Cómo corregir los 8 errores de implementación del cambio organizacional

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¿Por qué fallan los esfuerzos de transformación?  

Por Lic. Viviana Liptzis

El proceso de cambio se desarrolla a través de una serie de fases que usualmente requieren un tiempo considerable. Saltarse pasos crea únicamente la ilusión de velocidad y nunca produce resultados satisfactorios. Los errores en cualquier fase pueden tener un impacto devastador.

Error N° 1: No establecer un sentido de urgencia suficientemente grande.

Casi todas las empresas fallan en esto (50%). Es importante porque para partir en un proceso de transformación se requiere de la colaboración de muchos individuos. Razones del fracaso:

– Los ejecutivos subestiman cuán difícil es conducir a la gente fuera de sus zonas de confort.

– O sobreestiman cuán exitosos han sido en incrementar la urgencia.

– O les falta paciencia: “ya hay bastante de preliminares, vamos al  grano”.

– O están paralizados por la posibilidad de que todo se ponga patas arriba; que los seniors se pongan a la defensiva o que la moral baje, que los eventos se salgan de control, que se escabullan los resultados de corto plazo y sienten temor de producir una crisis.

Kotter señala que hay líderes paralizados porque son más administradores que líderes, ya que el mandato de aquellos es minimizar el riesgo y mantener el sistema actual operando. Para el cambio, por definición, si se requiere crear un nuevo sistema, lo que se necesita siempre es liderazgo. Por esto las transformaciones a menudo empiezan bien cuando una organización tiene una nueva cabeza que es un buen líder y que ve la necesidad de un cambio mayor. Si la renovación es de toda la corporación la clave es el CEO, si se trata de una División el Gerente General.

Ya sea que existan buenos o malos resultados como inicio del cambio, lo crucial es facilitar una franca discusión de hechos poco placenteros en lugar de mantener el status quo para evitar conflictos. En casos exitosos el CEO deliberadamente generó una pérdida enorme, otro hizo una encuesta de satisfacción de clientes con la conciencia que saldría horrible y publicó los resultados. ¿Cuál es el indicador de que este paso esté bien? Cuando cerca del 75% de la administración está honestamente convencida que el negocio tal como está es inaceptable.

Acciones: Establecer un sentido de urgencia

  • Examinar el mercado y las realidades competitivas.
  • Identificar y discutir las crisis potenciales o mayores oportunidades.
  • Promover insatisfacción con el status quo.
  • Mostrar los peligros potenciales de permanecer como hasta hoy.

Error N° 2: No crear una Coalición-Guía (Equipo Conductor) suficientemente poderosa

Se necesita una mínima masa de apoyo. En las transformaciones exitosas operó el líder más un equipo de personas (5 a 50 de acuerdo al tamaño de la organización) que trabajan juntas en un compromiso compartido. Generalmente no incluye a todos los seniors en un primer momento, pero es una coalición poderosa en términos de títulos, información y expertise, reputación y relaciones. Tanto en pequeñas como en medianas empresas el Equipo Conductor durante el primer año puede ser de 3 a 5 personas.

El management senior es clave, pero también puede haber un líder sindical poderoso o un cliente clave o empleados que no son parte de la jerarquía normal. Un alto sentido de urgencia dentro ayuda a poner a trabajar juntos al Equipo Conductor. Esto significa: ayudarles a desarrollar un diagnóstico de los problemas y oportunidades de la compañía con un alto nivel de confianza y comunicación. Retiros de 2 a 3 días son un vehículo ideal para lograr esta tarea. Razones del fracaso:

– Subestiman las dificultades de producir el cambio y la importancia de un poderoso Equipo Conductor.

– Subestiman la importancia de un equipo.

– A veces ponen a dirigirlo al staff ejecutivo: RRHH, Calidad o Planeamiento Estratégico, pero aún si son capaces, dicho liderazgo no se equipara al liderazgo de la línea, porque los del staff nunca lograrán el poder que se requiere para conducir un cambio.

Acciones: Formar una poderosa coalición que guíe

  • Juntar un grupo con bastante poder para conducir el esfuerzo de cambio.
  • Estimular al grupo para trabajar juntos como un equipo.
  • Crear la masa crítica agente del cambio.

Error N° 3: Falta de visión

En un muy exitoso esfuerzo de transformación el Equipo Conductor desarrolla una imagen del futuro fácil de comunicar y apela a clientes, accionistas y empleados. Una visión siempre va más allá de los números y se fundamenta en planes a 5 años. Dice algo que clarifica la dirección en la cual la organización necesita moverse. Sin una visión clara un esfuerzo transformador se puede disolver en una lista de proyectos confusos e incompatibles.

En los fracasos se ven planes, directrices y programas, pero no visión. En otros casos hay visión pero es demasiado complicada para ser útil (por ejemplo: un “libreto” que necesita 30 minutos de lectura). Si  usted no puede comunicar la visión a alguien en 5 minutos o menos y producir una reacción que signifique a la vez comprensión e interés, no ha cumplido con esta fase del proceso de transformación.

Acciones: Crear una visión

  • Crear una visión para ayudar a dirigir el esfuerzo de cambio.
  • Desarrollar estrategias para lograr esa visión.

Error N° 4: Subcomunicar la visión

Con respecto a la comunicación se ven 3 patrones muy comunes:

– Desarrollan una buena visión y la comunican en una sola reunión o en una única comunicación (cerca del 0.001% de la comunicación intra empresa anual)

– La cabeza de la organización gasta un tiempo considerable en hacer discursos a grupos de empleados, logrando 0.005% de la comunicación interna anual.

– Se agregan cartas y discursos, pero algunos ejecutivos seniors de peso aún permanecen en actitudes que son opuestas con la visión. Esto da por resultado cinismo entre los colaboradores.

La transformación es imposible a menos que un grupo importante de personas se comprometa al punto de hacer sacrificios de corto plazo. Los empleados no harán sacrificios, aún si ellos están descontentos con el status quo, a menos que crean que el cambio es útil y posible. Sin una comunicación creíble los corazones y mentes de las personas nunca serán involucrados. Los ejecutivos que comunican mensajes de manera eficaz lo hacen en sus actividades hora por hora, en discusiones de rutina sobre el negocio, en la evaluación del desempeño, en la revisión de los resultados.

Así en los más exitosos esfuerzos de transformación, los ejecutivos usan todos los canales de comunicación existentes para esparcir la visión, transforman la educación de los administradores en cursos que focalizan los problemas del negocio y la nueva visión. El principio guía es simple: “walk the talk“. Concientemente intentan llegar a ser un símbolo viviente de la nueva cultura corporativa. La comunicación llega en palabras y acciones y la última es la forma más poderosa. Nada desanima más el cambio que la conducta de individuos importantes que es inconsistente con sus palabras.

Acciones: Comunicar la visión

  • Usar todo vehículo posible para comunicar la nueva visión y estrategias.
  • Enseñar nuevas conductas a través del ejemplo del Equipo Conductor.
  • No porque esté informado o publicado está comunicado.

Error N° 5: No remover los obstáculos a la nueva visión

Transformaciones exitosas empiezan a involucrar a gran número de personas cuando el proceso progresa. A menudo el empleado comprende la nueva visión y quiere ayudar a hacer que ocurra, pero un elefante parece bloquear la vía. En algunos casos el elefante está en la mente, pero en otros es real: la estructura organizacional, los sistemas de compensación o de evaluación del desempeño.

Al inicio de una transformación, ninguna organización tiene el tiempo o el poder necesarios para despejar todos los obstáculos, pero los muy grandes deben ser confrontados y removidos. Si el  bloqueo es una persona es importante que ella o él sean tratados de una manera consistente con la nueva visión.

Acciones: Dar poder a otros para actuar sobre la visión

  • Quitar los obstáculos al cambio.
  • Cambiar los sistemas o estructuras que seriamente amenazan la visión.
  • Estimular a tener riesgos e ideas no tradicionales, actividades y acciones.
  • Desarrollar estructuras, procedimientos y sistemas que acompañen la nueva visión tanto de manera explícita como implícita.

Error N° 6: No planear sistemáticamente y no crear victorias de corto plazo

Las verdaderas transformaciones toman tiempo y un esfuerzo prolongado. Pero la gente no quiere embarcarse en una larga travesía a menos que no vean una evidencia de que el viaje está produciendo los resultados esperados dentro de los 12 a 24 meses de iniciado el proceso.

Crear victorias de corto plazo es diferente de esperarlas. En un proceso exitoso los líderes ven la forma de obtener claras mejoras, estableciendo metas anuales, logrando los objetivos y premiando a la gente involucrada con reconocimiento, promoción y dinero.

Acciones: Planear y crear victorias de corto plazo

  • Actuar en mejoras concretas y visibles.
  • Crear las condiciones para que ocurran las mejoras.
  • Reconocer y premiar a los empleados involucrados en dichas mejoras.

