Por Isabel Carrasco González
Dawna Markova y Angie Mc Arthur en su libro “Collaborative intelligence. Thinking with people who think differently”, que estamos comentando, plantean que la primera estrategia de la inteligencia colaborativa consiste en reconocer los patrones mentales. Inicialmente debemos aprender a reconocer la forma única y específica en que procesamos la información. Al conocerla el proceso de aprender, desaprender, digerir y desaprender la información se volverá más natural. Nos ayuda, también, a diseñar nuestro ambiente de trabajo y a desarrollar nuevos hábitos,a abrir nuestras mentes y aumentar nuestra curiosidad y capacidad.
Como pensadores estamos atascados en nuestras rutinas y hábitos y nos cuesta abandonarlas. Necesitamos saber cómo crear las condiciones que nos van a permitir avanzar y abrirnos, necesitamos aprender y desaprender con los demás constantemente. El primer paso para reconocer nuestros patrones mentales consiste en ser conscientes de nuestra atención y de lo que la desencadena.
La atención se puede presentar en forma de distintos estados:
1.- CENTRADA. Sólo estamos atentos en una cosa u hecho e ignoramos el resto de lo que nos rodea. Describe el estado consciente en el que nuestra mente produce más ondas beta. Nuestros pensamientos se afianzan y se convierten en creencia sólidas. Nos encontramos concentrados en lo que está directamente delante de nosotros: por ejemplo la pantalla del ordenador, la voz de una persona, el martillo en nuestra mano. Es el estado de atención más apropiado para:
a).- Concentrarnos en realizar tareas.
b).- Tomar decisiones.
c).- Atender a detalles y terminar proyectos.
2.- CLASIFICADORA. Consiste en el estado subconsciente de la mente en el que se producen más ondas alfa. Los pensamientos vagan de un lado a otro, clasificando la información, comparando unas cosas con otras,… En este estado estamos:
a).- Procurando entender.
b).- Digiriendo la información y las experiencias.
c).- Pensando a través de la confusión.
d).- Barajando múltiples opciones.
3.- ABIERTA. Se produce un estado inconsciente de la mente en el que aparecen más ondas theta. Nuestros pensamientos son amplios e internos como cuando soñamos despiertos. En este estado de ánimo estamos:
a).- Imaginando posibilidades. Nuevas formas de abordar antiguos problemas.
b).- Explorando nuevas opciones, a través de contemplar las cosas y situaciones de nuevas maneras.
c).- Asociando experiencias pasadas, historias, personas: “Oh, esto me recuerda a ….”
Nuestras mentes están pasando constantemente de un estado a otro. Cada uno supone un estado de “metabolismo mental”, en el que nuestra mente está captando la información, organizándola, procesándola, revaluándola, eliminándola, convirtiéndola en nuevos patrones e ideas, almacenándola y preparándola para decidir cómo expresarla.
Cuando alguien no nos responde de forma verbal, de ríe o mira fijamente a un punto indeterminado pensamos que no nos está prestando atención. Esto no es necesariamente cierto, ya que puede ser un indicador de formas distintas de pensar y de estar atentos. Explorar, divagar, imaginar, reflexionar, clasificar son distintas maneras de pensar, cada una útil en distintas situaciones. Lo que ocurre es que la mayor parte de las personas han sido educadas para considerar que sólo un estado de atención centrada es valioso y suponen que los otros dos tipos que hemos visto son una pérdida de tiempo. Nos referimos a estos últimos estados como negativos, ya que implican distracción. Cuando la mayoría de nosotros somos conscientes de que nuestros pensamientos están divagando reaccionamos rápidamente para volver a los hábitos de encontrar una respuesta rápida o una nueva línea de acción. Nos han enseñados analizar la forma de solucionar problemas lo antes posible. Esta es la razón por la cual cuando nuestras mentes se sienten confundidas y buscan cómo organizar toda la información, sentimos pánico e intentamos utilizar la lógica para centrarnos.
