Kotter on How to Save Good Ideas [y II]

por Mario López de Ávila

Una parte importante del libro de Kotter se dedica a decirnos lo que NO debemos hacer, según los autores, cuando nuestras ideas o propuestas son objeto de un ataque.  En mi experiencia, son buenos consejos.

Por ejemplo, nos dicen, que no deberíamos tratar de evitar que un oponente potencial quede fuera del debate de la propuesta.  Antes al contrario, se les debe permitir entrar desde el principio. Tenemos que dejarles ‘disparar’ e, incluso, animarles a hacerlo! Por contrario al “sentido común” que pueda parecer este consejo, estoy seguro que más de un lector coincidirá conmigo que el proceder contrario rara vez trae nada bueno.  Además, permitir que los opositores [nos] ataquen nuestra idea cumple otro propósito: captar la atención de la audiencia, que es, dicho sea de paso, el primer componente de la estrategia ‘defensiva’ planteada por Kotter + Whitehead.

Otro consejo que reconozco útil [y en línea con las críticas formuladas al modelo de Goldratt], es no contraatacar con toneladas de datos, lógica, argumentos razonables o evidencias de por qué los ataques recibidos están equivocados.  Como los simpatizantes del movimiento del Free Software aprendieron durante los años más duros de la ‘guerra’ desatada en su contra por Microsoft, no se puede contrarrestar una táctica F.U.D. sólo con la razón.  Volviendo sobre tu propuesta [que, evidentemente, es buena, mejor, necesaria, una gran oportunidad!], insistiendo en los hechos, te arriesgas a perder el verdadero recurso limitante en esta situación: la atención de la audiencia.  Paradójicamente, la mejor opción en este caso es darle la vuelta.  Responder con frases cortas, claras, directas, fáciles de entender.  Nada de jerga técnica o razonamientos complejos.  De esta forma consigues disipar cualquier cortina de humo arrojada por los atacantes, al tiempo que mantienes a la audiencia cautiva.

El último consejo que quiero destacar es, a pesar de ser obvio, posiblemente el más difícil de poner en práctica: no tratemos de ‘machacar’ a los oponentes con ironía, sarcasmo, condescendencia, mofa, escarnio o cualquier otra reacción que, “se merezcan”.  Es muy difícil conseguir un apoyo genuino, entusiasta, como el que necesita una idea verdaderamente innovadora, si su adopción se impone como consecuencia de ganar una lucha de esas características.  Si eres mejor que tu oponente peleando sucio es posible que “ganes”, pero con toda seguridad será una victoria pírrica.

Hasta aquí con lo que no debemos hacer: no dejar fuera a los potenciales atacantes; no contraatacar con toneladas de datos; no ‘masacrar’ a los oponentes.  Pasemos ahora a lo que sí hay que hacer.

El método, en pocas palabras, puede resumirse así:

  1. Conseguid la atención de la audiencia permitiendo a los atacantes entrar en el debate;
  2. Ganad las mentes de la audiencia con una comunicación simple, clara y llena de sentido común;
  3. Ganad los corazones mostrando, por encima de todo, respeto a todos los participantes;
  4. Vigilad constantemente el “ánimo” de aquellas personas cuyos corazones y mentes necesitáis con más fuerza: la amplia mayoría, no los pocos atacantes;
  5. Preparaos de antemano, tratando de identificar los ataques más probables y practicando el debate basado en estos principios.

En resumen, dejad que se acerquen, tratadles mejor de como os traten ellos a vosotros y preocupaos por ganaros al resto – no sólo con la razón, sino apelando también a las emociones.

Ah, sí: y hacedlo por el Bien Común. A ser posible.

Publicado en Nodos en la Red. Post original aquí.

Si te ha interesado este post, no olvides dejarnos tus comentarios. También apreciamos que los compartas con tus amigos y contactos en las redes sociales. Muchas gracias.

Share

Kotter on How to Save Good Ideas [I]

por Mario López de Ávila

Los hipotéticos lectores de este blog están a buen seguro familiarizados con situaciones en las que sus ideas son ignoradas, denostadas, brutalmente descuartizadas, sacrificadas en los altares de la cortedad de miras, la ruindad o el interés particular de algun individuo o grupo.  En otras palabras, todos nosotros, en alguna ocasión de nuestras vidas [probablemente en más de una], hemos tenido que defender una idea frente a una audiencia más o menos hostil.  Es por eso que a todos nos interesa leer lo que John Kotter tiene que decir al respecto en su último libro, ‘Buy-in’.  A mi me ha gustado. Os cuento.

Para el propósito de esta entrada, podríamos decir que el libro comienza en la página 73, porque la primera parte, escrita a manera de relato, nos introduce en una situación que por suerte o por desgracia conocemos bien.  La segunda parte del libro describe los fundamentos del método propuesto.

Comienzan los autores [firma el libro, junto con Kotter, Lorne A. Whitehead] describiendo las cuatro estrategias básicas empleadas por las personas para atacar las ideas de otras personas.  Estas estrategias pueden utilizarse de forma aislada o conjunta. El mero hecho de recordarlas puede ser de gran ayuda a la hora de enfrentarse a ellas.

El primero de los ataques básicos es infundir miedo. Se trata de despertar tal grado de ansiedad alrededor de la idea que un análisis racional de la misma se vuelve muy difícil o imposible.  Los interesados comienzan a imaginar toda clase de peligros, riesgos o consecuencias indeseadas que pudieran derivarse de la implantación de la idea.  El truco está, nos dice Kotter, en comenzar por un hecho incontestable a partir del cual se elabora una apocalíptica descripción de un futuro en el que vuestra idea se ha hecho realidad.  La lógica de la narración puede ser, y a menudo es, endeble o directamente errónea, pero en realidad eso importa poco.  Una vez que la ansiedad aparece, es difícil desalojarla empleando sólo la razón.