Error N° 7: Declarar victoria demasiado pronto

Hasta que el cambio no penetre en la cultura de la empresa, proceso que toma de 5 a 10 años, todos los cambios son frágiles y sujetos a regresión. En experiencias de Reingeniería realizadas los cambios introducidos desaparecieron lentamente en los siguientes dos años. En el 20% de los casos, es difícil encontrar cualquier rastro de reingeniería hoy. Lo mismo ocurrió con proyectos de calidad, Desarrollo Organizacional, etc.

Después de producir los primeros pasos en el proceso de cambio, los menos convencidos se aprovechan para volver atrás tomándose de las dificultades naturales que surgen durante el inicio de dicho proceso. En vez de declarar la victoria, los líderes exitosos celebran metas de corto plazo para incitar a vencer aún mayores problemas, como por ejemplo atacar los sistemas y estructuras que no son consistentes con la nueva visión.

Acciones: Consolidar las mejoras y producir aun mas cambio

  • Usar el incremento de la credibilidad para cambiar sistemas, estructuras y políticas que no se ajustan a la visión.
  • Recompensar, promover y desarrollar a los empleados que puedan implementar la visión.
  • Revigorizar el proceso con nuevos proyectos, temas y agentes de cambio.
  • Promover la inclusión de “sangre nueva”.

Error N° 8: No anclar los cambios en la cultura

El cambio permanece cuando llega a ser “la forma en que hacemos las cosas aquí”. Hasta que las nuevas conductas no están enraizadas en las normas sociales y valores, están sujetas a degradación. Se requiere institucionalizar 2 factores:

– Hacer un intento consciente de mostrar a la gente que los nuevos acercamientos, conductas y actitudes han ayudado a mejorar los resultados. Esto requiere comunicación. Es necesario discutir por qué los resultados han aumentado mostrando cómo los cambios traen ganancias.

– Tomar suficiente tiempo para asegurar que la próxima generación de top management realmente personifique el nuevo acercamiento. Si los requerimientos de promoción no cambian, la renovación raramente dura.

Acciones: Institucionalizar los nuevos enfoques

  • Articular las conexiones entre las nuevas conductas y los éxitos corporativos.
  • Desarrollar los medios para asegurar el desarrollo del liderazgo y la sucesión.
  • Incorporar a la cultura los cambios por ejemplo reformulando los sistemas de recursos humanos alrededor de la visión.

Adaptado de John P. Kotter. Leading change: Why transformation efforts fail. Harvard Business Review. March – April 1995. Lic. Viviana Liptzis

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Fuente: Action Group  

Imagen: Penguins  

Publicado en Pensamiento Imaginactivo. Post original aquí.

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¿Cómo conseguir ser feliz en el trabajo?

Por Ricard Lloria Llauradó

“No dejes que el pasado te robe tu presente” – Cherralea Morgen

colorful-trees-mirroring-in-the-lakeLlevo días leyendo varios artículos dónde se dice o se intenta explicar que hay sitios buenos para trabajar, “Great Place to Work”, que si desde los departamentos de RRHH deberían buscar formulas para intentar buscar la felicidad de los trabajadores para que estos estén bien, para que no se vayan, para que el talento de las empresas sea retenido y un largo etc.

Dos de los artículos que recién leí fueron: “¿Por qué la felicidad debiera ser tu modelo de negocio?” Por Delfina Zagarzazú, y “Teoría de gestión de carteras aplicada a la felicidad” Por Andrés Alonso en el blog de Mariano Ramos Mejía.

En la teoría de gestión de carteras aplicadas a la felicidad me llama la atención, lo siguiente: (Cito textualmente) “Casi todo el mundo conoce a alguna persona que afirma disfrutar yendo a trabajar porque ello le sirve para salir del ajetreo de su vida casera o familiar, lo cual incluye desde los niños hasta las posibles discusiones. Este fenómeno encaja con el hecho documentado de que muchos desempleados, incluso compensando por su pérdida de nivel de renta, están más descontentos que cuando trabajaban. Los recientes estudios de la economía de la felicidad cuantifican que el efecto no vinculado a la renta es más de cinco veces superior al efecto vinculado a la renta.

En al artículo “¿Por qué la felicidad debiera ser tu modelo de negocio?” me llama mucho la atención lo siguiente: (Cito textualmente) La psicología positiva se define como el estudio científico del funcionamiento óptimo humano, de las fortalezas y las virtudes que habilitan cultivar aquello que hace a las personas excepcionales. Su objetivo es descubrir y promover los factores que permiten a los individuos y a las comunidades prosperar. Este nuevo enfoque impulsó en la gente, los políticos y los gobiernos comenzar a reflexionar sobre la profunda definición de “el progreso” en el siglo 21. Al darse cuenta que los indicadores de la actividad económica simplemente no dicen lo suficiente sobre la calidad de vida de los ciudadanos y sus sociedades, varios gobiernos nacionales están llevando a cabo iniciativas para crear nuevas medidas de progreso. Es así como New Economic Foundation (NEF) creó en 2006 el Índice de Planeta Feliz o Happy Planet Index, que representa la medida global del bienestar sostenible. Es una nueva medida del progreso humano; mide lo que importa: bienestar subjetivo, la expectativa de vida y la huella ecológica del país.

Analizando estos datos, resulta que no somos felices cuando trabajamos, tampoco lo somos cuando no tenemos trabajo, es curioso, a todo ello si nosotros somos felices en el trabajo creamos una economía de la felicidad, que luego la podríamos traducir en otra economía la de la gratitud, que si las juntamos las dos, creamos un entorno de empresa inteligente, con emociones, vibrante etc.

A todo ello, si reflexionamos, y nos damos cuenta, hay una cosa que es como natural, de casa se sale motivado, de casa se sale o se intenta salir de forma que al finalizar nuestro trabajo sea cual sea, lo hagamos bien, para que al final del día pensemos, ¿Todo esto lo hemos realizado nosotros? (El minuto de gloria, de éxito), el pensar hoy he podido aportar un 1% a las personas que me rodean tanto en entorno real como digital.

La semana pasada hablaba con una buena amiga y debatíamos sobre las 3 R´s (acciones creativas para fomentar las 3R: Reducir, Reusar y Reciclar, la sostenibilidad y el consumo responsable tanto a nivel personal como de organizaciones), a todo ello, nosotros dijimos “esto es como si juntamos además las 3 C” (Colaborar, compartir, Co-crear), con lo que se empiezan a crear las empresas B con un sistema B.

Todo ello se generaba con una serie de acciones que al final nos crean en general a todos la felicidad. Y todo siempre con ¡100% de actitud!

Nosotros pasamos muchas horas en el trabajo. Pensamos que deberíamos ser en algún momento felices, notar la felicidad dentro del trabajo.

Es cierto, los empleados felices son generalmente más comprometidos y productivos, y eso está “genial”. Pero no estamos tan preocupados por cómo nuestra felicidad beneficia a la empresa que pertenecemos.

Creemos que nosotros debemos ser felices en el trabajo, ya que es bueno para nosotros, para nuestra salud, para nuestras relaciones, para nuestro estado de ánimo o emocional.

Pero ser feliz, especialmente en el trabajo, no necesariamente ha de venir de forma natural. Es una elección que tenemos que hacer, un modo de pensar y la perspectiva que hemos de adoptar.

En estos tiempos de “crisis”, la felicidad en el trabajo, pocas veces se ve, hay quienes lo ven como un trabajo, un trabajo y agradecen de tenerlo, pero no nos engañemos, no tienen felicidad, tiempo atrás ocupaban puestos de trabajo con los que si que se sentían realizados, y por lo tanto la felicidad existía dentro de ellos.

Ahora bien, desde el momento de la desaparición de puestos de trabajo, personal sobre cualificado haciendo trabajos por no quedarse fuera de mercado, para seguir “viviendo”, sé que es duro de decirlo, pero este colectivo, precisamente la felicidad no la encuentran, pero luchan por ella, para salir tarde o temprano, todo así se les ve en sus ojos que no pierden la valentía, la valentía de sacar una sonrisa, para provocar más sonrisas, porque saben que si no, caerán en un agujero de tristeza.

He aquí algunas maneras por las que nos podemos apoyar a la hora de elegir si queremos o no ser felices en el trabajo:

1. Buscamos la felicidad

Pensamos mucho. Tiene que haber algo que nos guste de nuestro trabajo. Si no lo hacemos es, tal vez es por la gente que trabaja, la autonomía que tenemos o alguna otra cosa. Centrarnos en las partes de nuestro trabajo que nos hacen felices. Nosotros todavía vamos a tener que lidiar con los aspectos de nuestro trabajo que no son tan importantes, sino concentrarnos en las cosas que nos hacen felices y así conseguiremos que todo vaya a ser más soportable.

