Sesgos cognitivos: descubriendo un interesante efecto psicológico

por Bertrand Regader

Los sesgos cognitivos son efectos psicológicos que causan una alteración al procesar información.

Los sesgos cognitivos (también llamados prejuicios cognitivos) son unos efectos psicológicos que causan una alteración en el procesamiento de la información captada por nuestros sentidos, lo que genera una distorsión, juicio errado, interpretación incoherente o ilógica sobre el fundamento de la información de que disponemos.

Los sesgos de tipo social son los que refieren a sesgos de atribución y perturban nuestras interacciones con otras personas en nuestra vida diaria.

Sesgos cognitivos: la mente nos engaña

El fenómeno de los sesgos cognitivos nace como una necesidad evolutiva para que el ser humano pueda emitir juicios inmediatos que emplea nuestro cerebro para responder ágilmente ante determinados estímulos, problemas o situaciones, que por su complejidad resultaría imposible de procesar toda la información, y por tanto requiere de un filtrado selectivo o subjetivo. Es cierto que un sesgo cognitivo nos puede llevar a equivocaciones, pero en ciertos contextos nos permite decidir más rápido o tomar una decisión intuitiva cuando la inmediatez de la situación no permita su escrutinio racional.

La Psicología cognitiva se encarga de estudiar este tipo de efectos, así como otras técnicas y estructuras que usamos para procesar la información.

Concepto de prejuicio o sesgo cognitivo

El sesgo o prejuicio cognitivo surge de distintos procesos que no son fácilmente distinguibles. Estos incluyen el procesamiento heurístico (atajos mentales), motivaciones de tipo emocional y moral, o la influencia social.

El concepto de sesgo cognitivo apareció por primera vez gracias a Daniel Kahneman en el año 1972, cuando se percató de la imposibilidad de las personas de razonar de forma intuitiva con magnitudes muy grandes. Kahneman y otros académicos fueron demostrando la existencia de patrones de escenarios en los que los juicios y las decisiones no se basaban en lo previsible según la teoría de la elección racional. Dieron sustento explicativo a estas diferencias hallando la clave del heurismo, procesos intuitivos pero que suelen ser el origen de errores sistemáticos.

Los estudios sobre sesgos cognitivos fueron ampliando su dimensión y otras disciplinas también investigaron sobre ellos, como la medicina o las ciencias políticas. De este modo surgió la disciplina de la Economía conductual, que encumbró a Kahneman tras ganar el Premio Nobel de Economía en el año 2002 por haber integtado la investigación psicológica a la ciencia económica, descubriendo asociaciones en el juicio humano y la toma de decisiones.

Sin embargo, algunos críticos de Kahneman sostienen que la heurística no debe llevarnos a concebir el pensamiento humano como un puzzle de prejuicios cognitivos irracionales, sino más bien de entender la racionalidad como una herramienta de adaptación que no se mimetiza con las reglas de la lógica formal o probabilística.

Sesgos cognitivos más estudiados

Sesgo retrospectivo o sesgo a posteriori: es la propensión a percibir los eventos pasados como predecibles.

Sesgo de correspondencia: también llamado error de atribución: es la tendencia de enfatizar excesivamente en las explicaciones fundamentadas, conductas o experiencias personales de otras personas.

Sesgo de confirmación: es la tendencia a averiguar o interpretar información que confirma preconcepciones.

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Innovar como proceso de aprendizaje

por Xavier Camps Coma

La innovación, además de ser vista como un resultado, puede también verse como un proceso. Cuanto mejor se aborde el camino que separa la identificación de una oportunidad del lanzamiento al mercado de la solución que permita aprovechar dicha oportunidad, mayores serán las probabilidades de éxito de la nueva oferta. Existe por lo tanto cierta relación de dependencia entre el resultado y el proceso.
 
Muchas empresas, abordan la innovación sin un conocimiento profundo de los diferentes aspectos que afectan a este proceso, que trata de convertir oportunidades en soluciones concretas. En muchos casos se utilizan métodos excesivamente rígidos, en otros, por el contrario, no se utiliza ningún tipo de proceso formal. Sin negar que sería posible encontrar casos de éxito en ambos escenarios, en mi opinión los dos enfoques dificultan la ya de por si compleja tarea de innovar. 

Estas circunstancias  generan en muchos directivos la creencia errónea de que no es posible sistematizar la innovación, llegando a verla como algo que sucede tan sólo a partir de momentos fugaces de inspiración, o de la genialidad de ciertos individuos, especialmente talentosos. Sin embargo, la innovación empresarial no es magia, es una disciplina, y como tal es posible sistematizarla. Si bien, a diferencia de otras disciplinas, la innovación presenta niveles de incertidumbre que pueden llegar a ser muy elevados. 

Me gusta definir la incertidumbre como la brecha existente entre la cantidad y la calidad de información necesaria para tomar una decisión, con una certeza absoluta acerca de los resultados que se obtendrían de ella, y la información realmente existente. Para reducir esa brecha debemos adquirir nueva información y que nos permita aprender, que es justamente el papel del proceso de innovar.
Por lo tanto, hay que abordar el proceso de innovación, especialmente la fase inicial, como un proceso de aprendizaje, que debe  conducir a una reducción de la incertidumbre y el riesgo. A lo largo de este proceso de aprendizaje aparecerán problemas, y situaciones inesperadas. Debe asumirse que este es un hecho inherente a la innovación. Lo importante es tomar las medidas adecuadas, para que la mayoría de estas situaciones se produzcan lo antes posible, ya que esto comportará una serie de ventajas:
  • En las etapas iniciales del proceso de innovación estamos en mejor disposición de influir en el resultado final, ya que todavía no hemos realizado grandes inversiones y los costes hundidos no son una barrera para proponer cambios.
  • El coste de resolver imprevistos aumenta de manera exponencial a medida que el proceso avanza, y se tarda en identificarlos y solucionarlos. Cuanto más avanzado esté el proceso, mayor será el compromiso con una solución concreta y menor el nivel de flexibilidad. Cada cambio puede acarrear una cascada de modificaciones.
  • Si la identificación de los problemas asociados con el desarrollo de la solución se produce demasiado tarde, se deberán dedicar más recursos, tanto humanos como financieros para intentar salvar el proyecto.

Se puede dividir al proceso de innovación en tres grandes partes: descubrimiento, implementación y comercialización. La fase inicial de descubrimiento es la que ofrece mayores niveles de incertidumbre, y es la que va desde la identificación de oportunidades hasta la concepción de la solución. A lo largo de esta etapa, debemos centrarnos tanto en explorar el espacio del problema como el espacio de la solución.

