El liderazgo y la capacidad de ejecución

por

amundsenCasi todos los expertos en liderazgo coinciden en que una de las cualidades fundamentales de un líder es la visión. Pero, esta característica tiene que ir acompañada de otro aspecto que a menudo se olvida o se subvalora, y es la capacidad de ejecución.

Realmente, este concepto es, en mi opinión, uno de los elementos más importantes que cualquier líder debe desarrollar, y especialmente aquellos que están a cargo de organizaciones, ya sean estas políticas, económicas o religiosas.

Uno de los libros que más me han enseñado sobre liderazgo, y que trata de forma absolutamente magistral este tema se llama “El Arte de la Ejecución en los Negocios” de Ram Charam y Larry Bossidy. En un artículo posterior exploraré las lecciones de este libro en mayor profundidad, pero por lo pronto me basta decirles que es quizás uno de los pocos libros de liderazgo que explora el elemento fundamental de la ejecución.

Pero, ¿Por qué la habilidad para ejecutar la visión es importante? Porque sin ejecución adecuada, el plan fácilmente puede fracasar. Para ilustrar este concepto, quiero traerles una historia muy interesante que encontré en uno de los libros de Robert Maxwell, y que transmite la importancia de la ejecución, y la necesidad que tiene todo líder de desarrollar esta habilidad:

EN 1911, DOS GRUPOS DE EXPLORADORES emprendieron una misión creíble. Aunque usaron estrategias y rutas diferentes, los líderes de los equipos tenían la misma meta: ser los primeros en la historia en llegar al Polo Sur. Uno de los grupos fue dirigido por el explorador noruego Roald Amundsen.

Irónicamente, la intención original de Amundsen no era ir a la Antártida. Su deseo era ser el primer hombre en llegar al Polo Norte. Pero cuando supo que Robert Peary hizo la proeza antes que él, Amundsen cambió su meta y se dirigió hacia el otro extremo del mundo. Norte o Sur —él sabía que su plan merecería la pena.

Antes de la salida de su equipo, Amundsen había planeado su viaje con mucho esmero. Estudió los métodos de los esquimales y de otros experimentados viajeros del Artico y determinó que su mejor línea de acción sería transportar todo su equipo y todas su provisiones en trineos tirados por perros. Al reunir su equipo, escogió expertos esquiadores y entrenadores de perros. Su estrategia era sencilla. Los perros harían la mayor parte del trabajo mientras el grupo avanzaba de quince a veinte millas en un período de 6 horas cada día. Esto daría tanto a los perros como a los hombres suficiente tiempo para descansar todos los días después de la jornada.

La previsión y la atención que Amundsen dio a los detalles fueron increíbles. Ubicó y surtió depósitos de provisiones a lo largo de toda la ruta. En esa forma su grupo no tendría que llevar cada parte de la provisión durante todo el viaje. También equipó a su grupo con la mejor ropa posible. Amundsen había considerado detenidamente todo aspecto posible del viaje, lo había estudiado a fondo, y había hecho planes conforme a ello. Y obtuvo buenos resultados. El peor problema que tuvieron durante el viaje fue que a uno de los hombres se le infectó un diente y este tuvo que ser extraído.

El otro equipo de hombres fue dirigido por Robert Falcon Scott, un oficial de la marina británica que previamente había hecho algunas exploraciones en el área de la Antártida. La expedición de Scott fue la antítesis de la de Amundsen. En vez de usar trineos tirados por perros, Scott decidió usar trineos motorizados y caballos. Sus problemas comenzaron cuando los motores de los trineos dejaron de funcionar a sólo cinco días de haber comenzado el viaje. Los caballos tampoco viajaron bien en esas temperaturas glaciales.

Cuando llegaron al pie de las montañas Transantárticas, fue necesario sacrificar a todos esos pobres animales. Como resultado, los miembros del equipo quedaron arrastrando aquellos trineos de doscientas libras. Fue un trabajo arduo.

Scott no había prestado suficiente atención al resto del equipo del grupo. La ropa estaba tan mal diseñada que todos los hombres sufrieron de congelación. Uno de los miembros del grupo necesitaba 1 hora cada mañana para ponerse las botas en sus pies hinchados y gangrenosos. Todos fueron cegados por el reflejo de la nieve debido a las gafas inadecuadas que Scott había proporcionado. Lo peor de todo era que el grupo siempre estuvo escaso de comida y agua. Esto también fue consecuencia del mal planeamiento de Scott. Los depósitos de provisiones que Scott estableció no fueron abastecidos adecuadamente, demasiado lejos uno de otro, y muy mal señalados, por lo cual era difícil encontrarlos. Como tenían poco combustible para derretir la nieve, todos se deshidrataron.

Las cosas empeoraron aun más porque Scott tomó la decisión de último minuto de llevar en el grupo a un quinto hombre, aunque sólo habían preparado suficientes provisiones para cuatro.
Después de abarcar ochocientas penosas millas en 10 semanas, el exhausto grupo de Scott finalmente llegó al Polo Sur el 17 de enero de 1912. Allí encontraron la bandera noruega que ondeaba al viento y una carta de Amundsen. El otro equipo, bien dirigido, había llegado primero a la meta ¡con más de un mes de antelación!

El viaje de este grupo al Polo fue muy malo, pero esa no es la peor parte de la historia. El largo viaje de regreso fue terrible. Scott y sus hombres se estaban muriendo de hambre y tenían escorbuto. Pero Scott, incapaz de navegar hasta el fin, no era consciente de la situación difícil en la que estaban. Estaban contra el tiempo y tenían muy pocos alimentos, y sin embrago insistió en colectar treinta libras de muestras geológicas para llevar de regreso —más peso que se iban a ver obligados a cargar aquellos agotados hombres.

El progreso del grupo era cada vez más lento. Uno de los hombres cayó en un estupor y murió. Otro, Lawrence Oates, se encontraba muy mal. El antiguo oficial del ejército que había sido traído originalmente para ocuparse de los caballos, tenía una congelación tan severa que casi no podía avanzar. Como creía que estaba poniendo en peligro la supervivencia del equipo, a propósito se lanzó a una ventisca para librar al grupo de la responsabilidad de cargar con él. Antes de salir de la carpa y en medio de la tormenta, dijo: “Sólo voy allá fuera, tal vez tarde un poco”.

Scott y los dos hombres que quedaban sólo avanzaron un poco más al norte antes de darse por vencidos. El viaje de regreso ya había tomado dos meses y aún faltaban ciento cincuenta millas para llegar al campamento base. En aquel lugar murieron. Hoy sabemos su historia porque pasaron sus últimas escribiendo en sus diarios. Algunas de las últimas palabras de Scott fueron: “Moriremos como caballeros. Creo que esto mostrar que el espíritu de arrojo y de poder para aguantar no se ha ido de nuestra carrera”. Scott tenía valor, pero no liderazgo y esto acabó con él y sus compañeros.

Creo que esta historia ejemplifica la importancia de desarrollar la capacidad de ejecución, y cómo esta característica es la que hace realmente posible la manifestación de la visión. Así que un líder visionario tiene que tener la capacidad de planear, de hacer seguimiento y de ejecutar eficazmente. El liderazgo que no logra resultados no es liderazgo, y sin duda, para lograr resultados no existe mejor herramienta que la habilidad de ejecución.

Robert Maxwell termina esta historia con esta frase: “La verdad es que casi cualquier persona puede gobernar el barco, pero se necesita que un líder trace la ruta”.

Del mismo autor en este blog:

El líder y su misión

Seguir leyendo:

El Arte de la Ejecución en los Negocios

El arte de ejecutar

El Arte de la Ejecución: Consejos claves para transformar la estrategia en resultados

El Arte de la Ejecución: Los 4 comportamientos claves de tu efectividad

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¿Cómo construir una visión compartida en tu equipo u organización? (segunda disciplina de Peter Senge)

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por Guadalupe de la Mata

“Una visión compartida no es una idea. (…) Es una fuerza en el corazón de la gente, una fuerza de impresionante poder. Puede estar inspirada por una idea, pero si es tan convincente como para lograr el respaldo de más de una persona, cesa de ser una abstracción. Es palpable. La gente comienza a verla como si existiera. Pocas fuerzas humanas son tan poderosas como una visión compartida” (Peter Senge).

La clave para lograr una visión que se convierta en una fuente de inspiración y productividad para los equipos y las organizaciones es que todos los miembros aprendan a descubrir en sí mismos la capacidad de crear una visión personal que de sentido a su vida y a su trabajo, que apoye la visión central propuesta por el líder. Todas las visiones personales van alimentando la gran visión de la organización, y cada uno siente en ella una conexión intima que lo impulsa a dar todo de si para convertirla en realidad.

El proyecto, la empresa o la organización ya no es “de ellos” sino “nuestro”.