El segundo de los ataques básicos consiste en demorar el debate y/o toma de decisiones hasta que la idea pierda todo impulso, hasta que termine muriendo por sí sola.  Puede aparecer bajo la forma de una sugerencia perfectamente lógica que, de ser aceptada, acaba retrasando tanto la puesta en marcha de la idea que se pierda la ventana de oportunidad.  Trabajando por cuenta ajena tuve que lidiar con este tipo de ataques en multitud de ocasiones.  Se manifiesta de muchas maneras.  Por ejemplo, hay un tema que es más importante ahora [aunque nadie haya dicho nada al respecto hasta ese momento]. O bien hay que esperar a que termine otro proyecto, o se reúna un comité, o nos aprueben tal o cual cosa.

La tercera de las estrategias básicas consiste en crear confusión, por ejemplo aportando al debate hechos irrelevantes, lógica circular o tantas alternativas que sea muy difícil tomar una decisión.  Desviar el foco de atención hacia temas secundarios, detalles insignificantes que aparecen magnificados por el discurso del atacante.  No es necesario que el tema propuesto sea especialmente complicado para crear confusión.

Como nota al margen, estoy seguro de que muchos de vosotros habréis detectado la similitud existente entre las estrategias identificadas por Kotter + Whitehead y las maniobras F.U.D. empleadas en propaganda política o empresarial.

Por último, la cuarta de las estrategias básicas consiste en ridiculizar a las personas que están detrás de la idea [la vieja falacia ad-hominem].  La táctica puede volverse en contra del atacante, pero si sale bien compensa los riesgos asumidos, porque los efectos son devastadores: no sólo destruye la idea y la reputación del proponente, sino que saboteará cualquier propuesta que éste pueda presentar en el futuro, al menos hasta que la memoria del ataque sufrido vaya desvaneciéndose.

Los autores identifican hasta DOS DOCENAS de diferentes ataques en los que estas estrategias se concretan.  Estos 24 ataques son descritos junto con las tácticas más adecuadas para contrarrestarlos en el capítulo 7 del libro.  Me parece interesante destacar que estos 24 ataques son agrupados en tres secciones, basándose en la actitud implícita del atacante, que resultarán inquietantemente familiares para los lectores más veteranos de este blog:

  1. “No necesitamos tu idea, porque el ‘problema’ que ‘resuelve’ no existe”.
  2. “Ok, existe un problema, pero tu solución no sirve”.
  3. “Ok, existe un problema y tu solución lo resuelve, pero nunca funcionará aquí!”

En efecto, estas objeciones están recogidas en las “capas” o niveles de resistencia al cambio del proceso de Buy-in propuesto por Goldratt.  La principal diferencia [hay otras] está en el supuesto hecho por Goldratt de que estas “barreras” deben superarse en un orden determinado.  Este tema, el abordaje de la inducción al cambio en sistema humanos desde la perspectiva de la Teoría de las Limitaciones, fue precisamente el que elegí para escribir, en 2004, mi primera entrada pública sobre el cuerpo de conocimiento de TOC. Aunque tal vez suene raro que lo diga yo, os recomiendo que la (re)leáis.

El modelo de 6 [o 9, según las versiones] capas de Goldratt ha sido criticado, a veces con dureza, por algunos de los TOC practitioners más reputados del mundo, supuestamente por no aportar evidencias sólidas, obtenidas mediante experimentación e investigación científicas.  Por eso supongo que el hecho de que una personalidad de la talla de Kotter publique ahora algo que se parece mucho [de forma completamente independiente, estoy seguro] al modelo de Goldratt, será bien acogido entre la mayoría de la comunidad TOC.  También es cierto que Kotter añade algo que ha estado ausente del discurso de Goldratt durante muchos años [y por lo que también ha sido muy criticado], a saber, la necesidad de convencer no sólo racionalmente, sino también emocionalmente.

Kotter + Whitehead nos presentan, junto con su análisis de los ataques, la estrategia salvadora.  La componen unos pocos elementos, interrelacionados, ninguno de los cuales es especialmente complicado.  Hablaré de ella en mi próxima entrada.

Publicado en Nodos en la Red. Post original aquí.

Si te ha interesado este post, no olvides dejarnos tus comentarios. También apreciamos que los compartas con tus amigos y contactos en las redes sociales. Muchas gracias.

Share

Standing On The Shoulders Of Giants [For Entrepreneurs]

por Mario López de Ávila

ogs-standing-croppedEl pasado 11 de junio (*) se cumplió el primer aniversario del fallecimiento del Dr. Eliyahu Goldratt, autor de ‘La Meta’, padre intelectual de la aportación más original, a la vez que efectiva, hecha al Management en el siglo XX, la Theory of Constraints [TOC].  Su trabajo sigue inspirándonos.

Meses antes de morir, el Dr. Goldratt puso a punto un proceso que denominamos ‘Standing on the Shoulders of Giants’ [SOG], a falta de un mejor nombre [también escribió un artículo con el mismo título en el que aborda desde otra perspectiva el mismo tema].  Su propósito es, hasta donde alcanza mi entender, ayudarnos a superar la cortedad de miras, la falta de ambición, la inercia mental que tan a menudo se convierten en trampas mortales para las organizaciones, grupos e individuos.  El Dr. Goldratt quería que supiéramos que cualquier situación, cualquier solución a cualquier problema, cualquier sistema, siempre, pueden mejorarse.  Y quería que actuáramos en consecuencia.  En seguida describiré de manera simplificada este proceso; permitidme que antes comparta con vosotros una reflexión.

He dicho en alguna otra ocasión en estas páginas, suelo repetir en cada foro al que se me invita, que necesitamos emprendedores capaces de construir organizaciones con modelos de negocio escalables [capaces de crecer de forma rentable].  Con todo, creo que el discurso de la escalabilidad a menudo nos hace pasar por alto otro requisito previo [en el que también insisto mucho, aunque empiezo a sospechar que no lo suficiente] que también es clave a la hora de determinar el atractivo de una oportunidad de negocio.

La ambición.

El deseo de hacer algo verdaderamente GRANDE.

