Inventar y Descubrir: las dos cosas

Por: Eduardo Kastika – @EduardoKastika

INVENTAR

Inventar es crear algo nuevo, por lo general, vinculado a soluciones técnicas. Las patentes certifican eso: que la idea es lógica y que, además, tiene altura inventiva.

El telégrafo, el reloj mecánico, la pólvora, la dinamita… La autora o autor del invento gozan, durante un tiempo, del derecho de explotar comercialmente la idea. Luego, la idea pasa a dominio público. Nadie inventa sin que otros hayan inventado antes y nuestro invento debe servir para que otros sigan inventando.

La idea de inventar está muy asociada a la de resolver, solucionar, mejorar, reparar, avanzar.

DESCUBRIR

Es quitar, por primera vez, la cobertura a algo que ya existía: dejar al descubierto. Se descubren planetas y exoplanetas, se descubre arte rupestre de 40 mil años atrás, se descubren la insulina y los rayos X.

Por supuesto, la diferencia es difusa: no está mal decir que Alexander Fleming inventó la penicilina; tampoco está mal decir que la descubrió.

Lo que sucede con los descubrimientos es que modifican el modo en que percibimos la realidad o, al menos, una parte de la realidad. Quien descubre, admite que había algo oculto que antes no había visto. Lo nuevo no es lo que descubrimos, lo nuevo es nuestra mirada.

INVENTAR Y DESCUBRIR EN LA PRÁCTICA

Podemos entenderlas como dos actitudes: inventar es poner manos a la obra, hacer, experimentar, probar. Hay protagonismo: buscamos gestar una nueva solución, una nueva manera de resolver algo.

El descubrimiento, en cambio, es algo a lo que se llega. Las cosas “estaban ahí” y nos ha tocado a nosotros poner el foco en ellas. Sacarles la cobertura. Des-cubrirlas. Si no hubiésemos sido nosotros, seguramente alguien lo hubiera descubierto más tarde o más temprano.

En momentos turbulentos, hay movimientos de todo tipo. Que producen problemas ante los cuales debemos responder, reaccionar, imaginar, inventar.

Pero también nos invitan a ver fichas en el tablero que antes no veíamos. Las fichas estaban, pero nosotros no las veíamos, o las llamábamos de otra manera, o las veíamos incompletas, o las combinábamos diferente. Tenemos que descubrirlas.

Si enfrentamos la crisis inventando mil maneras de zafar, resolver, ganar o no perder, y eso es lo único que hacemos, nos estamos perdiendo la parte más valiosa. Aquella en la que nos disponemos a descubrir realidades que son nuevas para nosotros: personas, conocimientos, recursos, relaciones, redes, proyectos, ideas… Que tal vez ya existían, pero no para nosotros, pero no desde el enfoque que nosotros podemos darles.

Las crisis son momentos para INVENTAR: con ingenio y talento aplicado. Pero también son momentos para DESCUBRIR: darle lugar a lo distinto, a las nuevas relaciones, a los nuevos significados. Inventar y descubrir: las dos cosas.

Publicado en Kastika, Micro-Blog. Post original aquí.

Si te ha interesado este post, no olvides dejarnos tus comentarios. También apreciamos que los compartas con tus amigos y contactos en las redes sociales. Muchas gracias.

Share

5 Recomendaciones para tener resultados en tu negocio

por Aida Baida Gil

¿Te has preguntado alguna vez por qué algunas personas consiguen resultados y otras no, aunque parezca que hacen lo mismo? Yo lo hago continuamente y la cuestión es que aunque “parece” que hacen lo mismo, seguramente no es así. Entonces, ¿qué marca la diferencia?