Esto puede hacerse de manera secuencial o en paralelo. Pero en cualquier caso el origen del proceso de innovación no es la generación de ideas, sino que debe ser siempre un problema sobre el que se debe aprender, tanto como sea posible. De este modo, las personas responsables de crear nuevos conceptos, podrán hacerlo con un conocimiento profundo del reto al que pretenden dar respuesta y del contexto en el que la solución deberá encajar.

Para transitar esta etapa de descubrimiento, es recomendable utilizar metodologías que aporten cierta estructura y formalidad, pero que sean a la vez suficientemente flexibles para incorporar la información  que se irá generando a lo largo del proceso. Esta metodología debe ser iterativa, permitiendo avanzar y retroceder entre las distintas subetapas en función de las necesidades del proyecto.

Algunas de las prácticas utilizadas en esta fase inicial, para lograr avanzar la aparición de problemas  y generar una adquisición rápida de conocimiento, pueden ser la aplicación de diferentes métodos de investigación de mercado, entre los que cabe destacar la etnografía por la riqueza de los “insights” generados, la utilización de de técnicas creativas, en algunos casos con la participación de clientes, la construcción de prototipos de baja resolución y la posterior obtención de feedback a partir de la realización de tests.

En el próximo post describiré cuatro aspectos que juegan un papel clave en esta etapa de descubrimiento. La gestión adecuada de la fase inicial del proceso de innovación, es clave para  la comercialización exitosa de nuevos productos o servicios.

Publicado en The Jazz Musician. Post original aquí.

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Las 4 dimensiones del liderazgo en épocas de crisis

por Juan Carlos Gazia

Es bien sabido que “crisis” significa “oportunidad”. Pocos dudan que una crisis es una situación en la que, para superarla, será necesario producir un cambio. Las crisis pueden derivar en un cambio brusco en la vida o salud de una persona o una empresa.
Según dice Tim Kight: “La vida es un constante fluir de eventos. Pero el éxito no está determinado por los eventos que usted experimenta. El éxito está determinado por la forma en la cual usted elige responder ante esos eventos”.

Para explicar este concepto, Kight diseñó una ecuación que denominó “El Factor R”. Esta sencilla ecuación es la siguiente:

E + R = C es decir Evento + Respuesta = Consecuencia

Ningún ser humano puede controlar los eventos que ocurren en el entorno y que tienen consecuencias sobre vidas o negocios. Lo único que sí se puede controlar es la respuesta a dicho evento.

Por tanto, un rápido análisis a esta inteligente ecuación lleva a la conclusión de que es la propia actitud la que producirá esa respuesta que mejore las consecuencias al evento ocurrido.

Para enfrentar una crisis, resolver un problema, realizar una tarea o tomar una decisión los seres humanos disponemos de cuatro miradas:

➔ La Estratégica: que nos permite relacionar la situación a resolver con el entorno y proyectar la solución al mediano y largo plazo.
➔ La Organizativa: que contribuye a comprender las relaciones entre los elementos que integran la crisis o la tarea a realizar y encontrar los procesos más efectivos para resolverlo o ejecutarla.
➔ La Interpersonal: que observa a los individuos que directa o indirectamente influyen en el tema en conflicto y ayuda a encontrar las formas más efectivas de establecer relaciones personales.
➔ La Operativa: que se refiere a la forma de ejecutar las tres miradas anteriores y así, alcanzar el objetivo buscado.

Es humanamente imposible encontrar a un individuo igualmente hábil y efectivo en estas cuatro dimensiones. Quien es capaz de entender las relaciones entre las personas suele ser poco eficaz a la hora de plantear los controles de un proceso. Quienes están orientados a la acción, suelen tener una mirada estratégica incompleta.

Por su condición humana, los líderes no son una excepción. De tal manera, deberán esforzarse por consolidar sus aspectos fuertes y trabajar para mejorar aquellos que la realidad cotidiana le señale como débiles.

Dado que el liderazgo consiste en todo aquello que realizan (o deberían realizar) los líderes, los profundos cambios que han experimentado las sociedades en las últimas dos décadas (crisis) trajeron aparejados nuevos estilos de liderazgo (cambio).

En la actualidad, el liderazgo ya no consiste en dirigir y controlar sino en cultivar relaciones positivas con integrantes del entorno, con pares y dirigidos, a la vez de coordinar las tareas bajo su responsabilidad con todos los niveles involucrados de la empresa. Lograr este desafío obligaría a tener competencias prácticamente en las cuatro dimensiones referidas que, como se ha dicho, prácticamente ningún ser humano posee.

¿Qué hace entonces, un líder cuando entiende que su “caja de herramientas” está incompleta?
Básicamente tiene dos posibilidades: por un lado, tratar de completar su formación en aquellos aspectos a mejorar que haya detectado o por el otro, formar las redes que le permitan compensar sus debilidades. Los líderes modernos y efectivos transitan por ambos caminos.

La creación de redes multidisciplinarias es la respuesta a la realidad de las empresas actuales que cada día son menos jerárquicas y más colaborativas. De tal forma, el liderazgo se “distribuirá” entre quienes forman la red dado que cada integrante es responsable por una parte del proceso y que su ejecución en tiempo y forma determinará el logro del objetivo final del conjunto.

¿Deteriora esta modalidad de trabajo la imagen y la autoridad del líder en su condición de tal?
NO. En la medida que el líder adapte su modalidad de liderazgo a esta nueva forma de trabajar. Según la ecuación de Tim Kight debería modificar su respuesta al nuevo entorno. Si intenta persistir en los viejos estilos de liderazgo autoritario y conductivo, el caos será inevitablemente e impedirá el logro de objetivos (consecuencia).

Esta transformación del liderazgo se sustenta (al igual que las “4 miradas” mencionadas al comienzo) en cuatro dimensiones:

1º) Darle sentido a la tarea.
2º) Ser “especialista” en la construcción de relaciones interpersonales.
3º) Construir una visión simple, clara, sólida y desafiante, pero alcanzable.
4º) Innovación y creatividad en cada una de sus propuestas y acciones.

Es fácil reconocer que existe una estrecha relación entre aquellas 4 miradas y estas dimensiones del nuevo liderazgo: las dos primeras están relacionadas con la mirada estratégica e interpersonal, mientras que los dos últimos pilares, con la organizativa y la operativa.

Al igual que con las 4 miradas, ningún líder estará igualmente capacitado en estas cuatro dimensiones, sin embargo, necesitará de esos cuatro pilares pues sobre ellos construirá su nuevo estilo de liderazgo.