Ok, volvamos a Goldratt.  El proceso SOG es fácil de describir, arduo de ejecutar. No hay garantías de éxito… pero si se consigue llevar a buen término, la recompensa puede ser, ni más ni menos, “una vida plena de significado”:

  1. Comenzad identificando a un GIGANTE, o algún binomio Problema-Solución que queráis llevar más allá de su estado actual.  Internet nos ofrece muchos ejemplos de tales Gigantes: Amazon, Facebook, Google… o, en menor escala, empresas como Groupon, Zynga… En cuanto a Problemas, fiaros de vuestra intuición. Buscad algo verdaderamente importante.
  2. Identificad el área, ámbito o aspecto no atendido [o no atendido de forma satisfactoria] por vuestro Gigante.  Un área lo suficientemente grande, enorme.  A vuestro alrededor encontraréis multitud de señales indicando cuánto falta por hacer en ese área.
  3. ‘Subiros’, metafóricamente hablando, a los hombros de vuestro Gigante: utilizad los conceptos empleados por éste, los que han venido funcionando bien hasta ahora.  Aprovechad la ventaja que os da la perspectiva histórica.  Tratad de entender la Solución encontrada por vuestro Gigante mejor aún de como lo hiciera él o ella [o ellos].
  4. Ahora, tratad de identificar la diferencia conceptual existente entre la Realidad que ha sido o fue mejorada de manera radical por vuestro Gigante con su Solución y el área de vuestro interés, aquel en el que la Solución no ha sido suficiente, no ha dado los resultados que se esperaban de ella.  Buscad ‘gaps’ e inconsistencias.
  5. Determinad en qué Supuesto o Supuestos erróneos que la Solución actual utiliza son los responsables de esa diferencia, de ese ‘gap’ o inconsistencia en los resultados, qué supuestos no son aplicables en el área de vuestro interés.
  6. Desarrollad a partir de aquí una Solución Ampliada o mejorada, idealmente utilizando el Proceso de Razonamiento completo de TOC.

Dicho de otra forma, la idea consiste en que cuando quieras mejorar una situación o solución existente, debes localizar dónde no está funcionando todo lo bien que debiera o en absoluto [el área donde quieres expandirte], averigües por qué no está funcionando [supuestos erróneos o no aplicables] y, utilizando el conocimiento previo, expandas la solución utilizando las herramientas lógicas desarrolladas por Goldratt y otros profesionales de TOC [identifica el problema de fondo, encuentra la dirección de la solución, etc].

Cuando tenía 17 años escribí [o copié] en una hoja de papel que todavía conservo la siguiente frase: “No malgastes tu vida en problemas pequeños.  Encuentra el desafío más grande, el más duro, el más frustrante y golpéalo con todo lo que tengas a mano.  Hagas lo que hagas, no te conformes con menos.”  A eso es a lo que me refiero.  Necesitamos emprendedores con coraje para abordar Problemas de tal magnitud que justifiquen el dedicar gran parte de nuestras vidas a resolverlos de manera satisfactoria para todos.  

Enfrentaos al reto con confianza y optimismo, porque viajáis a hombros de Gigantes.

(*) este post fué publicado originalmente el 08/28/2012.

Publicado en Nodos en la Red. Post original aquí.

Del mismo autor en este blog:

Los dilemas del emprendedor

Seguir leyendo:

Una aproximación a las competencias gerenciales elementales

Peter Drucker: El autocontrol a través de mediciones

El cisne negro, de Nassim Nicholas Taleb

Afrontando la complejidad. La simplicidad inherente

Si te ha interesado este post, no olvides dejarnos tus comentarios. También apreciamos que los compartas con tus amigos y contactos en las redes sociales. Muchas gracias.

Share

Los dilemas del emprendedor

por Mario López de Ávila

dilemaEs el libro de moda en Sillicon Valley.  Sirva como evidencia que el propio Eric Ries se ha animado a escribir sobre él en su blog. Entiendo por qué. Comparto la admiración, el respeto, que ha despertado el trabajo del profesor Noam Wasserman.  También creo que, si bien acierta en lo esencial, se queda corto en sus conclusiones, aunque no me sorprende, porque Wasserman, como otros tantos prestigiosos académicos de las mejores escuelas de negocio del mundo, demuestra una poco saludable ignorancia acerca del trabajo del Dr. Eliyahu Goldratt, por lo que no puede beneficiarse del empleo de la más simple, versátil, efectiva de las herramientas lógicas concebidas por el ser humano para ayudarse en la resolución de problemas complejos: la Nube de Evaporación.  Hablemos de ‘The Founder’s Dilemmas’.  O, si lo preferís, hablemos de la Nube del Emprendedor.

La investigación del profesor Wasserman se centra en el estudio de las decisiones que todo emprendedor, por el hecho de serlo, debe afrontar mientras impulsa su iniciativa, incluyendo aquellas que debe tomar antes de empezar su carrera [por ejemplo, ¿Emprender o no emprender? ¿Emprender ahora o esperar? ¿Apostar por esta idea o seguir buscando?].  Interesan a Wasserman particularmente las decisiones que adoptan el formato de “DILEMA” [bien conocido por los hipotéticos lectores de este blog, especialmente por los más veteranos].  Un dilema es un tipo de decisión en el que el decisor se ve obligado a escoger entre dos alternativas igualmente deseables [o indeseables] que son mutuamente excluyentes.  El profesor Wasserman está convencido [y estoy de acuerdo con él] de que la consideración sistemática de este tipo de decisiones desde los inicios de la aventura empresarial puede ayudar a los emprendedores a conseguir mejores resultados que si simplemente se les deja enfrentarse a ellas según van presentándose.  Anticiparse, en este caso, aporta sus beneficios.

No tengo tiempo [ni vosotros paciencia, supongo] para hacer en este artículo un repaso minucioso de todos los dilemas identificados por Wasserman.  Personalmente me parecen muy interesantes los que plantea con relación a las relaciones con los co-fundadores, la asignación o asunción de roles a cada uno de los socios y el cómo se distribuyen las recompensas [propiedad de la empresa y control].  En la gráfica que os inserto resumo los principales [haced click en la imagen para agrandar]. Hay mucho que decir con relación a cada uno de ellos.