Visión personal vs. Visión Compartida

vision compartida

Cuando los miembros de una organización o un equipo comparten la visión consiguen funcionar de forma sincronizada convirtiéndose en equipos de alto rendimiento y fuerte compromiso.

Una importante clave para desarrollar visiones compartidas consiste en alentar a los miembros de la organización o del equipo a que desarrollen visiones personales. Si la gente no tiene una visión propia, como mucho “suscribirá” la visión de otro. El resultado será el acatamiento, nunca el compromiso. Es decir, aceptarán la visión pero no la querrán de verdad. O quizá la quieran por alguna motivación externa, como una promoción o para mantener su empleo, pero no la querrán en sí misma.

Posibles respuestas de los miembros de la organización ante una visión:

  • Compromiso: Queremos la visión. Lograremos concretarla. Crearemos las “leyes” (estructuras) que sean necesarias.
  • Alistamiento: Queremos la visión. Haremos lo que sea posible dentro del “espíritu de la ley“.
  • Acatamiento genuino: Vemos los beneficios de la visión. Hacemos todo lo que se espera y más. Seguimos la “letra de la ley”, “al pie de la letra”, un “Buen soldado”.
  • Acatamiento formal: Vemos los beneficios de la visión. Hacemos lo que se espera y nada más. “Bastante buen soldado”.
  • Acatamiento a regañadientes:No vemos los beneficios de la visión, pero tampoco queremos perder el empleo. Hacemos casi todo lo que se espera de nosotros porque no queda más remedio, pero damos a entender que no formamos parte del asunto.
  • Desobediencia: No vemos los beneficios de la visión y no hacemos lo que se espera. “No lo haré; no puedes obligarme”.
  • Apatía: No estamos a favor ni en contra de la visión. No manifestamos interés ni energía. “¿Ya es hora de irse?”.

ALGUNAS PROPUESTAS PARA CONSTRUIR UNA VISIÓN COMPARTIDA

La construcción de una Visión compartida es el producto de varias interacciones de visiones individuales, que requieren conversaciones periódicas donde las personas se sienten libres de expresarse y sobre todo, aprenden del proceso de compartir experiencias y buscar la forma en que cada individuo se responsabilice por hacer lo necesario para concretar la visión.

  • Asegurarse de dar poder a los miembros de la organización (empowerment), otorgándoles confianza y mostrándoles que son parte importante de la empresa
  • Alentar a los miembros de la organización a tener una visión personal
  • Convocar a reuniones para describir una imagen futurista de la organización que quieres crear
  • Pregúntales en voz alta ¿Para que existe la organización? Escucha y aclara si los conceptos emitidos no se corresponden con los tuyos, aclara dudas y busca sinergias.
  • Habla de sus valores y de cómo estos guían tus actos dentro y fuera de la organización.
  • Diles cómo quieres relacionarte con los stakeholders (Clientes, proveedores, accionistas, colaboradores) y en general con la sociedad.
  • Haz una tormenta de ideas sobre ¿cuál es la organización ideal que ellos tienen en mente?
  • Formula varias visiones y comparte con ellos sobre cambios futuros en los clientes, en los productos, en tecnología, etc.
  • Escucha atentamente
  • Describe entonces una visión que englobe el sentir de la gente y exprese en forma convincente tu sueño y el de ellos.

La visión compartida es una de las cinco disciplinas que propone Peter Senge para crear organizaciones inteligentes. Si quieres leer más sobre las 5 Disciplinas encontrarás más información AQUÍ.

Publicado en Innovation for Social Change. Post original aquí.

Para seguir leyendo:

Misión y Visión: Sus 4 reglas y análisis de 9 buenos y malos casos reales.

La Visión: usa un catalejo

¿Cómo está aplicando su visión?

Cuando la organización cambia, hay que renovar la misión

¿Visión o ambición? ¿Misión o intención?

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La respuesta no es la huída

Por Antonia Arévalo @AntoniaAreval

rana-mundoDespués de mil explicaciones me dice… “Soy así Antonia” y se queda tan ancho o tan ancha, vamos anchísimos porque esta es un expresión sin pertenencia de genero y además universal. Existe en todos los idiomas una expresión que nos permite definirnos como algo estático, inamovible, de propiedades fijas, inmutables, sin posibilidades, condenados, etiquetados... y desde ahí, bien agarraditos a ese mundo inventado, nos decimos lo que podemos y lo que no podemos, desde ahí nos contamos nuestras historias y nuestros cuentos, montamos un mundo propio que justifica nuestros miedos, legitima nuestros límites para el cambio y reduce a la mínima expresión nuestras posibilidades de superación. Incluso, por si no nos pareciera suficiente, a fin de darle mayor solidez, anclamos esas nuestras historias en su marco social, religioso, político, económico o el que sea que nos parezca suficientemente sólido para los cimientos de nuestra historia, que tengan la consistencia del hormigón armado, no vaya a rodar el mundo y nos hagamos daño.

Está claro que no puedo ocultar mi aversión hacia la mencionada expresión, quizás porque la conozco demasiado bien, quizás porque un día fuimos intimas, quizás porque un día la creí…por lo que sea pero me produce una inquina profunda!

Y me produce inquina por el significado que le damos. Cuando decimos ese yo soy así, no es por el orgullo de serlo que sería fenomenal. Con esa expresión lo que manifestamos es nuestra renuncia, renunciamos a nuestro poder, renunciamos a nuestras posibilidades de crecer, de avanzar, de aprender, renunciamos a nuestra naturaleza humana primera de realización, ya lo dijo un tal Crisipo de Soli, no se cuantos siglos antes de Cristo “ El pasado pertenece al dominio de lo necesario, el futuro al dominio de lo posible”, en lenguaje de hoy que lo pasado, pasado está y el futuro está por ver… pero… cómo lo vamos a ver si no nos dejamos mirar? Si estamos en un estado constante de reconocimiento de nuestras limitaciones, de nuestras restricciones, de nuestras imperfecciones, de lo que nos falta? Ah!! Bueno, eso no estaría mal, claro que no, no estaría mal si fuera con el objetivo de actuar, pero no, no nos engañemos, no es ese nuestro objetivo, nuestro objetivo es precisamente el contrario…acabar de convencernos de que eso, sea lo que sea, no es para mi, porque… yo soy así!! Y ese ser así no me permite ni pestañear, como si fuésemos un gas ideal, constantes a igual temperatura… y en el mundo real ya os habreis dado cuenta de que la temperatura cambia…

Construimos el yo soy así desde el juicio de que no puedo ser de otra manera, privándonos de la minima dignidad, del mínimo amor hacia nosotros mismos y…yo me pregunto… si somos incapaces de amarnos a nosotros mismos, como vamos a ser capaces de amar? Si somos incapaces de creer en nosotros mismos, como vamos a creer en los demás? Y cómo vamos a pretender que crean en nosotros? Cómo vamos a pretender que nos amen, que nos quieran?

Si tu no crees en ti, por qué me pides a mi que lo haga?, si no crees en tus posibilidades por qué voy a creer que tu lo haces en las mías? Nos han enseñado que es egoísta, narcisista, prepotente, quererse a uno mismo, pero la realidad es que las raíces del poder, del aprendizaje, la fuente de energía de la transformación está en nuestro propio amor, el respeto hacia nosotros mismos, la confianza en nuestras posibilidades, la mirada hacia un futuro lleno de posibilidades que requiere de un presente de acciones de amor, de aprendizajes, de desafiar al que fuimos para ser el que hoy necesitamos ser y que nos permitirá ser el que en el futuro necesitemos ser y seguir fluyendo en el siendo.

Y es verdad, abandonar a nuestros antiguos personajes es un acto heroico, requiere valentía…y pues a sensu contrario… dejar que se queden sin más, sólo porque un día llegaron… es peor que un acto de cobardía, es un acto de abandono, de repudia, de anulación, es un acto de huída y en la huída no está la solución.

Si te gusta como eres, si te quieres tal cual, fenomenal!! Eso es lo importante, el resto vendrá. Pero si no te gusta, no estas satisfecho, si quieres cambiar, haznos un favor a todos, a ti el primero y hazlo!!, no eres así, no somos así, somos como queremos ser, somos como nos permitimos ser, en esta historia, los demás no tienen nada que ver.

Y si eliges el camino del cambio porque así lo quieres, inícialo desde el amor a ti mismo, desde el respeto a lo que has sido, a lo que eres y a lo que quieres ser. Los antiguos personajes, los antiguos patrones querrán volver, querrán volver en esos momentos en los que la voluntad flojea, cuando las cosas se ponen difíciles, cuando la guardia está baja. Querrán volver y decirte, ya te lo dije, eso no era para ti, tu eres así y… tendrás la tentación de dejarles pasar, de que vuelvan a tomar “sus posiciones” porque los rasguños te escuecen. Y quizás ganen y entren, pero estate tranquilo porque ya no encontrarán “su lugar” quizás se instalen un par de noches pero no más, simple y llanamente ámales porque forman parte de lo que fuiste, explícales qué quieres ahora, qué necesitas de ellos y si no te lo pueden dar marcharán y si sí pueden tu mismo querrás que se queden.

