A mediados de los años 50, la productividad japonesa era muy inferior a la estadounidense. Eijii Toyoda, gerente de la división Toyota Motor y Taiichi Ohno, ingeniero jefe de producción, se fueron a Estados Unidos a visitar la planta Rouge de Ford en Detroit, decididos a estudiar e implementar en Toyota las técnicas de producción en”masa” que utilizaba Ford. Sin embargo, pronto se dieron cuenta que el entorno de escasez, las limitaciones de capital y los bajos volúmenes del mercado japonés no justificaban la producción de grandes tamaños de lotes de las plantas americanas. Taiichi Ohno percibió el enfásis que los estadounidenses ponían en producir en masa grandes volúmenes de productos, en detrimento de la variedad y el alto nivel de desperdicios que se generaba.
Fue cuando visitó los supermercados que se inspiró inmediatamente y encontró en ellos el ejemplo perfecto de cómo manejar inventarios reducidos y eliminar pasos inútiles. En los supermercados estadounidenses , se exponían en las estanterías una cantidad establecida de productos muy variados, el cliente tenía acceso inmediato a los productos que consideraba le aportaban “valor” y solo se reponían los productos vendidos, evitando grandes excedentes de stocks.
Taiichi Ohno, consideró este “enfoque de sentido común” perfectamente transferible a cualquier empresa de producción y servicios. Así se empezó a desarrollar el Sistema de producción Toyota. El término Lean es el nombre con el que se da a conocer en Occidente.
Lean más qué un sistema de producción, es una filosofía. Lean significa literalmente esbelto, magro, sin grasa. Su objetivo es obtener para cualquier actividad humana la optimización de recursos, evitando el despilfarro, los desperdicios,los tiempos muertos y todo aquello que no aporte valor .
Las 5s:
Japonés
Español
Concepto
Objetivo
Seiri
Clasificar
Eliminar lo innecesario
Identificar lo útil y eliminar lo inútil
Seiton
Orden
Situar lo necesario
Organizar de forma eficaz lo útil
Seiso
Limpieza
Suprimir suciedad
Crear entorno limpio y agradable
Seiketsu
Estandarización
Señalizar las anomalías
Prevenir la aparición de suciedad y desorden Establecer normas y procedimientos
Shitsuke
Mantener la disciplina
Seguir mejorando
Hacer lo necesario para mantener el cambio realizado
Entre las herramientas utilizadas en LEAN están las famosas 5s cuyo objetivo principal es lograr lugares de trabajo mejor organizados, más ordenados y más limpios de forma permanente para lograr una mayor productividad y un mejor entorno.Se trata de un concepto aplicable a cualquier actividad cuotidiana.
Sus objetivos son:
Separar las cosas útiles de las cosas inútiles
Organizar el espacio de tal manera que todo se pueda alcanzar de modo simple
La limpieza y el mantenimiento del orden
Estandarización de los procesos
Mantenimiento de las mejoras aportadas
Del Lean Thinking (pensamiento esbelto) podemos extraer sabias conclusiones para mejorar nuestra productividad y eficiencia personal.
Ejes de actuación del Pensamiento Esbelto aplicado a la vida cuotidiana
Definir qué hechos y acciones nos aportan “valor”.
Eliminar desperdicios, localizando pasos que no agregan valor y puedan ser suprimidos.
Crear flujo: establecer maneras para que el proceso fluya suave y directamente de un paso que agregue valor a otro que también lo agregue.
Ser efectivo. Una vez identificado el valor, eliminados los desperdicios y obtenido flujo, estaremos en condiciones de producir lo necesario en el momento adecuado.
Mejora contínua: kaizen en japonés. Predisposición a la excelencia. Evitar actuar cómo autómatas.“Estar atentos” en cómo implementamos nuestras rutinas. Se puede intentar que cualquier cosa se haga de forma:
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A veces pienso que todos estaríamos mejor si dejáramos de pensar en nosotros mismos. Al igual que en, “Yo no debería haber hecho esto.” O, “Yo no debería sentirme de esta manera.” O, “Yo debería perder peso.” Y, al mismo tiempo, estaríamos más felices si dejáramos el uno del otro. Al igual que en, “Debemos ser más cuidadosos.” O, ” no debemos hablar a los demás de esta forma u otra.” O, “Debemos haber sido más considerados con quien sea.”
Uno de los mayores impedimentos para cambiar un comportamiento indeseable, un hábito o una situación es la palabra propia del “debe” y el sentimiento que transmite todo lo contrario por el sí podríamos.
(“No deberíamos” y “deberíamos de tener” son simplemente variaciones de “deberíamos” y son igualmente todas expresiones tóxicas).
¿De qué nos sirve el “debería”? ¿De qué nos sirve?
“Debería” básicamente implica que todo lo que estamos haciendo, pensando o sintiendo, en comparación con algún ideal de la perfección, estamos equivocados. Es malo. Necesitamos que el (debe) cambie hacía otra forma más.
Si decimos por ejemplo las cosas que podríamos hacer para mejorar nuestro día a día, a decir las “Cosas que debemos hacer cada día”, la formula de la expresión es distinta, porqué el podríamos nos dice que lo podemos hacer sin que nadie nos obligue hacerlo, en cambio el deberíamos nos obliga hacerlo porque alguien cree que lo hemos de hacer por obligación, ejemplos:
1) Salgamos hacía la naturaleza, el monte o la playa, la calle o donde sea.
Probablemente subestimemos seriamente lo importante que es respirar aire libre. Estar en la naturaleza nos reduce el estrés, nos hace ser más creativos, mejora nuestra memoria e incluso puede hacernos una mejor persona, quién sabe, nadie tiene la totalidad de la suma certeza en todo, algunos la tienen sobre otros un poco más, pero en su totalidad nadie, que sepamos.
