartó al   considerar que podría llevar al “etiquetado”.

Para Gardner, el mejor modo de evaluar las inteligencias múltiples de los alumnos consiste en observarlos manipulando los sistemas de símbolos  de cada inteligencia.

“Observar a los alumnos resolviendo problemas o creando productos en contextos reales proporciona la mejor imagen de sus competencias en las materias que se enseñan en el colegio.” (Armstrong, T. 2006).

La evaluación de las inteligencias múltiples se basa por tanto en la observación y en la documentación, y lo que trata es de comparar al alumno consigo mismo,  no con los demás, para descubrir sus propios avances.

4. La independencia de las inteligencias y la no existencia de un factor común.

Un punto que se ha criticado mucho es el eje central de la teoría de Gardner que se refiere a la independencia y separación de las inteligencias. Todos los seres humanos las tienen, en mayor o menor medida, y aunque para la mayoría de tareas se necesitan más de una trabajando juntas, cada una de ellas es independiente de la otra.

El no incluir un factor de correlación entre ellas (un factor general), se considera un fallo, ya que los últimos 100 años de investigaciones acerca de las capacidades intelectuales humanas, han puesto de manifiesto la existencia de un factor común en todas ellas. El fallo de Gardner está en considerar que todas las posiciones “psicométricas” consideran la inteligencia como un constructo unitario, ya que el modelo dominante en los últimos años es un modelo jerárquico, donde un factor general de inteligencia (“g”) está por encima de dos tipos de inteligencias (verbal y matemática) que a su vez tienen por debajo múltiples capacidades intelectuales.

Gardner, en escritos posteriores, ha restado importancia en su teoría al hecho de que las inteligencias se consideren independientes.

Imágenes en Reframing the Mind (Education Next)

Con todo ello, con sus puntos fuertes y sus áreas susceptibles de ser revisadas, lo que sí supone cualquier propuesta educativa planteada desde la teoría de las inteligencias múltiples es pasar de un paradigma de déficit (comparar al alumno con los demás para ver aquello de lo que carece) a un paradigma de crecimiento (comparar al alumno consigo mismo para desarrollar al máximo sus capacidades).

Esta visión positiva es lo que la hace necesaria para poder cumplir con la finalidad de la educación: que cada persona sea capaz de desarrollarse y desenvolverse de una manera activa y constructiva por todos aquellos escenarios y situaciones por los que pasará a lo largo de su existencia.


Bibliografía:

ARMSTRONG,T. (2012): Inteligencias múltiples en el aula. Guía práctica para educadores.Paidós.

DEWEY,J. (2003): La escuela y la vida del niño. Clásicos de la Pedagogía. UNAM-Acatlán.

ESCAMILLA,A. (2014): Inteligencias Múltiples. Claves y propuestas para su desarrollo en el aula. Graó.

GARDNER,H. (1994): Estructuras de la mente. La teoría de las Inteligencias Múltiples. Fondo de Cultura Económica de España.

GARDNER,H. (2012): El desarrollo y educación de la mente. Escritos esenciales. Paidós.

PÉREZ,L. Y BELTRÁN, J. (2006): Dos décadas de Inteligencias Múltiples: implicaciones para la psicología de la educación. Papeles del psicólogo nº 3, volumen 27.

WILLINGHAM,D.T (2004): Reframing the Mind. Howard Gardner and the theory of multiple intelligences. www.educationnext.org

Publicado en Ined21. Post original aquí.

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La inteligencia emocional y la toma de decisiones en la propia vida

por Javier Fiz Pérez

¿Cuáles son los rasgos físicos de las emociones?

Las emociones afectan nuestra vida diaria e influyen en nuestras decisiones. Literalmente las sentimos en el cuerpo y las manifestamos en nuestras expresiones faciales.Por ejemplo, cuando estamos felices: La comisura de los labios va hacia atrás y arriba. La boca puede abrirse o no, con o sin exposición de los dientes. Las mejillas se levantan. Aparecen arrugas debajo del párpado inferior etc.