6a00d83451bc1a69e2017742f268cd970d-320wi

También son de interés los dilemas relacionados con la creación de un equipo [empleados] o con la incorporación de inversores profesionales a la empresa.  En todos los casos Wasserman aporta una cantidad increíble de datos cuantitativos obtenidos en el transcurso de más de una década de investigación.  A manera de ejemplo, Wasserman revela que en un equipo fundador, la presencia de lazos familiares o de amistad entre dos miembros cualesquiera aumenta en casi un 30% la probabilidad de que se produzca una salida temprana por parte de alguien del equipo.  En otras palabras, las relaciones personales previas crean equipos que a la larga se demuestran menos estables.

Pero vayamos a lo verdaderamente interesante.  A medida que avanzamos en los diferentes dilemas que nos presenta Wasserman, surge de forma natural ante nuestros ojos un “patrón” reconocible.  Los lectores veteranos recordarán la afirmación del Dr. Goldratt acerca de la presencia de múltiples conflictos en un sistema: siempre se puede determinar la existencia de un Conflicto de Fondo que de alguna manera los resume a todos.  El lector de ‘The Founder’s Dilemmas’no tarda en llegar a esa misma conclusión.  En efecto, se puede decir que la mayoría de los dilemas presentados al emprendedor una vez inicia su carrera son simplemente variaciones de un mismo dilema.

Los emprendedores siempre van escasos de recursos.  Atraer recursos necesarios para desarrollar su iniciativa, especialmente aquellos que son escasos [contactos, talento, dinero], requiere de los emprendedores ceder a cambio una parte de lo que tienen.  ¿Qué posee el fundador de una empresa?  Pues en primer lugar la Propiedad de la empresa, las acciones o participaciones.  La propiedad suele traducirse en una participación en la recompensa económica en caso que ésta llegue a producirse.  También suele llevar aparejados derechos de Decisión y/o Control.  Este es el segundo ‘activo’ valioso que posee el emprendedor, traducido en la asunción del rol de CEO o equivalente y/o en el dominio del Consejo de Administración.  Propiedad y Control suelen ir de la mano pero son independientes, algo que suele confundir a los emprendedores novatos.  Puedes tener una mayoría de acciones de tu empresa y, en caso de que hayas dado entrada a inversores profesionales, no tener un control real sobre decisiones clave para su futuro.  Y no sólo los confundadores o los inversores quieren participar en la toma de decisiones: también los mejores empleados quieren ejercer ese derecho a cambio del talento o contactos aportados.  En resumen, se puede decir que cada uno de los dilemas afrontados por el emprendedor gira alrededor del mismo tema: ¿Qué recursos adquirir a qué coste?

Y ahí está la cuestión: en el precio que el emprendedor está dispuesto a pagar.  Porque básicamente se reduce, de acuerdo con Wasserman, a elegir entre Mantener el Control de la Empresa o Crear Riqueza [y, con él, la recompensa económica asociada].  Wasserman lo denomina el conflicto ‘Rich vs. King’.  Cree que hay un conflicto inherente entre mantener el control y crear riqueza en cualquier startup de alto potencial porque crear riqueza requiere que el emprendedor ceda propiedad o control a los proveedores de recursos y talento.

Pero Wasserman se equivoca.  No hay un conflicto inherente, de hecho no hay conflicto, entre Mantener el Control y Crear Riqueza [Maximizar el valor obtenido].  Ambas son condiciones necesarias para emprender con éxito.  Los emprendedores de éxito son aquellos que, por definición, consiguen ambas cosas. No hay muchos casos, probablemente, pero los hay [algunos muy conocidos].  Por lo tanto, no es cierto que sean mutuamente excluyentes.

6a00d83451bc1a69e2017742f30a3d970d-320wi

¿Dónde está realmente el conflicto? Como cualquier conocedor del trabajo del Dr. Goldratt sabe, el conflicto existe en las ACCIONES que emprendemos para mantener el control o crear riqueza.  O, como decimos en TOC, el conflicto está en los prerrequisitos.

6a00d83451bc1a69e2017742f31494970d-320wi

Este diagrama se conoce, como muchos lectores saben de sobra, como Nube de Evaporación.  Es una herramienta lógica que permite modelar cualquier problema complejo como un conflicto, contradicción o dilema.  Nos enseña en primer lugar que el dilema sólo existe en nuestra percepción.  Son los supuestos que hacemos sobre el contexto, los elementos del sistema y sus relaciones, los que mantienen ‘vivo’ el dilema.  En segundo lugar, que siempre puede encontrarse una solución al dilema.  Una solución verdaderamente ‘win-win’.  Ya sea desafiando supuestos, ya sea ideando cambios en la situación que invaliden dichos supuestos o los conviertan directamente en irrelevantes, siempre se puede encontrar una manera ‘rompedora’ de ‘evaporar’ el dilema.  En resumen, podemos ser “Ricos” y “Reyes”.  Pensando con claridad.

Publicado en Nodos en la Red. Post original aquí.

Share

Afrontando la complejidad. La simplicidad inherente

sistema solar

Por Montse Vila

Para las personas que sabemos poco de ciencias, el cosmos nos parece  un lugar complicado. Sabemos se trata de un “sistema complejo” en el que inexorablemente se cumplen unas determinadas leyes físicas  y que éstas  contribuyen a mantener  el orden y el equilibrio en el Universo.

En realidad  la complejidad sólo procede de nuestra incapacidad por comprender, de nuestra falta de conocimiento  y de nuestras dificultades de comunicación. Se dice que la simplicidad es inherente” a la naturaleza, sólo es preciso conocer sus mecanismos.

Haría falta estudiar muchísimo para conocer exactamente cada una de estas leyes y el porqué se cumplen. Y aún así nos resultaría  demasiado complejo el conocimiento íntegro y absoluto de todos los fenómenos, hechos y circunstancias que nos rodean.  Por ello necesitamos de mecanismos que nos permitan conocer solo  “lo esencial” de muchas cosas para poder  “profundizar” en muchas otras que nos sean de particular interés y utilidad.