Aire libre que respirar, es decir, salgamos ver, a observar, a mirar, a estar en nuestro ser para que nos pueda ayudar.
2) El Ejercicio, el hacer ejercicio.
Todos sabemos lo importante que es esto, pero pocas personas lo hacen de manera consistente. Aparte de los beneficios para la salud demasiado numerosos para mencionar, el ejercicio nos hace más inteligente, más felices, mejora nuestro sueño, aumenta incluso nuestro libido, lo que también nos hace sentir mejor sobre nosotros mismos. Hay muchos estudios al respecto al alcance de nosotros que lo demuestran sólo nos hace falta buscar en la red.
Pero el “deberíamos” rara vez nos conduce al cambio. Simplemente nos hace tomar conciencia de alguna insuficiencia, lo que si nos provoca de una manera garantizada para hacernos sentir juzgados, menospreciados, paradójicamente, menos inclinados querer cambiar, es curioso cuando lo enfocamos con el “podríamos“, la cual nos inclina a querer hacer algo por nuestro propio pie.
El “Debe” nos niega la realidad. O, al menos, denigra la realidad. Pero la única manera de producir un cambio, cualquier tipo de cambio, es primero que nos reconozcamos lo que somos: lo que realmente estamos sintiendo, pensando o haciendo. Entonces, y sólo entonces, podemos hacer una evaluación libre y honesta de nosotros mismos, examinar nuestras causas y nuestros factores contribuyentes, exploramos las maneras más realistas e incrementamos las formas en que queremos cambiarlas y comprometernos a hacer ese cambio.
Diciéndome, por ejemplo, “Debo perder peso” nunca me ha ayudado a perder peso.
“Yes, Yes, Yes“, nos decimos a nosotros mismos, “Tienes razón, debemos perder peso.” (Esta es una conversación que comúnmente tenemos cada 1 de enero. Tal vez ahora es cuando nos reímos, porque en esas fechas de abultadas comidas, a tragantones nos miramos y hemos subido de peso.)
Entonces en ese punto todos nos hacemos las mismas promesas con el “debo o debemos”, incluso a veces nos podemos sentir mal, es lo más normal del mundo, ya no es sólo el peso pueden existir mil palabras más o promesas más que nos podríamos hacer, aquí es cuando entra el “podríamos” que ya nos lleva a pasar a la acción para hacer la mejora de lo que queramos mejorar. Así que estamos de vuelta donde empezamos: no perder peso.
Pero si no hemos hecho nunca deporte, a estas alturas quien nos dice que debemos hacer deporte, quien nos dice que hemos de entrenar, entrenar no es sólo un deporte, es un ejercicio físico y mental que vamos haciendo cada día, sea andar, leer, correr y un largo etc. Son muchos ejemplos que podríamos poner en práctica o hacer.
Imaginemos una conversación dentro de nuestro interior, de forma diferente, que no involucre la palabra “debería”. Aquí está cómo podríamos ir o hacer lo que realmente queremos hacer o ir.
3) Nuestros desafíos.
Aprender cualquier cosa nos puede mantener nuestra mente aguda, mantener nuestra mente inquieta, ayudemos a alguien aprender, aprendamos juntos, colaboremos en nuestro aprendizaje. Las lecciones que podamos aprender, asimilar nos ayudarán a incrementar en algo nuestra inteligencia. Si desafiamos nuestras creencias fortaleceremos nuestra mente. Aumentemos nuestra fuerza de voluntad, aunque sea sólo tomemos un poco de esfuerzo cada día, somos más responsables de nuestro éxito que el coeficiente intelectual. No obtener una educación o aprovechar las oportunidades son dos de las cosas que las personas miramos hacia atrás en nuestras vidas y lamentamos más.
4) Riamos todo lo que podamos y más.
Las personas que utilizamos el humor para hacer frente al estrés tenemos mejores sistemas inmunológicos, menor riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebro vasculares, experimentamos menos dolor de estrés durante el trabajo, como si de un concierto de Rock estuviéramos escuchando todo el tiempo, según dicen viven más tiempo. La risa nos será como una vitamina diaria, aunque sea un momento al día, a veces con hacer reír o sonreír a alguien ya nos ayuda seguir riendo o sonriendo (clínicamente demostrado por mi ser sin ser doctor). Sólo recordar los recuerdos divertidos nos pueden mejorar nuestra relación tanto hacía los demás con nosotros mismos. El humor tiene muchos beneficios.
Mientras voy escribiendo, más adrenalina se me acumula en el cerebro, más música entra en mis oídos, más veo las cosas de otra forma, riéndome incluso de mi propia sombra, como si de un canalla fuera sin un lugar.
5) Si pasamos más tiempo con los amigos y los familiares.
En Harvard, la felicidad, uno de sus libros en 2006 Stumbling on happiness (Tropezar con la felicidad) a manos del psicologo Daniel Gilber sus charlas TED disponibles en internet, sus estudios publicados en la revista Sciencie, identificó esto como una de las mayores fuentes de felicidad en nuestras vidas. Las relaciones valen más de lo que pensamos (aproximadamente un adicional de 131.232 veces al año). No sentirnos conectados socialmente puede hacernos más estúpidos y matarnos. La soledad puede conducirnos a ataques cardíacos, accidentes cerebros vasculares y diabetes.
Pero no confundamos lo de relacionarnos en no hacer nuestros ejercicios solitarios de forma mental o físicamente hablando, al igual que hacerlo con los demás. Tampoco confundirnos con relacionarnos socialmente con gente, con conocidos y demás, con lo que es estar con los amigos de verdad, esos que contamos con los dedos de las manos, esos que nos ayudan cuando caemos, nos enseñan a levantarnos, nos ayudan, apoyan de forma incondicional nuestras ideas, incluso, volviendo al punto de antes, nos hacen reír o sonreír.