“Es difícil volar cuando esperas caída, es difícil soñar cuando no ves la salida…el latir más sincero, el misterio en el que creo aún sigue aqui…la respuesta no es la huída…” (Maldita Nerea)

Así es que te invito a que pongas el volumen al máximo y berrees lo más alto que puedas esta canción!! Salta hasta que se rompa el techo y  después decide si de verdad eres así o si vas a ser lo que de verdad eres.

Publicado en Mayeutika. Post original aquí.

Del mismo autor en este blog:

Tengo cero posibilidades, ninguna

Puede una Organización sentir? Tienen las Organizaciones emociones propias? Pueden enfermar?

Seguir leyendo:

La autoconfianza

Inteligencia Conversacional II. El papel clave de la Confianza

El síndrome de la rana hervida

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Conócete mejor con la ventana de Johari (2ª parte)

ventana-de-joharipor Pilar Torrijos Gijón

 

Hace cosa de dos años publiqué una entrada que tuvo muy buena acogida.

Hoy puedo decir que es el post más visto, leído y compartido de cuantos integran este blog. Lleva por título Conócete mejor con la ventana de Johari, y como puedes suponer le tengo especial cariño.

Si no conoces la ventana de Johari, te recomiendo que antes de seguir leyendo hagas clic en el vínculo anterior y te pongas al día. Es una herramienta extremadamente útil para la vida en general, y ese es principal motivo por el que tiene tanto éxito. Es una herramienta psicológica sencilla, útil y práctica. Haz clic y serán los cinco minutos más aprovechados del día.

Desde entonces, he ido recibiendo peticiones para que ampliase el contenido del post (reconozco que era claro pero escueto). Y aquí está el resultado. Procuraré dar respuesta a las preguntas que me habéis hecho profundizando un poco más en este magnífico modelo.

Lo bueno de la ventana de Johari es que puedes aplicarla en diferentes entornos y situaciones –familiar, social, académico, profesional–; pero a pesar ser tan versátil siempre persigue el mismo fin:

  • ampliar la idea que tienes de ti mismo
  • ser consciente de tu propia personalidad
  • fortalecer vínculos con los demás (las personas que te dan feedback)

¿Por qué dicen que es tan importante conocerse a sí mismo?

Bueno, ésta no es una moda reciente, ya los sabios griegos lo decían: conócete a ti mismo. Y si la recomendación ha llegado hasta nuestros días por algo será.

Conocerte bien es una de las mejoras cosas que puedes hacer por ti. Pensarás ¿qué me puede aportar el autoconocimiento?

En mi opinión, Todo.

Porque si conoces tus fortalezas, las potenciarás; si sabes de tus debilidades, estarás en disposición de hacer algo para cambiar; y si eres capaz de identificar tus emociones podrás manejarlas y controlarlas mejor. Lo cual no significa que las reprimas, sino que al ser consciente de ellas puede aprovecharlas en tu propio beneficio y de los que te rodean.

¿Dirías que te conoces bien?

Si quieres, podemos hacer la prueba ahora mismo.

Por ejemplo, en el próximo minuto ¿sabrías mencionar tres puntos fuertes y tres puntos débiles que te caractericen? (…)  Los segundos son más difíciles, lo sé. Sobre esto tienen mucho que decir los profesionales de Recursos Humanos. A pesar de ser una pregunta de libro, con muchas posibilidades de ‘caer’ en las entrevistas de selección, sólo un pequeño porcentaje de candidatos es capaz de responder con soltura y decisión qué se le da bien hacer y en qué necesita mejorar. Por lo tanto, el autoconocimiento es fundamental, aunque solo sea para poder superar con éxito entrevistas de trabajo.

¿Quién fue Johari?

Johari no es una persona, sino dos.

Esto precisa una aclaración.

Según la wikipedia, la palabra Johari es el resultado de la unión de las iniciales de los nombres de pila de los creadores de la ventana. Joseph Luft (1916–2014) y Harrington Ingham (1914–1995). Si unes las letras en negrita obtendrás la palabra Johari. Así de originales fueron.

DESCUBRE QUIÉN ERES

Según el modelo, cada persona está representada en un diagrama con cuatro áreas o zonas distintas. Estas cuatro áreas son el resultado de combinar dos columnas y dos filas superpuestas entre sí.

Las columnas representan el YO.

Las filas representan a los OTROS, los miembros de un grupo o  de un equipo.

Hay que decir que si bien la ventana de Johari se aplica normalmente a un individuo (Yo) con respecto a un grupo (los otros/los demás), el modelo también se puede utilizar para desarrollar colectivos o equipos de trabajo. En este caso, el ‘Yo’ sería el grupo y ‘Otros’ sería otros grupos o colectivos diferentes.

ventana-de-johari-1

El diagrama simboliza el grado de Información (en la siguiente imagen) que se conoce de una persona, en términos de si es conocida/desconocida por ella misma y de si esa misma información es conocida/desconocida por los demás.

que-es-informacion_1

Cuando ambas variables se cruzan forman cuatro partes que representan las cuatro áreas de la Persona sobre la que se aplica la ventana:

  1. Área Pública
  2. Área Ciega
  3. Área Privada
  4. Área Desconocida

Vamos a ver cada uno de los cuadrantes como si se tratara de tu propia ventana.

1. Tu área Pública

Area pública de la ventana de Johari. Yo conozco – los Demás conocen

También se la conoce como área abierta. Contiene toda la información que has elegido compartir con otras personas.

Puede ser información importante y valiosa o bien insignificante y trivial, depende de ti. Pero lo que la caracteriza es que has decidido hacerla de dominio público.

En este cuadrante las suposiciones no existen. Tampoco las conjeturas. La  información fluye con total tranquilidad y despreocupación. Son aspectos de tu personalidad que te apetece compartir con los demás y éstos responden proporcionando feedback sin mostrar ningún tipo de reparo. Recuerda que la ventana está abierta.

Tampoco es necesario dar información demasiado personal. Lo ideal es encontrar un equilibrio entre lo que tú sabes de otra persona y ella sabe de ti.

De las cuatro zonas, esta área (la pública) es la más dinámica de todas. Aquí se produce el intercambio de información, aquí es donde se fortalecen los vínculos con los demás y donde se produce el autoconocimiento.

Se podría resumir en cuatro palabras: Dar y Recibir Feedback. Y gracias a ello te ves a ti mismo tal y como te perciben los demás.

2. Tu área Ciega

Area Ciega de la ventana de Johari.Yo desconozco – los Demás conocen

Este cuadrante abarca lo que desconoces de ti mismo, cosas de las que no eres consciente pero que los demás sí conocen.

En otras palabras, representa todo lo que los demás saben de nosotros pero que no nos dicen.

El área ciega es como el ángulo muerto del YO. Por más que mires, no ves nada. Son palabras, miradas, gestos… información que se nos escapa y de la que no somos conscientes (tics nerviosos, muletillas, gestos recurrentes que nos pasan desapercibidos). Y aunque tú no seas consciente, el grupo sí los percibe y además saca conclusiones de ello.

Aquí también se encuentran aspectos de la personalidad que nadie se ha atrevido a corregirte. ¿Acaso no te pica la curiosidad?

Insisto en esta idea. El área ciega es una gran bola que impide conocerte mejor. La piedra nunca desaparece, siempre va a estar ahí; pero la buena noticia es que se puede erosionar y hacerse más pequeña. De ti depende que tu área ciega tenga el tamaño de un pedrusco o de una piedrecilla.

¿Cómo se obtiene la información que vive en el área ciega?

Preguntando.

En el ámbito laboral es básico solicitar feedback. Sólo así se perfeccionan habilidades, se corrigen defectos y se es más productivo. Vivir en la ignorancia no es que sea muy provechoso que digamos, pero cada persona es dueño de poner sus propios límites. Sólo a ti te corresponde decidir lo que quieres saber y hasta dónde quieres saber (no todos encajamos el feedback de la misma manera).

3. Tu área Privada

Área privada de la ventana de Johari

Yo conozco – los Demás desconocen

También se la conoce como área oculta.Contiene aspectos que no deseas revelar a los demás ni compartir con nadie. Forma parte de tu YO más íntimo y personal.

La información (en forma de hechos, pensamientos, experiencias del pasado, miedos) se mantiene escondida y oculta a ojos y oídos de los demás. Unas veces será por ocultar vicios, para no mostrar debilidad, por vergüenza a que se conozca algún fracaso… y otras veces simplemente por timidez y modestia.

Por ejemplo, si nunca he mencionado a mi círculo de amigos que en la infancia padecí de enuresis nocturna, esa información está bien protegida en mi área privada. Por la razón que sea no deseo darla a conocer. Digo lo mismo que unos párrafos más arriba, cada persona es libre de decidir qué va a contar, cuánto va a revelar, en qué momento y a quién/quiénes. Cada uno tiene su propio ritmo y se debe respetar.