Es así como, el segundo de los pilares asume una importancia crucial pues el líder se valdrá de esta competencia para integrar la red multifacética que compense las debilidades propias y de cada integrante.

Darle sentido a la tarea
Consiste en relacionar el contexto, con la organización y el objetivo a alcanzar. Comprender el entorno y relacionarlo con los objetivos institucionales son los conceptos centrales de la Mirada Estratégica. Por su parte, es el “core”[1] de la misión de la alta dirección.

El moderno líder trazará un itinerario o mapa que conduzca al equipo al logro del objetivo, considerando las realidades del contexto, las características de la propia empresa y su mercado, las competencias y potencialidades de cada integrante y los recursos disponibles.

Luego, aceptando las fortalezas de los integrantes y las debilidades propias, el líder conducirá al equipo a lo largo de este “trayecto”.

Construcción de relaciones interpersonales
La comunicación abierta y sincera es un “sine qua non” de esta fase.
El líder deberá haberse ganado la confianza de todos los integrantes de la red y esto lo habrá logrado principalmente, valorando las fortalezas de los otros y reconociendo sus propias debilidades. Por tanto, para que el funcionamiento de la red sea eficaz es requisito imprescindible establecer relaciones de confianza entre el líder y sus integrantes.
En esta fase, el líder deberá disponer de tres conjuntos de competencias, que están íntimamente relacionadas entre sí:

➔ Capacidad de indagar;
➔ Ejercicio honesto de la influencia (característica ésta, central para todo líder);
➔ Fluido manejo de la comunicación.

La indagación es una etapa principal de la comunicación. De tal forma, el líder deberá preguntar, escuchar activamente las respuestas y volver a preguntar tantas veces como sea necesario hasta haber comprendido en profundidad el hecho que “disparó” este proceso de comunicación.
Por su parte, la influencia es el recurso del que se vale cualquier líder para ejercer su función. Liderazgo es influir sobre los demás. Esta influencia debe ser honesta y conducente a un objetivo “sano”, caso contrario estaría mimetizándose con la “manipulación”.
Mediante la influencia (a diferencia de la indagación), el líder explica a los integrantes de la red sus puntos de vista y sus convicciones, sin emitir opiniones ni juicios de valor.
Es así como el equilibrio entre la indagación y la persuasión será otro atributo básico de un líder efectivo porque le permitirá poner en perspectiva las propias visiones y las de los demás, dado que la indagación es una muestra de respeto y consideración hacia los criterios de todos y la influencia, hacia los propios.

El fluido manejo de la comunicación posibilitará al líder estar al tanto de todo lo que produzca la red que conduce, así como de las relaciones internas entre sus integrantes.

Ninguno de sus colaboradores tendrá todas las respuestas que el líder necesita para tener el control del proceso. Por tal razón la indagación y la comunicación de doble vía le permitirá conocer cada detalle del proceso bajo su responsabilidad y entonces, integrar las respuestas de cada uno para su comprensión sistémica.

Asimismo, conocer eventuales conflictos en sus etapas más embrionarias, le permitirá adelantarse y resolverlos antes que adquieran una mayor envergadura que deterioren el clima interno poniendo en peligro el funcionamiento de la red.

Construir una visión
Crear una visión consiste en proponer un futuro posible y convincente. Ese futuro debe ser claramente comunicado y representar un desafío alcanzable aunque exigente. Posteriormente, el líder deberá lograr que esa visión sea compartida por todos los componentes de la red a su cargo.

¿Compartirán esa visión todos los colaboradores? Seguramente que no. En este caso: ¿qué deberá hacer un líder moderno y efectivo?

Evitar por todos los medios imponer al “disidente” la visión que compartieron la mayoría de sus colegas. Por el contrario, deberá reunirse con él o ella tantas veces como sea necesario para entender las características de su visión particular. El siguiente paso en dichas reuniones consistirá en puntualizar las diferencias entre una y otra visión y reflexionar acerca de los posibles resultados que se alcanzarían con cada una.

En esta situación el líder deberá extremar sus recursos comunicacionales, aplicar una efectiva empatía y principalmente, valerse de su capacidad para ejercer sana influencia apelando a imágenes, frases o ejemplos que consoliden la visión del equipo frente a la disidente. Asimismo, deberá asociar los resultados de su visión a imágenes positivas y agradables, sólidamente relacionadas con una “vida mejor” que favorezcan una más fácil aceptación.

A esta altura del proceso, el líder habrá incorporado a su visión a casi todos los “disidentes”. Si acaso aún quedara algún colaborador que compartiera sólo parcialmente la visión de la mayoría, el líder le propondrá honestamente avanzar tras la visión aceptada por casi todos, sin perder de vista su visión “disidente” y comprometiéndose a evaluar permanentemente el consistencia entre una y otra a medida que transcurre el tiempo.

Innovación y creatividad [2]
Si para alcanzar aquella visión compartida por los integrantes de su red, el líder utilizara los recursos habituales de cualquier equipo estaría “transitando” por un camino muy “poblado” de competidores, con respuestas remanidas y poco originales. Es decir, estaría desperdiciando todo lo construido en las fases anteriores por falta de un pensamiento creativo e innovador.
Además, la visión que tan laboriosamente logró compartir con sus colaboradores, deberá estar integrada a la realidad cotidiana de la red, caso contrario será poco creíble y sus integrantes no la “sentirán” como propia. Es decir, el líder deberá hacer el esfuerzo de relacionar esa visión de futuro con la realidad actual.

Tal como afirmó Albert Einstein “nadie logrará resultados diferentes, haciendo lo mismo”. Por lo tanto, el líder deberá ser muy innovador en el camino que le proponga a su red para materializar esa visión tras la que están alineados. Incluso cuanto más original, innovadora y creativa sea, más adhesión logrará de los eventuales disidentes.

El pensamiento innovador deberá estar presente en los grandes proyectos así como, en los más pequeños. Tener un pensamiento innovador no es patrimonio exclusivo de los proyectos de envergadura.

El líder deberá alentar la imaginación de sus colaboradores en cada una de las tareas que realicen. La innovación y la creatividad deberá ser la forma de pensar y de actuar natural y cotidiana del equipo.

Por su parte, el líder deberá aportar innovación y creatividad también a su propio trabajo. En tal sentido, propondrá permanentemente nuevas forma de integrarse en equipo para resolver problemas o realizar tareas. Formas diferentes de hacer las tareas de todos los días se contará entre las propuestas que haga a su gente y los alentará a “mirar” la misma situación desde diferentes puntos de vista.