2. Huir de la negatividad

Tirémonos en el lodo, al barro, vamos a ensuciarnos. Lo mismo es si nos lo aplicamos en la negatividad. Si nosotros disfrutamos, vamos a conseguir pasar de ser negativos a positivos. Hagamos todo lo posible para evitar de relacionarnos con los compañeros de trabajo que habitan en los “vertederos”, esos compañeros tóxicos. Y cuando interactuemos con ellos, no alimentemos su negatividad. Escuchamos, si es necesario, pero no contribuyamos (incluso si tratamos de ser simpáticos). Si lo hacemos, puede que nos encontremos cayendo en su mentalidad negativa.

3. ¿En qué nos queremos centrar?

¿Por qué vamos a trabajar todos los días? Cavemos en algo más profundo que una simple idea o respuesta como:”para pagar las cuentas.” ¿Es para mantener a nuestra familia? ¿Para mantener un estilo de vida que nos gusta? ¿Proporcionar oportunidades para nuestros hijos? Concentrémonos en las cosas buenas que se derivan de nuestro trabajo. Si tienes un trabajo, hoy en día tienes un tesoro, si lo tenemos disfrutémoslo aunque sea un minuto al día, porque para tiempos peores ya volveremos.

People in the park

4. Participamos

Hay un montón de excusas para no tirar hacia adelante, con el esfuerzo total en el trabajo: No me pagan lo suficiente; No voy a obtener un ascenso de todos modos; No me apasiona este trabajo.

Puede parecer fácil para pasar el día de trabajo haciendo lo mínimo, pero este desempeño mediocre puede perjudicar a nuestra mentalidad y la nutrición de nuestro descontento. Tratemos de obtener más, comprometidos en nuestro trabajo y nos enorgullecemos del mismo. Cuando sabemos que estamos haciendo lo mejor posible, tendemos a tener más a menudo buenos sentimientos los cuales siguen apareciendo.

5. Somos una fuerza para la felicidad

Hacer felices a los demás o al menos abstenernos de contribuir a su infelicidad, reforzaremos nuestra propia felicidad. Felicitemos a un compañero de trabajo. Reconozcamos la contribución de alguien para un proyecto. Simplemente sonreímos, demos las gracias, fomentemos la cultura de la gratitud y sobre todo saludamos. Nosotros tenemos el poder de traer un poco de alegría a la vida de alguien todos los días. Y cuando lo hacemos, encontraremos que también traemos alegría a nuestra. Empecemos a reconocer a los demás y a nosotros mismos.

6. Tomemos el Control

Si la cultura de nuestro lugar de trabajo es inherentemente negativa, es probable que nosotros vayamos a tener problemas para conseguir felices allí, no importa lo que hagamos. Si ese es el caso, puede ser el momento de empezar a planifiquemos una salida. Pensamos en donde estamos ahora y dónde queremos estar, lo que nos hará felices en el trabajo, y empezamos a buscar un nuevo trabajo. Aunque parece que hay un largo recorrido, cerca de un millón de kilómetros entre la búsqueda de un nuevo trabajo, y más ahora con la situación actual, el miedo que nos da salir de esta zona de confort, cuando realmente conseguir uno, tomando el control y la búsqueda activa de algo mejor puede aportarnos un grado de felicidad. Eso sí, nadie dice que vaya ser fácil para nosotros. Puede tardar hasta años, meses o días, pero paciencia, que si hay constancia al final se consiguen las cosas.

¿Queremos encontrar un lugar más feliz para trabajar?

Superamos los obstáculos a la Felicidad en el Trabajo.

Todo el mundo quiere ser feliz en el trabajo, sin embargo, muy pocas personas se encuentran en una base consistente. Entonces, ¿En qué caminos estamos? Los impedimentos para trabajar la felicidad son numerosos, pero en mis conversaciones y consultas con los profesionales, hay cinco temas recurrentes que he visto.

1. Lo poco realistas que somos durante nuestra vida en el trabajo. Hagamos una previa visión desde el exterior.

Todo el mundo nos dirá que hacer una vista previa del trabajo, de forma realista es generalmente una buena cosa, dado que nos lleva a ver lo que nuestro trabajo va a ser antes de empezarlo, antes de empezar el día. Pero para muchos de nosotros, nuestras mentes evocan exactamente lo contrario: una vista previa, realista de lo que vamos a ver entre la vida que llevamos y en el trabajo serán similares.

Nos imaginamos y fantaseamos con un trabajo en el que tenemos la cantidad “correcta” de tiempo para hacer nuestro trabajo, el jefe “derecho”, colegas “agradables” y clientes “amigables”. Pero la vida en el trabajo dentro de la fantasía a la vida real dentro del trabajo son dos cosas completamente diferentes. Y cuando empezamos a darnos cuenta con el trabajo que de verdad tenemos y no es lo que parece ser como en nuestras fantasías, nos preparamos para la decepción porque no nos dieron el trabajo que queríamos en nuestra imaginación.

2. El sentimiento de la preocupación.

¿Y si?

Suponer que …

Lo peor que podría suceder …

Todos los sentimientos de la preocupación son los que nos quitan nuestra energía y nos agotan. La mayoría de las cosas no se hacen realidad. Algunos lo hacen, pero no es una cosa que podamos hacer al respecto. Es mejor permanecer consciente de dónde nos encontramos en este momento. Para centrarnos en lo que somos y trabajar en ello, sin imaginar calamidades y disfunciones.

Siempre nos pedimos: ¿Estamos satisfechos porque es que es o porque no es el que queríamos?

¿Parece que no podamos hacer esto? Aprendamos algunas técnicas de relajación y de atención plena.

3. El impulso a compararnos con los demás.

Hay pocas cosas más tóxicas a la felicidad que las comparaciones que podamos tener en curso con otras personas, otros departamentos, otras organizaciones, otros trabajos.

Para algunos, las comparaciones son constantes, la creencia que otras personas y lugares serán mejor que la nuestra, es una forma de vida. Se reproduce el resentimiento y el deseo. Pero es fácil de resolver. Siempre que pensemos que otros tienen opciones o cosas mejores, reconozcamos que no podemos simplemente elegir, qué aspectos son sobre los que deseamos con tanta ansiedad y anhelo, por lo que entontes ¿nosotros tendríamos que tomar todo lo que tienen? No lo creamos, aprendamos a vivir con lo que ya tenemos, porqué muchas veces, al no sentirlo ni agradecerlo, en el momento que lo perdemos esa felicidad de forma indirecta que estábamos viviendo se nos desvanece.

Algunas personas tienen grandes vidas de trabajo, pero están preocupados por terribles problemas familiares, enfermedades, y por las decepciones. Algunas organizaciones tienen grandes beneficios, pero las condiciones de trabajo son menos deseables, es decir más beneficios, pero el clima laboral es nefasto, casi rozando la tristeza, organizaciones sin alma, algunas hasta obtienen premios como uno de los lugares más buenos para trabajar, pero seamos realistas y van varios casos que se dan que no todo es oro lo que reluce, que tanto premio no puede ser verdad, porqué mucha veces como son “partners” importantes del premio o son clientes, se los dan a dedo. Algunos trabajos tienen mucha más flexibilidad, pero tienen entre ellos colegas de trabajo que pueden ser los menos deseables para trabajar. Si deseamos algo, apretamos el “interruptor”, lo ponemos en modo “On” on en modo “Off”, vivamos sin comparaciones con otra persona, recordemos que no podemos encontrar ni tener todo lo que tienen los demás, si lo hacemos a menudo, que será muy bueno para nosotros, para nuestra felicidad.

4. El conducir con el viento a favor.

Así que muchos de nosotros siempre estamos tratando de complacer a los demás, ya sea al jefe o a nuestros compañeros de trabajo. Aún así, a menudo, la acción de complacer a los demás nos deja cansados, agotados y hastiados. Sentimos que estamos siempre en modo “on”, y al hacerlo, rara vez llegamos a sentarnos y preguntarnos qué nos haría personalmente más felices.

Es importante que cada día hagamos, al menos una pequeña cosa, que nos haga un poco más felices, incluso si esta acción es tan simple como levantarnos de nuestro escritorio, en el lugar dónde estemos, salimos al sol durante 30 segundos, respiramos aire fresco para volver de nuevo al trabajo. ¡Encontremos una manera de complacernos a nosotros mismos!

5. Disfrutemos del aburrimiento.

A falta de la felicidad puede ocurrir a causa de lo que es y lo que no lo es. Con demasiada frecuencia, hay poco entusiasmo en el trabajo. Cada día parece que son dos días y el trabajo parece ser una sola lista monótona en la que hacemos lo mismo que hicimos ayer.

¿Cómo podemos cambiar?

Es poco probable que nuestro jefe vaya a tratar de encontrarnos nuevas y emocionantes maneras de hacer nuestro trabajo, por lo que nos tocará encontrar formas creativas de abordar nuestro trabajo. Pensemos en nuevos enfoques, diferentes estrategias y métodos innovadores para hacer lo que siempre hemos hecho de la misma manera. ¿Qué es probable que nos podamos encontrar? ¿Vamos a estar y trabajar con más energía, a sentirnos más felices?, pronto tendremos otras personas intentando emular nuestras técnicas, para que no nos aburramos ni nos cansemos de hacer siempre lo mismo.

