Todas las personas somos creativas, pero de distintas maneras y grados, dice Jeff DeGraff; si quieres ser un genio creativo, debes ejercitar tu capacidad inventiva en cinco distintos niveles.
¿Todas las personas son creativas? Seguro que lo son, pero de muy diferentes maneras y en diversos grados. Hay una gran diferencia entre la canción popular que escribiste para tu novia de la universidad y una sinfonía de Beethoven.
Nuestro anhelo democrático de hacer que todos sean iguales nos ha llevado a hacer poco distinguible la grandeza creativa del acto de expresión personal. Lo que hace falta es la apreciación significativa de los diferentes niveles de creatividad y cómo utilizarlos como pasos para incrementar nuestro potencial.
Estos son cinco niveles y tipos de creatividad, desde el más fácil hasta el más difícil de dominar.
Creatividad mimética
La mímesis es un término que ha llegado a nosotros desde los antiguos griegos, que significa imitar o remedar. Ésta es la forma más rudimentaria de la creatividad. Varios animales desde los cuervos de Nueva Caledonia hasta los orangutanes tienen la capacidad de crear herramientas simplemente al observar a otras criaturas. Si ponemos juntos a una madre y a su hijo queda manifiesto que hacemos lo mismo. Es la base del proceso de aprendizaje.
Una forma a menudo pasada por alto de la creatividad es simplemente tomar una idea de un área o disciplina y aplicarla en otra. Por ejemplo, un médico de la Clínica Mayo que busque mejorar la experiencia del paciente podría hacer una visita a un Hotel Ritz-Carlton, que es conocido por su servicio al cliente.
El fallecido cofundador y presidente ejecutivo de Apple, Steve Jobs consideraba esta capacidad de moverse a través de los límites para adaptar las ideas como la clave para la creatividad útil: “La creatividad es simplemente conectar cosas. Cuando le preguntas a las personas creativas cómo hicieron algo, se sienten un poco culpables porque realmente no lo hicieron, simplemente vieron algo. Les pareció obvio después de un tiempo. Eso es porque fueron capaces de conectar experiencias que han tenido y de sintetizar nuevas cosas”.
Creatividad bisociativa
“Bisociativo” es un término acuñado por el novelista Arthur Koestler en su célebre libro The Act of Creation para describir cómo nuestra mente racional consciente puede conectar los pensamientos racionales con los intuitivos para producir los llamados momentos Eureka. En la tradición Zen, este acto de comunión se llama Satori, es decir, iluminación repentina. La creatividad bisociativa se produce cuando una idea familiar es conectada con una idea poco familiar para producir un híbrido innovador.
Aunque a menudo la conexión de ideas es realizada a través de medios más contemplativos, puede ser estimulada mediante el bombardeo de la mente con un aluvión de pensamientos al azar para ver cuáles logran permanecer. La descripción general de este tipo de actividad es llamada lluvia de ideas.
Por ejemplo, en 1994, mientras salían de una experiencia cercana a la bancarrota y mientras trabajaban en Toy Story, cuatro de los directores originales de Pixar almorzaron en un restaurante e hicieron una lluvia de ideas sobre las películas que querían hacer. Con base en los conceptos de cada uno, a partir de esa reunión informal surgieron Bichos,Monsters Inc., Buscando a Nemo y WALL-E. Esos advenedizos de Hollywood cambiaron la industria del cine con una tarde de arrojar ideas al aire.
La creatividad bisociativa está basada en la dinámica electrizante de las tres F de:
Fluidez – Es más productivo tener muchas ideas sin pulir que pocas “buenas” ideas porque entre mayor sea la diversidad de ideas, es mayor el rango de posibles soluciones.
Flexibilidad – A menudo tenemos la idea “correcta” pero la hemos colocado en el lugar “equivocado”, así que tenemos que moverla por ahí para ver donde se ajusta mejor para cumplir con nuestros desafíos.
Flujo– No somos creativos bajo presión. Tenemos que estar tanto estimulados como relajados para extraer la energía necesaria para crear. Las ideas se vuelcan sin problemas cuando comenzamos a disfrutarlo.