Simplicidad

Nuestra vida cotidiana resulta con frecuencia compleja  pues son muchos los  inputs a los que hay que atender. Movernos en la complejidad provoca ineficacia, desgaste de energía y tiempo. Es preciso intentar desgranar lo complejo para convertirlo en simple. La simplicidad hace la vida más sencilla. No hay justificación de que las cosas se hagan complicadas, cuando pueden ser sencillas.

John Maeda es un gurú de la simplicidad de reconocido prestigio internacional. Profesor, tecnólogo y artista digital, ha dedicado toda su vida a estudiar qué características tienen las cosas simples. El resultado, parcial, de toda esa búsqueda ha quedado condensado en un libro llamado Las Leyes de la Simplicidad. Maeda explica en apenas 100 páginas lo que piensa sobre la simplicidad. Lo hace de manera sencilla y amena y propone  diez leyes. Recomiendo la lectura de este libro a cualquier persona que quiera ahondar en el tema de la simplicidad, aunque se refiere casi específicamente al diseño, estas leyes pueden aplicarse a muchas facetas de la vida.

Mecanismos que nos  hacen la vida más sencilla:

Confianza

Aunque desconozcamos en profundidad  las leyes que marca el Universo, confiamos en su buen funcionamiento. Diariamente  otorgamos nuestra confianza a la Naturaleza y salimos a la calle con fe en el orden del cosmos y con la convicción de que el sol aparecerá por el este y al anochecer vislumbraremos la luna y las estrellas.

Podríamos afirmar que la confianza, en este sentido amplio, es un mecanismo que permite reducir la complejidad. Ante un sistema complejo, como puede ser el Universo, la confianza reemplaza la insuficiente información que se dispone y la sustituye por una seguridad internamente garantizada,  generalizando las expectativas de comportamiento del sistema.

La confianza en nosotros mismos también nos ayudará a tomar conciencia de nuestras capacidades para resolver asuntos más o menos complejos.

Rutinas

El cerebro tiende a la simplificación y a economizar esfuerzos, por ello establece patrones de hábitos y rutinas para la percepción y la acción. Una vez adquirido el hábito, éste se realiza de forma fluida y sin dificultad, sin apenas percatarnos de la serie de acciones que realizamos. Establecer patrones de conducta y métodos de trabajo nos facilitará nuestra productividad y bienestar.

Creatividad

Vale la pena invertir un tiempo y dedicar un esfuerzo creativo para intentar encontrar una forma más sencilla de hacer las cosas. No siempre se encontrará un atajo, pero  si lo encontramos, los beneficios serán plausibles. Aunque las rutinas son útiles, es conveniente observar otras perspectivas, otros modos de actuación que quizás nos puedan facilitar un punto palanca  y avanzar considerablemente en nuestra tarea.

Conocimiento

A medida que se profundiza en un tema se adquiere experiencia sobre el mismo, adquiriendo la capacidad de dilucidar y filtrar  lo que es importante de lo que hay que ignorar. Estudiar y analizar con detenimiento los proyectos que se nos presentan nos permitirá conocer cuáles son estas premisas.

Todos los problemas son, inherentemente, simples de resolver.

El Dr. Eliyahu Goldratt , autor del famoso libro La Meta, desarrolló la  Teoría de las Restricciones (Theory of Constrains – TOC).

La TOC se basa en el supuesto de que cualquier sistema, no importa cuán complejo parezca, es gobernado por pocos elementos. Identificar sus  restricciones y gestionarlas adecuadamente produce resultados rápidamente y fomenta la armonía a través de todo el sistema.

 “Si nos sumergimos lo suficiente (en el problema) encontraremos que hay pocos elementos en la base, las raíces de la causa, las cuales a través de las conexiones causa-efecto  gobiernan todo el sistema. El resultado de aplicar sistemáticamente la pregunta – porqué? – no es una enorme complejidad sino mas bien maravillosa simplicidad”. ( Dr. Eliyahu Goldratt, The Choice).

Simple no significa fácil

Con frecuencia la explicación o la solución a algún problema es simple, pues una vez conocidos los elementos, las causas y los efectos que lo rigen, la complejidad desaparece. Sin embargo conocer lo que “hay que hacer” no significa que sea fácil implementarlo. Todos sabemos que es muy simple adelgazar. Basta con comer sano, reducir la ingesta de grasas y alcohol y hacer ejercicio. Sin embargo, no es fácil. Igual ocurre con dejar de fumar o cambiar la cultura organizacional de una empresa.

No podemos olvidar que nuestras acciones no solo se rigen por  leyes físicas, sino que también hay que lidiar y gestionar nuestras emociones. Y esto………. resulta más complejo.

Que tengáis un buen día.

Montse

Fuente: Buenhabit, por Montse Vila. Post original aquí.

Del mismo autor en este blog:

Planificando un Proyecto

Buscar problemas. Pensamiento productivo vs. pensamiento reproductivo

Remix de ideas. Cuando la productividad potencia la creatividad

El rendimiento óptimo se sitúa justo “al borde del caos”

Para seguir leyendo:

Normas, decisiones y complejidad

Toma de decisiones gerenciales, basados en el pensamiento complejo de Edgard Morín

La gestión de la incertidumbre. El desafío del liderazgo en contextos inestables.

Si te ha interesado este post, no olvides dejarnos tus comentarios. También apreciamos que los compartas con tus amigos y contactos en las redes sociales. Muchas gracias.