Yo le he estado dando vueltas a qué hago yo en mi negocio para tener resultados y estas son las cosas que considero que son sido imprescindibles para tener resultados tanto en tu negocio como en tu profesión:

1. Hacer lo que tienes que hacer

Me escriben muchas personas diciéndome que no hacen algo porque “es que no estoy motivada, es que no me apetece, es que estoy cansada” y un largo etc. Cada uno tiene sus circunstancias y prioridades, pero una cosa está clara, si quieres que tu negocio (o tu profesión) salga adelante tienes que hacer, no solo pensar o planear, HACER. Como escuché una vez decir a Juanjo Azcárate: “Ni miedo, ni pereza, ni vergüenza”.

Solo hay una excepción, cuando realmente no quieres hacer algo porque no concuerda con tus valores, por ejemplo, eso es otra cosa. Pero como siempre les digo a mis clientas de coaching, si te da vergüenza/miedo/pereza, te aguantas.

Hacer en vez de pensar y planificar marca la diferencia. Y sí, todos somos humanos y podemos flaquear algunas veces, no pasa nada, se acepta y se sigue adelante.

2. No hacer las cosas al azar. 

Que hagas lo que tienes que hacer no significa que hagas cualquier cosa. Mis clientas saben que yo siempre hablo de seguir una estrategia para todo. Nada de levantarte y decir “a ver qué hago hoy”, así lo único que consigues es perder el tiempo. Siempre tienes que tener claro cuál es tu siguiente paso y esto sirve tanto para negocios como para tu carrera. Aquí es donde entra en juego la planificación, saber en cada momento donde estás y dónde quieres llegar, para poder decidir qué movimiento es el más práctico en este momento.

Esto es especialmente importante porque estamos desbordados de información y si no tienes claro qué tienes que hacer, acabarás perdida, ocupada con mil cosas pero sin hacer nada de verdad relevante o que saque adelante tu negocio.

3. Mejorar. 

Personalmente, yo siempre estoy experimentado y probando como mejorar mis resultados, continuamente aprendiendo cosas útiles para mi negocio, no me quedo estancada ni aunque me vaya bien. Cuando tienes una estrategia y sabes donde estás también sabes qué puedes mejorar y te centras en eso. Por supuesto hay etapas de menor actividad donde en vez de remar dejas que te lleve la corriente, por así decirlo, pero solo para tomar un respiro.

También puede suceder que estés completamente satisfecha como estás y no quieras crecer o cambiar nada, entonces perfecto sigues haciendo lo que funciona mientras te vaya bien. Eso dependerá de tus objetivos y del tipo de negocio que quieras. No tienes por qué hacer lo que los demás están haciendo, puedes quedarte como estás o puedes ir a por más, es tu decisión, lo importante es que estés contenta con lo que haces.

4. Divertirte. 

Yo disfruto mucho con lo que hago en mi negocio, desde hablar con mis clientas, hasta escribir artículos, o aprender como aumentar porcentajes de conversión o a vender mejor. Me encanta. Por supuesto, no todo me gusta, siempre hay alguna parte que te gusta menos y es normal, que nadie piense que te tiene que gustar absolutamente todo, eso no es real.

Para mi es imprescindible disfrutar con lo que hago, no tiene por qué ser cierto para ti también, quizá para ti el trabajo es simplemente un medio para conseguir otras cosas y está bien. En mi caso disfrutar hace que no me canse, que persista y, cómo no, cuando te gusta lo que haces, los demás también lo notan. No es lo mismo.

No sólo eso sino que también es importante divertirte en tu tiempo libre porque, por un lado, quién sabe, puede ser una nueva fuente de ingresos en un futuro. Como cuando me apunté al curso de coaching simplemente porque me gustaba, por ejemplo, y mira donde estoy.

Además, cuando cuidas tu desarrollo personal y disfrutas, también se nota en la parte profesional.

5. Invertir

En mi opinión es fundamental invertir para aprender a hacer las cosas bien. Intentar hacerlo todo tu sola para ahorrarte dinero no funciona y cuanto antes lo aceptes, antes prosperarás. Mucha gente quiere tenerlo todo sin invertir nada, lo siento pero no funciona así. En primer lugar si tu no inviertes en nada por qué alguien va a invertir en ti. No seas el tipo de cliente que no quieres para ti…

Para mi negocio, invertir en programas y mentores ha supuesto un antes y un después en todos los aspectos, motivación, energía, resultados e ingresos. Poco más hay que decir. Empieza con lo que puedas y ya sabes, si tienes un negocio no te queda otra, es parte del juego.