Varias veces a varias personas lo hemos comentado, para ir a cenar, para ir un evento, para ir de “fiesta o celebración”, todos somos buenos pero cuando las cosas van mal, es cuando desaparecen o desaparecemos, quien sabe, cada uno que elija su camino, nuestro camino.
Las personas que viven más tiempo en el planeta ponen un fuerte énfasis en el compromiso social y en las buenas relaciones, dado que estas son más importantes para una larga vida que incluso el propio ejercicio físico que antes hablábamos. Los amigos son la clave para mejorar nuestras vidas. Con lo que compartamos las buenas y malas noticias, que estos nos respondan con entusiasmo, empatía, cuando los demás comparten buenas noticias con nosotros para mejorar sus relaciones pero al igual que nos comparten sus momentos con más debilidad. ¿Queremos ser felices al instante? Hagamos algo bueno por ellos y así será compartida.
¿Cuántas veces nos damos cuenta que decir gracias no nos cuesta nada pero da a la otra persona otro cambio de emoción?
Nos hará más felices.
Mejorará nuestras relaciones.
Nos hace ser mejores personas.
Hacemos que la vida de todos de nuestro alrededor mejore.
7) Meditamos, tomemos nuestros tiempos de soledad.
La meditación puede aumentar la felicidad, el significado en la vida, el apoyo social y el tiempo de atención mientras que reducimos la ira, la ansiedad, la depresión y la fatiga.
Dejarse en sí mismo, en nuestro compañero de vida, o en nuestros equipos hace más daño que bien. Si deseamos hacer un cambio o ayudar a otros a hacer un cambio, evitemos en todas nuestras formas, dado que explorar otras formas nos ayudarán y ayudaremos.
8) Durmamos lo suficiente, el tiempo necesario que necesitamos.
No nos engañemos a nosotros mismos en el sueño, que no nos tiene que afectar. Estar cansado en realidad nos hace estar felices de forma más difícil.
La falta de sueño = más posibilidades de enfermarnos. “Dormir nos en los laureles” no nos mejora la toma de decisiones. La falta de sueño nos puede hacer más propensos a comportarnos de manera poco ética.
Las siestas también son geniales. Las siestas aumentan el estado de alerta y el rendimiento en el trabajo, mejoran nuestra capacidad de aprendizaje y eliminan las emociones negativas, al tiempo que mejoran las positivas. Pero realmente, mirando la realidad de nuestros días, quien puede hacer la siesta en los días de cada día, otra forma de hacer la “siesta” podría ser hacer algo que nos desconecte de todo lo que llevamos haciendo durante un largo tiempo de horas productivas, por ejemplo escuchar música, pasear, salir hacer ejercicio, leer, escribir, tomar notas etc.
9) Abrazar a alguien.
Dicen que al abrazo puede reducir el estrés, si reducimos el estrés mejoraremos nuestro rendimiento y del equipo. Los abrazos nos hacen más felices (aunque sean incluso virtuales, el hecho de dar y recibir uno, puede sacarnos una sonrisa).
El sexo puede ayudar a prevenir muchas cosas (podríamos encontrar muchos artículos escritos en la red que lo indican), mejorar nuestro sistema inmunológico y extender nuestra vida o al menos hacerla más placentera.
10) Seamos optimistas, pero con nuestra medida.
El optimismo puede hacernos más sano, más felices. El ejército lo enseña para aumentar la resistencia mental de los soldados. Estar demasiado confiados puede mejorarnos el rendimiento, pero el estar en continuo movimiento aún más.
Esto no supone que hayamos de estar todo el tiempo de forma optimista, como el vivir en un mundo lleno de optimismo, nos sería estar viviendo en los mundos de yuppie sin pisar con los pies a tierra.
“Cambia lo superficial cambia también lo profundo cambia el modo de pensar cambia todo en este mundo.”. Mercedes Sosa
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Como consultor, normalmente trabajo con directivos y casi siempre a través del desarrollo de alguno de sus proyectos. También tengo la oportunidad de mantener, con no pocos de estos profesionales, una relación continuada en la que se mezcla el asesoramiento en la toma de decisiones con agradables conversaciones que suelen girar en torno al sentido e impacto que tiene y debería tener el ejercicio de su liderazgo. Es frecuente que estas conversaciones suelan incorporar esbozos para el diseño de futuras actuaciones y que sean, para mí, un auténtico vivero en el que han germinado las mejores ideas.
Aunque no me cabe ninguna duda de que todavía me esperan sorpresas, es fácil deducir que, a lo largo de todo este tiempo, he podido registrar una gama importante de grises que se extiende desde el negro de la dirección más desaliñada, desconfiada y pobre de espíritu hasta el blanco de aquel liderazgo por el que, sin duda alguna, apostaría y del que extraigo la verdadera materia prima que utilizo para fabricar el conocimiento que necesito para seguir trabajando. Porque, aunque no me cabe ninguna duda de que se aprende de los errores, de lo que estoy absolutamente convencido es que de la incompetencia hay poco que aprender, lo que hay da para poco y se desea olvidar con la misma brevedad.