¿Somos felices en el trabajo?

«El peor error que se puede cometer en la vida, es vivir temiendo que se va a cometer uno». – Elbert Hubbard.

 

Gracias por leerme, por disfrutar, y sobre todo que te haya ayudado.

Seguiré escribiendo, y aportando.

Ricard Lloria by @Rlloria

Photo credits : Kaboompics.com

Fuente 1: ¿Por qué la felicidad debiera ser tu modelo de negocio?

Fuente 2: “Teoría de gestión de carteras aplicada a la felicidad”

Fuente 3: Estudio de la economía de la felicidad (2011) por John F. Helliwell, Haifang Huang

Fuente 4: Índice de Planeta Feliz o Happy Planet Index

Fuente 5: ¿Qué es el sistema B, cómo son las mejores empresas que usan este sistema?

Licencia Creative Commons
Este obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.

Publicado en Liquadora de Ideas y Pensamientos. Post original aquí.

Del mismo autor en este blog:

13 Estilos de Liderazgo en Dirección de Equipos

Daniel Goleman, sus seis estilos de liderazgo

8 lecciones de Liderazgo de un Director de Orquesta

Para seguir leyendo:

La felicidad y el happy manager: una estrategia para impulsar el bienestar y desarrollo de una organización

Empresas felices: “Happy companies”

7 empresas que aplican felicidad para innovar

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Es la creatividad, estúpido!

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Por Franc Ponti

Por doquier la misma cancioneta: economía, dinero, productividad… Hemos creado un nuevo becerro de oro que todo lo impregna. Incluso la política rinde cotidiano homenaje a la economía. Marcuse acertó: “…el nuevo hombre unidimensional vive asfixiado y agobiado por lo material”. Qué panorama…
Me parece que el fin último de nuestra vida no es tener más o menos dinero. Seguramente estamos de paseo por aquí para intentar ser felices y, de paso, arreglar un poco las cosas. No es que esté mal ganar dinero, lo fatal es convertirlo en la última finalidad vital, o casi.
Aquí cobra un papel especial la creatividad. Lejos de ser patrimonio de genios o iluminados, la creatividad libera nuestro potencial y nos aproxima a esta quimera esquiva llamada felicidad. Somos felices cuando somos creativos. Aunque el esfuerzo creativo a menudo implica cierta tensión (escribir, pintar, diseñar, calcular, dirigir) esta tensión nos hace humanos. Ser humano pasa en gran medida por crear, por innovar.
Los neurocientíficos nos dicen que no hay inteligencia sin creatividad. Una persona inteligente pero poco creativa es como un mar fantástico en el que no se pueda nadar. La creación es la expresión práctica de la inteligencia. Necesitamos dar rienda suelta a nuestra capacidad creativa. En caso contrario, nuestra inteligencia corre el riesgo de ser una simple puntuación en un test.
Desgraciadamente sentimos  miedo a la creatividad. Cuando nos percibimos como no creativos es porque los miedos dominan las pasiones. Serlo es expresar una pasión, una forma genuina y diferente de ver la vida. Lamentablemente, escuelas, universidades y empresas se empeñan en destrozar la creatividad de las personas. “Break down the wall” lo llamaba Roger Waters, de Pink Floyd. Sí, rompamos este muro. La creatividad es de todos, no de unos cuantos. Cuando escuelas, universidades y empresas liberen el potencial de la gente en vez de atarlo o juzgarlo, las cosas empezarán a cambiar.
Hay una inteligencia creativa, en efecto, de personas, equipos y organizaciones. Pero hay que movilizarla, actualizarla y proyectarla hacia el futuro. Es curioso, casi nadie nos enseña a desbloquear nuestra creatividad. Millones de personas se levantan cada día con cara de pena, se miran en el espejo y repiten, como mantra: “No soy creativo”. Así nos va.
Otro problema es que asociamos creatividad e innovación sólo a tecnología. Hemos visto en el reciente Mobile World Congress, en efecto, grandes y espectaculares novedades sobre el tema. Pero la innovación va más allá. Innovan Mark Zuckerberg y lo hacía Steve Jobs, claro. Pero también Pep Guardiola en fútbol o Ferran Adrià en cocina, así como multitud de empleados anónimos en cientos de empresas. Se innova también en el mundo social. No es una innovadora Ada Colau?
Creo firmemente que una de las soluciones a los problemas actuales es “deseconomizar” la realidad (todos los economistas, además, se equivocan) y centrarnos en construir una vida basada en las ideas, los proyectos, las pasiones y la felicidad. La economía ya vendrá a continuación, como si fuera una actriz secundaria.
Obsesionarse por la productividad no puede sino llevarnos disgustos. Vivimos para ser productivos? La productividad, en todo caso, debe ser la resultante de la actividad de millones de personas apasionadas y felices. La productividad es algo a posteriori, nunca a priori. Hemos pervertido el sentido más íntimo de la vida y las consecuencias están a la vista de todo el mundo.

Necesitamos un cambio de valores de verdad, no un discurso simplemente vacío. No es ingenuidad. Es la creatividad, estúpido!

(Articulo publicado en catalán por VIAEMPRESA y Diari de Tarragona)

Publicado en FrancPonti, Pasión por la Innovación. Post original aquí

Del mismo autor en este blog:

Mis tres técnicas favoritas de creatividad

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Nueve reglas para potenciar la inspiración y la creatividad.

Siete principios de la creatividad

Creatividad y creativ@s

Descubre los cinco tipos de creatividad

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Pioneros del Siglo XXI

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Por Antonia Arévalo @AntoniaAreval

Venimos de un entorno en el que las Organizaciones se han tenido que focalizar en la rentabilidad de las ventas, la reducción de costes y las reorganizaciones internas; venimos de tiempos duros, tiempos de sufrimiento, de adaptación a ritmo de urgencia. Venimos de recorrer un largo y tortuoso camino, con la mirada puesta en el objetivo de la viabilidad y la competitividad. Hemos recorrido ese camino con la esperanza de garantizar una continuidad, un futuro más cierto, en el convencimiento de alinearnos a lo que las circunstancias requerían en esos duros momentos. Pensamos que ese camino nos llevaría de vuelta al marco conocido, asumimos el deterioro de los mercados y sus consecuencias, pero pensamos que estábamos de vuelta a lo de siempre aunque fuera de otra manera.

Sin embargo, lo de siempre ya no está. Me recuerda a la historia de la conquista del Oeste, cuando el primer grupo de pioneros partió desde las ya “saturadas” ciudades del Este, donde veían un futuro incierto, hacia aquellas tierras desconocidas, en busca de un futuro más próspero. Primero cargados con todos sus enseres, todas sus pertenencias, intentando llevar su pasado a sus nuevas vidas. Teniendo que desprenderse después de él, poquito a poco para poder combatir los obstáculos del camino, ataques de los indios, los desfiladeros de las Rocosas, el desierto… cada vez desprendiéndose de más de las antiguas cosas, cada vez más cerca de las nuevas tierras, con la ilusión de habitarlas como ya habían hecho en el Este… Sin embargo cuando llegaron se encontraron con tierras salvajes, tierras vírgenes, territorio desconocido. Debían construir desde cero las casas, los cercados, los conreos, sus vidas. Después del sacrificio, después del gran viaje, nada era conocido, nada era como se habían imaginado… Ante ese nuevo panorama, se dieron cuenta de que durante el viaje se habían desprendido de aquello de su pasado que ya no necesitaban y habían adquirido nuevas habilidades ahora necesarias, coraje, deseo de tomar riesgos, de probar nuevas cosas, felxibilidad, adapatabilidad, colaboración…habilidades todas ellas imprescidnibles en aquellas nuevas tierras.

Algo parecido nos ha pasado, lo de siempre ya no está, hoy ya sabemos que nos movemos en un entorno volátil e incierto, cada vez más complejo y ambiguo al que hemos llamado VUCA, por primera vez en la gestión moderna no hay precedentes, no hay fórmulas previas, no hay teoría, ni doctrina, ni garantías. Se nos presenta por delante todo un nuevo mundo de circunstancias por descubrir y entender. No es una evolución, es una revolución.