Share

El cisne negro de Nassim Nicholas Taleb

The Black Swan

Por José Monzó Marco

“El cisne negro: el impacto de lo altamente improbable” editado por la Editorial Paidós Ibérica es la segunda obra traducida al castellano del profesor libanés-americano, ensayista de éxito y ex-operador bursátil Nassim Nicholas Taleb que se define a sí mismo como “empirista escéptico” es uno de esos pocos libros que una vez leídos te sientes en la obligación moral de recomendarlos vivamente amén de sugerir una profunda reflexión sobre muchos de los supuestos filosófico-matemáticos aplicados a la economía, a la concepción del riesgo y a la gestión de la incertidumbre. Si en los 80’s “La Meta” de Eliyahu M. Goldratt removió nuestras viejas y anticuadas concepciones sobre la gestión y en los 90’s “La Quinta Disciplina” de Peter M. Senge nos hizo reflexionar sobre la necesidad de adoptar el pensamiento sistémico para afrontar los desafíos crecientes de un mundo complejo, en la presente década la obra de Nassim N. Taleb vendrá a significar en mi opinión lo que Goldratt y Senge representaron en el mismo ámbito en el que plantea sus reflexiones el profesor Taleb: descubrir los errores en los procesos de razonamiento cuando los humanos nos enfrentamos frente a la complejidad, la incertidumbre y la aleatoriedad.

Son varios los ejemplos y conceptos que nos muestra el profesor Taleb en esta obra, en la que profundiza lo avanzado en la anterior “¿Existe la suerte?: engañados por el azar” siendo su punto de arranque el problema de la inducción ejemplificado gráficamente en el caso del “pavo de Russell” (en honor a Bertrand Russell que fue quien expuso por primera vez el ejemplo, retomando el problema de la inducción que inició David Hume, si bien el maestro Russell utilizó la misma metáfora pero con un pollo) que comprobó que todas las mañanas le daban de comer y tras varios meses de observaciones iba a concluir una ley universal (“estos humanos tan amables me debe querer mucho, todos los días me dan de comer”), cuando con la llegada del día de Acción de Gracias al pavo le ocurrió algo inesperado (para el pavo, no para los amables humanos). Pues bien, nuestra manera de pensar no es muy diferente de la del “pavo de Russell”. Gran parte de la matemática estadística, el cálculo de riesgos y las distribuciones de probabilidad están atravesadas por esta manera de pensar: a mayor frecuencia de ocurrencia de un hecho menor sensibilidad frente a lo inesperado. De ahí la metáfora del cisne negro que Taleb toma de David Hume (empirismo) y de Karl Popper (falsacionismo): si nos pasamos toda la vida en el hemisferio norte pensaremos que todos los cisnes son blancos, sin embargo en Australia existen cisnes negros (cygnus atratus) [1]. Y es que un cisne negro nos parece algo imposible debido a nuestra reducida experiencia: un suceso altamente improbable [2].¿Qué es entonces un “cisne negro” según Taleb?. El profesor Taleb lo define como un hecho fortuito que satisface estas tres propiedades: gran repercusión, probabilidades imposibles de calcular y efecto sorpresa. En primer lugar, su incidencia produce un efecto desproporcionadamente grande. En segundo lugar, tiene una pequeña probabilidad pero imposible de calcular en base a la información disponible antes de ser percibido el hecho. En tercer lugar, una propiedad nociva del “cisne negro” es su efecto sorpresa: en un momento dado de la observación no hay ningún elemento convincente que indique que el evento vaya a ser más probable. Desde luego, estas propiedades no son ajenas a las crisis financieras que vivió el autor cuando se ganaba la vida como operador bursátil.A partir de este punto el profesor Taleb nos hace un recorrido por todos y cada uno de los diferentes errores del razonamiento humano cuando se encuentra frente a los “cisnes negros” o sucesos improbables. No los voy a exponer todos pero sí algunos de los que considero más importantes, como por ejemplo la distorsión retrospectiva, algo para lo que los economistas e historiadores padecen bien dotados cuando explican las causas de una crisis económica o una guerra mundial, pero son incapaces de anticiparla: los humanos somos muy buenos a la hora de predecir los sucesos de modo retroactivo. Para Taleb, esta distorsión consiste en un sesgo que nos empuja a sobreestimar el valor de las explicaciones racionales de los datos a la vez que subestimamos la importancia de la aleatoriedad inexplicable en los datos. Para el profesor Taleb existe una base genética y filosófica para entender lo mal preparados que estamos los humanos cuando nos enfrentamos a la incertidumbre y la aleatoriedad. Según Taleb, la evolución no favoreció un tipo de pensamiento complejo y probabilístico, antes al contrario somos muy rápidos en adoptar decisiones instantáneas apoyados en una mínima cantidad de datos o en teorías superficiales y carentes de solidez, tal vez (sugiere un divertido Taleb), porque quienes divisaban un león y echaban a correr por presuponer que todos los animales salvajes siempre comen seres humanos tenían más probabilidades de sobrevivir que quienes preferían poner a prueba tal hipótesis de manera experimental. Claro que hay leones de talante amistoso (como hay cisnes negros), pero es preferible ser prudente y cauteloso de antemano que sufrir más tarde las consecuencias (problema de la inducción). Además, para Taleb existe un problema filosófico fundamental: la platonicidad o “falacia platónica”. Somos hijos de la escuela platónica que nos animó a preferir la teoría estructurada, ordinaria y comprensible a la desordenada y compleja realidad; por otra parte, nos inclina asimismo a seleccionar únicamente los hechos que encajan en nuestras teorías (falacia de las pruebas silenciosas) o cuando los hechos han tenido lugar, nos creamos historias post-hoc para que el hecho parezca tener una causa (falacia narrativa).En mi opinión uno de los argumentos más interesantes del profesor Taleb es el que hace referencia al problema de la circularidad de la estadística y el daño colateral que provoca la distribución normal o de Gauss (por el nombre del matemático alemán Carl Friedrich Gauss): necesitamos datos para descubrir la distribución de probabilidad. ¿Cómo sabemos si contamos con los suficientes?. Por la distribución de probabilidad. Si es gaussiana, bastarán unos pocos. ¿Cómo se sabe que es gaussiana?. Por los datos. Por eso necesitamos que los datos nos digan qué distribución de la probabilidad debemos asumir, y que una distribución de la probabilidad nos diga cuántos datos necesitamos. Esta circularidad causa graves problemas en la regresión, más acuciantes cuando se aplica sin discriminación la distribución gaussiana a todo lo que se mueve. En este punto es cuando el profesor Taleb nos anima con ejemplos donde es apropiado aplicar la distribución normal y donde no: Mediocristán y Extremistán. Imaginemos que tenemos en un estadio de futbol 1.000 personas elegidas al azar reunidas dentro. Si añadimos a ellas la persona más alta del mundo ¿cambiará mucho la media de altura de las 1.001 personas reunidas?. No, no variará apenas. Bienvenidos a Mediocristán, cuyas matemáticas son el álgebra de la estadística clásica y la teoría de la probabilidad. En ese mundo las distribuciones son normales, con curvas en forma de la famosa campana de Gauss. Las variaciones individuales no varían mucho el promedio. Ahora cojamos esas mismas 1.000 personas y hagamos que entre en el estadio Bill Gates, supuestamente el hombre más rico del mundo. ¿Cambiará mucho la media de riqueza de los allí reunidos? Sí, cambiará de una forma brutal al entrar Bill con sus más de 50.000 millones de dólares de patrimonio. Bienvenidos a Extremistán, cuyas matemáticas son mucho menos ortodoxas como, por ejemplo, la geometría fractal descubierta por el matemático estadounidense de origen polaco-lituano Benoît Mandelbrot. Las distribuciones siguen una ley de potencia como la de Zipf o la de Pareto o, más recientemente, la “Long Tail” de Chris Anderson a la que hemos dedicado una entrada en el blog. Por supuesto no hace falta decir que los cisnes negros son propios de Extremistán.