¿Hay que preocuparse por tener mucha información privada oculta a los demás?

Por supuesto que no. Ocurre continuamente. Sobre todo cuando no hay suficiente confianza con el grupo, cuando temes sentirte rechazado o si crees que la información pudiera ser manipulada.

Por lo general, la cosa funciona así: tú compartes información privada y la otra persona te paga con la misma moneda revelando información que está en su cuadrante oculto. Por lo tanto, es lógico pensar que a medida que aumenta el compañerismo y la complicidad con los demás, te sientas más seguro y confiado para hablar de tus sentimientos más profundos. Y ellos contigo.

No todo en el área privada es material delicado. También puede haber información insignificante que aún no has tenido ocasión de contar hasta que por fin se presenta la ocasión de hacerlo.

Se entiende mejor con un ejemplo. Si en el transcurso de una conversación un compañero de trabajo menciona que está valorando la posibilidad de invitar a un cliente a comer en el restaurante X y casualmente tú has tenido una mala/buena experiencia anterior en ese mismo restaurante, lo normal sería ofrecer ese tipo de información para ayudar a la otra persona a tomar una decisión. Es decir, dejas salir información de tu área privada cuando se ha presentado la ocasión propicia. Para ti esa información es insignificante y sin embargo pudo resultar muy valiosa para la otra persona.

 4. Tu área Desconocida

Area desconocida de la ventana de Johari.Yo desconozco – los Demás desconocen

El último y cuarto cuadrante de la ventana de Johari representa al Yo desconocido.

Contiene aspectos de tu personalidad que nadie sabe, ni siquiera tú. Y en realidad lo ignoras porque al no haber vivido determinadas situaciones, no puedes conocer con certeza cuál sería tu reacción y el comportamiento que adoptarías llegado el caso.

En esta categoría del Yo desconocido se incluyen:

  • Habilidades en potencia, talentos y destrezas aún no desarrolladas ya sea por falta de formación o falta de oportunidades.
  • Emociones latentes, sentimientos inexplorados porque no se ha vivido aún la situación propicia para sentirlos.
  • Miedos, fobias o aversiones que una persona no sabe que tiene.

Se podría decir que es algo que está en tu subconsciente –adormecido- y que aún no se ha manifestado esperando que llegue el momento de vivir esas nuevas experiencias.

¿Recuerdas el caso del profesor Neira?

El  profesor universitario que se hizo célebre por intentar impedir la agresión de un hombre a su pareja. Aquel 2 de agosto de 2008 Jesús Neira decidió enfrentarse a un hombre que maltrataba a una mujer en plena calle. ¿Qué hubieras hecho tú en su situación? ¿Hubieras actuado igual? Puede que pienses que sí, que también intentarías impedirlo. Pero es algo que nunca sabrás con certeza a no ser que vivas una situación similar. A lo mejor, contrariamente a lo que piensas, llegado el momento te quedas paralizado, incapaz de poder reaccionar; o te alejas atemorizado, eso no tiene nada que ver contigo. Pues bien, a eso quiero llegar. En realidad tienes una idea de cómo podrías reaccionar ante una determinada situación, pero no puedes saberlo con certeza hasta que por fin lo vives en primera persona.

La información desconocida que de pronto se descubre puede tomar diferentes caminos: (1) hacia el área pública: compartiendo con los demás la información que acabas de descubrir de ti mismo, (2) hacia el área ciega: si es observada por los demás pero no la revelan y (3) camino del área privada: si eres tú el que la descubres y decides mantener oculta.

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PASOS PARA CONOCERTE MEJOR

Vamos a ver paso a paso cómo interviene cada cuadrante en tu propio autoconocimiento.

Paso 1: Deja que te conozcan (área Pública)

Parto de la base de que tienes metas –personales, profesionales, académicas, etc.– Algunas de ellas sabes que puedes lograrlas por ti mismo, sin ayuda de nadie, simplemente con tu esfuerzo y voluntad. Pero también sabes que para lograr otras metas necesitas contar con la colaboración y ayuda de la gente que te rodea.

Bien, pues aquí entra en juego tu área pública.

Cuanto más compartes sobre ti, mejor te conocen.

Cuanta más información das sobre los objetivos que tienes en la vida, más capacidad tienen los demás para ayudarte a alcanzarlos.

Es por esto que moverse en el cuadrante público es esencial para el desarrollo de la persona. En esta área te haces plenamente consciente de tus capacidades, sabes lo que puedes lograr por ti mismo y lo que no, creas confianza, te dejas conocer, consolidas viejas relaciones y comienzas otras nuevas.

Paso 2: Quítate la máscara (área Privada)

¿Te has preguntado alguna vez si la información que mantienes en tu cuadrante privado te resulta útil reteniéndola ahí o por el contario le sacarías más provecho dándola a conocer?

Piénsalo.

Quizá te interese revelar ciertas cosas que ahora tienes bajo llave.

No obstante, el objetivo no debe ser recortar tu área privada hasta dejarla en la mínima expresión. Ya hemos visto que este cuadrante tiene que tener su propio espacio. Guardar secretos es bueno y saludable, actúa como una barrera para protegerte de personas que puedan usar cierta información para hacerte daño.

Por lo tanto, saber discriminar el tipo de información que das a conocer es tremendamente importante. No hay que compartir por el hecho de compartir, ni revelar información privada sin ton ni son, sino que hay que hacerlo con cierto orden y con un propósito. Antes de revelar aspectos íntimos de tu personalidad piensa si va a servir para generar confianza con el grupo o por el contrario podría perjudicarte.

Paso 3: Pide feedback. No temas averiguar qué huella dejas tras de ti (área Ciega)

El cuadrante ciego es el área más improductiva de todas, pero al mismo tiempo es una mina de oro para tu propio autoconocimiento.

Si quieres reducir tu ángulo muerto, involucra a otras personas y pídeles su opinión sobre ti. Pregunta cómo te ven, que te den detalles de tu carácter y del impacto que dejas en ellos. Se trata de averiguar lo que la gente dice de ti cuando no estás presente. Hacer y hacerte este tipo de preguntas es básico para crecer personal y profesionalmente.

Te propongo hacer el ejercicio que encontrarás en este enlace. Para ello necesitarás algunos amigos o compañeros de trabajo. Es un lista de rasgos positivos y negativos con los que podrás confirmar aspectos de tu personalidad que ya sabías y descubrir otros que desconocías. Al recibir retroalimentación sé respetuoso, escucha y reflexiona sobre lo que te han dicho. Es un ejercicio muy revelador. ¡Ánimo!

Paso 4: Escapa de tu zona de confort (área Desconocida)

A estas alturas habrás escuchado infinidad de veces que “salir de la zona de confort te permite vivir nuevas experiencias”. Y es cierto. Salir de tu zona de confort te hará descubrir más sobre ti mismo.

Si no te has puesto a prueba y no te has dado la oportunidad de explorar tus capacidades, nunca sabrás si tenías un talento oculto que podías haber desarrollado.

Todos sentimos cierto miedo e inseguridad frente a lo desconocido. Sin embargo, a medida que vayas experimentando nuevas situaciones, irás observando e identificando rasgos que desconocías tener. Unas veces te los señalarán los demás y otras veces los descubrirás por ti mismo. Según vayan saliendo a la luz irás construyendo una mayor conciencia de ti mismo.

Tras este repaso a las cuatro áreas de la ventana de Johari, hay que mencionar que las líneas que dividen los cuatro cuadrantes son móviles. Imagínate que la línea divisoria es como una cortinilla o un telón que se puede desplazar de un lado a otro. Como resultado, el tamaño de los cuadrantes varía y esto hace que un cuadrante pueda aumentar de tamaño a costa de que otro lo reduzca.

¿Has adivinado ya qué cuadrante conviene tener más grande? Efectivamente es el cuadrante público, que por otra parte es el que más influye en nuestro éxito y desarrollo personal.

Por suerte hay dos maneras de hacer que el área pública aumente su tamaño:

Dando feedback, divulgando y revelando información sobre ti mismo al grupo. Como ves en el primer diagrama, el área pública gana espacio en vertical conforme el área privada mengua.

Buscando la retroalimentación de los demás y siendo receptivo a sus comentarios. En el segundo diagrama el área pública se abre paso hacia la derecha, creciendo horizontalmente y reduciendo el cuadrante ciego.

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CUÁNDO NO UTILIZAR LA VENTANA DE JOHARI

Decía al comienzo de esta entrada que la ventana de Johari puede aplicarse a todo tipo de entornos y situaciones. Y así es. Pero para sacar el máximo provecho a esta herramienta ha de cumplirse una condición: tiene que haber existido un mínimo de comunicación entre la persona (Yo) y el Grupo; la suficiente como para llegar a conocerse.