Cuando miramos hacia el futuro inmediato, a ese entorno VUCA se suman temas de vital importancia como el envejecimiento de la pirámide de edad que nos llevará a tener que gestionar la convivencia de generaciones muy distintas en una misma organización, que repercutirá en la necesidad de una gestión diversificada de los recursos humanos y en una carencia del talento requerido en cuanto a nuevos roles que hoy apenas atisbamos. O la transformación digital que facilita acceso ubicuo a la información y que va a cambiar la forma en que nos relacionamos con los diferentes grupos de interés, con la comunidad en general, con el mundo en global y que repercutirá en la necesidad de revisar todos los procedimientos y organizaciones internos. O la internacionalización en la que ya estamos inmersos y por ende, la globalización con un mayor impacto de las circunstancias locales en las globales y viceversa; y que junto a la digitalización y la conectividad dejará sin efectos las fronteras. En definitva, como ya avanzó Leonardo da Vinci “Lo que viviremos no es una época de cambio, es un cambio de época”

Un cambio de época en el que los conceptos como: cambio constante, incertidumbre, modo colaborativo, transversalidad, integridad, confianza, flexibilidad, velocidad, conectividad, creatividad, innovación, curiosidad, probar cosas nuevas, tomar riesgos, customer centric, vivencias experienciales, movilidad, delegación, gestión por proyectos, constante aprendizaje, aprendizaje basado en los errores, humanizar el trabajo, coraje, combatir el miedo, crossborder (fijar la mirada en otros sectores), capacitar, hacer crecer a los equipos, personas, talento…dejarán de ser extraordinarios porque habrán pasado a formar parte de lo habitual.

Y aparecerán nuevas claves para triunfar, claves que seguramente hoy no podemos imaginar, a mí se me antoja que una de ellas será trabajar la conciencia de las organizaciones, ya no estaremos hablando de misión, visión, valores, ética, RSC, procedimientos, procesos, normas y demás, ni tan siquiera de emociones. Estaremos hablando de gestionar desde la conciencia, desde la espiritualidad. Conceptos que hoy no sé porqué generan una especie de alergia, conceptos ante los que todavía se conservan las barreras, intentando separar lo personal de lo profesional como si de verdad fuera posible, inventando una invisibilidad y una divisibilidad que no existen.

En esas nuevas tierras, trabajar para el beneficio del todo, el sentido del para qué, la trascendencia, la alineación de valores para un propósito superior, la gestión de las creencias, la integración del Ser, la integración del interior de las personas, serán las piezas clave. Actuar desde la auténtica libertad, desde lo que quiero crear, en lugar de desde lo que quiero evitar, superando los miedos, las vulnerabilidades, las máscaras, superando los egos.

El viaje a esas nuevas tierras no será fácil, ni seguramente lo rápido que necesitáramos, porque primero pasa por un viaje personal al interior, un viaje interior con sus indios, sus montañas, sus desiertos… sus oscuridades. Por una toma individual de conciencia que nos permita la permeabilidad suficiente para integrar al resto como un todo.

La buena noticia es que ya tenemos suficientes pioneros, los pioneros del siglo XXI, ya muchos iniciaron ese viaje, ya se oyen estos conceptos, incluso ya hay foros y congresos de management que los integran, ya se oye al fondo el trasiego de sus carretas.

“Ningún cambio sustancial es posible, sin un cambio de conciencia” (Liberto Pereda)

“..Trabajar la espiritualidad permite a las organizaciones disponer de personas libres y, a los directivos, entender que su propósito va más allá de ellos mismos. En definitiva, la espiritualidad hace que las personas sean más libres. Libres ante la crítica, libres para no caer en la inercia, libres para innovar, libres para hallar nuevas oportunidades… libres para ser más creativos…” (Eugenia Bieto)

Publicado en Mayeutika. Post original aquí.

Del mismo autor en este blog:

El liderazgo, el autobús y las pulgas

Primeras impresiones, segundas miradas

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Líderes y gerentes, con roles diferentes pero complementarios

lider y gerenteSe trata de dos tipos diferentes de personas, al mismo tiempo ambas fundamentales y que se deben combinar para alcanzar el fin común. Para percibir la importancia de estos roles será necesario establecer sus diferencias y similitudes.

En la práctica se comete el error de creer que los dos cumplen la misma función; sin embargo difieren en la motivación, historia personal, en su forma de pensar y actuar.

Los gerentes, a diferencia de los líderes que tienen como objetivo promover el cambio para lo cual toman una actitud personal y activa, asumen una postura impersonal, a veces pasiva, hacia las metas.

La gerencia es un cargo que ocupa el director de una empresa cuya función es determinar los objetivos adecuados y tener la habilidad de conseguirlos eficientemente, optimizando los recursos destinados para ello. Implica dirigir actividades, pero también debe saber como influir sobre sus empleados para lograr las metas de la empresa. Por lo que podemos decir que ser gerente también significa ser un buen líder, y tener conocimiento de las funciones y procesos de quienes conforman su grupo de trabajo.

El liderazgo se define como la capacidad de influir sobre un grupo con el fin de alcanzar metas y propósitos definidos. Y cabe resaltar que el liderazgo involucra necesariamente a un conjunto de personas, que son parte fundamental de la ecuación, de lo contrario no hay líder.

Definir cuál es el modelo ideal de liderazgo sería muy difícil, y hasta la fecha es un tema controversial. Lo cierto es que los líderes existen no sólo en el ámbito laboral sino en todos los órdenes de la vida, y es aquel que de una manera u otra motiva los comportamientos de las personas.

A pesar de que un líder se expresa por sus relaciones funcionales con los individuos que integran su equipo de trabajo, más que por sus actitudes, y no existe un modelo óptimo del mismo, cabe mencionar algunas características que deberían estar en todo liderazgo:

1. El grupo se identifica con valores definidos por el líder.

2. Garantiza al grupo seguridad y defiende sus intereses.

3. Mantiene el orden interno y cohesión a través de premios o castigos.

4. Antepone los intereses del grupo a los personales en caso de ser necesario.

5. Tiene habilidad para manejar situaciones críticas.

6. Es a su vez miembro del mismo grupo.

7. Facilita el desarrollo y expresión individual de sus seguidores.

8. Es útil a sus seguidores.

9. Formar parte de sus seguidores proporciona beneficios.

Pensamientos de personajes destacados sobre Liderazgo y Gerencia:

´La gerencia significa ayudar a la gente a sacar lo mejor de sí, no organizar cosas.´ (Lauren Appley)

´Yo no sólo utilizo todo el cerebro que tengo, sino el que puedo conseguir prestado´. (Woodrow Wilson)

´Dirigir es hacer las cosas adecuadamente; liderar es hacer las cosas adecuadas´ (Peter F. Drucker, gurú de dirección norteamericano)

´El liderazgo es el arte de conseguir que alguien haga algo que tú quieres que haga pensando que es lo que él quiere hacer´ (Eisenhower, presidente norteamericano)

Publicado en Management Journal. Post original aquí.

Seguir leyendo:

El modelo de Servant Leadership. Origen, características y comportamientos.

Desarrolla empatía y mejora tus relaciones personales

Innovación Abierta. Update.

Incrementar la productividad y promover a las personas (serie de dos post)

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Siempre depende de ti

Por Merce Roura @merceroura

llave de decisionesHay esperanza. Cuesta notarlo, a veces, porque el cansancio apremia y la rutina se come la poesía. Porque la ansiedad desdibuja el perfil de todo lo que nos rodea y lo convierte en desesperación. Porque cuando te sientes hundido vas dando tumbos y te golpeas con el perímetro de todo lo que llena tu vida y no distingues a los héroes de los villanos y algunas veces crees que son lo mismo aunque no sea cierto… Porque intentas sujetarte a algo que creías sólido y resulta que es líquido.

Hay esperanza, pero parece que los lunes se toma un respiro y se escurre entre las estaciones de tren y las caras amargas de los pasajeros. Como si la desesperación la empujara calle abajo y ocupara su lugar para dejarnos los corazones deshilachados, los caminos a oscuras, los bolsillos vacíos.

Hay esperanza, pero queda diluida por los gritos y las ausencias. Cuesta percibirla porque parece que estés dando pasos hacia atrás, aunque en realidad vas hacia adelante, pero pasas por un valle profundo. El camino está repleto de valles, algunos son muy hondos  y casi te pierdes mientras los atraviesas y el lodo te llega a las rodillas. Aunque también a veces te permiten coger impulso para continuar. Encontrar un valle profundo puede ser la mejor manera de remontar aunque no lo parezca. Como topar con una pared y rebotar, como tener que parar para hacer recuento de daños y descubrir que has pasado la linea. ¿Eres de los que jamás superan sus límites o de los que ya no creen que no los tienen? ¿sobrevives o sueñas? Y si sueñas… ¿Actúas o sigues soñando sin atreverte a arriesgar?

Hay esperanza porque mientras algunos fabrican excusas otros inventan razones. Porque mientras algunos esconden las pistas, otros levantan alfombras para que ninguna historia se quede sin el final que merece… Porque siempre hay quien vence la tristeza y sale a la calle a plantar cara a la vida y le sonríe a otro que necesitaba un gesto para poder continuar… ¿A qué grupo perteneces tú? ¿eres la solución o el problema? ¿tejes complicidades o levantas muros? ¿dices que no puedes o te pones en marcha aunque te duela el alma y se te cierren los ojos?