Estos son mis cinco imprescindibles, y tu ¿qué estás haciendo para salir adelante? Cuéntame en los comentarios qué consideras tu imprescindible o con cual de mis puntos te identificas más.

Este artículo es Copyright de su autor(a). El autor(a) es responsable por el contenido y las opiniones expresadas, así como de la legitimidad de su autoría.

El contenido puede ser incluido en publicaciones o webs con fines informativos y educativos (pero no comerciales), si se respetan las siguientes condiciones:

  1) se publique tal como está, sin alteraciones
  2) se haga referencia al autor (Aida Baida Gil)
  3) se haga referencia a la fuente (degerencia.com)
  4) se provea un enlace al artículo original (http://www.degerencia.com/articulo/
5-recomendaciones-para-tener-resultados-en-tu-negocio
)

  5) se provea un enlace a los datos del autor (http://www.degerencia.com/coachdelaprofesional)

Publicado en De Gerencia. Post original aquí.

Si te ha interesado este post, no olvides dejarnos tus comentarios. También apreciamos que los compartas con tus amigos y contactos en las redes sociales. Muchas gracias.

Share

A la parálisis por el análisis: P de Precipicio

precipicioPor Julen Iturbe

Impresionante lo bien que lo pasamos en la P del PDCA. Vuelta para arriba, vuelta para abajo, que si esto, que si lo otro. Que si primero A luego B y luego C. Eso sí, todo sobre el papel. Alrededor de la mesa todo son conjeturas, suposiciones, hipótesis sobre cómo serán las cosas allá fuera en la realidad. Mientras tanto, el Power Point va entrando en carnes. Sin darte cuenta, tanto foto y tanta revuelta, ya va por varios megas. A la salud de algún consejo.

El círculo se refuerza. Cuando todo parecía suficientemente atado, ¡zas! pasa algo. O alguien piensa que pasa algo. O alguien dice que alguien puede pensar que pase algo. Un nubarrón en el horizonte. No se sabe si es real o ficticio. Si hiciera calor diríamos que son espejismos, pero como hace frío no hay manera de agarrarse a esa excusa. Pero si no, inventamos otra.

La P del PDCA va a mutar. Dejará de ser la P de la planificación para pasar a ser la P del precipicio. Parece que es la sensación cuando todo tiene que estar diseñado y rediseñado por los cuatro costados. Eso sí, lo mismo en alguna transparencia encuentras algo relacionado con el aprendizaje derivado del error y de la importancia de reducir tiempos en el famoso time-to-market. Pero nuestra cultura es la de que si te equivocas la has cagado. No tengo otra alternativa. El papel lo aguanta todo, pero cuando pasas a la acción, allí el aprendizaje es mucho más poderoso.

Todo esto de la rapidez queda muy bien en los libros. Pero, creedme, en la mayor parte de las empresas, la P consume demasiado, demasiado tiempo. La diversión está en la D. Ánimo.

Sobre el autor

Julen

De la margen izquierda de la ría, en el Gran Bilbao. Estudié psicología y siempre me he movido alrededor de las empresas y las organizaciones en general. Con una pasión confesa: la bici de montaña.

Publicado en Consultor Artesano. Post original aquí.

Del mismo autor en este blog:

La escala competición-cooperación

Resolver problemas, tan fácil y tan difícil

¿Seguir leyendo?

Cómo lograr superar la Parálisis por análisis

Análisis de problemas y toma de decisiones. Reto principal para una gerencia efectiva

El Arte de la Ejecución: Consejos claves para transformar la estrategia en resultados

Si te ha interesado este post, no olvides dejarnos tus comentarios. Tambien apreciamos que los compartas con tus amigos y contactos en las redes sociales. Muchas gracias.

Share