Algo parecido al “memento homo, quia pulvis eris et in pulvis reverteris” [acuérdate hombre, que polvo eres y al polvo regresarás], que nos susurraban crípticamente mientras dibujaban en nuestra frente infantil una cruz de ceniza, es lo que cuentan de los aguadores del desierto que junto al agua que ofrecen al viajero sediento levantan ante éste un espejo mientras bebe para recordarle que es mortal. No he comprobado la verosimilitud de esta costumbre pero me sirve como metáfora para sugerir utilizar más el espejo, ya que antes que echar mano de la abundante bibliografía que hay sobre el tema, es un derroche para aquellos que quieran saber cuáles son los resortes del funcionamiento humano [la motivación, la buena comunicación…], que no tengan en cuenta algo tan sencillo como el efecto que las variables del entorno tiene sobre uno mismo, que tomen buena nota de ello y que, como ya decían los antiguos, prueben simplemente qué pasa si actúan con los demás [cuando se espera motivación, implicación, entusiasmo] como realmente consideran que funcionaría si se actuara con ellos mismos. Algo realmente difícil por sencillo…
En mi caso sucede que en los últimos años me doy perfecta cuenta de que todo mi trabajo está supeditado a la calidad que se establece en las relaciones con mis clientes y es por esto que, al margen de otros aspectos más convencionales referidos a la manera de obrar en la organización, tengo en especial consideración, para determinar la tipología de dirección ideal, ciertos rasgos que influyen de manera decisiva en mis propias actuaciones y que son los verdaderos responsables de aspectos como la simple disposición a colaborar o el grado con el que me implico en el proyecto, el cual ha rayado, en no pocos casos, con la abnegación.
Así pues, de los rasgos que más me han comprometido de aquellos directivos con los que he tenido la suerte de colaborar y que, por ello, creo que son fundamentales en el ejercicio del liderazgo, destaco sin que el orden denote la importancia:
La sinceridad con la que plantean sus dudas, debilidades y, en definitiva, aquellos aspectos en los que se refleja su condición humana.
La honestidad con la que asumen su intervención y el valor que aportan a la colaboración.
La sensibilidad respecto a mis posibles necesidades entre las que se incluyen aquellos gestos y detalles que contribuyen a hacerme sentir digno y orgulloso por mí trabajo.
La lealtad respecto al proyecto, los compromisos adoptados y los resultados de la colaboración.
La confianza en mi capacidad para responder de los compromisos asumidos.
La independencia emocional necesaria para establecer una relación humana, fresca y sincera.
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Expertos en liderazgo han identificado más de una veintena de actitudes que llevan a un jefe a “cavar su propia tumba” profesional, hasta llegar al fracaso. Entre estos hábitos, el de no generar confianza entre los empleados puede resultar el más costoso. Sn confianza, según las investigaciones realizadas, la idea de un “equipo” queda condenada al descalabro.
Por Iván Abreu Anaya
Lo que parece obvio no siempre predomina. Todo líder cree saber como fomentar la confianza entre sus empleados asumiendo que basta con la seguridad que tiene sobre sí o en sus cualidades. Lo que expertos en el área revelan ahora es que no es suficiente esto para dar por sentado el éxito firme de una gestión: para crear esperanza y seguridad a sus empleados, un líder debe hacerse ver como un empleado más, uno más del equipo.
Según revela el especialista en apoyo a directivos Peter Vajda, “El único elemento que crea la confianza es el comportamiento individual. La confianza es el motor que lleva a los equipos a ir a la milla extra, a trabajar por el bien del equipo y la organización”.
El experto asegura en un artículo que ha publicado en el digital especializado Management-Issues que fomentar la comunicación abierta y honesta y el respeto mutuo para generar apoyo debe ser la misión de todo líder con ética. El estudioso confirma que la desconfianza, por el contrario, a menudo se deriva de una actitud “yo primero”, mentalidad que desencadena el conflicto y el egoísmo.
No existe el “yo”, solo un “nosotros”
Según explica Vajda, lo primero que se debe hacer es cambiar la manera en que se expresa un jefe, sus afirmaciones y su discurso debe estar alejado de la palabra “yo”, un “nosotros” en cambio, le ayudará a dar el primer paso en la dura carrera de conseguir el beneplácito de sus empleados, que a partir de entonces dejarán de ser sus subordinados para convertirse en “compañeros” de trabajo. Su equipo.
En tiempos como los que vivimos, con una cultura caracterizada por la desconfianza, cuando las relaciones laborales sufren, sufre el rendimiento, la producción y las ganancias.
Así que, el experto insiste en hacer que los lideres de hoy en día se planteen ¿cómo podrían estar contribuyendo a la desconfianza en su equipo?, para descubrir de dónde proviene esa fuga de energía que conlleva a perder el norte de una organización, la productividad al 100%.
Vajda, por su parte, señala 25 comportamientos que considera contribuyen a promover la desconfianza dentro de un equipo.
Hábitos no saludables
1. No mantener las promesas, acuerdos y compromisos.
2. Promover el bienestar laboral propio en primer lugar, y el de otros sólo cuando es conveniente.
3. Tener una cultura de microgestión y jamás delegar en otros.
4. Contradicción entre su discurso y su manera de actuar.
5. No compartir información crítica con sus colegas para buscar soluciones.
6. Optar por no decir la verdad.
7. Evadir sus responsabilidades y buscar culpables para sus errores, por miedo a asumir que se ha equivocado.
8. Juzgar, culpar y criticar en vez de ofrecer una retroalimentación constructiva.
9. Traicionar confidencias, chismes y hablar de los demás empleados a sus espaldas.
10. Optar por no permitir que otros contribuyan a tomar decisiones.
11. Restar importancia a los demás talentos de su organización, conocimientos y habilidades.
12. Negarse a apoyar a los demás con su desarrollo profesional.
13. Resistirse a la creación de valores compartidos, expectativas e intenciones a favor de su propia agenda.
14. Negarse a rendir cuentas a sus colegas.
15. Resistirse a hablar sobre su vida personal, para evitar revelar sus debilidades y admitir sus problemas.
16. Asumir el sarcasmo, el desprecio, humor negro y comentarios desalentadores como actitudes “buenas para el grupo.”
17. No admitir que necesita ayuda para no sentirse menos.
18. Tomar las sugerencias de los demás y las críticas como ataques personales.
19. No hablar en las reuniones de equipo y evitar contribuir de manera constructiva.
20. Negarse a considerar la idea de conflicto constructivo y evita conflictos a toda costa.
21. Apropiarse siempre de las reuniones del equipo para evitar discutir otros temas de la empresa que le puedan perjudicar.