Para finalizar
Del análisis de las cuatro dimensiones del liderazgo surge una estrecha interdependencia entre ellas, así como sólidas relaciones con las 4 miradas con que un líder enfrentará la resolución de una crisis, un conflicto o la realización de una tarea.

Por su parte, su respuesta a la crisis, será la clave para alcanzar las consecuencias que está buscando. Sólo modificando su actitud y su respuesta a la situación que enfrenta, logrará sus objetivos.

En un artículo aparecido en la Harvard Business Review se hace mención a una famosa frase de Herb Kelleher, cuando era CEO de Southwest Airlines: “No temamos en hablarle a nuestros empleados con emoción. No tengamos miedo de decirles ‘les queremos’. Porque es verdad”.

Si esta “conexión” emocional va acompañada de una distribución razonablemente equitativa de beneficios y retribuciones, además de un clima interno que favorezca la calidad de vida de todos los colaboradores estará muy bien aceptada, sin excepciones y principalmente, será una afirmación creíble.

En resumen: un líder moderno será creíble y respetado por sus colaboradores cuando:

➔ Sea flexible,
➔ Reconozca las fortalezas de los demás,
➔ Exprese sus propias debilidades,
➔ Comunique abiertamente sus emociones y
➔ Actúe en consecuencia.

© Las 4 Miradas de la Gestión Empresarial.
jcgazia@4miradas.com – www.4miradas.com

Autor: Juan Carlos Gazia [3]

[1] En inglés: aspecto central, “corazón” o meollo de algo.
[2] Innovación: hacer algo diferente. Creatividad: hacer algo conocido, de forma diferente.
[3] 
El Autor es Consultor Internacional especialista en el desarrollo del Capital Intelectual – Presidente de Grupo ABGA S.A. (Gazia & Asociados Consultores) – Socio-Fundador de Las 4 Miradas de la Gestión Empresarial – Profesor de Liderazgo en la Escuela de Negocios de la Universidad Politécnica de Madrid (España).

Publicado en Las 4 Miradas de la Gestión Empresarial. Post original aquí.

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Qué NO es la Empresa 2.0: «Empleados perdiendo el tiempo»

Por Joaquín Peña

 

Al vincularse la Empresa 2.o a las redes sociales, el concepto evoca automáticamente en la mente de los neófitos el comportamiento en redes sociales de sus hijos adolescentes: compartir fotos, contarse que se ha hecho durante el fin de semana, chatear, etc. Se suele creer que al implantar una plataforma de colaboración 2.0 los empleados van a:

«Perder el tiempo contándose batallitas y compartiendo fotos de sus hazañas de fin de semana»

Existen numerosos motivos que hace en este no sea el caso de las redes sociales corporativas o plataformas de Empresa 2.0:

  1. Orientadas a trabajar: las plataformas disponibles para las empresas están enfocadas en facilitar el trabajo colaborativo, poniendo el énfasis por ejemplo en la compartición de ficheros, espacios de discusión para facilitar la toma de decisiones y evitar reuniones innecesarias, espacios para difundir información relevante para el trabajo diario, etc. Por contra, redes sociales como Facebook, ponen el énfasis en la compartición del «estado» ( indicar qué se está haciendo en este momento) y la compartición de fotos y videos.
  2. Comportamiento adecuado en las plataformas 2.0: si un empleado no caería nunca en el error de criticar a su jefe inmediato en una reunión «formal» con varias personas, aún menos dejará estas críticas por escrito y firmadas con su nombre, foto y fecha de publicación en la plataforma 2.0. Esto es lo que ocurre en una plataforma de Empresa 2.0: todos los usuarios están identificados (no existen usuarios anónimos o con nombres falsos) y toda la actividad que realicen irá marcada con fecha, nombre y apellidos y foto de la persona. Si alguno de sus empleados lo hace por correo electrónico, también lo hará en una plataforma social. Existen numerosos estudios que refrendan que el comportamiento de los empleados en redes sociales es adecuado siempre que se fijen unas normas de actuación claras y sensatas.
  3. Contenidos organizados por grupos de trabajo: las plataformas empresariales están preparadas para organizar los contenidos por áreas de trabajo, proyectos, etc. Por esta razón, no existe un lugar donde un empleado pueda comentar, sin molestar al resto, que ese fin de semana fue a visitar tal o cuál lugar.
  4. No soportan la compartición de fotos: las plataformas disponibles no soportan por defecto la compartición de fotos ni proporcionan mecanismos para visualizarlas con comodidad, a no ser que deseemos esta características y pidamos que nos la integren. Así pues, a los empleados les será difícil compartir fotos de sus hazañas de fin de semana; además, para eso ya tienen Facebook.
  5. No queremos que todos conozcan nuestra vida privada: los usuarios de redes sociales son cada vez más conscientes de los problemas que puede generar publicar contenidos privados inadecuados en sus perfiles de redes sociales. Por esto son cada vez más cautos e intentan limitar sus publicaciones a sus círculos de amistad más cercanos. Buena prueba de ello es la característica que añade la  red social lanzada por Google, Google+: la posibilidad de clasificar nuestros contactos por círculos y publicar contenidos visibles solo para los círculos que deseemos.
  6. Control sobre lo qué se publica y lo qué no: en las plataformas 2.0 empresariales es posible controlar por completo qué se publica y qué no. Además, se tiene un control total de qué personas tienen acceso a qué contenidos y, por ejemplo, si sólo pueden leer, leer y comentar, publicar, etc.

Conclusión

Existen numerosos problemas derivados de la implantación de soluciones de Empresa 2.0, pero en ningún caso el problema será que nuestros empleados pierdan el tiempo comentando el fin de semana y chateando.

Publicado en JoaquínPeña. Productividad 2.0. sin Estrés. Post original aquí.
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Un líder para la persona desmotivada

por David Asensio

Me gustaría que alguien si tiene la respuesta me la hiciera llegar. ¿Alguien ha preguntado a un desmotivado, a un parado, qué tipo de líder le gustaría le guiara en su próxima empresa?

Vamos a las librerías y vemos muchos libros sobre liderazgo. Conferencias sobre como liderar en momentos de incertidumbre, cómo conseguir el éxito y cómo liderar nuestra relación de pareja. ¿Pero qué hay de esos 6 millones de personas que buscan un trabajo? ¿Son personas que entraran a las empresas motivadas y con ilusión? ¿Hará falta liderarlos?