En su experiencia como operador de bolsa Taleb considera que los mercados financieros minusvaloran la probabilidad de los cisnes negros pues los métodos generalmente aplicados por los operadores financieros son los propios de Mediocristán. Es ahí donde Taleb apunta que se pueden obtener ganancias apostando a que tales sucesos extraños tan impactantes de hecho sucederán con mucha mayor frecuencia. No entiendo mucho de derivados financieros pero puedo alcanzar a comprender que si la mayoría de operadores trabajan con los mismos métodos y comparten las mismas concepciones de como operan los mercados (según el paradigma deMediocristán), es lógico pensar que si alguien se atreve utilizar otros métodos y concepciones muy distintas (según el paradigma de Extremistán) es posible que se puedan obtener ganancias importantes (rendimientos escalables) como los que apunta Taleb mediante la compra de opciones“deep out-of-the-money”, que son muy baratas, que ocasionan pocas pérdidas pero muchas veces, aunque pueden proporcionar un retorno espectacular si los mercados se vuelven locos (cosa que al parecer está ocurriendo mucho más a menudo de lo que cabría esperar según el paradigma de Mediocristán).

Un apartado importante en esta obra es la fundamentada crítica hacia los modelos de gestión de riesgos que se usan actualmente, y que han hecho ganar a algunos académicos su Nobel de Economía (Taleb cita expresamente a Robert C. Merton y Myron S. Scholes, promotores del fiasco del LCTM) que excluyen precisamente los eventos raros que aparecen de vez en cuando enExtremistán y cuyos efectos económicos pueden ser muy importantes. Estos académicos y muchos analistas cuantitativos tranquilizan a los ejecutivos de las empresas, los reguladores y los inversores con una ilusoria sensación de seguridad que no tiene para nada en cuenta la aparición ocasional de cisnes negros que pueden dejar arruinados a más de uno. Para Taleb esta “falacia de la regresión estadística” que consiste en creer que la probabilidad de futuros eventos es predecible examinando acontecimientos de eventos pasados está muy arraigada entre los actores económicos, que tampoco entienden que la aleatoriedad estructurada que encontramos en los juegos de azar (teoría de probabilidades clásica) no se parece a la aleatoriedad que encontramos en la vida real (“falacia lúdica”).

Para Taleb, siguiendo la obra de los psicólogos israelíes fundadores de la Teoría de la Prospección (antecedente de la llamada Neuroeconomía), Amos Tversky y el premio Nobel de Economía, Daniel Kahneman, los seres humanos somos mucho mejores haciendo cosas que comprendiendo nuestro entorno. Pero no lo sabemos [3]. Vivimos con la ilusión del orden, creyendo que la planificación y la previsión son posibles. Nos perturba tanto lo aleatorio que creemos disciplinas que intentan dar sentido al pasado, pero en última instancia, no conseguimos entenderlo, al igual que solemos fallar prediciendo el futuro. Por razones prácticas, resulta que los seres humanos preferimos funcionar con previsiones y predicciones, aunque casi siempre se revelan equivocadas. Para Taleb, los humanos creemos que la innovación se puede planificar, sin embargo las innovaciones importantes suelen ser descubiertas por accidente (serendipidad), pero no se reconoce así cuando escribimos la historia. Las tecnologías que dominan el mundo actual (como Internet, el ordenador personal y el láser) no se utilizan en la forma prevista por los que las inventaron y una parte considerable de los descubrimientos médicos no están planificados en los proyectos de investigación oficiales sino que surgen por puro azar.

Lejos de ofrecer recetas matemáticas para calcular la probabilidad de los sucesos raros (cisnes negros) para protegernos frente a la incertidumbre, lo que nos aporta el profesor Taleb es una buena dosis de sentido común: nunca llegaremos a conocer lo desconocido ya que, por definición, es desconocido. Sin embargo, siempre podemos imaginar cómo podría afectarnos. Es decir, las probabilidades de los cisnes negros no son computables, pero sí podemos tener una idea muy clara de sus consecuencias. Esta es una idea-fuerza para la gestión de la incertidumbre: para tomar una decisión tenemos que centrarnos en las consecuencias (que podemos conocer) más que en la probabilidad. Estar preparado ante la aparición de los cisnes negros es más importante que dedicarle tiempo y esfuerzo a calcular la probabilidad de su ocurrencia. Resumiendo: para que no nos ocurra lo que al “pavo de Russell” hay que estar preparado para lo inesperado (que a diferencia de los pavos, sí podemos imaginar) pero sin preocuparnos de cuándo ocurrirá.