Creatividad analógica
Los grandes innovadores, desde Arquímedes en la bañera hasta Einstein montando su ascensor de la relatividad, han utilizado analogías para resolver problemas complejos. Nosotros usamos analogías para transferir información que creemos que entendemos en un dominio (la fuente) para ayudar a resolver un problema en una zona desconocida (el objetivo). Por ejemplo, el diseño de la aspiradora permaneció en gran medida sin cambios durante casi un siglo, cuando el inventor James Dyson utilizó una analogía diferente -los ciclones- para separar las partículas a través de la fuerza giratoria de una centrifugadora.
Las analogías pueden ser utilizadas para alterar el pensamiento habitual con el fin de dar paso a nuevas ideas. De la misma forma en que una analogía nos ayuda a dar sentido a nuestras experiencias al asimilar lo que no sabemos dentro de lo que sí sabemos, el proceso también funciona a la inversa.
Es decir, podemos tomar algo que creemos que conocemos y utilizamos la analogía para hacerlo desconocido. Los artistas lo llaman ‘desfamiliarización’.
Albert Camus con frecuencia narraba sus historias desde el punto de vista de una mosca. Considera cómo sería tu proceso de elaboración de la estrategias si fuera hecho desde el punto de vista de tus hijos en lugar del de tus accionistas o clientes.
Creatividad narrativa
¿Alguna vez has escuchado a un niño que intenta contar correctamente una historia? O tal vez tienes un amigo cercano que siempre arruina el final de un buen chiste. Ambos son ejemplos de lo difícil que es contar una historia de manera coherente, significativa y convincente.
Las historias son una compleja mezcla de personajes, acciones, tramas, descripciones y gramática. Pero lo más importante es que tienen una voz narrativa -nuestra voz- auténtica o personificada. Cómo contamos la historia puede energizar la anécdota más trivial o apagar la historia más emocionante y cautivadora.
La narrativa es una historia comunicada en secuencia. Se trata de cómo es contada la historia. Las historias pueden ser fácilmente deconstruidas y reconstruidas para hacer diferentes versiones o nuevos brebajes. Por ejemplo, muchos estadounidenses bebieron por primera vez la cerveza Dos Equis en la década de 1970 durante sus años universitarios, mientras estaban de vacaciones de invierno en California o México.
No era exactamente una marca premium. Luego, la Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, que había estado en el negocio desde 1900, cambió la historia del producto con la campaña de publicidad acerca de “El hombre más interesante del mundo”.
Este personaje era una combinación de James Bond y Ernest Hemingway y los comerciales hacían una crónica de sus viriles proezas y hazañas. Al cambiar la narrativa, Dos Equis experimentó un crecimiento explosivo en un mercado en reducción.
Creatividad intuitiva
Aquí es donde la creatividad se vuelve más grande y posiblemente más allá de nuestro alcance. La intuición se trata tanto de recibir ideas como de generarlas. Hay varios métodos para liberar y vaciar la mente – la meditación, el yoga y los cánticos, por nombrar algunos. La idea básica es distraer y relajar la mente para crear un estado de conciencia fluido donde las ideas lleguen fácilmente. Normalmente, los discípulos son instruidos por gurús reconocidos y a menudo les toma años dominar estas técnicas.
Rabindranath Tagore, el primer premio Nobel de Asia, desarrolló algunas prácticas de meditación específicamente para mejorar la creatividad personal, al igual que hizo Rudolf Steiner, el fundador del sistema de educación Waldorf.
Los enfoques intuitivos a la creatividad son demasiado numerosos para reseñarlos aquí. Van desde la escritura autonómica hasta tomar drogas que alteran la mente (no recomendado).
Puede que no seas un Shakespeare, un Rembrandt o un Leonardo, pero siempre puedes trabajar para aumentar tu propia capacidad creativa. Todos estos enfoques están al alcance de tu mano – sólo tienes que seguir intentando cosas nuevas. Recuerda que una vida creativa significa que la construyes a medida que avanzas.
*El autor es profesor, escritor, orador y asesor de cientos de organizaciones. Puedes seguir a Jeff en Twitter como @JeffDeGraff.
Publicado en CNNExpansión. Post original aquí.
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