Por Stefany Bonilla
Alguna vez te has preguntado porqué comentarios negativos hacia ti permanecen por más tiempo retumbando en tu cabeza.
La críticas de tus empleados, el malentendido que tuviste con tu compañero de trabajo o incluso la pelea que tuviste con tu pareja, hacen que fácilmente nos olvidemos también de los elogios que estas mismas personas nos han hecho alguna vez.
Estos resultados han sido analizados por los doctores Judith E. y Richard D. Glaser en en el estudio “The Neurochemistry of Positive Conversations”, “La neuroquímica de conversaciones positivas”.
Muchas de estas reacciones son explicadas por medio de la química, cuyos autores aluden un papel muy importante. Una vez que nuestro cuerpo enfrenta críticas, miedo o rechazo, entre otros, este libera una hormona llamada cortisol, cuyo efecto se evidencia en nuestra concentración, aversión al riesgo, así como también activa las conductas de protección. Esto hace que seamos mucho más sensibles a ciertas situaciones y reaccionemos de manera diferente a la usual.
El efecto de esta hormona puede durar hasta 26 horas o más, es por ello que es más fácil recordar aquellas situaciones incómodas e incluso engrandecer aquellas emociones irritantes, así como también afectar nuestras reacciones futuras. Esta hormona se libera prolongadamente, por lo cual entre más cavilemos sobre estos sentimientos, mas largo será el efecto de la misma.
No todo son malas noticias, aquellos comentarios agradables y conversaciones positivas, también tienen una reacción química que liberan una hormona denominada “Oxitocina”. Esta, por el contrario del cortisol, te hace sentir bien, plácido, te ayuda a comunicarte de una mejor manera, a colaborar y confiar en los demás, entre otros beneficios. No obstante, la oxitocina se metaboliza más rápido que el cortisol, lo que quiere decir que sus efectos son menos duraderos e intensos.
Es aquí donde la “química de la conversación” juega un papel importante, sobre todo si se trata de las habilidades de nuestros jefes al transmitir mensajes hacia nosotros.
Comportamientos que incrementan los niveles de cortisol (malos comentarios, críticas, peleas etc.) reduce lo que los doctores Glaser denominan “inteligencia conversacional” (C-IQ por sus siglas en inglés), la cual es la habilidad de pensar de una manera innovadora, empática, estratégica y creativa hacia otros. Por el contrario, cuando la cantidad de oxitocina aumenta en nuestro cuerpo, los índices de dicha “inteligencia conversacional” aumentan, permitiéndonos desenvolver de una mejor manera en nuestro entorno cotidiano.
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Publicado en ModoEmprendedor. Post original aquí.
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De la Desconfianza a la Confianza. Inteligencia Conversacional III
Civilización empática: El altruismo develado por las neuronas espejo
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