Y, cuando estamos disgustados: El labio superior se levanta. El labio inferior también se levanta, y empuja hacia arriba el labio superior, o bien tirado hacia abajo y ligeramente hacia adelante. La nariz se arruga. Las mejillas se levantan. Aparecen líneas debajo del párpado inferior etc.

Estas descripciones dejan bien en claro que las expresiones faciales son un excelente indicador de los estados emocionales. Es esencial aprender como manejar las emociones para funcionar plenamente, disfrutar de todo lo que nos brinda la vida y experimentar relaciones sanas con las personas que nos rodean.

Día a día nos suceden cosas que hacen que sintamos emociones, por eso es imprescindible desarrollar nuestra inteligencia emocional y así́ ser capaces de reconocer sentimientos propios y ajenos.

El ser emocionalmente inteligente nos predispone a ser socialmente equilibrados, extrovertidos, alegres, poco predispuestos a la timidez, a comprometernos con las causas y las personas, en definitiva, nos sentimos a gusto con nosotros mismos y con el universo que nos rodea porque desarrollamos una actitud empática y social.

La autoconciencia para vivir las propias emociones

Esta inteligencia puede ser fomentada y fortalecida en todos nosotros a través de la autoconciencia emocional o auto observación, que es uno de los métodos más precisos para conocernos y entendernos a nosotros mismos.
Puede funcionar también como una guía para el descubrimiento y desarrollo de nuestros talentos, así como la aceptación de nuestras mayores limitaciones para trabajar en ellas de tal manera que podamos llevar una vida de calidad.

El ser auto consientes nos ensena a saber sintonizar nuestras sensaciones, sentimientos, valoraciones, intenciones y acciones que disponemos sobre nosotros mismos.

La autoconciencia nos ayuda en todas las áreas de la vida, especialmente en el aprendizaje y en la relación con los demás dado que aumenta el grado de empatía, que no es otra cosa que “la habilidad para estar conscientes de, reconocer, comprender y apreciar los sentimientos de los demás”. En otras palabras, el ser empáticos es el ser capaces de “leer” emocionalmente a las personas.

Es sin duda una habilidad que, empleada con acierto, facilita el desenvolvimiento y progreso de todo tipo de relación entre dos o más personas. Así́ como la autoconciencia emocional es un elemento importantísimo en la potenciación de las habilidades intrapersonales de la inteligencia emocional, la empatía viene a ser algo así́ como nuestra conciencia social, pues a través de ella se pueden apreciar los sentimientos y necesidades de los demás, dando pie a la calidez emocional, el compromiso, el afecto y la sensibilidad.

El doctor Howard Gardner, director del Proyecto Zero y profesor de psicología y ciencias de la educación en la Universidad de Harvard, llegó a la conclusión de que la inteligencia no es algo innato y fijo que domina todas las destrezas y habilidades de resolución de problemas que posee el ser humano. La inteligencia está localizada en diferentes áreas del cerebro, interconectadas entre sí y que pueden también trabajar en forma individual, teniendo la propiedad de desarrollarse ampliamente si encuentran un ambiente que ofrezca las condiciones necesarias para ello.

Es por ello necesario poner atención siempre en la educación de la inteligencia emocional, como adultos y en la educación de los menores y de los hijos. Las emociones son también un canal de comunicación y relación con los demás. Se trata por ello de un aspecto de la vida que incide en la calidad de la vida personal y de todas las personas con las que nos relacionamos. Personas con mejor inteligencia emocional significa una sociedad con mayor atención en las relaciones con los demás. 

Publicado en Aleteia. Post original aquí.