El estado de ánimo de estas personas, es malo o muy malo. Quieren trabajar, desarrollarse, progresar tras un periodo de estancamiento, llamado desempleo. Pero a la vez tienen miedo. Miedo a que no se desarrollen como en su anterior trabajo, a que no les informen de lo que está pasando en su empresa y al día siguiente, sin información se encuentren que están despedidos o un nuevo ERE.

Toda empresa, quiere, o al menos se dice, estar conectados emocionalmente con sus empleados. Quieren una organización rápida, motivada, entusiasmada, unida entre todos sus componentes.

Pero siempre tengamos en mente, que la infelicidad es el principio de toda explotación laboral. Y todas estas personas, no brillan por su felicidad.

Y cuando esas personas poco a poco se vayan reincorporando al mercado laboral, desearan que el líder de la organización, vea en ellos la esencia perdida y los eleve a dónde sienten que tendrían que haber llegado hace tiempo.

Voy adelantando ya unas primeras conclusiones. Quieren personas que les hagan mejores que como entraron el 1 día por la puerta de la empresa.

¿Qué tipo de líder les gustará tener?

Personas que sean Creíbles.

No confían ni en su sombra. Han recibido muchos “No”, habían puesto su ilusión en procesos de selección que sentían que era su trabajo soñado. Se sienten que les ha perdido el respeto. Y todo quedó  en nada.

Ahora tienen una oportunidad con su nuevo trabajo, pero aún así, el miedo sigue guiando sus vidas.

Han tenido jefes que sabían mucho, pero no les consideraban un verdadero líder. ¿Por qué? Porque no era un líder moral, que es lo que más les importa.

Por mucho que sean eruditos en su campo, pero moralmente no sean coherentes, ese líder para ellos, ya no tendrá ninguna credibilidad.

Ser creíbles no está en su condición académica, sino en su condición moral. Hacen lo que dicen que van a hacer, son hombres justos.

Una persona ética, fomenta la confianza y el respeto dentro de su ambiente laboral.

Personas que impriman Esperanza.

Un desempleado la ha perdido. Un desmotivado ya no se sabe lo que es eso. No ven esperanza en ningún lado, no confían en nadie. Han sufrido muchos traspiés, como también éxitos, pero les da miedo emprender un nuevo viaje. Aunque saben que lo tienen que hacer, tienen miedo.

Comenzar un nuevo proyecto del tipo que sea, es un sueño. Y los sueños si no se impregnan de esperanza en que se conseguirán y en el optimismo por el resultado, mejor no empezarlo.

Quieren que sus jefes, sean líderes positivos. Que les den razones para volverse a ilusionar.

Personas que les imprima Pasión.

Motivación y Pasión. Pasión y Motivación. Dos patas esenciales. Que una sin la otra no pueden estar.

Si el líder, hace que amen la tarea, estarán motivados. Cuando ves a personas que están motivados, apasionadas con su trabajo, eso se contagia.

Una persona motivada, apasionada, ver cosas que un desmotivado no hace. Ve errores que se pueden mejorar u oportunidades.

Quieren líderes que les ofrezcan posibilidades de progreso, de motivación. Una persona apasionada, aunque pierda, nunca tira la toalla.

Personas que sean humildes.

Personas que piensan que ellos son los mejores, que gracias a ellos, la empresa va bien, que no sabrán de todo pero si de muchas cosas, que se vanaglorian de todo,… poco tienen que hacer.

Quieren personas que reconozcan que la otra persona también existe, que sean empáticas. Que cuando hayan cometido un error, lo admitan y no echen la culpa al nuevo.

Humildad significa que no importa el estatus, importa la persona.

Personas que lideren la simplicidad.

Reglas, leyes, tradiciones, procesos…. La vida es más simple de lo que imaginamos. Y es lo que piensan.

Quieres líderes que sinteticen todas esas leyes y les hablen claro, directos. Al grano.

Ya vale de complicaciones y andar por rodeos. Que vayan a la esencia de todo. No están para perder el tiempo en tonterías.

Todos queremos éxito. Todos queremos saber que nuestro trabajo ha servido para algo. Saber que así ha sido, dispara nuestra confianza, estamos más ilusionados. Motivados, con pasión por nuestro trabajo, por nuestra empresa.

Las personas en desempleo, son iguales a ti o a mí. Pero tienen algo especial. Las ganas de triunfar, de demostrar su valía de reafirmarse.

Un líder tiene que aprovechar esa energía que tienen. Hacerles que dejen el miedo en casa y alentarles a que demuestren su verdadera esencia.

Quieren personas que los lleven a romper sus límites. Que cuando conozcan el sabor de las derrotas y los éxitos, degusten el lado positivo de ambos y guarden el aprendizaje para la próxima vez.. Y sobre todo que el éxito, no es el final del camino, sino que es el siguiente peldaño hacia una nueva cima.  Que los alienten, acompañen e inspiren.

¿Reúnes tú alguna de estas cualidades? ¿Eres un líder soñado por todas estas personas?

Publicado en Canal CEO. Post original aquí.

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Gandhi y la gestión corporativa

por Xema Gil

De cómo las buenas ideas perduran, se consolidan y fructifican a lo largo del planeta.

 

Geoffrey G. Jones, de la Harvard Business School, ha publicado en The Conversation un interesante artículo a propósito del 150 aniversario del nacimiento de Gandhi.

Resalto dos puntos importantes:

Gandhi vivió un proceso de globalización caracterizado por la facilidad para viajar, la circulación de medios impresos y el incremento de rutas comerciales.

Como está ocurriendo en nuestro siglo, la globalización dibuja nuevas realidades a las que no se puede responder con los planteamientos de siempre.  “Más de lo mismo” no ha funcionado nunca, o, como decía Einstein, si quieres nuevos resultados no hagas siempre lo mismo.  Saber detectar los síntomas y anticiparse con nuevos planteamientos es vital para que la organización sea capaz de consolidarse en el mercado.

Los horrores ecológicos de la industialización deben combatirse con perspectiva a largo plazo, reputación que fomente la confianza, otorgar valor a la comunidad y aceptación de que la riqueza generada por la actividad de la empresa no es únicamente para el propietario.

Son los puntos clave de una buena gestión corporativa basada en la Responsabilidad Social, perfectamente vigentes en la actualidad.  De hecho, cada vez son más – afortunadamente – las organizaciones que tienen en cuenta estos pilares como una herramienta estratégica sin la cual quedarían superadas por la competencia.  Incluso en un mercado tan agresivo como el estadounidense las grandes corporaciones han manifestado públicamente que ésta es la postura correcta.