Hay esperanza. A veces, se disipa porque cuando estás a punto de ver algo en el horizonte, el sol se pone y te dicen que esperes a mañana. Y ya no crees que puedas esperar más. Porque hay desengaños que parecen el definitivo y luego, pasados los días, descubres que te quedaban aún más y que no te puedes permitir quedarte sentado esperando una señal para levantarte. ¿Eres de los que esperan o eres de los que caminan? ¿suplicas o reclamas  lo que es tuyo? ¿dejas que el tiempo se te escape de las manos o apuras los segundos?

Hay esperanza porque mientras muchos meten la mano en bolsillo ajeno, otros pasan horas ayudando a personas que no conocen a tener una vida digna. Porque mientras algunas personas a las que les cogemos cariño nos parten el alma y nos decepcionan, otros a las que apenas conocemos, son capaces de sorprendernos y estar a la altura. ¿Eres de los que dan la talla o te escurres en las esquinas y disimulas?

Mientras unos arrasan, otros construyen.

Por cada uno que golpea, hay dos que tienden la mano.

Por cada dos que engendran odio, hay uno que descubre la vacuna. Porque mientras unos fabrican balas, otros edifican puentes.

Hay esperanza porque muchos se sacuden las responsabilidades, pero otros asumen las responsabilidades ajenas sacudidas.

Porque al otro lado de la puerta de un indiferente, hay un implicado. Porque en una esquina espera un déspota y en la otra un empático.

Porque una persona te hace llorar y más tarde otro te consuela.

Porque los que crean oportunidades nunca descansan…

Hay esperanza, pero a veces hay miedo a verla. Hay miedo a abrazarla y luego no poder vivir sin ella. Hay esperanza porque hay muchas ganas, a pesar de que también hay mucha apatía que podría vencerse con palabras. ¿Eres de los que vencen sus miedos o de los que dejan que sus miedos lleven el timón?

Caminando entre cien mediocres, hay algunos genios que buscan respuestas y muchas personas especiales que se hacen preguntas.

Porque el esfuerzo se abre paso entre la incompetencia y la envidia y llega al final del camino.

Porque el “sí quiero” es hermano del “sí puedo” y el “ahora no” y el “más tarde” se borran a cada paso que damos hacia lo arriesgado y lo desconocido.

Hay esperanza porque a veces la desidia no sale de casa y la sana competencia inunda la calle. ¿Te convence la osadía o la ciega obediencia?

Hay esperanza porque cada vez hay más personas que hacen estandarte de sus diferencias. Porque suben listones que ayer eran inamovibles. Porque trazan caminos que ayer no existían. Porque escriben historias imposibles y superan límites inimaginables…

Porque muchas comparten sus miedos y sus conocimientos… Porque han decidido que ya no se esconden y que van a cambiar las reglas para que ya nada sea no apto o incómodo… Para que se midan sueños y empeño y no sólo ganancias. Para que se reconozca el talento y el esfuerzo por encima de la falsa adulación y la rabia contenida.

Hay esperanza porque algunos la buscan como locos cada día y otros la dibujan. Porque si no encuentran puertas, las pintan y si no encuentran palabras, las inventan. Hay esperanza mientras no hay indiferencia… Mientras no hay resignación ni desidia, mientras alguien habla y alguien escucha. ¿Tú eres de los que escuchan a otros o de los que sólo son capaces de oír su propia voz?

Hay esperanza porque muchos se levantan cada día con la necesidad de ser extraordinarios… Y ya lo son, aunque todavía no lo sepan, porque la fuerza con que lo desean les convierte superhéroes. Aunque sea durante un minuto, el tiempo que dura la emoción de creer que es posible.

Hay esperanza, pero no vale con sentarse y esperar a verla o encontrarla, hay que fabricarla. ¿Eres de los que se dan por vencidos o de los que la crean? ¿de los que se quedan sentados a esperar a que otros se la traigan o de los que se ponen en primera fila?

Hay esperanza, pero a veces tiene cara de problema sin solución o de niño dormido. A veces, hay que rascar la superficie de un pintura mediocre para descubrir que debajo hay una obra de arte… Hay esperanza, pero para conseguirla a menudo hay que tragar mucho camino, ensuciarse los zapatos, superar barreras mentales e implicarse hasta las cejas incluso cuando no ves la solución…

Hay esperanza, pero depende de ti… Siempre.

Publicado en MERCEROURA, la rebelión de las palabras. Post original aquí.

Del mismo autor en este blog:

Hablar en público. “Desnuda tu alma”.

El poder de la empatía

El arte de entusiasmar

Para seguir leyendo:

Innovar desde la incertidumbre

¿Cómo está aplicando su visión?

No te olvides de la visión

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El liderazgo y la esperanza

Por Jesús Alcoba

la-esperanza-flor-crece-en-medio-de-sequedalDicen que Napoleón dijo que un líder es un repartidor de esperanza. Y probablemente la capacidad de generar esperanza recoja la esencia más auténtica del liderazgo. Porque los grandes líderes no son personas que lo saben hacer todo, y a veces ni siquiera tienen grandes dotes de gestión de equipos o de organizaciones. Pero tienen visión. Y la visión es lo que engrana a las ideas con las personas para producir las chispas de las que nace la creatividad, la innovación, la creación de valor y el progreso.

Encontrar luz en la oscuridad es un proceso misterioso y raro de ver. De igual manera, tener la visión que hace falta para saber hacia dónde debe ir una organización es igualmente extraño y poco frecuente. La esperanza no es una forma de optimismo vacío, ni mucho menos la confianza en que un golpe del destino resolverá cualquier situación. La esperanza es la creencia de que si se sigue un determinado rumbo las cosas saldrán bien. En ella es tan importante la ilusión y la emoción como la factibilidad de aquello que se pretende. Por eso la esperanza está conectada con la visión.

Definir un futuro factible para la organización debería ser una de las preocupaciones más importantes de los líderes. Por eso la esperanza es uno de los pilares del liderazgo resonante.

Sin esperanza no hay visión, ni hay futuro.

Publicado en elEconomista.es . Post original aquí.

Para seguir leyendo:

Daniel Goleman, sus seis estilos de liderazgo

El arte de entusiasmar

Sobre aprender y querer hacerlo

Nadie conoce a nadie: The leadership code

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Para ser líder debes saber como tu cerebro te engaña

cerebroPor Virginio Gallardo

Nuestro cerebro no está diseñado ni preparado para buscar la verdad, si no para ayudarnos a sobrevivir, comentaba Punset, en uno de sus últimos programas de REDES.  Lo cierto es que nuestro cerebro nos engaña muy amenudo, nuestras percepciones son  muy subjetivas, tenemos una especie de sistema inmunológico emocional  que nos hace percibir la realidad para que ser más felices. En muchos casos percibimos nuestra realidad cómo más nos conviene desde un punto de vista adaptativo.

El cerebro cómo órgano de adaptación al entorno

Tanto nuestro cerebro más viejo que controla las emociones como el más nuevo que controla las cogniciones o aprendizajes muy sofisticados están diseñados para que nos podamos adaptar a un entorno cambiante y peligroso, nuestro cerebro nos da mensajes de felicidad en la medida que cumple con sus necesidades adaptativas, a veces muy primarias.

En principio una de las principales funciones adaptativas del cerebro humano es preparse para ajustarse a los cambios del entorno, sean estos traumáticos o no.  Pero, lo cierto es que no todos lo conseguimos y muchos de nosotros perdemos nuestra capacidad de adaptación o resiliencia al cambio. Y esta resiliencia o capacidad de adaptarnos al cambio es un rasgo fundamental para el desarrollo del liderazgo.

La dificultad del desarrollo del liderazgo no está tan relacionado con tener una serie de conductas adecuadas a un entorno organizativo en un momento determinado, aunque esto sea difícil. La principal dificultad, tal y como hemos señalado a menudo desde este Blog, es tener la capacidad de cambiar de conductas para adaptarse a nuevos entornos organizativos que te permitán seguir siendo un líder.

El principal problema del liderazgo, es la fugacidad de las conductas que te permiten ser líder, en un entorno cambiante. El principal reto de los principales directivos de nuestras empresas con edades que se sitúan en la madurez personal, no fue haber sido buenos directivos en el pasado, si no ser buenos directivos en un futuro con personas, organizaciones y mercados diferentes. El principal problema de los líderes no es tanto llegar, sino como seguir siendo líderes.

Por tanto, el principal problema del liderazgo directivo es su adaptación personal constante al entorno. Ya que si no lo hace perderá su capacidad transformadora.

La buena noticia es que nuestro cerebro está preparado para ello, la mala es que al parecer también está preparado para seguir hábitos poco adaptativos y que matan nuestra capacidad de adaptación.

La psicología positiva

Sería muy interesante saber que nos dice la psicología, la ciencia que nos debería dar pistas sobre el funcionamiento de nuestro cerebro y sobre los mecanismos que nos permiten asumir los retos y los cambios personales.