Porque si no hay un mínimo de confianza entre ambos o el conocimiento entre unos y otros es muy escaso o casi nulo, es más que probable que la ventana de Johari no cumpla su finalidad.

Por lo tanto, se desaconseja aplicar la ventana de Johari en grupos o equipos de trabajo en los que uno de sus miembros es nuevo o acaba de incorporarse al equipo. Y también en grupos de reciente creación donde ningún miembro se conoce entre sí y no ha habido tiempo para compartir información.

En casos así los cuadrantes superiores (abierto y ciego) serían muy pequeños puesto que el grupo tendría un conocimiento muy limitado del nuevo miembro del equipo, y viceversa. Por otro lado, el cuadrante oculto sería el que más espacio ocupara dentro de esa hipotética ventana. De ahí la inconveniencia de aplicar este modelo entre equipos que aún no se han establecido del todo.

Y para terminar, te dejo los siguientes enlaces donde podrás informarte mucho más sobre la ventana de Johari.

Si te ha gustado, comparte. ¡Gracias!

Créditos:
Imagen título: © Ghislain & Marie David de Lossy/cultura/Corbis
Imagen área pública: © moodboard/Corbis
Imagen área Ciega: © moodboard/Corbis
Imagen área Privada: © Wavebreakmedia LTD/Wavebreak Media Ltd./Corbis
Imagen área desconocida: © Arman Zhenikeyev/Corbis

Pilar Torrijos

@p_torrijos

Aprovechando el momento y en constante aprendizaje. Creadora del blog del Mando Intermedio y sumergida en el 2.0 sin olvidarme del 1.0

Madrid · http://elblogdelmandointermedio.com

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El blog del Mando Intermedio está sujeto a una licencia Creative Commons

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Publicado en El Blog del Mando Intermedio. Post original aquí.

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Soy empático. Bueno, eso creo.

Conócete mejor con la ventana de Johari

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Autoconocimiento: El primer paso hacia un liderazgo auténtico

El autoconocimiento. Primera aptitud de la inteligencia emocional

La magia del Empowerment. Resistencias y etapas

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12 cambios en el cerebro conectado

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Por Dolors Reig

Predecía ya Isaac Asimov la web que tenemos, que tendríamos conexión permanente en algún momento a enormes librerías a las que podríamos preguntar cualquier cosa, librándonos de la pesada memorización de muchas cosas. Un artículo en Online college nos lo recuerda, además de resumir mucho de lo que hemos dicho aquí o he podido encontrar en otras fuentes (que voy enlazando) sobre los cambios en nuestros cerebros que todo ello comporta:

1. Internet se convierte en nuestro disco duro externo, el lugar en el que almacenamos muchas de las cosas que antes solamente podíamos memorizar. Son varios los estudios que confirman la idea. En algunos casos se demuestra que se trata de un proceso casi consciente y derivado de la pereza cognitiva que nos caracteriza: si sabemos que van a guardarse los datos solemos tomarnos muchas menos molestias en memorizar las cosas. Números de teléfono, direcciones postales o de email son ejemplos claros de ello.

2. Con todo ello cambia la forma en que aprendemos y los recursos que antes dedicábamos a memorizar cumplen hoy otras funciones.

3. Relacionado con lo anterior, Internet se convierte en nuestra memoria transactiva, nos resultará, según los estudios de Sparrow y otros/as, más fácil recordar los  procesos por los que que llegamos a las cosas, los caminos que seguimos desde Google para encontrarlas que las cosas en sí.

4. Aumenta la capacidad de Multitarea como adaptación o distracción. No sabemos si Google afecta a nuestra atención (Carr) de forma temporal o permanente pero sí que tendemos a realizar cada vez más cosas a la vez.

5. Nuestro coeficiente intelectual está aumentando con el tiempo. No sabemos si gracias a la tecnología o a pesar de ella pero nos vamos volviendo más inteligentes como especie. Y todo ello, añadiría, como individuos pero sobre todo también como colectivos.

6. Somos cada vez mejores  a la hora de filtrar información, de determinar su relevancia.

7. Nos estamos volviendo físicamente adictos a la tecnología, llegando a registrarse temas de “craving” (síndrome de abstinencia) por la estimulación recibida. La dopamina que generan nos hace sentir aburridos cuando no podemos usar los gadgets, dificultando la atención en otras tareas y la desconexión completa. Estudios de esta misma semana apoyaban la hipótesis de que la adicción a las TIC activa los mismos circuitos que adicciones a sustancias.

8. Cuanto más utilizamos internet, más se activa nuestro cerebro:  Lo probaba Gary Small cuando ponía a prueba a internautas con experiencia en una batería de preguntas y monitorizaba su actividad cerebral. Se registraba más actividad, especialmente en cuanto a toma de decisiones y solución de problemas, en el grupo de internautas activos que en los que no lo eran.  Repetía la prueba a los seis días, en esta ocasión con los nuevos habiendo navegado una hora diaria en internet. Pues bien, en 5 horas, las que habían pasado conectados, sus cerebros ya mostraban cambios. La investigación sirve desde 2007 para mostrar que Internet cambia circuitos neuronales.

9. Nuestros cerebros tienden a buscar nueva información de forma constante: Diversos tests en Stanford indican que los  multitaskers, como muchos usuarios de internet, tienden a menudo a superponer a informaciones más antiguas y valiosas las novedades. Clifford Nass en Stanford observa cómo en lugar de focalizar la atención en cosas importantes tendemos a distraernos con cualquier novedad, como mensajes en redes sociales, email entrantes, etc.

10. Exploramos, más que leemos información de forma lineal: aparecen nuevas formas de lectura, más rápidas, de detección de elementos de importancia más que de lectura exhaustiva. Aparecen nuevos patrones de lectura, como el que nos dice que leemos en F, que comentábamos el pasado verano.

11. El pensamiento Online puede trasladarse a lo offline, favoreciendo que aparezcamos distraídos y sin foco si no sabemos desconectar del todo.

12. Posibles problemas de creatividad: Algunos expertos piensan que la memorización es necesaria para la creatividad, que cualquier brainstorming acude a conocimientos previamente almacenados en nuestras memorias y puede ser menos efectivo si almacenamos las cosas online.

Desde luego es mal momento para permitirnos el lujo de perder nuestra capacidad de innovación, así que si tenemos problemas al respecto, nada mejor que mejorar nuestras habilidades mediante cosas como el The Original Memory Gym.

¿Se os ocurre algún cambio más?

Publicado en El Caparazón. Post original aquí.

Del mismo autor en este blog:

Creatividad: un pequeño detalle que lo cambia todo

Conociendo la creatividad para potenciarla, 4 ideas clave

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16 cosas que nadie nos había contado sobre creatividad (e innovación)

Consejos de un guru de la creatividad: Mihaly Csikszentmihalyi

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Mini plan para ARRANCAR con su creatividad

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Por: Eduardo Kastika – @EduardoKastika

Un amigo mío, Eduardo (Si, se llama igual que yo, pero si le cambio el nombre, cuando lea esto se va a reconocer y se va a quejar. “Edu” no es un tipo fácil). Decía: un amigo mío me preguntó un día, cómo podía ser más creativo.

El es Director en una empresa. Le va muy bien. Es decir, maneja bien su rol de Director de Producción. Sin sobresaltos. Es Ingeniero, sólido, analítico, buen profesional. Pero siente que le falta algo.

Le recomendé cuatro cosas. Bien prácticas y concretas. “Recetas”, como él me pidió:

– “Vos decime lo que tengo que hacer concretamente. Recetas prácticas, nada de ‘verso’”.

No quise discutir con Eduardo explicándole que las macanas más grandes se dicen en forma de receta. Al fin de cuentas ya era para él un gran avance recurrir a mí para que le diga qué hacer con su creatividad.

Las cuatro recetas le gustaron. Y así es como empecé a utilizarlas (con variantes, obvio) cada vez que alguien me pregunta en charla de café qué puede hacer con su creatividad.

Aquí van, en su estado original, tal como se las dije a Eduardo:

  1. Deberías dedicar por lo menos una hora por semana a sentarte, elegir un problema y ponerte a pensar ideas.
  2. Me parece que sería bueno que te capacites en alguna actividad que sea extra a tu profesión, a tu trabajo. Algo que te motive y que te brinde una mirada diferente de las cosas: un idioma, apreciación musical, carpintería, negociaciones internacionales, lo que te guste.
  3. Creo que tenés que “airear” un poco tu círculo de influencias. Así como me estás escuchando a mí, deberías tener tres o cuatro personas con las que puedas hablar de igual a igual, con cierta regularidad: musas inspiradoras, personas que te empujen a ser más creativo.
  4. Aunque lo más importante, creo, es que intentes revisar un poco cuáles son tus proyectos dentro de la empresa. Más allá de las obligaciones cotidianas. Tus prioridades: ¿están alineadas con lo que te hace sentir más creativo? Si te sentís estancado: ¿no deberías “subir la apuesta”?