Por último pero no menos importante, Taleb nos recuerda las aportaciones del economista estadounidense y Premio Nobel de Economía, Robert Lucas (expectativas racionales) y en particular su famosa crítica (crítica de Lucas) a los modelos econométricos al uso en política económica. En síntesis, la crítica de Lucas viene a decir que si la gente es racional, entonces su racionalidad les haría descubrir patrones predecibles del pasado y adaptarse, de forma que la información pasada sería totalmente inútil para predecir el futuro. Es decir, al intentar modelizar sistemas económicos basados en búsqueda de patrones en series temporales, hay que tener presente que la racionalidad y capacidad de decisión de las personas que antes han tenido acceso a la información puede alterar la serie temporal posterior, haciendo desaparecer el patrón de comportamiento. En resumen, una vez detectado un patrón de comportamiento (en mercados, sistemas sociales, hábitos de consumo, etc.), la propia racionalidad y decisión colectiva de las personas cancela el patrón (generalmente anticipándose al patrón).

En mi opinión, las ideas del profesor Taleb deben ser muy tenidas en cuenta por los que nos dedicamos al oficio de comprender, modelizar e implementar sistemas humanos complejos, para incorporar a los modelos las aportaciones de pensadores como Lorenz (teoría del caos), Mandelbrot (fractales), Kahneman (teoría de la prospección), Lucas (crítica de Lucas), etc. y evitar en lo posible los sesgos propios de la matemática de Mediocristán en el diseño de modelos, y, por supuesto, todos aquellos que nos hemos atrevido a desarrollar modelos matemáticos de previsión (forecasting) para que en mayor o menor medida evitemos la presunción de fiabilidad, pues nadie conoce el futuro.

Desde un punto de vista sistémico y, aunque el autor no menciona expresamente, en las dos obras que he podido leer he percibido una cierta familiaridad con la Cibernética de segundo orden de Heinz von Foerster, pues en repetidas ocasiones Taleb utiliza la observación de segundo orden a modo de método para ejemplificar ciertos patrones de conducta de determinados personajes (operadores de bolsa como el propio Taleb) ante situaciones donde la aleatoriedad y la incertidumbre ponen a prueba estrategias y concepciones periclitadas para un mundo imprevisible. Tal vez en este punto Taleb no se atreve a ir más allá, incluyendo la idea de circularidadautorreferencia y es donde encuentro una mayor carencia en su obra, que a modo de crítica concluyo, es decir: Taleb no incorpora a su discurso la idea de que la aleatoridad e incertidumbre de los mercados financieros pudieran no ser ajenos a la propia conducta de los actores que luego sufren las consecuencias. El éxito de su obra es haber conseguido un certero análisis de los errores en los que incurrimos los humanos cuando nos enfrentamos a situaciones aleatorias e imprevisibles, más echo en falta una reflexión de cómo los humanos generamos esas mismas situaciones aleatorias, y en concreto en el campo de las crisis financieras.

La frase: “Mi principal afición es provocar a aquella gente que se toma demasiado en serio a sí misma y la calidad de sus conocimientos y a aquellos que no tienen las agallas para decir a veces no lo sé”.

Como pueden observar, genio y figura. Autor y obra altamente recomendables.

[1] “De la observación de un sinnúmero de cisnes blancos no se podrá inferir que todos los cisnes son blancos, sin embargo, ver un solo cisne negro será suficiente para refutar semejante conclusión.” David Hume (1711-1776), filósofo inglés.

[2] A principios del siglo XVIII, los colonos ingleses que volvieron de Australia trajeron consigo, en las panzas de sus barcos, un cargamento de cisnes negros. Los cisnes negros son originales de la isla austral y hasta ese momento, se pensaba que todos los cisnes eran blancos, porque eran blancos todos los que se conocían. La intrahistoria de esta historia es que este hecho supuso una conmoción en la sociedad inglesa. Aunque nos pueda parecer algo ingenuo a los habitantes del siglo XXI, lo cierto es que la aparición de una especie de cisnes de un color distinto al que estaban acostumbrados a ver, supuso para los habitantes de la época una fuente de debate y de polémica.

[3] Los neurológos saben que nuestro cerebro está programado para tener el control de todo lo que sucede. Sin embargo, lo cierto es que nuestro cerebro está literalmente a oscuras, escondido bajo la cavidad craneal, y el único contacto que tiene del exterior es a través de órganos imperfectos, bien sea la vista, el tacto, el sentido olfativo o el gusto. Y puesto que nuestro cerebro está programado para controlarlo todo y debido a lo imperfecto de las percepciones que llegan a él, elucubra lo que puede, creando modelos abstractos de la realidad, que a veces no tienen porqué coincidir con la realidad misma. En pocas palabras, la explicación podría ser que no estamos preparados fisiológicamente para los hechos imprevisibles. Y sin embargo, los hechos imprevisibles existen.

Para saber más: Web de Nassim Nicholas Taleb [inglés] y Nassim N. Taleb en Wikipedia [castellano] y Nassim N. Taleb en Wikipedia [inglés]

No puedes predecir quién cambiará el mundo (artículo de Nassim N. Taleb en inglés)

Daniel Kahneman en Wikipedia [inglés]

Amos Tversky en Wikipedia [inglés]

Teoría de la Prospección en Wikipedia [inglés]

Robert Lucas en Wikipedia [inglés]

Crítica de Lucas en Wikipedia [inglés]

Modelo de la Isla de Lucas en Wikipedia [inglés]

Web de Benoît Mandelbrot [inglés]

Cibernética de segundo orden [inglés]

Heinz von Foerster en Wikipedia [inglés]

Empirismo en Wikipedia [castellano]

David Hume en Wikipedia [castellano]

Bertrand Russell en Wikipedia [castellano]

Karl Popper en Wikipedia [castellano]

Fractales en Wikipedia [castellano]

Blog de Neuroeconomía [castellano]

Extractos del anterior libro de Nassim Nicholas Taleb “Confundidos por el azar” [castellano]

Publicado en Pensamiento Sistémico. Post original aquí.
También puede leerse el libro completo (en castellano) en el siguiente link:

Share