En las culturas occidentales cuando vemos que alguien está pensativo pensamos que es una oportunidad óptima para interrumpirle. Si pensamos que está confundido nos ofrecemos ayudarle como si la confusión fuese algo que se puede curar con rapidez. Estamos acostumbrados a dar respuestas actuar y decidir sobre las cosas sin demoras, pero necesitamos tener nuestras mentes abiertas y no centradas exclusivamente si queremos innovar. Las últimas investigaciones de los neurocientíficos han mostrado que, como la punta de un iceberg, sólo un porcentaje muy bajo de nuestras actividades cognitivas (decisiones, emociones, acciones o comportamientos) involucran a la atención consciente. La mayor parte del resto de nuestra actividad mental se encuentra por debajo de nuestra consciencia, donde nuestras mentes exploran relaciones y efectúan conexiones inconscientes. En este estado nuestra mente está trabajando con un pensamiento abierto y relacional.
Si somos capaces de ir pasando de un estado de atención centrada a uno más abierto podremos:
a).- identificar nuevas conexiones entre las cosas que nos descubrirán nuevos significados.
b). Sintetizar y relacionar ideas y cosas que parecen ser contrarios o independientes.
c).- Incrementar la frecuencia de los momentos “Eureka” en los que algo nuevo surge.
d).- Intuir nuevas posibilidades.
Existen tres tipos de lenguajes del pensamiento que desencadenan las variaciones en la atención. Estos son una combinación de elementos kinestésicos, auditivos y visuales. Por ejemplo si pensamos en un limón lo podemos hacer de forma visual: amarillo, oval, con hojas verdes, piel más o menos rugosa,…, o desde su representación escrita o pensando en cómo suena la palabra limón o éste cuando se estruja para hacer zumo. También podemos pensar en él de forma kinestésica recordando su sabor o su tacto.
Lo importante de estos tres elementos es que hacen que la atención de la mente se desvíe de un estado a otro. Uno de los tres va a evocar al estado centrado y los otros a los otros dos estados de nuestra atención. Todas las personas utilizamos los tres elementos para pensar. Es la secuencia de éstos lo que va a determinar nuestro patrón mental.
LOS TRES LENGUAJES DEL PENSAMIENTO | |||||
AUDITIVO | KINESTÉSICO | VISUAL | |||
Escuchar, narrar, discutir, cantar, hablar | Hacer, mover, sentir, hacer cosas | Mirar, observar, leer, mostrar, contemplar, escribir | |||
Receptivo | Activo | Receptivo | Activo | Receptivo | Activo |
Escuchar
Oír |
Narrar
Hablar Cantar Contar chistes,.. |
Oler
Saborear Sentir Percibir Experimentar |
Hacer
Mover Construir Hacer deporte,… |
Leer
Ver Observar |
Escribir
Editar Dibujar Fotografiar,… |
El desencadenante auditivo suele ser el más usado y del que más se abusa en nuestra cultura y conduce a muchas personas hacia la atención centrada: cuanto más hablan, más alerta se sienten, más comprometidos y más organizados. Reconocer cuál es nuestro patrón mental es importante ya que puede liberar capacidades intelectuales que están dormidas. Para hacerlo las autoras proponen seguir una serie de pasos:
PRIMER PASO.
Elegir con cuál de las posibilidades que se muestran nos identificamos más y pasar a la segunda etapa:
A1.- AUDITIVA. Se caracteriza por:
Me siento cómodo hablando ante grandes audiencias aunque no haya preparado mi intervención con antelación.
Prefiero las presentaciones verbales antes que hacer una que sea visual o un modelo.
Recuerdo con facilidad lo que se dice en una conversación.
Hablo sin pausas y sin titubeos. Utilizo lenguaje preciso.
Las palabras fluyen fácilmente en el orden lógico sin tener que pensar en ellas.
Puedo hacer muchas tareas auditivas simultáneas: puedo hablar con una persona y escuchar a otra en la distancia al mismo tiempo, por ejemplo.