(La infografía es de @VisualCyn, ¡Gracias!).

Del mismo autor en este blog:

Por qué la creatividad NO ES algo innato

Creatividad con Simplicidad

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Espíritu-wiki

16 cosas que nadie nos había contado sobre creatividad (e innovación)

¿Qué es la creatividad? ¿Somos todos «genios en potencia»?

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¿Qué es la escucha activa y cómo se puede aprender la escucha activa?

por Beatriz Soto

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La escucha activa favorece una comunicación eficaz y fluida mediante el “saber escuchar”, además  de que ayuda a conseguir información que no se conseguiría de otra forma. Se trata no sólo de oír, sino de saber escuchar.

El escuchar deja de ser un proceso pasivo a ser un proceso más activo donde se hace el esfuerzo de entender, valorar el mensaje y conocer más allá de él. Se utilizan todos los recursos disponibles para escuchar de forma interesada y consciente, incluso aunque lo que le digan vaya en contra de lo que se piensa. Así se consigue escuchar todo el mensaje de forma global, incluido lo que no se dice.

En la escucha activa no sólo cuentan las palabras, también otros elementos como la respiración, tonos y demás.

¿Cuáles son los principales beneficios de la escucha activa?

  • Con ella se puede conseguir más información, y la información es muy importante
  • Se evitan los malos entendidos o situaciones confusas
  • La otra persona se siente mejor, valorada
  • Aumenta el valor social y reputación de quien escucha
  • Abrirás mejor tu mente y te abrirás nuevos campos en la vida

Hay personas que nacen con la capacidad de escucha activa, aunque son otras las que pueden aprender practicando y conociendo más sobre ella. Aunque no tengas capacidad de escucha activa ¡puedes aprenderla!

¿Cómo puedes conseguir esto?

  • Escucha, no te limites a oír
  • Presta atención a lo que se dice
  • No interrumpas a la otra persona, escucha todo lo que tiene que decir
  • Haz las preguntas oportunas en el momento adecuado
  • No lleves la contraria a la otra persona, intenta entender su postura
  • Busca ofrecer soluciones si son necesarias
  • A veces las pausas y el silencio son buenos
  • No desvíes la conversación o cambies de tema
  • Olvida tus prejuicios
  • Utiliza el lenguaje positivo
  • Mantén contacto visual
  • Intenta que la otra parte se sienta cómoda
  • Ten en cuenta el lenguaje corporal
  • Elimina las barreras del lenguaje y obstáculos de la escucha activa
  • Piensa cómo te gustaría que te trataran a ti y tenlo en cuenta

Algunos trucos y recursos que se utilizan en la escucha activa son:

  • Resume lo que se ha dicho, parafrasea. No resumas todo sino lo que más te llama la atención. Esto ayuda a que la otra parte amplíe información.
  • Muestra tu total acuerdo con lo que dice. La persona se sentirá a gusto contigo y conocerá tu nivel de empatía.
  • Usa fórmulas de reconocimiento, como que te gustaría saber más y otras.
  • Refleja el estado emocional. Indícale que le entiendes, que sabes cómo se siente o algo similar.
  • Valida lo que dice aunque no estés de acuerdo en la totalidad.
  • Intenta mostrar lo que pienses pero indicando que es tu opinión, siempre con el máximo respeto.
  • Utiliza la comunicación no verbal.

Si no tienes la capacidad de escuchar activamente es posible que al principio te cueste, sobre todo a concentrarte o a conocer más allá de tus opiniones y forma de ver la vida, pero poco a poco y con la práctica aprenderás a dejarte llevar para conseguir escuchar de verdad. Y si tienes esta capacidad aprovéchala.

Publicado en Gestión.org. Post original aquí.

Del mismo autor en este blog:

Mitos y falsas creencias sobre el liderazgo

El liderazgo situacional

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El arte del buen escuchador

Saber escuchar. Conversaciones productivas

Liderazgo transformacional y comunicación

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Desarrollo de competencias en los colaboradores

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Por Javier Villalba (@j_villalba)

Si las expectativas de un tercero sobre alguien obran a favor para que dicho sujeto actúe de conformidad con lo que se espera de él, merece la pena detenerse a considerar el aprendizaje social cognitivo como otra estrategia susceptible de aplicarse a la dirección de personas para impulsar equipos y obtener mejores resultados.

Expectativas y autoeficacia

En efecto, si mayoritariamente se cumple que las personas tienden a no defraudar la confianza depositada en ellas, en un afán de mantener viva la buena imagen que despiertan en quienes las valoran, no es menos cierto que quienes se sienten más seguros de sus propias capacidades tienen mayores probabilidades de alcanzar las metas que se han propuesto conseguir. Por contra, aquellos que desconfían de sus posibilidades tienden a evitar afrontar los retos para los que no se sienten preparados. Un proceso fundamentalmente cognitivo, sí, pero que descansa en un acopio de experiencias y que, por lo mismo, lleva pareja una fuerte carga emocional gestada en dichas vivencias personales.

La cuestión que importa destacar aquí es que las metas individuales también incluyen las profesionales, por lo que algunas de ellas conciernen directamente a la función que cada individuo ejerza, y contemplan los objetivos anuales que todo trabajador tiene la obligación de alcanzar; responsabilidad de la que el mando no puede desentenderse y a la que debe y puede contribuir, porque hacer que se consigan los objetivos de la unidad de negocio que dirige es una responsabilidad inherente a la jefatura.

En la misma medida en la que un mando fomente la autoconfianza que las personas tengan en su capacidad de logro, estará contribuyendo a fortalecer la percepción de los sujetos en su eficacia y, por consiguiente, incrementará la probabilidad de que consigan los resultados esperados. Una estrategia que solo es posible aplicar cuando prevalece la conciencia de que liderar significa involucrarse manifiestamente en el acontecer del equipo que se dirige y comprometerse efectivamente con las responsabilidades que el equipo tiene asignadas.

Autoeficacia

Simplificando, la autoeficacia es una creencia que produce un resultado. Éste no es otro que lograr una finalidad que se pretendía alcanzar; la creencia hace referencia a la confianza que el sujeto alberga sobre sus posibilidades de éxito antes de emprender la acción y durante la ejecución de la misma hasta su culminación. Sentirse eficaz es creer en uno mismo y tener la convicción de que los propios actos permitirán controlar en cierta manera las condiciones ambientales, para hacerlas variar de modo que se logre lo que se pretende obtener, un resultado concreto.

En la percepción de la autoeficacia inciden, por tanto, la motivación de logro, que es la que induce al individuo a esforzarse para obtener aquello que desea alcanzar; la confianza de la persona en sus propios recursos o capacidades, acrecentada por experiencias anteriores de éxito en retos similares a los que ahora se enfrenta; la capacidad del sujeto para visualizar el curso de los acontecimientos bajo la convicción de que, por medio de sus actos, conseguirá modificar situaciones objetivas e inicialmente obstructivas para su propósito; el entrenamiento mental, que facilita encontrar motivos para confiar en uno mismo y así luchar contra los frenos inhibidores que le instan a ahorrar esfuerzos; el conocimiento y la constatación de que otras personas, semejantes a él, han logrado lo que él pretende. Por ello, experiencia y aprendizaje son factores relevantes para conformar voluntades determinadas a conseguir metas.

Conformando experiencias

Partiendo de la idea de que personas, conductas y contexto son interdependientes, asumo como propia la tesis de que los mandos son capaces de modificar el ambiente de trabajo mediante sus actuaciones, siendo posible, por tanto, que en la misma empresa coexistan diferentes ecosistemas, debidos al influjo de quienes gobiernan unidades operativas diferenciadas; entornos que influirán de una u otra manera en los comportamientos individuales de quienes constituyan los diferentes equipos de trabajo.

Un plan de acción, orientado a desarrollar aprendizajes de éxito en el equipo, exige la involucración del mando en los procesos de conformación de experiencias y precisa optimizar la gestión del tiempo, para dar cabida en el día a día a procesos de aprendizaje social. A tal fin, puede diseñarse un plan de reuniones destinado a enfocar asuntos, realizar seguimiento de actuaciones, orientar progresos y valorar resultados. Además de aprovechar la oferta formativa tradicional, nada le impide al mando implicarse en la dirección del aprendizaje de los miembros de su equipo y erigirse en referente. Entre otras alternativas, podría establecer debates periódicos para la mejora del desarrollo de las actividades de la unidad; proponer entrenamientos específicos mediante ejercicios prácticos de simulación; concebir talleres para ampliar competencias y estimular la producción intelectual; organizar sesiones de aprendizaje basado en problemas, a cargo de especialistas de la propia unidad, con miras a incrementar internamente la polivalencia; animar a la identificación de incidentes críticos para la extracción de “casos de negocio”y establecimiento de prácticas recomendadas.