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Inteligencias múltiples: el papel de la inteligencia lingüística en el aprendizaje

Un uso adecuado de la expresión escrita y oral por parte del docente contribuye a una comunicación asertiva y eficaz para el proceso de aprendizaje

La inteligencia lingüística es la capacidad del ser humano para utilizar palabras de manera correcta en la expresión escrita y oral. Aunque, en general, engloba todas aquellas capacidades relacionadas con el lenguaje, Howard Gardner, creador de la teoría de las Inteligencias Múltiples,se centra de forma prioritaria en el lenguaje escrito.

Gardner basa sus postulados en teorías fundamentadas sobre la capacidad comunicativa humana, para el desarrollo de su potencial en la creación de símbolos, capacidad que permite el desarrollo de la cognición. Se trata de una inteligencia que se representa en todas las culturas pues el lenguaje es un factor universal común a todas las personas.

La inteligencia lingüística implica poseer unos conocimientos que permitan manipular la sintaxis y la semántica. Pero también cierta sensibilidad a las connotaciones lingüísticas, a los usos del lenguaje, la fonética, los usos prácticos del lenguaje, etcétera. De este modo, la inteligencia lingüística o verbal es la que tienen poetas, periodistas, personas que redactan y se expresan bien o tienen buena capacidad comunicativa.

Fases de su desarrollo

Según Quattocchi (1999), en el desarrollo humano del lenguaje, entre 0 y 12 meses se encuentra en el período pre-lingüístico en el que todo el trabajo que realiza es interior: no puede observarse desde fuera. El período sensible del lenguaje se inicia desde el nacimiento cuando cada bebé es capaz de reconocer la voz de la madre: el desarrollo de la inteligencia verbal o lingüística se inicia con el balbuceo, en los primeros meses de vida. En este periodo el llanto se transforma en medio de comunicación y varía a lo largo del tiempo:

Al final del primer año se puede hablar de lenguaje aunque se encuentre basado en la repetición o combinación de sonidos. No obstante, si continuamos la evolución del lenguaje:

De los 12 a los 18 meses se empiezan a perfeccionar las frases pasando de la utilización de una palabra (holofrase) a varias.

De los 18 a los 24 meses empieza a conocer el nombre de las cosas y a ampliar su vocabulario; además responde correctamente a preguntas realizadas por los adultos.

De los 2 a los 3 años la ventana de la inteligencia lingüística parece abrirse con fuerza,  no sólo desarrolla un vocabulario expresivo sino que une palabras y frases con claros significados. Empieza a usar y comprender el lenguaje de forma correcta. A los tres años, la palabra se transforma en un vehículo transmisor del pensamiento e inicia el uso del pronombre “yo”.

Hacia los 4 años o 5 años es capaz de expresarse con fluidez aunque aún acompaña su lenguaje con gestos para hacerse entender; utiliza frases gramaticalmente correctas que se van mejorando alrededor del sexto año. La claridad en la expresión verbal continúa ampliándose hasta los 10 años.

Neurociencia y neurolingüística

La neurolingüística conforma una de las partes de la neurociencia y se encarga de estudiar los mecanismos cerebrales encargados del lenguaje así como el tipo de trastornos que pueden afectar a su funcionamiento. Esta ciencia abarca diferentes áreas como la psicología, la neurología y la lingüística.

En la actualidad se cuenta con información muy variada sobre la relación entre la neurolingüística, la inteligencia lingüística y el proceso de enseñanza-aprendizaje. Si atendemos a las aportaciones de la neurolingüística, podemos hacer mención de aspectos y estrategias a tener en consideración en el proceso de enseñanza-aprendizaje para el adecuado desarrollo de la inteligencia lingüística.

Las investigaciones llevadas cabo por Marymount en la universidad de Loyola de los Ángeles (California), dieron lugar a la Teoría de la Comunicación Compasiva que plantea que una persona al hablar debe limitarse a intervenciones de entre 20 y 30 segundos con oraciones que no contengan más de cuatro bloques de información. Esto con el objetivo de manejar el lenguaje con el principio de rentabilidad con el que funciona el cerebro, que estipula que no deben usarse más recursos de los necesarios debido a la gran demanda de energía que requiere cada proceso. Este aspecto debe ser tenido en consideración por el docente en el momento de realizar algún tipo de exposición en el aula.