Hay muchas formas de aproximarse a este modelo de gestión:  benchmarking, asistencia a seminarios, lecturas… y, por supuesto, el acompañamiento de consultores sénior que ofrezcan su pericia y herramientas específicas contrastadas y diseñadas para comprender la realidad única de cada organización como base para lograr un desarrollo sostenible, ético y en consonancia con las expectativas de esta sociedad cada vez más concienciada. Nuestra aportación son los Indicadores Gandhi como un buen ejemplo de instrumentos de seguimiento y planificación de las mejoras y las hojas de ruta.

(Entrevista a Rahul Bajaj aquí)

Publicado en PEOPLE plus! PROFIT. Post original aquí.

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¿La planeación y la estrategia son dos cosas distintas?

por Jorge Iván Gómez Osorio

La planeación y la estrategia pertenecen al management pero son de naturaleza distinta. Son complementarios pero diferentes en sus finalidades y naturaleza. El problema muchas veces es que fundimos la planeación con la estrategia y obtenemos una mezcla llamada “planeación estratégica” que no es ni lo uno ni lo otro.

Asimismo, se cree -erróneamente- que la elaboración de una matriz DOFA o la redacción de una misión o de una visión constituyen en sí mismos la planeación estratégica, sin considerar que este proceso va más allá de las frases “prefabricadas” o del power point. Por el contrario, busca dotar a la organización de un norte claro, un sentido y, especialmente, de una estructura que conduce a un desempeño superior.

La planeación es un proceso racional que realiza una persona o una organización y consiste en formular planes hacia el futuro y convertirlos en realidad. Un símil de la planeación es cuando trazamos un camino para llegar a un destino. Los instrumentos para llevar a cabo una adecuada planeación -normalmente- son el diagnóstico de la situación, la formulación del plan y, luego, la ejecución.

En el campo de las organizaciones, la planeación consiste en formular objetivos (entre ellos la visión y misión de la empresa), definir responsables, tiempos de ejecución, alineación con políticas y con el presupuesto y, sobre todo, generar espacios de seguimiento y control a los planes trazados.

Hasta este punto todo es inteligible. Sin embargo, el asunto se complica cuando hablamos del diseño de la estrategia dado que este es un proceso totalmente distinto al de la planeación. Por un lado, la estrategia tiene que ver con la victoria (así se desprende de su significado etimológico): está ligada a la capacidad competitiva de la empresa.

Por otro lado, la estrategia tiene que ver con el logro de un desempeño superior frente a los rivales que, en términos empresariales, significa considerar asuntos tan relevantes como la creación y captura de valor de los clientes o la generación de ventajas competitivas. Difícilmente una empresa sobrevive sin estrategia competitiva, pero muchas empresas lo logran sin un proceso formal de planeación. La razón es simple: donde hay estrategia, implícita o explícita, hay negocio. El mejor ejemplo lo constituyen los emprendedores que cuentan con una clara idea de negocio y aún no tienen la misión o la visión de la empresa.

Tanto la planeación como la estrategia se requieren en la organización. La planeación es útil para movilizar a las personas, para canalizar el esfuerzo común y, especialmente, para medir el desempeño frente a los objetivos trazados. Una adecuada gestión de la planeación otorga a las personas dirección, orden y certidumbre frente a las expectativas de los altos directivos. Por otro lado, la estrategia ayuda a enfocar el negocio mediante la definición y el ajuste permanente de su propuesta de valor que se traduce en productos y servicios que los clientes realmente aprecian y valoran. De igual modo, el proceso de reflexión de la estrategia nos ayuda a visualizar los hechos del entorno y de la industria que podrían afectarnos de forma positiva y negativa.

En consecuencia, ¿qué debemos hacer para mejorar nuestros procesos de diseño de la estrategia? Lo primero es separar el diseño y revisión de la estrategia de la planeación porque los tiempos son distintos. Por lo regular, la planeación es anual y está atada a los presupuestos. En cambio, el diseño es permanente y debe contrastarse con la realidad para probar los supuestos sobre los que partimos. Esto quiere decir que el campo de pruebas de la estrategia es la realidad. Los grandes modelos de negocio como el Circo del Sol, Dell, Honda, Pixar y Apple, entre otros, no alcanzaron el éxito al primer intento sino después de probar iniciativas, corregir y volver a probar.

Lo segundo significa descubrir que la planeación es un proceso más racional y centrado en el hemisferio izquierdo que busca propiciar un lenguaje común con respecto a los objetivos de la organización. La estrategia, por su parte, es un proceso de más imaginación y acercamiento a la realidad que requiere del uso del hemisferio derecho del cerebro para crear productos y servicios que se ajusten a las verdaderas necesidades de los clientes. La idea, por ejemplo, de sacar a los animales y a las estrellas del circo no fue fruto de una sesión de planeación sino que, por el contrario, surgió de indagar los supuestos básicos de la industria del circo y crear una nueva estrategia basada en la imaginación y la creatividad.

En conclusión, las empresas deben fortalecer sus procesos de planeación y de estrategia, entendiendo su naturaleza diferente pero complementaria. Tendremos una planeación y una estrategia cuando formulemos objetivos claros, se alcance el conocimiento de los mismos y su disciplina de seguimiento; y claro, cuando hayamos enamorado y fidelizado a nuestros clientes.

Publicado en Dinero. Post original aquí.

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¿Planificación estratégica versus implementación estratégica? ¡He ahí la otra cara del dilema!

por Willem F. Schol

Recientemente pude compartir con ustedes un artículo en el cual tratamos el valor y la necesidad de que las empresas cuenten con un plan estratégico. También el hecho de que muchas personas confunden al plan estratégico con un presupuesto de la empresa y de allí el título de nuestro artículo: ¿Plan estratégico o presupuesto anual? ¡He ahí el dilema!

 

La necesidad hoy en día ya no es solo hacer las cosas correctas bien, a la primera vez, hay que hacerlo así de manera oportuna y consistentemente en el tiempo. Contar con un buen plan estratégico es un primer paso muy importante, pero también lo es el contar con la capacidad para implementar dicho plan estratégico con la excelencia requerida. De allí el título de nuestro artículo de hoy: ¿Planificación estratégica versus implementación estratégica? ¡He ahí la otra cara del dilema!

Existen distintas estimaciones, pero una sola opinión. Según expertos a nivel mundial entre el 70 por ciento y el 90 por ciento de los planes estratégicos bien desarrollados fallan o no entregan los resultados esperados por un problema de ejecución o lo que llamamos implementación estratégica.