En el plano individual destaca el encargo de misiones especiales para el refuerzo competencial. Padrinazgo o tutela es una técnica muy efectiva para introducir nuevos miembros en el equipo o para preparar planes de relevo. No hay por qué desdeñar la ocasión de hacer comprender la importancia de contar con algún sistema de registro personal que permita ir reflejando los propios avances y los éxitos obtenidos; la llevanza de un portafolio de evidencias también será útil de cara a la evaluación periódica del desempeño.

También puede resultar práctico sugerir la asistencia a jornadas profesionales externas, bajo la condición de proponer al asistente exponer al resto de compañeros, en alguna sesión interna programada, la valoración y conclusiones obtenidas; como tampoco está de más en el entorno empresarial recomendar materiales de autoestudio a quienes desean progresar y profundizar sobre ciertas cuestiones de su interés profesional.

Crear escuela

Un mando cercano implicado en el desarrollo de su equipo promueve el aprendizaje propiciado entre pares, busca ocasiones para fomentar benchmarking interno, traslada y hace circular información relevante, transforma en fuentes de información interna a los miembros de su equipo y anima la comunicación entre homólogos, utiliza la comunicación personal como fuente de progreso y trabaja las barreras inhibidoras de la autoeficacia, ofreciendo refuerzo verbal, reduciendo el temor al fracaso, erradicando el miedo a la reprobación por error y transformando las equivocaciones en ocasión de aprendizaje. Insta a la iniciativa, gestiona las emociones autolimitantes y asume que su propio comportamiento, traducido en actos-guía, es fuente de inspiración para las personas que de él dependen.

En resumen, es posible ayudar a incrementar el nivel competencial de los colaboradores, concibiendo un plan de acción que respalde con hechos ciertos la percepción de los trabajadores en su autoeficacia, y conseguir resultados.

Foto @Now and Here, distribuida con licencia Creative Commons BY-2.0

Publicado en Con tu Negocio. Post original aquí.

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Saber comunicar. Conversaciones productivas

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Por Montse Vila @Buenhabit

Comunicar significa transmitir un mensaje, ya sea una información, una idea, un sentimiento o una emoción. Todas las formas de comunicación requieren de un emisor, de un mensaje y de un receptor . El emisor elige y selecciona los signos que considera adecuados para transmitir su mensaje; es decir, los codifica para poderlos enviar  de manera inteligible al receptor.(aunque no siempre lo consigue). Una vez recibido, el receptor decodifica el mensaje y da una respuesta.

Un proceso comunicativo entre dos personas no lo inicia el que “habló primero”, porque la comunicación entre las dos empezó, mucho antes. Al verse, al acercarse, al establecer la distancia óptima entre las dos, al mirarse, la insinuación de querer hablar, son prolegómenos que nos indican que la comunicación es un proceso de interacción mutua y no se limita solo al habla o a la escritura. Cuando se va a realizar una presentación, una clase o discurso, la comunicación con el público empieza desde el mismo momento de aparecer en escena. La vestimenta, la postura, la expresión facial empiezan a transmitir códigos y el público los recibe, descodifica y empieza a emitir los suyos, todo esto,antes de empezar a hablar.

Es imposible no comunicar

Por mucho que uno lo intente no puede dejar de comunicar. Palabras o silencios, acciones o pasividad tienen siempre valor de mensaje e influye en los receptores, quienes a su vez, no pueden dejar de responder y reaccionar a tales comunicaciones y por tanto de comunicar.

Congruencia

No somos siempre conscientes del conjunto de mensajes que emitimos, porque no controlamos la totalidad de nuestros gestos y expresiones y aunque éstos sean casi imperceptibles, el receptor los capta. El fruncimiento de nuestros labios, la coloración de las mejillas o la crispación de nuestras manos, emitirán mensajes que de forma consciente o inconsciente transmitirán información sobre nuestras creencias y emociones. De ahí se deduce una característica esencial en la interacción: La forma prevalece sobre el contenido.

Si Adolfo se encuentra con Berto y le dice que está encantado de verle, lo que Adolfo sienta realmente en su interior, será percibido por Berto, ya sea alegría, incomodidad, pena o cualquier otro sentimiento, independientemente de su discurso.

La calidad de nuestra comunicación radica esencialmente en la congruencia entre el contenido y la forma. Creer verdaderamente en el mensaje que se emite es la mejor manera de que llegue así al receptor.

Responsabilidad del comunicador

Se puede afirmar que la actitud de nuestro interlocutor es el resultado del tipo de mensaje que emitimos. No obtenemos más que lo que suscitamos en él. El sentido de la comunicación es la respuesta que obtenemos.  Por ello la responsabilidad de la comunicación siempre está en el comunicador, quien si no consigue los resultados que desea, deberá modificar o codificar de otra manera el mensaje para que llegue al receptor de la forma prevista. Ahí está el reto. Si no obtenemos la respuesta deseada a nuestro mensaje, en vez de empeñarnos en repetirlo una y otra vez, quizás deberíamos cambiar de discurso. El “es que no me entienden” o “ ¡Cuantas veces te lo tengo que decir!  Pueden ser muestras inequívocas de que nuestro mensaje no llega adecuadamente. ¡Cambiémoslo! Tener información del receptor, de su mundo y creencias nos descubrirá resortes que faciliten el canal de comunicación a elegir. Es muy importante antes de comunicar, nos detengamos a pensar qué queremos transmitir, a quién  y cuál es la respuesta que esperamos.

Los grandes comunicadores que deben hacer llegar su mensaje a gran cantidad de público utilizan herramientas de lenguaje verbal y no verbal en sus discursos y presentaciones.

No todos representamos la realidad de la misma forma y aunque ésta se nos presenta a través de nuestros cinco sentidos, hay personas que a través de las imágenes les resultan mucho más fácil comprender o recibir información. Son personas visuales. Otras prefieren escuchar y la cadencia el tono y la música les influyen mucho en la forma de percibir un mensaje. Para otras el movimiento, el ritmo y la acción son factores determinantes en su motivación. El buen comunicador introduce elementos visuales, auditivos y cinéstesicos en su discurso, para hacer llegar el mensaje a la mayor cantidad de personas posible. Incluso los escritores utilizan en sus libros tanto palabras visuales, auditivas como cinéstésicas para conseguir los mismos efectos. Para describir un paisaje hablarán del colorido, de los tonos, de la perspectiva y la luminosidad, pero también del canto de los pájaros, del susurro del viento o del crepitar del fuego, así como del temblor de las hojas o la solidez de los muros.

Contar historias y metáforas

En la antigüedad la cultura se transmitía de forma oral , por medio de cuentos, parábolas e historias. Las leyendas y cuentos para niños y  adultos son metáforas consímbolos y personajes cargados de significado, de analogías y mensajes subliminales. Este lenguaje alimenta los sueños y las representaciones visuales y sobre todo permite la comprensión global e intuitiva de los numerosos mensajes que contiene.

El  storytelling o arte de “contar historias” es una herramienta muy útil en la comunicación. Sirve para explicar conceptos o situaciones que se revelan confusos o son espesos. Mediante una historia se busca un símil que permita, de forma amena, hacer más comprensible el mensaje. A las personas nos encanta que nos expliquen historias y anécdotas, en especial nos encanta saber qué les ocurrió a los demás y con frecuencia será lo único que se recuerde de cualquier presentación. Por ello es importante escoger una buena historia, que cumpla con el objetivo de nuestro mensaje y que permita que el receptor establezca un paralelismo entre lo que ya sabe y lo que se le intenta comunicar. Seguramente a un empresario no le resultará muy adecuado que le expliques un cuento de hadas, (aunque fragmentos del de Alicia en el País de las Maravillas se utiliza con frecuencia) pero sí tiene muchas probabilidades de captar su interés, una historia sobre lo que ocurrió en otra empresa.

Utilizar el tiempo justo

Cansar al interlocutor con largas exposiciones y redundancias no hace más que alejar el interés y suscitar la prisa por marchar. Medir el tiempo y observar los signos no verbales de nuestro público nos advertirán del momento en que es aconsejable ir acabando. Puede ser el momento de dar un repaso muy rápido a los conceptos básicos para así reforzar el mensaje. Si puede ser, con una sola frase que lo resuma .

Creo que este artículo ha llegado a este punto, en que es conveniente ponerle fin.

Una frase resumen podría ser:

Para comunicar de forma productiva: importa el contenido,  pero también  la forma y en especial que exista congruencia entre  ambos. Todo ello expuesto en su tiempo justo, porque como decía Baltasar Gracián : “Lo bueno, si breve, dos veces bueno”

Que tengáis un buen día,

Montse

Fuente referencia: Excelencia Mental. La programación Neurolínguística  de 

                            Josiane de Saint Paul y Sylvie Tenenbaum  Edit. Robin Book

Publicado en Buenhabit. Post original aquí.

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Soy empático. Bueno, eso creo.