La neurolingüística en el aula

En este sentido, surge otro aspecto limitante y es el manejo que el profesorado da a las palabras que emplean en sus clases. Andrea Merayo (2014) realizó un estudio sobre las instrucciones orales en el aula con el objetivo de comparar la manera en que el profesorado experto y principiante se dirigían al alumnado. Comprobó que quienes tenían menos experiencia, se comunicaban con expresiones de tipo directivo usando con frecuencia imperativos, mientras que quienes contaban con mayor experiencia tenían un discurso más variado que incluía expresiones informativas.

Esta investigación es importante porque la neurociencia ha demostrado que las valoraciones negativas, que pueden producir las órdenes, entorpecen el tiempo de respuesta de las personas. Esto debe tenerse en cuenta, ya que desde la forma en que el profesorado use las palabras en clase puede estar interfiriendo en el proceso del alumnado.

Respecto a estos conocimientos, el profesorado debe adquirir una serie de competencias formativas en el desarrollo de su propia inteligencia lingüística. Para ello la formación permanente supone una necesidad per se para el profesional docente: cursos sobre inteligencias múltiples,PNL o incluso mindfulness pueden contribuir al desarrollo de nuevas estrategias formativas que fomenten esta inteligencia. Este tipo de acciones formativas se pueden realizar en entidades que acrediten sus cursos y cuenten con la experiencia necesaria para ofrecer formación de mayor calidad en sus aulas.

Fuente: educaciontrespuntocero.com

Publicado en Rosario3.com. Post original aquí.

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¿Quieres ser más inteligente?

Por Paz Garde

Aunque es evidente que la inteligencia innata existe, a día de hoy sabemos que nuestro cerebro, el órgano responsable del aprendizaje, se adapta a tu actividad y cambia su estructura. Descubrir la plasticidad cerebral nos ha confirmado que tenemos la posibilidad de ser más inteligentes. Pero, ¿qué es ser más inteligente?

A día de hoy tenemos múltiples modelos que tratan de explicar lo que es la inteligencia. Para mí, los más significativos son cuatro:

  • El más tradicional, asociado al conocimiento, que podemos definir como la capacidad de entender, asimilar, elaborar información y utilizarla para resolver problemas
  • El concepto de inteligencia emocional, como la capacidad para gestionar nuestro instinto y nuestras emociones para que estén en sintonía con nuestro pensamiento, y además identificar y comprender los pensamientos y los sentimientos de los demás.
  • El modelo de Howard Gardner de las inteligencias múltiples que nos dice que cada persona tiene por lo menos ocho inteligencias y desarrolla unas más que otras.
  • Y la inteligencia ejecutiva de José Antonio Marina: como aquella capacidad que nos permite saber dirigirnos hacia el lugar correcto y conseguir metas a largo plazo.

Personalmente tengo una visión integradora de todas ellas y, además, entiendo que todas ellas deben estar presentes en un proceso de coaching.

Iré repasando cada una de ellas desde el prisma del coaching:

  1. Inteligencia como capacidad para resolver problemas. Una de las misiones del coach es desafiar y retar para buscar nuevos comportamientos y acciones. El coach está retando tu inteligencia cada vez que te pregunta: ¿Y de que otra manera puedes hacerlo? ¿Qué vas a hacer para solucionar esa situación? ¿Cómo vas a averiguar lo que necesitas saber? ¿Cómo quieres aclarar esta situación?…
  2. La inteligencia emocional entra en juego cuando tu coach te anima y explora para que expreses tus sentimientos y emociones haciendo preguntas del tipo: ¿Qué tipo de sensaciones físicas experimentas en esa situación? ¿Cómo te sientes cuando….? ¿Qué intención positiva tiene esa emoción? ¿Qué emoción quieres tener y en qué situaciones aparece dicha emoción?….
  3. El modelo de Howard Gardner está presente en la filosofía del coaching, ya que trabajamos desde la individualidad. Nuestra materia para trabajar son tus cualidades y te animamos a expresar todo tu potencial desde aquello que te hace sentir bienestar.
  4. Y, por último, el concepto de inteligencia ejecutiva. El desarrollo, en concreto, de esta inteligencia es para mí uno de los principales beneficios de cualquier programa de coaching para jóvenes, aunque es evidente que es importante para todos. El coach desarrolla la inteligencia ejecutiva porque, mientras consigues tus resultados, aprendes la forma de llevar a cabo tus proyectos y tomas conciencia de las consecuencias de dirigir correctamente tu comportamiento. Y esto lo conseguimos, principalmente:
    • Haciendo preguntas que te lleven a desarrollar tu capacidad para definir correctamente los objetivos
    • Indagando, desarrollando y descubriendo tus recursos
    • Buscando el aprendizaje, tanto en la toma de decisiones como en las estrategias que te permiten obtener resultados
    • Preguntándote para que tomes conciencia de cuando has conseguido tus objetivos
    • Enfrentándote con tus valores y tu propósito para que puedas decidir si tus metas han dejado de tener sentido
    • Gestionando el progreso y la responsabilidad

Tener una mayor conciencia sobre nosotros mismos, nuestros valores y “nuestro elemento” son muy importantes pero todo puede quedar en una ilusión si no somos capaces de saber cómo conseguir resultados a medio y largo plazo.

Publicado en  Coaching para Jóvenes. Post original aquí.

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¿Qué es la inteligencia?

por Alfonso Giménez

La inteligencia es la capacidad de relacionar conocimientos que poseemos para resolver una determinada situación. Si indagamos un poco en la etimología de la propia palabra encontramos en su origen latino inteligere, compuesta de intus (entre) y legere (escoger). Por lo que podemos deducir que ser inteligente es saber elegir la mejor opción entre las que se nos brinda para resolver un problema. Por ejemplo, si a una persona se le plantea subir al tejado de una casa, la persona seleccionará los instrumentos que cree necesario para subir, pues con los conocimientos que ya posee (lógicos, matemáticos, …) ha ideado una forma para ejecutar una acción que le permitirá subir al tejado. Unos dirán que con una escalera, otros con una cuerda, otros necesitarán una serie de instrumentos, … Una persona más inteligente que otra escogerá una opción mejor que otra. ¿Cómo se mide la inteligencia? Tristemente la mayoría de los test que miden la inteligencia de un ser humano sólo tienen en cuenta las capacidades lógica-matemática y lingüisticas. Según la teoría de las inteligencias múltiples según Howard Gardner podemos distinguir tipos diferentes de inteligencia formal:

  • Inteligencia Lógica-Matemática: Es la habilidad que poseemos para resolver problemas tanto lógicos como matemáticos. Comprende las capacidades que necesitamos para manejar operaciones matemáticas y razonar correctamente. Nuestra procesamiento aritmético, lógico, razonado, … va ligado a ella.
  • Inteligencia Lingüistica-Verbal: Es la fluidez que posee una persona en el uso de la palabra. Destreza en la utilización del lenguaje, haciendo hincapié en el significado de las palabras, su orden sintáctico, sus sonidos, … Esta inteligencia nos capacita para escribir poemas, historias, …
  • Inteligencia Visual-Espacial: Es la habilidad de crear un modelo mental de formas, colores, texturas, … Está ligada a la imaginación. Una persona con alta inteligencia visual está capacitada para transformar lo que crea en su mente en imágenes, tal como se expresa en el arte gráfico. Esta inteligencia nos capacita para crear diseños, cuadros, diagramas y construir cosas.
  • Inteligencia Corporal-Cinética: Es la habilidad para controlar los movimientos de todo el cuerpo para realizar actividades físicas. Se usa para efectuar actividades como deportes, que requiere coordinación y ritmo controlado.
  • Inteligencia Musical: Es la habilidad que nos permite crear sonidos, ritmos y melodías. Nos sirve para crear sonidos nuevos para expresar emociones y sentimientos a través de la música.
  • Inteligencia Interpersonal: Consiste en relacionarse y comprender a otras personas. Incluye las habilidades para mostrar expresiones faciales, controlar la voz y expresar gestos en determinadas ocasiones. También abacar las capacidades para percibir la afectividad de las personas.
  • Inteligencia Intrapersonal: Es nuestra conciencia. Entender lo que hacemos nosotros mismos y valorar nuestras propias acciones.
  • Inteligencia Naturalista: Consiste en el entendimiento del entorno natural y la observación científica de la naturaleza como la biología, geología o astronomía.