Planificación estratégica involucra el proceso de materializar en un buen plan de largo plazo, el entendimiento que una organización debe tener y decisiones que debe tomar en relación a dónde está el negocio y el porqué de ello, dónde se quiere llegar para ganar en el mercado y cómo hacerlo creando una ventaja sostenible y valor superior a la competencia”. Por otro lado la implementación estratégica implica un proceso disciplinado o set lógico de actividades conectadas que le permiten a una organización implementar su estrategia, una fuente de ventaja competitiva en sí.

Como todo en la vida el proceso de implementación estratégica también es un proceso que se mejora año tras año con el adecuado involucramiento de quienes lideran el negocio y de la organización que debe liderar su implementación. No por nada la correcta implementación de los planes estratégicos está entre las tres principales desafíos de los CEO’s en sus empresas.

Pero ¿por qué es que las empresas tienen problemas con el proceso de implementación estratégica si es algo tan importante? Las razones son variadas, pero entre los principales motivos podríamos mencionar los siguientes:

1. Por lo general los gerentes están entrenados para planificar, no para ejecutar.

2. Es común encontrar que los gerentes crean que la implementación se debe dejar a empleados de niveles más bajos y no se involucren lo suficiente.

3. La ejecución usualmente toma más tiempo que el que toma la formulación de la estrategia, algo que para muchos gerentes no les es evidente y, por ende, se cometen errores por la rapidez con que se actúa.

4. La implementación estratégica siempre involucra a más gente que la formulación estratégica, lo que lo hace un proceso mucho más complicado de administrar y controlar.

¿Y cómo hacer para poder contar con un proceso de ejecución formal que haga la diferencia? Ciertamente que la tarea no es fácil y menos aún poder resumirla en un corto artículo. Sin embargo, intentaremos darles una pauta en las siguientes recomendaciones:

Asegúrese de…

  • Contar con la estructura organizacional adecuada y con las personas adecuadas en cada posición. Crear la correcta estructura organizacional es un gran reto.
  • Que la información necesaria se comparta adecuadamente logrando una buena coordinación a través de las distintas áreas y niveles de la organización. Lograr una buena integración requiere de mucha coordinación y de contar con la información correcta y de manera oportuna.
  • Entregar los incentivos adecuados a la organización: Sean estos materiales o de reconocimiento profesional. Contar con un buen sistema de incentivos facilita mucho la ejecucion del plan estratégico.
  • Contar con muy buenos controles para medir el cumplimiento y calidad de ejecución del plan estratégico. Los controles refuerzan los métodos de ejecución y los mecanismos correctivos derivados de ellos facilitan el cambio. Esta recomendación va muy de la mano de uno de los cinco pasos importantes que revisamos en el artículo anterior cuando tratamos el tema de planificación estratégica, el de contar con sistemas adecuados para formular, refinar y comunicar estrategia así como para medir el logro de objetivos y metas.
  • Contar con una verdadera y efectiva Cultura de gestión del cambio. El cambio en una organización pasa de muchas formas y debe manejarse como tal. Como se maneje el cambio en la organización hará la diferencia entre el éxito y el fracaso. Esta recomendación también va de la mano de uno de los cinco pasos importantes que revisamos en el articulo anterior cuando tratamos el tema de planificación estratégica, el de construir las «capacidades necesarias para servir como pilares del plan estratégico». Las capacidades de una organización le permiten llevar a vida las decisiones de dónde jugar y cómo jugar para ganar y deben fluir desde el corazón del plan estratégico. Una cultura basada en una «real apertura al cambio» hará una gran diferencia.

¿Planificación estratégica versus implementación estratégica? ¡He ahí la otra cara del dilema! Espero que no confundan ambos procesos y que a ambos les den la debida atención.

A quienes les interese conocer un ejemplo de cómo funciona el proceso de planificación estratégica los invito a ingresar al siguiente link con el usuario y clave uchile: http://www.xpgconsultnet.com/OMEA/index.php. Es altamente recomendable navegar por el ejercicio en orden de pantallas y de pasos incluidos en ellos para poder entender el proceso de planificación estratégica seguido para preparar este ejemplo y ver el proceso materializado finalmente en las últimas dos pantallas (Resumen OMEA y Bajada OMEA a Plan).

Publicado en America Retail. Post original aquí.

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Estrategia e innovación en la empresa

El solo hecho de plantearse una estrategia de innovación ya determina el papel y la importancia que una organización le atribuye a este proceso.

La estrategia de innovación define el papel de la innovación y establece la dirección que tomará la ejecución de la innovación. Sin embargo, el papel de la innovación en ayudar a las organizaciones a alcanzar la meta de crecimiento es a menudo poco claro y el crecimiento de los ingresos provenientes de la innovación no es suficiente, a no ser que sean manejados con gran rigor.

Es importante, por otro lado, que la organización defina cuál es el propósito que se tiene con la estrategia de innovación planteada. Para algunos, como  los expertos Wouter Koetzier y Schorling Christopher, de la consultora Accenture, la innovación implica la comercialización exitosa de nuevas ideas, es decir, la invención con impacto en el mercado.

Pero la palabra “nuevo”, añaden, puede tener diferentes significados que van desde nuevo en el mercado mundial a nuevo en una industria en específico, pero ya establecido en otro sector, a lo nuevo para una empresa o incluso sólo nuevo para algunos de nosotros. Y por otro lado señalan que la palabra “estrategia” implica que hablamos de algo con un impacto potencialmente grande en la empresa, es decir, no se refiere a una serie de mejoras incrementales a las líneas de productos.

Cinco componentes de una estrategia de innovación

Sobre esta base los expertos proponen cinco puntos que componen una buena estrategia de innovación:

Una estrategia de innovación debe ser verdaderamente inspiradora También debe describir un estado futuro deseable para la empresa. Las oportunidades y posibilidades formuladas en una estrategia de innovación deberían proporcionar información y dar forma a la estrategia global de la empresa. Se debe descartar el enfoque unilateral referido a complementos incrementales para el negocio. Más bien, con la estrategia de innovación se busca que la organización tenga aspiraciones más elevadas.

La estrategia de innovación debe ser ambiciosa

Debe proporcionar las bases para vencer a la competencia y crear nuevos espacios. Koetzier y Christopher proponen desarrollar las ventajas competitivas sostenibles para crecer por encima del crecimiento del mercado global y superar los márgenes de utilidad promedio de la industria. La estrategia de innovación, añaden, debe apuntar más alto y ayudar a la compañía a superar a cualquiera en el espacio disputado.