Civilización empática: El altruismo develado por las neuronas espejo

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Inteligencia Colaborativa I. Fundamentos.

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Por Isabel Carrasco González

Dawna Markova y Angie Mc Arthur, en su libro “Collaborative intelligence. Thinking with people who think differently”, plantean que los directivos que sepan apreciar la diversidad intelectual serán capaces de conducir a sus equipos hacia la innovación.  Los profesionales que lo entiendan se desarrollarán puesto que podrán potenciar  sus fortalezas y el equipo en su totalidad que lo comprenda se unirá para realizar el mejor trabajo en una sinfonía de colaboración, con sus fortalezas individuales trabajando en armonía como ocurre en una orquesta.

El regalo más significativo que la especie humana aporta al mundo es nuestra capacidad de pensar.  El mayor peligro que ofrecemos es nuestra incapacidad de pensar con aquellos que piensan de formar diferente a la nuestra.

Si queremos ser competitivos en una economía global debemos aprender a penar de forma innovadora y colaborativa. Con frecuencia malinterpretamos las palabras de los demás y fallamos en nuestra comunicación con ellos. Culpamos y nos menospreciamos unos a otros porque no hemos sido entrenados a ser consciente del efecto que tenemos sobre los demás o a saber cómo adaptar las formas en que nos comunicamos para acomodarnos a las de los demás.  Lo que entorpece una comunicación efectiva es que la mayoría de las personas no sabemos cómo pensar con los que piensan de forma diferente a nosotros.

En la última década los neurocientíficos han descubierto aspectos sorprendentes sobre el funcionamiento de la mente humana que pueden incrementar directamente nuestra capacidad de relacionarnos con los demás. El cociente de inteligencia colaborativa: “CQ” es la medida de nuestra habilidad de pensar con los demás. Para poder acceder a esta inteligencia debemos aprender a analizar las diferencias en nuestra forma de pensar y a utilizarlas para abordar complejos retos. Sabemos que existen múltiples inteligencias, como ha demostrado el psicólogo Howard Gardner, pero este conocimiento nos resulta de poca utilidad porque no nos han enseñado a valorar y utilizar todas estas capacidades diversas.  Peter Senge, autor de “La quinta disciplina”, estima que el cociente intelectual de un grupo puede descender hasta en un 30% en comparación con el de los individuos que lo forman.

Estamos entrando, en la actualidad, en un mundo en que compartir es necesario. La riqueza se crea y se mantiene por las ideas y las relaciones. Si las cosas tienen valor si tengo una y la doy la pierdo, pero si las ideas aportan valor y se intercambian, al final tenemos distintas nuevas ideas y cuanto más compartimos más tenemos. Nuestra capacidad de generar y compartir ideas se convierte en algo muy valioso.

Un mundo en el que se comparten ideas necesita que aprendamos a influir sobre los demás no a tener poder sobre ellos. Esto es especialmente crucial en la actualidad porque en la era de los “equipos Velcro” que se forman rápidamente y en los que personas de distintos continentes trabajan juntos a distancia durante cortos periodos de tiempo, la influencia y no el poder es lo que se necesita para lograr realizar un trabajo de calidad e innovador.

La inteligencia colaborativa (CQ) es un componente crítico para compartir ideas porque nos permite reconocer la experiencia que existe y la que falta.Alan S. Cohen, experto en redes y que ha lanzado diversas start-ups dice que: “En Silicon Valley la colaboración se define como algo que haces con otro compañero  o compañía para alcanzar la grandeza”.

Las autoras proponen el siguiente cuestionario para valorar nuestro CQ:

Instrucciones:

a).- Identificar las 5 personas con las que estamos más tiempo en el trabajo.

b).- Escribir sus nombres en la tabla (ésta se puede descargar en CQthebook.com).

c).- Estimar el porcentaje aproximado de tiempo semanal que dedicamos a esa persona y escribir su nombre debajo.

d).- Valorar la colaboración con esa persona en una escala del 1 al 5 considerando las cuatro cualidades que se recogen en la columna de la izquierda ( 1 el nivel más bajo de colaboración y 5 el más alto).

e).- Sumar y analizar  los resultados.

CUALIDAD NOMBRE NOMBRE NOMBRE NOMBRE NOMBRE
RESPETO

Grado de admiración y de valoración que existe entre los dos

EMPATÍA

Grado de vitalidad y energía que existe entre los dos

ENTENDIMIENTO

Grado de seguridad que experimentamos al comunicarle nuestros miedos, necesidades, ideas y entusiasmo

CRECIMIENTO

Grado en que se potencia mutuamente la capacidad de explorar nuevas capacidades e ideas

TOTAL

Las cualidades que se encuentran en la columna de la izquierda enriquecen nuestro pensamiento colaborativo. Las autoras las adaptaron de sus investigaciones y de las de Jean Baker MillerTraining Institute, que muestran que las personas pueden incrementar y mejorar sus relaciones a lo largo de toda su vida.

Un resultado de 10 o inferior a esta cifre en cada persona indican la necesidad de aprender y de buscar nuevos enfoques en nuestras relaciones. Si es de 15 o superior las relaciones son gratificantes y colaborativas.

Cada una de las personas que figuran tabla influye en la forme en la que crecen o no nuestras mentes. Por ejemplo, sabemos que si estamos mucho tiempo con una persona que siempre está excitada, terminaremos sintiendo ansiedad, pero que si nuestro acompañante es serenos y calmado nos sentiremos nosotros de esta forma.

CQ es el flujo de energía e información que intercambiamos. Las autoras proponen cumplimentar el siguiente cuestionario para reflexionar sobre nuestro grado de efectividad en relación con la CQ ( 0 es el mínimo y 10 es la puntuación máxima):

Puntuación
Tengo facilidad para contribuir con ideas en las reuniones
Frecuentemente comparto mis recursos y talentos con otros miembros del equipo
Frecuentemente otros miembros del equipo ofrecen sus talentos y recursos a mí y a los otros miembros del equipo
Defiendo que en las reuniones de equipo se deben considerar y aceptar las opiniones de la minoría
Soy capaz de pensar con frecuencia a nivel global
Propongo en las reuniones diferentes estilos de participación: visual, auditiva, kinestésica,…
Conozco los talentos y recursos que cada persona aporta al equipo y sé cómo aprovecharlos plenamente
Soy eficaz en el trato con clientes y compañeros complicados
Tengo habilidades para lograr que las personas actúen juntas
Tengo capacidad para lograr que las personas piensen juntas de forma eficaz

Markova y Mc Arthur han definido las que consideran son las cuatro estrategias básicas de la CQ y que consisten en la utilización de:

1.- MAPAS MENTALES. Nuestro mapa mental representa la forma exclusiva en la que procesamos y respondemos a la información.

2.- TALENTOS PARA PENSAR. Corresponden a las formas específicas de abordar los retos que estimulan y llevan energía a nuestras mentes y que surgen de forma espontánea. La identificación de estos talentos y de nuestros puntos ciegos, así como los de nuestros colaboradores, es clave para una colaboración más eficaz.

3.- INDAGACIÓN. Consiste en la forma en que individualmente enmarcamos las preguntas y consideramos posibilidades. Al identificar nuestras preferencias y los estilos de los que nos rodean ampliamos nuestra perspectiva y nos convertimos en mejores colaboradores.

4.-. COMPARTIR NUESTRA MENTE. Supone la actitud necesaria para generar alineación en la atención, intención y acción dentro de un equipo.

El aprendizaje de las cosas más complicadas por parte de nuestro cerebro, como por ejemplo andar y hablar, implica que nos distingamos el aprendizaje que tiene lugar a nivel corporal del mental. Al ir creciendo vemos que el aprendizaje también incluye la memorización de hechos y la comprensión de teorías abstractas. Aprendemos a recitar datos que hemos acumulado pero no nos enseñan a hacer las cosas de forma diferente, especialmente ante situaciones conflictivas de la vida real en la que tenemos que actuar en medio de la complejidad y la incertidumbre. Si somos capaces de experimentar físicamente una estrategia y la practicamos de forma deliberada acabará estando a nuestra disposición de forma inmediata cuando más las necesitemos.

monkey-trapLas autoras plantean que con frecuencia caemos en la “trampa del mono”, que hace referencia a la historia en la que el brazo de un mono queda atrapado entre los barrotes de una jaula al intentar coger un plátano colocado dentro de ésta y es incapaz de soltar el  plátano y liberarse. Muchos de nosotros actuamos como el mono y nos aferramos a algo que nos atrae y aunque posteriormente nos demos cuenta que para ser libre debemos soltarnos, seguimos agarrados. Una de las cosas que con mayor frecuencia nos atrapa es el patrón habitual de nuestro pensamiento: las historias limitantes que nos contamos sobre quiénes somos y cuáles son nuestras capacidades.

Licencia de contenido del blog de “Hablemos de liderazgo”

Publicado en Hablemos de Liderazgo. Post original aquí.

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