La psicología ha sido hasta hace muy pocos años una ciencia muy volcada en estudiar el comportamiento anormal, el dolor humano y la enfermedad, una ciencia que ha destinado enormes esfuerzos en el “área psiquiátrica”. Ha dedicado menos esfuerzos a conseguir que personas normales puedan ser excelentes, a estudiar los mecanismos que nos hacen ser mejores de lo que somos, a ser mejores profesionales y, especialmente, mejores profesionales felices.

Pero, la psicología en los últimos años está poniendo el foco en este tipo de cuestiones que tiene que ver más hacer con favorecer el desarrollo de las capacidades humanas, para que la vida sea más productiva y tenga más sentido. Grandes psicólogos cómo Seligman y Csikszentmihalyi, Sheldon o King, especialmente,desde corrientes cómo la Psicología Positiva,  se intentan potenciar más que nunca estas características humanas .

El estudio de la motivación y la emociones, de como aprendemos de nuestra realidad en bases al filtro de nuestro cerebro, de nuestras atribuciones, está dando pasos agigantados en las dos últimas décadas. Son cada vez los psicólogos que se hacen preguntas en estos campos y los que intentan desarrollarlas.

Conocer este tipo de teorías deberían ser muy interesante para todos aquellos que se plantean saber cómo pueden mejorar su capacidad de adaptación al entorno y de resilencia, los que les permite la cualidad humana más valiosa para un directivos que no es “ser un líder” o “un buen directivo”, si no cómo poder seguir siendo un líder o un “buen directivo”.

Resilencia y optimismo

Entre los multiples conceptos y teorías motivacionales y cognitivas que hay detrás de estos paradigmas me gustaría destacar dos conceptos muy relacionados entre si: la resilencia y el optimismo (pensamiento positivo).

La resilencia  es la capacidad humana universal para hacer frente a las adversidades y los cambios en la vida, superarlos y ser transformado por ellos. La resilencia aunque se ha estudiado, especialmente en niños, tiene que ver con el proceso evolutivo de una persona y cómo utiliza constructos como tener elevadas expectativas, locus de control interno, autoestima, autoeficacia y autonomía, e incluso otros aspectos cómo sentido de la vida.

Es decir, la resilencia depende de cómo nuestro cerebro nos atribuye un papel u otro en el desarrollo de los acontecimientos vitales que nos suceden, utilizando de foma positiva, las emociones, cómo un sistema de guía, una brújula de aproximación, a la búsqueda de nuevas soluciones.

Este concepto esta estrechamente relacionado con del denominado pensamiento positivo o optimista.

Las personas que poseen este pensamiento positivo son más realistas y confían más en encontrar soluciones (sopesan aspectos positivos y negativos), el focus de control interno y  la confianza en uno mismo además nos protege contra los problemas.

Un directivo con pensamiento “positivo” es más probable que sea un líder transformador. No son directivos cuyo cerebro les proporciona unas gafas para ver la vida en rosa, sino que miran hacia al futuro pensando en que puede hacer lo que se proponga, y eso le hace al menos intentarlo. Es un primer paso que salta la barrera del inmovilismo al que condena el pesimismo del nada tiene remedio, son personas que tienen elevadas dosis de creatividad, y por tanto, de innovación.

En una entrevista que Gonzalo Hervás hizó a Magazine, este psicólogo de la Universidad Complutense de Madrid, co-autor de Psicología Positiva Aplicada nos dice  cuando habla de estos optimistas inteligentes: “Es consciente de la realidad y sabe que, a veces, moverse implica riesgos, …los nuevos optimistas no viven de ilusiones; evalúan su situación, prevén las consecuencias de sus actos y no dejan nada al azar”.

Son directivos que trabajan para que sus circunstancias cambien a mejor, les es más fácil avanzar al ritmo de sus sociedad, que analiza los problemas sin tener la mirada en el pasado que sabe mirar al futuro y cree en el éxito, sin ser irrealista. Son personas cuyos cerebros les hace ver la realidad de otras formas. Y son mecanismos cerebrales que en buena parte se podrían desarrollar.

No es casualidad que la psicología positiva, que confía en mecanismos como el optimismo como herramienta, haya tenido mucho éxito en cursos de verano en muchas universidades españolas y este ganando espacio entre las “universidades” de psicología más prestigiosas. ¿Una moda? Puede. Pero descubrir los mecanismos más eficientes que utiliza nuestro cerebro para adaptarse, probablemente sea una de las herramientas más útiles que podemos tener en nuestra mano para progresar profesionalmente como directivos  y en nuestra capacidad para tener éxito, pero sobretodo para ser más felices como personas  ¿te interesa?

Publicado en Supervivencia Directiva. Post original aquí.
Del mismo autor en este blog:
La organización que aprende: 10 claves
Los líderes son innovadores, positivos ¿y felices?
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8 tipos de inteligencias

Cuando hablamos de inteligencia solemos pensar en el éxito obtenido en la escuela o en la universidad, el cual se mide a través de tests y cuestionarios. Pero parece que la inteligencia es un concepto plural. La teoría de las inteligencias múltiples de Gardner es toda una innovación en este campo donde la inteligencia es entendida como la capacidad para resolver problemas, o crear un producto valioso en distintas culturas.

Gardner es reconocido por su teoría de las inteligencias múltiples, por la cual, cada persona posee al menos ocho tipos de inteligencias u ocho habilidades innatas. Liberándose así de la visión tradicional y unificada sobre la inteligencia para dar paso a una visión múltiple de la misma.

La teoría de las inteligencias múltiples de Gardner defiende así una visión más amplia, donde todas las inteligencias tienen la misma importancia. Con esta teoría la inteligencia no se reduce al ámbito académico sino que es una combinación de diferentes inteligencias. En su libro “Inteligencia múltiple”, afirma la cantidad de inteligencias cognitivas que nos ocupan y las resume en 8 tipos.

“La inteligencia, lo que consideramos acciones inteligentes, se modifica a lo largo de la historia. La inteligencia no es una sustancia en la cabeza como es el aceite en un tanque de aceite. Es una colección de potencialidades que se completan”
-Howard Gardner-

Inteligencia Lógica

La inteligencia lógica es empleada en  resolver problemas de lógica y matemáticas. Es la capacidad para utilizar números de manera precisa y de razonar correctamente. La inteligencia que suele corresponder a científicos, matemáticos, ingenieros y aquellos que emplean el razonamiento y la deducción, ( trabajar con conceptos abstractos, elaborar experimentos). Utilizan especialmente el hemisferio derecho.

Inteligencia Lingüística

En la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner se llama inteligencia lingüística ala habilidad para emplear las palabras de manera oral o escrita de manera efectiva. Un nivel destacado de  esta inteligencia se observa en  escritores, periodistas, comunicadores. Estudiantes  con habilidades para aprender idiomas,  escribir historias, leer, etc. Utilizan ambos hemisferios.

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Inteligencia Corporal

Dentro de la teoría de las inteligencias múltiples de Garder, la inteligencia corporal corresponde con aquella que utiliza  todo el cuerpo para  expresar  ideas y sentimientos, y la habilidad en el uso de las manos para transformar objetos. Las capacidades de equilibrio, flexibilidad, velocidad, coordinación, como también la habilidad cinestésica, o la percepción de medidas y volúmenes, se manifiestan en este tipo de Inteligencia. Atletas, cirujanos, artesanos, bailarines,  son los más representativos.

Inteligencia Musical

Es la inteligencia que percibe, transforma y define la música y sus  formas. La sensibilidad, el ritmo, tono y timbre se asocian a este tipo. La inteligencia musical se encuentra presente en compositores, directores de orquesta,  músicos, etc. Personas que se sienten atraídas por sonidos de la naturaleza o melodías. Y que acompañan el compás, golpeando o sacudiendo algún objeto rítmicamente con el pie o mano.

Desde la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner también se la conoce como “buen oído”. Uno de los puntos que la caracterizan es que tiene que ser estimulada para poder desarrollar todo su potencial.

Inteligencia Espacial

La inteligencia espacial es la habilidad para pensar en tres dimensiones. Una capacidad que nos posibilita para percibir imágenes externas, internas,  transformarlas o modificarlas, y producir o decodificar información gráfica. Pilotos, escultores, pintores, marinos y arquitectos, son un claro ejemplo. Sujetos a los que les gusta realizar mapas, cuadros, dibujos, esquemas, planos.

Inteligencia Naturalista

Es la capacidad de diferenciar, clasificar, y emplear el medio ambiente. Objetos, animales o plantas.( tanto en ambiente urbano, o rural). Habilidades de observación,  reflexión y planteamientos sobre  nuestro entorno. La posee  la gente de campo, botánicos, cazadores, ecologistas. Se observa  en gente que aman las plantas y animales.

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Inteligencia Interpersonal

La inteligencia interpersonal lleva implícita la capacidad de empatizar con los demás, ya que nos permite entenderlos. Adoptando una sensibilidad especial para comprender las expresiones faciales, (voz, gestos, postura), y la habilidad para responder. Presente en políticos, vendedores y docentes de renombre.