22. Negarse a seguir las decisiones acordadas en las reuniones del equipo.
23. En secreto conspirar negociaciones con otros miembros del equipo para crear sus propias alianzas.
24. Negarse a dar a otros el beneficio de la duda y prefiere juzgarlos sin pedirles explicación de sus acciones.
25. Negarse a pedir disculpas por sus errores, malos entendidos y comportamientos inadecuados para defenderse y proteger su reputación.
La integridad y la humildad triunfan
Cuando usted se presenta ante su equipo desde la integridad y la humildad, los demás le verán como un jefe original y romperá con el paradigma del jefe de cuello blanco. Como tal, sus compañeros de equipo comenzarán a confiar en usted, pues sentirán que pueden relacionarse con usted de una forma muy genuina y sincera.
Comunicación y trabajo en equipo son la verdadera ecuación de la calidad humana de la confianza, no la técnica, no la tecnología. Cuando la confianza es alta, la comunicación es fácil y sin esfuerzo. Y a nivel de productividad como jefe conseguirá más de empleados que le ven como un compañero y confían en su gestión, les es más sencillo dedicar innumerables horas de trabajo por un objetivo en común con su líder que por algo o alguien en quien no creen ni sienten respeto.
El experto concluye: “nadie está dispuesto a dar el 100% a alguien en quien no se puede confiar. Punto!” y nunca mejor dicho, somos seres emocionales, nos mueve el amor hacia la vida, hacia una persona o hacia un proyecto y sólo cuando nos sentimos importantes buscamos el éxito.
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La apuesta de la UOC Business School por dirigirse al sector de la microempresa me da vueltas estos días. Desde el 5 de julio pasado, día en que estuvimos con Joan Torrent, su director, he mantenido varios encuentros con diversas personas a las que he comentado la cuestión. Escuchando opiniones, un aspecto destaca: hace falta abordar la especificidad que representa la microempresa. Ayer, por ejemplo, hablando con una compañera de la facultad, salía a la luz la realidad: ¿qué peso real tiene este tipo de empresa en nuestro entorno inmediato?
La realidad es la que es. Echando un vistazo a una presentación de Joan sobre la economía del conocimiento y la empresa en red, en Cataluña, por ejemplo, los números son aplastantes: las empresas de menos de 10 trabajadores representan más del 90% del total de las existentes. Claro que este magma empresarial es complejo, diverso y complejo de comprender. En muchos casos, además, con un vínculo potente entre vida familiar y profesional: muchas de esas microempresas son empresas familiares, con todo lo que esto supone.
Cuando los negocios son contenidos creo que no tiene tanto sentido hablar de grandes éxitos. Los bombazos son para la gran empresa (que también debe existir) que vende sus logros a base de potente comunicación y que capta atención en los telediarios. Por supuesto que también en negativo, faltaría más. Sea por suicidios o por cualquier otra salvajada. Al contrario, cuando tienes una microempresa, Consultoría Artesana en Red lo es y a mucha honra, no vives de salir en los medios sino de aguantar con lo justo para buscar tu hueco de competitividad. Prefiero pensar que, en el fondo, es un ejercicio de inteligencia.
La microempresa necesita poco para sobrevivir. No tiene por qué estar sujeta a los grandes vaivenes de la economía. En clásico gráfico X-R no deberíamos encontrar demasiadas desviaciones al estándar que hayamos definido. Sin embargo, este modelo de negocio, más contenido, requiere una arquitectura que la haga resiliente. Comparto cinco claves y seguiremos con la conversación en otros artículos más adelante:
Dibujar la red, esto es lo fundamental. La microempresa necesita ultraconectarse para ganar en competitividad. Debe presentarse como “la empresa que soy y la red a la que me conecto”. Esta red debe ser inteligente, diferente según sectores de actividad. Cada negocio “pide” su red.
Engrasar la red. No solo hace falta disponer de una red sino trabajar con ella, colaborar con otros nodos. Las conexiones tienen que estar engrasadas. Recuerda: el lazo fuerte es tan importante como el lazo débil
Conseguir una estructura de costes mínima. Cada carga estructural es facturación que hay que conseguir; así que minimizando costes la presión de captar pedidos se reduce.
Gestionar vacas lecheras. Siguiendo la famosa matriz BCG, la microempresa debe encontrar un nicho de facturación cuanto más estable mejor. Y ahí hay que fortalecer la relación con clientes, fidelizar, ser constante y fiable en lo que ofrecemos. Y mirar más allá para evaluar el riesgo de perder esa vaca lechera.
Huir de las transacciones estrictamente económicas. Hay que buscar un plus en las relaciones que establecemos. Ser microempresa te dota de una base humana mucho más potente. No conseguimos contratos sino que establecemos vínculos de mutua (inter)dependencia.
En fin, que aunque ya he escrito de estas cosas en el blog, creo que puede ser buen momento para volver a profundizar en la competitividad de lo pequeño. Ilusión me hace.
De la margen izquierda de la ría, en el Gran Bilbao. Estudié psicología y siempre me he movido alrededor de las empresas y las organizaciones en general. Con una pasión confesa: la bici de montaña.
Publicado en Consultor Artesano. Post original aquí.