Suelo ser crítico con la forma en que se expresan dicen las cosas y se expresan las ideas.
V1. VISUAL. Se caracteriza por:
Lo primero que recuerdo de una persona o lugar es su aspecto.
Prefiero hacer un informe escrito que una presentación oral o un modelo.
La mejor manera de organizarme es hacer una lista.
Me gusta establecer contacto visual con la persona con la que estoy hablando.
Soy consciente de mi apariencia ante otras personas.
Puedo hacer muchas tareas visuales simultáneamente. Por ejemplo puedo leer y ver la televisión al mismo tiempo.
Suelo ser crítico con la apariencia de las cosas.
K1.- KINESTÉSICA. Se caracteriza por:
Prefiero estar de pie o moviéndome.
Prefiero compartir una experiencia o hacer un modelo si tengo que hacer una presentación.
La mejor forma de organizarme es apilando las cosas.
Puedo recordar fácilmente lo que he hecho y las sensaciones físicas que me produjeron mis acciones.
Mi preferencia natural es experimentar por medio de la acción.
Puedo hacer múltiples tareas simultáneamente.
Suelo ser crítico en relación a cómo se hacen las cosas.
SEGUNDO PASO.
En función de nuestra primera selección hay que elegir la alternativa con la que nos identificamos mejor:
K2:
Sé lo que está pasando en mi cuerpo manteniendo mis ojos abiertos
Siento que tengo mucha energía acumulada en mi interior
V2:
Puedo ver con facilidad imágenes tridimensionales en mi mente con los ojos abiertos y contemplarlas desde varios ángulos: Arriba, detrás y lateralmente.
Prefiero mirar a la persona con la que estoy hablando y luego mirar alrededor.
A2:
Para tomar una decisión prefiero comentar con alguien las alternativas.
Con frecuencia utilizo metáforas cuando hablo y prefiero compartir la historia completa de una experiencia.
1.- En el caso de que en la etapa anterior hayamos seleccionado A1, deberemos elegir entre K2 o V2.
a).- Si seleccionamos K2, en la fase siguiente nuestra opción es la V3
b).- Si seleccionamos V2, en la fase siguiente nuestra opción es la K3
2.- Si nuestra elección fue V1, elegir entre A2 y K2
a).- Si seleccionamos A2, en la fase siguiente nuestra opción es la K3
b).- Si seleccionamos K2, en la fase siguiente nuestra opción es la A3
3.- Si nuestra elegida fue K1, tenemos que decidirnos por la opción V2 o la A2.
a).- Si seleccionamos V2, en la fase siguiente nuestra opción es la A3
b).- Si seleccionamos A2, en la fase siguiente nuestra opción es la V3
TERCER PASO
En ella nos encontramos con otras tres alternativas:
V3:
Prefiero poco volumen de información visual.
Me siento desbordado con el exceso de detalles visuales.
Tengo que entrenarme para establecer y mantener el contacto visual.
La forma en que alguien me mira me influye mucho.
No me gusta que las personas me digan lo que tengo que mirar.
K3:
Puedo mantenerme sentado sin moverme durante largos periodos de tiempo.
Me supone un reto el realizar una actividad física de forma secuencial o reglamentada.
Cuando hago alguna actividad física prefiero ir a mi aire.
No me gusta el roce físico casual.
Soy muy sensible al tacto y al contacto físico y tiene un efecto muy mantenido en mí.
A3:
Me gusta escoger música tranquila y soy muy sensible ante los sonidos.
Prefiero tener tiempo para pensar lo que voy a decir.
Las palabras y el tono de voz pueden influirme mucho y durante largo tiempo.
Temo las interrupciones y evito los enfrentamientos verbales.
Prefiero que no me digan lo que tengo que decir.
CUARTO PASO
En función de nuestras elecciones anteriores encontraremos que tendremos uno de los seis patrones siguientes (que analizaremos en la siguiente entrada):
V1, A2, K3
V1, K2, A3
K1, A2, V3
K1, V2, A3
A1, V2, K3
A1, KA, V3
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