Ejemplos donde la separación de las inteligencias se manifiesta pueden encontrarse en personas con trastornos mentales que sorprendentemente poseen extraordinarias habilidades para realizar cálculos o componer música. Como decía anteriormente, la mayoría de los test que calculan el coeficiente intelectual no hacen un estudio exhaustivo de todas las distintas inteligencias que posee el ser humano. Los resultados de la medida de las múltiples inteligencias de una persona le puede servir para su orientación profesional, pues podría saber cuáles serían las actividades dónde se desenvolvería mejor, o qué inteligencia debería de desarrollar. Y digo yo, ¿la inteligencia de una persona se puede desarrollar? Muchos dicen que no, que una persona nace con una determinada inteligencia, incluso rematando la faena afirmando que es hereditaria (en mi opinión eso es una burrada). Un profesor de biología una vez nos comentaba en clase una anécdota: “En una ocasión Albert Einstein conoció a una exuberante actriz, la cual le propuso casarse y tener hijos, pues con la inteligencia de Einstein y la belleza de la actriz, tendrían hijos tan guapos como ella y tan listos como él. Lamentablemente la actriz no contempló la opción que Einstein le respondió: ¿Y si nuestros hijos saliesen tan feos como yo y tan idiotas como tú?”. Fue algo ameno en una clase de herencia mendeliana. En cambio, otros piensan que la inteligencia se desarrolla durante el nacimiento y muerte de la vida de un ser vivo. Aún así está demostrado que muchos niños aprenden más rápido que otros, aunque pienso que la adquisición de conocimientos y técnicas no es cuestión de inteligencia (aunque esté relacionado).También cabe mencionar la diferencia entre una persona inteligente y una persona sabia. ¿Es lo mismo ser sabio que inteligente? Pues no. La sabiduría es la posesión de conocimiento, el saber cosas. En la inteligencia se utiliza las cosas que sabemos, aún así podemos saber muchas cosas y no ser capaces de resolver un determinado problema. Es el caso de mucha gente, pueden saber mucho y ser unos auténticos imbéciles. Otro término que se confunde con la inteligencia al igual que ocurre con la sabiduría es la cultura. ¿Una persona culta es una persona inteligente?. Antes de nada tenemos que comprender que significa cultura en el sentido de la reflexión que estamos tratando. Según la RAE (Real Academia Española) un individuo culto es una persona que posee un conjunto de conocimientos. Por lo tanto una persona culta, no implica que sea más inteligente que otra inculta (sin estudios, sin conocimientos culturales). Por otro lado tampoco hay que confundir inteligencia con memoria. Existen muchas personas con grandes capacidades mnemotécnicas y que pueden recordar muchos conceptos, aunque sin la necesidad de comprenderlos.

Aún así está comprobado que definir la inteligencia es muy complicado, pues existen muchas teorías y muchos puntos de vistas en los que creer, algunos muy dispares. Sin embargo, si no quieres calentarte el coco demasiado cuando te pregunten ¿qué es la inteligencia? responde sutilmente: una palabra.

Más información | Theory of multiple intelligences en Wikipedia

Publicado en Xataka Ciencia. Post original aquí.

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