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Uno de los primeros pasos para avanzar en la gestión de nuestra mente, es darnos cuenta de que ésta tiene un importante papel en el manera en como percibimos el mundo. Pese a que a menudo nos da la impresión de que son las circunstancias externas las que determinan cómo nos sentimos, observando atentamente nuestras reacciones descubriremos que nuestros pensamientos tienen un importante papel mediador entre nosotros y la realidad. Así, el “diálogo interno” que forman estos pensamientos tiene una importante repercusión en nuestro estado emocional.
Aaron Beck y Albert Ellis, (fundadores de la terapia cognitiva), observaron que a menudo nuestros pensamientos, lejos de ser fieles a la realidad, hacen que tengamos una IMAGEN DISTORSIONADA de la misma. Además, estos autores observaron durante su práctica clínica que los sesgos suelen repetirse, de manera que los agruparon en lo que hoy se conoce como “distorsiones cognitivas”. Algunas de las principales son las siguientes:
PENSAMIENTO POLARIZADO O DICOTÓMICO: Consiste en clasificar las cosas en términos extremos u opuestos (por ejemplo: todo o nada, blanco o negro, bueno o malo, siempre o nunca) sin tener en cuenta las posibilidades intermedias.
“Las polaridades son simples y cerradas, mientras que las diferencias son infinitas.” PEDRO JARA VERA.
“No son buenos los extremos, aunque sea en la virtud.” SANTA TERESA de JESÚS.
“Si quieres ver la verdad claramente, nunca te muestres a favor ni en contra. La lucha entre “a favor” y “en contra” es la peor enfermedad de la mente.” BRUCE LEE.
“No hay nada malo ni bueno en sí mismo, es nuestro pensamiento quien lo transforma.” HAMLET.
VISIÓN CATASTROFISTA: De entre las distintas opciones, pensar que siempre va a ocurrir lo peor (por ejemplo: como mi hijo se retrasa al llegar a casa pienso que le ha pasado algo horrible).
“Mi vida ha estado de terribles desgracias, la mayoría de las cuales nunca sucedieron.” MICHEL EYQUEM, Señor de MONTAIGNE.
“La preocupación no elimina las penas del mañana; sólo mina la fuerza del presente.” JAMES WATSON CRONIN.
“El que lleva su farol a la espalda, no echa delante más que su sombra.” RABINDRANATH TAGORE.
“Competimos por ver quién sufre más.” LISA APPIGNANESI.
“Los peores embusteros son los propios temores.” RUDYARD KIPLING.
“Todas las cosas tienen un lado bueno y otro malo y si sólo consideramos lo malo, nos parecerá que estamos en un mundo insoportable.” NOEL CLARASÓ.
PERSONALIZACIÓN:Tendencia a pensar que lo que ocurre a nuestro alrededor está relacionado con nosotros (por ejemplo: mi jefe llega de mal humor y yo pienso que es porque está enfadado conmigo porque he hecho algo mal).
“Conocer a un hombre y conocer lo que tiene dentro de la cabeza, son asuntos distintos.” ERNEST HEMINGWAY.
“No me conoces, me imaginas. Sólo ves en mí lo que eres tú.” ALEJANDRO JODOROWSKY.
“Si una persona no se quiere a sí misma, proyectará ese sentimiento y pensará que nadie podrá quererla.” WALTER RISO.
“Muchas de las dificultades que experimentamos con los demás están más relacionadas con nuestra proyección y nuestra interpretación que con su verdadera intención.” ROBERT DILTS.
SOBREGENERALIZACIÓN: Sacar conclusiones generales de hechos particulares (por ejemplo: como hoy me he olvidado los documentos de la empresa en casa, soy un fracasado y nunca voy a hacer nada bueno el la vida).
“Todas las generalizaciones son peligrosas, incluida ésta.” ALEJANDRO DUMAS (hijo).
“La mayoría de las personas no quieren ver las cosas como son, sino como se las representan.” HJALMAR SCHACHT.
“El prejuicio es un gran ahorro de tiempo. Puede formarse una opinión sin tener que conocer los hechos.” E. B. WHITE.
FILTRAJE O ABSTRACCIÓN SELECTIVA: Valorar una situación global como negativa debido a que hay algunos elementos que son negativos sin tener en cuenta otras características (por ejemplo: no aguanto que…, es insoportable…).
“Siempre habrá un perro perdido en alguna parte que me impedirá ser feliz.” JEAN ANOUILH.
“No ven la rosa, pero observan con atención las espinas del tallo.” LUCIANO de SAMOSATA.
“Cada uno es tan desgraciado como cree serlo.” SÉNECA.
INTERPRETACIÓN DE PENSAMIENTO: Suponer los pensamientos o intenciones de los demás sin prueba alguna (por ejemplo: eso lo dice porque…, eso se debe a que…).
“Nadie, por muy enamorado que esté, es clarividente. Necesitamos saber lo que le gusta a la otra persona para poder dárselo a su gusto.” OLGA CASTANYER.
“Conoce primero los hechos y luego distorsiónalos cuanto quieras.” MARK TWAIN.
“No vemos a los demás como son, sino como somos nosotros.” IMMANUEL KANT.
DEBERÍAS: Mantener reglas rígidas y exigentes sobre cómo tienen que ser la cosas (por ejemplo: yo debería ser…, yo no debería sentir…).
“La tensión es quien crees que debes ser. La relajación es quien eres.” PROVERBIO CHINO.
“Lo que ES resulta más importante que lo que DEBERÍA SER. Casi todas las personas observan lo que es pensando en cómo debería ser.” BRUCE LEE.
“Si eres flexible, te mantendrás recto.” LAO-TSÉ.
ETIQUETAJE: Poner etiquetas globales a nosotros mismos o a los demás sin tener en cuenta otros matices (por ejemplo: si es que soy un…, es una…).
“No dejes que las percepciones limitadas de los demás te definan.” VIRGINIA SATIR.