La inteligencia interpersonal complementa a todas las demás. Ya que en la mayoría de actividades que realizamos en nuestro día a día se encuentra las personas de nuestro alrededor. Por ello, resulta fundamental que las personas líderes tengan más desarrollada este tipo de habilidad.

Inteligencia Intrapersonal

Es la inteligencia para construir una valoración exacta sobre el  respecto de sí mismo y la capacidad para dirigir su propia vida. Incluye la reflexión, la autocomprensión y la autoestima. Se aprecia  en teólogos, psicólogos, sociólogos, y filósofos, entre otros.

La inteligencia intrapersonal nos permite entender cuáles son nuestras necesidades y características, cuáles son nuestros sentimientos y cómo nos encontramos en cada momento. Este tipo de habilidad nos permite conectar con nosotros mismos, siendo conscientes de nuestras sensaciones y emociones.

La teoría de las inteligencias múltiples de Gardner considera que todos los seres humanos poseen las ocho inteligencias en mayor o menor medida, pero aclara que  no hay estilos puros. Es una visión pluralista, donde la inteligencia es una habilidad cambiante a lo largo de la vida.

Gardner apoyado en su teoría de las inteligencias múltiples sostiene, que la enseñanza tendría que permitir orientar a los alumnos en función de la capacidad y estilo de inteligencia que más domina cada uno, para aprovechar sus puntos fuertes y formar a los jóvenes para enfrentarse a un mundo cada vez mas competitivo.

“El gran desafío, tanto para el docente como para el alumno, es encontrar ese equilibrio entre grado de desafío de una actividad y el grado de habilidad de la persona que la realiza”
-Howard Gardner-
Publicado en La Mente es Maravillosa. Post original aquí.

Para seguir leyendo:

¿Cuántas inteligencias tienes?

Howard Gardner: La inteligencia nos hará libres

Howard Gardner: Las 5 formas de pensamiento para despertar la creatividad.

Los Diez Mandamientos para Despertar tu Creatividad.

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La Inteligencia Emocional como un componente del liderazgo

Este campo de estudio ha ganado cada vez más atención en la última década. ¿Qué es, y por qué es importante para el éxito en una organización?

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La inteligencia emocional se refiere a la capacidad de una persona para utilizar la emoción de manera proactiva, tanto sus propias emociones como las de los demás a su alrededor, y tanto a nivel consciente como subconsciente, como una herramienta para mejorar el razonamiento y la toma de decisiones.

Daniel Goleman, el “padrino” de la inteligencia emocional, ha publicado extensamente sobre la importancia de las habilidades no técnicas en el lugar de trabajo. Él conecta las cualidades de la inteligencia emocional directamente con el liderazgo y argumenta que el éxito en éste no depende exclusivamente de las cualidades más tradicionales de competencias prácticas e intelectuales.

Goleman escribe: “No es que las habilidades intelectuales y técnicas sean irrelevantes. Ellas son importantes, pero sobre todo como ‘capacidades de umbral’, es decir, que son los requisitos de nivel de entrada para los cargos ejecutivos. Pero mi investigación, junto con otros estudios recientes, muestra claramente que la inteligencia emocional es la condición ‘sine qua non’ del liderazgo. Sin ella, una persona puede tener la mejor formación en el mundo, una mente incisiva y analítica, y una fuente inagotable de ideas inteligentes, pero aún así no será un gran líder”. Goleman identifica cinco aspectos principales de la inteligencia emocional: autoconciencia, autorregulación, motivación, empatía y habilidad social.

Auto-conciencia

La autoconciencia es la capacidad para identificar las propias fortalezas y debilidades, y de comportarse en el lugar de trabajo de manera de capitalizar las primeras y minimizar las segundas. Franqueza acerca de las áreas de debilidad, comodidad con uno mismo y “un sentido fuerte y positivo de autoestima” caracterizan a las personas que son conscientes de sí mismas. Parte de la autoestima es la voluntad de escucharse a uno mismo antes que nadie. De acuerdo a las observaciones de Goleman y Malcolm Gladwell, la conciencia de sí mismo va más allá de la auto-evaluación conciente de un individuo, y más profundamente involucra la capacidad innata de una persona para la toma de decisiones, influyendo así en todos los aspectos del desempeño

Autorregulación

La autorregulación se relaciona con la conciencia de sí mismo, pero describe más específicamente la capacidad de controlar las emociones, ya sean negativas o positivas, con el fin de mantener un comportamiento más adecuado a la práctica profesional y la actividad. Goleman escribe acerca de la auto-regulación no sólo como un enfoque reaccionario ante escenarios que pueden empujar, movilizar y distraer, sino también como el impacto constante y deliberado de un ejecutivo en la cultura organizacional

¿Por qué la autorregulación es tan importante para los líderes? Las personas que tienen control de sus sentimientos e impulsos -es decir, las personas que son razonables – son capaces de crear un ambiente de confianza y equidad. En tal ambiente, la política y las luchas internas se reducen drásticamente. Las personas con talento fluyen hacia la organización. Menos mal humor en la parte superior significa menos en toda la organización.

Motivación

El principio de la motivación representa la voluntad de logro – entusiasmo, empuje, ambición – independientemente de los obstáculos, y es otro tema constantemente reforzado por los líderes analizados. Los líderes motivados son competitivos – con ellos mismos y con sus pares por igual. Se fijan metas y emplean métodos de medición para cuantificar qué tan bien se han cumplido esos objetivos, si se ha hecho. No cuesta imaginar lo fácil que este rasgo, si no se controla o no está lo suficientemente equilibrado con otras características como la auto-conciencia y la autorregulación, puede socavar un perfil de liderazgo. Sin embargo, Goleman sostiene que un líder potencial no se materializará en uno real sin una motivación suficiente: “Si hay un rasgo que casi todos los líderes tienen, es la motivación”. El líder más fuerte ve oportunidades donde otros no pueden y asume que todos los problemas se pueden resolver, y, más importante, está motivado para aprovechar esas oportunidades y buscar la resolución.

Empatía

La empatía es el cuarto pilar de Goleman de la inteligencia emocional y es quizás el más propenso a la mal interpretación. Pero la empatía tiene un propósito profesional, claro y concreto, y según Goleman “no significa adoptar las emociones de otras personas como propias y tratar de complacer a todo el mundo”. Describe la comprensión intuitiva del líder de las necesidades no- técnicas del personal y la capacidad de comunicar esa comprensión efectiva. Como se indica más adelante, la importancia de la satisfacción del personal, sintiéndose respetado y escuchado, no puede ser subestimada. La moral del personal y la satisfacción en el trabajo tienen un impacto enorme en cómo los demás en la organización se sienten acerca de sus trabajos y cómo la totalidad de la organización se desempeña.

Observa Goleman: “La empatía es un antídoto. Las personas que la tienen están en sintonía con sutilezas en el lenguaje corporal; pueden escuchar el mensaje detrás de las palabras que se pronuncian. Más allá de eso, tienen una profunda comprensión de la existencia e importancia de las diferencias culturales y étnicas”. La empatía también mejora la capacidad del líder para hacer que el personal se sienta respetado, por lo que este puede, a su vez, respetar a otros, fortaleciendo los esfuerzos constantes hacia la retención. Este tipo de líder puede por lo tanto desarrollar equipos fuertes que trabajan juntos de manera efectiva para animarse recíprocamente y realizar con éxito la misión de la organización.

Habilidad social

Habilidad social, el quinto componente de la inteligencia emocional, es, como la empatía, el reflejo de la interacción de un líder con el mundo, en contraste con los tres primeros factores, que ponen de relieve características más internas. Es la capacidad de un líder de aprovechar las relaciones para promover sus ideas, a través de la simpatía, confianza y respeto. Pero así como la línea no es clara entre la auto-conciencia, la autorregulación, la motivación y la empatía, la habilidad social representa también matices de los otros cuatro. Sin habilidades sociales, los otros cuatro componentes de la inteligencia emocional pueden caer por el piso.

Goleman señala también que, debido a que la habilidad social se basa en relaciones positivas, los líderes más exitosos pueden “parecer no estar trabajando cuando están en el trabajo” y, por tanto, la habilidad social puede ser el área más difícil de cuantificar. Goleman reconoce, de hecho, que la inteligencia emocional en general no siempre es propicia para la medición.

Tomar riesgos inteligentes, buenas decisiones y mostrar iniciativa son las conductas ejemplificadas por los líderes más exitosos y emprendedores. Los principios de la autoconciencia, la autorregulación, la motivación, la empatía y habilidades sociales permiten la claridad y la capacidad para llevar a cabo estos comportamientos, especialmente en las industrias vulnerables sin fines de lucro, donde son cada vez más críticos para la estrategia organizacional.

Este artículo, escrito por Anne Saporito, se publicó originalmente en el Philadelphia Social Innovations Journal. Es reproducido por Utecnoticias con el debido permiso.

Publicado en Utecnoticias. Universidad Tecnológica Nacional, Facultad Regional Bahía Blanca, Argentina. Post original aquí.

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