El proceso de elaboración de la estrategia debe ser abierto

Esto significa subir la barrera en términos de ambición y llegar más rápido a planes más maduros. Así como la apertura del proceso de innovación no es sólo una cuestión de mentalidad, las nuevas tecnologías juegan un papel importante en hacer la apertura comercialmente viable, señalan los especialistas.

Una estrategia de innovación también debe ser adecuada para el tiempo en que se desarrolla

Es importante describir con precisión las iniciativas específicas de innovación que han de ser perseguidas, dónde invertir y competir. Es importante explorar la posible evolución del mercado y los escenarios. También es preciso evaluar el riesgo relacionado con la ejecución de la estrategia de innovación de caras al contexto general de la empresa. La empresa debe considerar cuidadosamente cuántos huevos poner en una sola canasta. Pero se debe considerar, como bien señala Mark Zuckerberg: “El mayor riesgo es tomar ningún riesgo”.

Una estrategia de innovación debe ser adaptable y capaz de evolucionar con el tiempo

Esto significa que debe incorporar el aprendizaje y permitir ajustes en el rumbo trazado. La estrategia de innovación y su ejecución debe ser capaz de adaptarse ante ideas nuevas.

FUENTE CONSULTADA:

Artículo “5 puntos clave a considerar al desarrollar una estrategia de innovación”, publicado por el portal InnovationManagement.se.

Publicado en Conexiónesan. Post original aquí.

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¿El entorno está afectando a tu empresa? No lo permitas, desarrolla estrategias de éxito

por Johana López T.

Todas las empresas están expuestas a la dinámica del entorno

Los cambios políticos, económicos, el mercado, la competencia, las regulaciones, la tecnología, que avanza aceleradamente, entre otros factores, afectan a las organizaciones, por lo que es necesario desarrollar estrategias de éxito.

Ante tales cambios del entorno las empresas deben buscar la manera de anticiparse, para poder manejarlos adecuadamente.

Los líderes de las organizaciones deben anticiparse al futuro incierto, para que puedan tomar decisiones de manera apropiada y enfrentar los riesgos de forma correcta.

Cada día se evidencian cambios en el mundo, en algunas regiones se notan más los impactos políticos y económicos que afectan a las organizaciones.

En otros países más sólidos a nivel político o económico igual las organizaciones se enfrentan a otros factores del entorno como por ejemplo la evolución de la tecnología, por lo que las empresas deben pensar en su futuro.

Entorno país
Existen países que lamentablemente atraviesan por condiciones políticas o económicas desfavorables, que presionan a las empresas, en muchos casos estas empresas se enfrentan a situaciones de total incertidumbre.

La implementación de políticas fiscales, políticas monetarias, condiciones inflacionarias, políticas regulatorias, devaluación de la moneda, el descontento social, entre muchos otros aspectos pueden hacer tambalear la estabilidad de las organizaciones.

Si este el caso de tu empresa seguramente sientes que el entorno la está afectando o que en el corto plazo la afectará. Si es así anticípate a estos cambios para que tu negocio no se vea impactado.

Evolución de la tecnología
Desde la Revolución Agrícola Británica (1600-1740), no han parado los cambios en el entorno, luego siguieron la Revolución Industrial (1780-1840), la Revolución Técnica o Segunda Revolución Industrial (1880-1920), la Revolución Verde (1940-1970), la Revolución Información y Telecomunicación o la Era de la Información (1985-2000), la Tercera Revolución Industrial, conocida como la Revolución Científico-Tecnológica o Revolución de la Inteligencia por la importancia de la tecnología y las comunicaciones.

Esta evolución de la tecnología ha generado inevitablemente transformaciones en las empresas y en la forma de hacer negocios. Actualmente, se habla de la Revolución 4.0, la era digital y la era de la inteligencia artificial y seguiremos viviendo revoluciones tecnológicas, a lo mejor más rápido de lo que nos imaginamos.

¿Qué tan vulnerable a la tecnología es la forma de hacer negocios de tu empresa? ¿Puede tu organización subsistir en el mediano y largo plazo? ¿Pueden aparecer competidores con nuevas formas innovadoras de hacer negocio? ¿Cuánto tiempo dedicas a pensar en los posibles escenarios futuros de tu negocio?

Un momento de reflexión para desarrollar estrategias de éxito
El entorno siempre ha afectado a las empresas, el tema es que ahora la velocidad del cambio es mayor, es muy acelerado.

Se habla que en pocos años desaparecerán muchas profesiones y los empleos que estarán disponibles serán de profesiones que en la actualidad no existen. Eso significa que todas las empresas se verán afectadas inevitablemente por el entorno.

¿Qué está haciendo tu organización para enfrentar estos cambios? El futuro es ya!!

Tómate unos segundo para responder las preguntas que se formulan a continuación:

¿Sientes que el entorno afecta negativamente a tu negocio?
¿El entorno está afectando a tu empresa y no sabes qué hacer? ¿Tu organización se encuentra en un entorno incierto y no sabes cómo manejarlo estratégicamente?
¿Te gustaría prepararte para enfrentar los cambios del entorno que pudieran afectar a tu empresa?
¿Necesitas desarrollar estrategias de éxito para que el entorno no afecte a tu empresa?
¿Quieres estar preparado para tomar decisiones adecuadas ante los escenarios futuros que podría vivir tu organización?
¿Te gustaría saber cómo moverte en cada escenario que presente el futuro para tu negocio?
Sea cual sea el elemento del entorno que afecta a tu empresa debes estar preparado para enfrentar al futuro de manera versátil. No dejes que el entorno afecte a tu empresa, anticípate a ello.

¿Cómo desarrollar estrategias de éxito para el futuro?

Debido a esa diversidad de factores o eventos que pueden afectar el desenvolvimiento de una organización, es necesario realizar una planificación flexible, para adaptarse a las condiciones cambiantes que determina el entorno de la empresa.

La Planificación por Escenarios, es sin duda una herramienta poderosa de la Planificación Prospectiva, que sirve para la toma de decisiones dentro de las organizaciones, permitiéndoles visualizar mejores respuestas frente a eventos futuros, con poca o mucha probabilidad de ocurrencia, y que de no tomarse las previsiones del caso, afectarían de manera significativa la gestión de la organización.

Por otra parte, planificar dentro de cada posible escenario que puede vivir una empresa en el ambiente en el que se desempeña, le confiere flexibilidad y dinamismo para moverse en su entorno, además de permitirle dar respuestas certeras frente a las eventualidades futuras.

Se hace imprescindible, en toda organización, planificar estratégicamente respondiendo a los distintos escenarios que pudieran presentarse.

 

Publicado en OPM Integral / Blog. Post original aquí.

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