“Si crees ser lo que tus amigos y enemigos dicen que eres, evidentemente no te conoces a ti mismo.” ANTHONY de MELLO.
“Renuncia a definirte, y a definir a los demás. No morirás, entrarás en la vida. Y no te preocupes por cómo te definen los otros. Cuando te definen, se están limitando, de modo que ese es su problema.” ECKHART TOLLE.
FALACIA DE LA JUSTICIA: Creer que todo debe ocurrir de una manera determinada y que si no es así es injusto (por ejemplo: no ya derecho a…, es injusto que…).
“Nuestro concepto de lo justo es patológico cuando al medir con él la realidad, y ello incluye el comportamiento real de las demás personas, nos conduce a experimentar más sufrimiento del que, a menudo, es ciertamente inevitable.” PEDRO JARA VERA.
“Esperar que el mundo nos trate con equidad solo por que somos buenas personas equivale a que el toro no nos cogerá solo porque somos vegetarianos.” DENNIS WHOLEY.
RAZONAMIENTO EMOCIONAL: Creer que si uno se siente de una manera determinada entonces es verdad que tiene que haber un motivo real para sentirse así (por ejemplo: si siento tantos celos será porque hay razones para tener sospechas).
“No es el amor el ciego, lo son los celos.” LAURENCE DURELL.
“Según nos hablemos a nosotros mismos, nos viviremos de una marera u otra y el mundo que percibamos será uno u otro.” OSCAR GONZÁLEZ.
“Los celos son una ceguera que arruina los corazones.” GASPARO GOZZI.
DESCALIFICAR LO POSITIVO: Quitar importancia, ignorar o desvalorizar repetidamente las experiencias positivas, centrándose principalmente en lo que va mal (por ejemplo: ante que otro me señala que hay algo bueno en mi o en mi vida pensar: si pero y enunciar alguna cosa que no va tan bien)
“Si exagerásemos nuestras alegrías como hacemos con nuestras penas, nuestros problemas perderían su importancia.” ANATOLE FRANCE.
“Para las personas que no se aprecian a sí mismas, el éxito vale cero y el fracaso el doble.” GIORGIO NARDONE.
“La persona más influenciable con la que hablarás todo el día, eres tú. Así que ten cuidado con lo que te dices.” ZIG ZIGLAR.
“El que se subestima es justamente infravalorado por los demás.” WILLIAM HAZLITT.
“Las personas que tiene la mala costumbre de concentrarse en lo más negativo que en lo positivo terminan por ignorar lo bueno.” WALTER RISO.
ADIVINACIÓN: Predecir o profetizar el resultado de los eventos antes de que sucedan (por ejemplo: el examen me va a ir fatal).
“Si vives diciendo que todo te saldrá mal, quizá te conviertas en profeta.” ISAAC SINGER.
“Lo que creemos, creamos.” HERMANN A. Von KEYSERLING.
SESGO CONFIRMATORIO: Atender únicamente a aquella información que confirme mis ideas preconcebidas sobre la realidad (por ejemplo: si pienso que alguien es egoísta tenderé a fijarme y a recordar más los comportamientos que confirmen mi idea de que es así).
“Es un error capital teorizar antes de poseer datos. Uno comienza a alterar los hechos para encajarlos en las teorías, en lugar de encajar las teorías en los hechos.” SHERLOCK HOLMES.
“Los seres humanos reaccionan, no frente a la realidad, sino frente a las ideas que tienen en su mente.” ANTHONY de MELLO.
“Una profecía autocumplida confirma lo que creíste, pero no porque tu creencia fuera correcta sino porque fue dicha creencia la que creó lo que obtuviste.” HABILIDAD EMOCIONAL.
“De todos los males, los más dolorosos son los que se infringe uno mismo.” SÓFOCLES.
“Cuando se lee un libro según qué estados de ánimo, sólo se encuentran en el libro interpretaciones de este estado.” GEORGES DUHAMEL.
Todas estas distorsiones suponen una visión SIMPLIFICADA y DESAJUSTADA de la realidad, cosa que a menudo hace que surjan en nosotros emociones desagradables. El primer paso para combatirlas es tomar consciencia de que existen.Estar atentos a nuestro diálogo interno y esforzarnos por detectar términos simplificadores y absolutistas como “siempre”, “nunca”, “injusto”, “bueno”, “malo”, “debería”, “no debería”…nos puede facilitar la tarea.
A menudo, el simple hecho de “pillarnos” poniendo en marcha estas distorsiones es suficiente para poder buscar fórmulas alternativas de pensamiento. Otras veces, sin embargo, el cambio requerirá que nos detengamos con atención para reformular estos pensamientos y sustituirlos por otros que se ajusten mejor a la realidad.
Puesto que a veces la vida nos pone por si sola ante difíciles circunstancias, vale la pena conocer bien nuestro funcionamiento para NO AÑADIR a nuestra situación SUFRIMIENTO INNECESARIO.
La mente y sus pensamientos son un arma de doble filo: convertir nuestro diálogo interno en un discurso realista que nos sirva para motivarnos y no en un relato catastrófico que contribuya a que nos hundamos está en nuestras manos y requiere, como la mayoría de los cambios importantes de la vida, un esfuerzo de atención y constancia que sin duda se verá recompensado.
Publicado en Habilidad Emocional. Post original aquí.
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Hagamos un ejercicio de imaginación. Imagine una organización en la que predomine la colaboración entre áreas, se reconozca tanto el logro colectivo como el individual y prevalezca la confianza en lugar del control. Imagine una empresa en la que el poder se basa en el valor que aporta cada persona y no en la posición que ocupa, se conocen las opiniones de los clientes y se dialoga con ellos, los errores se aprovechan como fuente de aprendizaje y se apuesta por programas que fomenten el aprendizaje entre pares.
¿Una utopía? Alguna de las características anteriores son los rasgos de la empresas que innovan en la gestión de personas y que, hoy por hoy, significan un desafío para la mayor parte de las organizaciones, según los resultados del estudio realizado por Be-Up en octubre de 2011 en el que participaron 182 compañías latinoamericanas y europeas que representan a más de 250.000 profesionales.
Cualquier organización puede innovar en su gestión de personas. Pero tiene que comenzar a trabajar en las siguientes cuatro áreas.
Inteligencia colectiva
Las multitudes tienen una sabiduría aun por descubrir, como se demuestra en varios ejemplos. Son más fiables las predicciones sobre los resultados de los ganadores de los Oscar en Hollywood que se obtienen de una pagina web, donde las personas opinan libremente, que aquellas que publican los expertos en los periódicos. O una veintena de empleados de Hewlett Packard, allá por los 90´ y en un mercado ficticio de predicciones de ventas, fueron un 75 por ciento más certeros que los cálculos oficiales de la dirección de la empresa. Sin duda, en este campo existe una oportunidad desaprovechada.
Innovar en la gestión de personas significa impulsar la inteligencia colectiva de todos los que componen la organización. Ahora bien, para que el resultado final de una multitud opinando sobre algo sea inteligente han de darse las siguientes características: diversidad, independencia y descentralización, además de que quienes opinan tengan conocimiento sobre el tema, obviamente.
Las redes sociales ya permiten dar el paso. El desafío reside en cambiar el paradigma imperante, siempre tan orientado a la búsqueda de soluciones por individuos aislados, cuando es posible que la multitud tenga guardada la solución correcta. Solo hace falta preguntarle para avanzar en la innovación en la gestión.
Campo colaborativo
Nuestro cerebro es como un paracaídas, que solo funciona cuando esta abierto, razón por la cuela se necesita un entorno favorable que permita aflorar la creatividad y la posibilidad de desarrollar proyectos colaborativos. Las compañías que participaron en nuestro estudio calificaron con un 9, en una escala de 0 a 10, la situación deseada en programas colaborativos, mientras que valoraron la situación actual en 5.
Los grandes hallazgos se han producido por la interacción y el intercambio de opiniones y reflexiones.
El ambiente emocional que se respira en una organización puede ser palanca o barrera para la creación de un mayor compromiso y una mayor creatividad. Entre las emociones positivas que favorecen la innovación se encuentran el entusiasmo, la alegría, la paz y la tranquilidad, acompañadas del sentido del humor.
Además, la innovación está relacionada con encuentros fortuitos o con la sinapsis organizativa. Para ello, una vez más, ha de haber una democracia real de ideas a través de plataformas colaborativas que realizan una selección natural de las mejores oportunidades, o canales de comunicación con los superiores que abran la posibilidad de proponer y liderar las oportunidades. Esta es una de las claves del éxito en Google o en GoreTex: cualquiera puede ser creador de una gran idea.
Políticas innovadoras
¿Los empleados cuentan con el 10 por ciento de su tiempo para dedicarlo a la innovación? Formulamos esta pregunta en nuestro estudio. Los que participaron puntuaros con un 3,6 la situación actual, mientras que valoraron la situación deseada en 8,2. La innovación no se improvisa; hace falta tiempo para pensar, compartir, preguntar, escuchar, colaborar, probar. Cuando existe el espacio para la innovación , entra en juego el principal motor: la motivación intrínseca; es decir, disfrutar de lo que se hace. Algo más importante que la motivación extrínseca o los incentivos económicos. Pero es fundamental que, en materia de retribución, no haya grandes diferencias entre el máximo directivo y el último empleado. De hecho, en el informe de Be-Up de Innovación en la Gestión se prueba que son más innovadoras aquellas empresas en las que la diferencia salarial es menor de 10 veces.
Liderazgo explorador
Está comprobado: si el líder no cree, el equipo no se compromete ni innova. Por ello es fundamental el equilibro en los tres ejes del líder; su pensamiento, su emoción y su acción han de ir de la mano, en el mismo sentido.
El líder que promueve la innovación tiene cualidades especiales: explora otras posibilidades, lo que significa cuestionar lo establecido; transforma al equipo, creyendo en sus posibilidades más que quienes lo integran; y fomenta la emergencia, flexibilizando y adaptándose al entorno cambiante.
Frente al peso del control o de la rigidez, nace una nueva manera de dirigir las empresas: la emergencia; es decir, la capacidad de crear las condiciones para que las soluciones emerjan y la incertidumbre se convierta en una fuente de creatividad. Todo aquello requiere de emociones distintas más relacionadas con la seguridad en uno mismo y el “NoMiedo”.
El líder explorador ya no trabaja exclusivamente en proyectos, sino que lanza expediciones. Y eso implica hacer nuevas preguntas, involucrar a personas distintas en la búsqueda de soluciones, aplicar nuevos esquemas que le aportarán otras maneras de ver las cosas y experimentar disfrutando del trayecto.
En definitiva, innovar en la gestión de personas es un desafío para las empresas, y lo más fascinante es que está al alcance de todas. La tecnología ya no es una excusa. Ahora cualquier organización y cualquier persona puede involucrarse en ello. Si promovemos la inteligencia colectiva, cultivamos el campo colaborativo, impulsamos políticas innovadoras y desarrollamos un liderazgo explorador, tendremos la posibilidad de reinventarnos, como organización y como profesionales, para alcanzar mejores resultados. Y, por qué no, más satisfacción personal.
Seleccionado por Camila Ubierna de Imagine una nueva gestión de personas, por Pilar Jericó, Revista Wobi, volumen 17 Junio/Julio 2012, p150s.
Publicado en Puerto Managers Blog. Post original aquí.
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